(1907)

El desarrollo de la Internacional antes de la guerra

August Bebel, en el Congreso de Stuttgart


Escrito: 1907.
Publicado por Primera Vez: En defensa del Marxismo, La Revolucion rusa en el siglo xxi, editada 2007.
Fuente de esta edicion:
Traduccion: Equipo de traduccion de la Revista En defensa del Marxismo.
Trascripcion/HTML: Rodrigo Cisterna, 2016.


 

Un socialdemócrata podría decir que, en un cierto sentido, una gran gue- rra europea haría avanzar nuestra causa más que décadas de agitación y, por lo tanto, deberíamos tener esperanza en ella. Pero no deseamos alcanzar nuestro objetivo por medios tan atroces. Sin embargo, si aquellos que tienen los mayores intereses en mantener la sociedad burguesa no pueden percibir que una guerra de este tipo la eliminaría de raíz, entonces no podemos obje- tarlo. Entonces digo: 'Sigan así, los heredaremos' (aplausos entusiastas.) Si la clase dominante no supiera esto, hace tiempo hubiéramos tenido una gue- rra europea total. Solamente el temor a la socialdemocracia lo ha impedido hasta ahora (gritos de "¡completamente cierto!".) Si una guerra de estas ca- racterísticas estallara, habría mucho más en juego que meras fruslerías co- mo la insurrección y la huelga de masas. Entonces todo el mundo civilizado cambiará completamente. Si entendemos esto, no necesitamos discutir so- bre los métodos de lucha a ser utilizados en ese momento.

La resolución alemana establece, de forma clara e inequívoca, que com- batimos el militarismo mediante todos los medios que consideramos efecti- vos. No podemos todavía determinar nuestras tácticas con antelación, no po- demos todavía imponerlas a nuestro enemigo.

Eventos que sacuden al planeta pueden transformar nuestra minoría en mayoría. Nunca antes en la historia del mundo civilizado un movimiento ha abrazado a las masas de manera tan profunda como los hace el movimiento socialista. Nunca antes un movimiento le ha dado a las masas desposeídas una visión tan penetrante de la naturaleza de nuestra sociedad. Nunca ha habido tantos que supieran lo que realmente quieren del Estado y de la so- ciedad. Mantengamos los ojos abiertos y nuestras mentes claras, de manera tal que estemos preparados para el momento, cuando éste llegue (aplausos entusiastas y prolongados.)