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Jorge Dimitrov


El imperialismo en los Balcanes



Primera edición: En «La Federation Balcanique», núm. 120, 15 de Julio de 1929.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, octubre de 2000.
Digitalización:Aritz, octubre de 2000.


A la luz de su situación geoagráfica, militar-estratégica y económica, los Balcanes son un objetivo de extraordinaria importancia para el imperialismo internacional. Para las fuerzas imperialistas, y en primer lugar, Gran Bretaña, Francia e Italia, los Balcanes representan una base imprescindible para el mantenimiento y consolidación de sus posiciones en la zona mediterránea y la dominación de los caminos que unen a Europa, por medio de los Balcanes y el Mediterráneo, con Asia, Africa y la India. Junto con lo anterior, los Balcanes, dado su atraso económico y sus 42 millones de habitantes, son un importante mercado para los artículos manufacturados de las grandes potencias industriales y, además, habida cuenta del carácter primordialmente agrario de la Península Balcánica, ella representa una fuente importantísima de materias primas y de artículos semifabricados para la industria de dichos países. En último término, la importancia de los Balcanes reside en su carácter como base militar-estratégica y suministradora de millones de soldados para la guerra imperialista en la zona del Meditarráneo y en las costas de Africa y Asia, guerra en la que los Balcanes serían inevitablemente arrastrados, si tenemos en cuenta la actual situación mundial que implica un peligro de guerra contra la gran Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Todo ello explica claramente el hecho de que la nueva historia política de los Balcanes, también hoy, como la historia de las relaciones entre los países balcánicos en el siglo XIX, se determina por el avance y penetración del imperialismo en los Balcanes y su tenaz aspiración a colocarlos bajo total dependencia, convirtiéndolos en colonia.

La guerra imperialista y la Revolución rusa de Octubre provocaron muchos cambios en la correlación de fuerzas en los Balcanes, sobre todo después de la derrota del imperialismo zarista y liquidación de la monarquía austro-húngara. Sin embargo, la dependencia de los Balcanes del imperialismo internacional siguió existiendo; y no sólo eso, sino que se reforzó. El lugar de la monarquía austro-húngara fue ocupado en gran medida por la Italia fascista y el hundimiento del imperialismo ruso abrió el camino hacia la conquista activa de los Balcanes por parte del imperialismo inglés y francés, que actúan en esta zona bajo la forma de bloque anglo-francés.

No es un secreto que los intereses y objetivos concretos e inmediatos de las fuerzas imperialistas en los Balcanes no coinciden plenamente. Por el contrario, están llenos de contradicciones. Estas son muy serias, sobre todo, entre Francia e Italia. Hecho que se refleja en la relaciones entre los propios Estados balcánicos que adquieren con frecuencia la forma de conflictos. Esto explica, por otra parte, el hecho de que, si bien Yugoeslavia se halla por completo bajo la influencia del imperialismo francés, y Albania del italiano, Grecia y Rumania navegan en las aguas del bloque imperialista anglo-francés, en orden a Bulgaria, que se inclina más hacia Francia, el imperialismo italiano libra una lucha desesperada, utlizando las relaciones creadas por él en el pasado. Sin emabargo, sería erróneo sobreestimar la importancia de esas contradicciones «domésticas» en el campo imperialista, que se hacen más complejas por las aspiraciones y planes particulares del imperialismo norteamericano y del imperialismo alemán renaciente en esta zona. Sería un peligroso error si, frente a estas contradicciones de hecho, no vemos, ni apreciamos correctamente la línea general de conjunto, del imperialismo internacional en los Balcanes, que domina sobre dichas contradicciones. Dicha línea general consiste en el sometimiento de los Balcanes a los grandes intereses y objetivos del imperialismo, en obstaculizar su desarrollo económico y político, en impedir la unión de los pueblos balcánicos en una comunidad económica y política, en la conservación de la situacón semicolonial y colonial en los Balcanes, por medio del control militar y financiero, por medio de empréstitos y concesiones esclavizadoras, mediante el dominio de los centros económicos y estratégicos decisivos de los Balcanes.

Sobre la base de un entendimiento de principio entre ellas, las potencias imperialistas mantienen una división territorial artificial e insoportable en los Balcanes. Ellos se oponen resueltamente a la liberación de los pueblos balcánicos oprimidos. Son enemigos jurados de la unidad de los pueblos balcánicos en una federación balcánica, pues no ignoran que, en la actual situación internacional y balcánica, una tal Federación sólo es posible si tiene un carácter antiimperialista, anticapitalista y antimonárquico. Inglaterra y Francia trabajan por suavizar las contradicciones entre los Estados balcánicos, a fin de facilitar la creación de un bloque antisoviético para la preparación de la guera contra la Unión Soviética, pero con el solo fin de utilizar mejor y más completamente la base y fuerza militar de los Balcanes para dicha guerra.

Por eso precisamente, el imperialismo internacional apoya sin reservas al fascismo y a los regímenes de fuerza en los Balcanes, siendo un enemigo intransigente del movimiento revolucionario de los obreros y campesinos balcánicos, y también de combate nacional-revolucionario libertador de los macedonios, croatas, albaneses, montenegrinos, dobrudshanos, besarabos, tracios, etc. La completa supeditación de los Balcanes a los intereses y objetivos del imperialismo internacional, el uncimiento de los pueblos balcánicos al carro de combate del imperialismo contra la Unión Soviética es imposible sin el aplastamiento previo del movimiento revolucionario del proletariado, de los campesinos y de las masas populares oprimidas nacionalmente en los Balcanes.

El imperialismo internacional no puede, sin embargo, realizar sus planes militares y sus objetivos bandidescos hacia los Balcanes y sus pueblos, sin la ayuda activa de la misma burguesía balcánica, sin el así llamado imperialismo balcánico. Este desempeña el papel de instrumento del imperialismo internacional. Los marcos de su manifestación independiente son extremadamente estrechos y son fijados únicamente por los intereses del imperialismo internacional. Pero precisamente para poder conservar las zonas conquistadas (Macedonia, Tracia, Dobrudsha, Besarabia, Bukovina, Croacia, etc.) y utilizarlas como colonias, el imperialismo de la gran burguesía rumana, servia y griega busca el respaldo del imperialismo internacional, entrega a éste sus propios países para una explotación total y de esta forma desbroza el camino para su completa subordinación en los Balcanes. La burguesía búlgara también posee su propio imperialismo. Sin embargo, éste no puede manifestarse abiertamente por su situación actual muy desfavorable en los Balcanes, encontrándose, por decirlo así, en estado potencial.

Para los pueblos balcánicos el imperialismo de los balcanes representa una doble esclavitud - subordinación al imperialismo balcánico y, al mismo tiempo, al imperialismo internacional. Esto entraña además, un yugo económico, social y al mismo tiempo nacional. Significa por último el peligro cada día mayor de empujar a los pueblos balcánicos a una nueva guerra imperialista, ante todo, a la que preparan febrilmente contra la Unión Soviética.

La lucha contra el imperialismo «propio» e internacional en los Balcanes es cuestión de vida o muerte para las masas trabajadoras de la Península. Las fuerzas activas de esa lucha revolucionaria son: a) el proletariado; b) los campesinos trabajadores; c) la pequeña burguesía urbana (pequeños artesanos, comerciantes, etc.); y d) las masas nacionalmente oprimidas. En esa lucha, la burguesía capitalista en general está al otro lado de la barricada. Sólo ciertos grupos de la así llamada burguesía media de los pueblos oprimidos nacionalmente pueden ser atraídos a esta lucha, mientras que pueden ser neutralizados otros.

La lucha del proletariado contra la ofensiva del capital y la racionalización capitalista; la lucha de los campesinos por la tierra y contra el saqueo por banqueros y usureros; lucha de las minorías nacionales oprimidas contra la opresión nacional, contra la desnacionalización y la colonización, su lucha conjunta contra el fascismo y el peligro de la guerra imperialista - todas estas luchas se encuentran en íntima relación orgánica con la lucha contra el imperialismo, con la lucha por la liberación social y nacional, con la lucha por la Federación balcánica de las repúblicas obreras y campesinas. Los esfuerzos del proletariado por una revolución proletaria, de los campesinos por una revolución agraria y de las minorías nacionales oprimidas (macedonios, croatas, albaneses, montenegrinos, eslovenos, dobrudshanos, besarabos, tracios, etc.) por una revolución nacional deben unirse bajo la poderos consigna contra el imperialismo, contra la explotación capitalista y el saqueo, contra la dictadura y tiranía fascista, contra la dominación nacional. La lucha contra el imperialismo en los Balcanes está estrechamente ligada al combate de cada día por el pan, la tierra y la libertad. Ella debe conducir al derrocamiento del dominio del imperialismo y de la burguesía balcánica, al derrumbamiento de las murallas y fronteras creadas artificialmente entre los pueblos balcánicos, a la unidad revolucionaria en una Federación balcánica.

Para que esta gran lucha histórica pueda ser coronada por el éxito, es necesaria la creación de un doble frente del proletariado, de los campesinos y de las minorías nacionales oprimidas, bajo la dirección del proletariado revolucionario, como la vanguardia más consecuente y tenaz en la lucha contra el imperialismo.

La Liga Antiimperialista Internacional, que en estos momentos realiza su II Congreso, fue creada como organización de lucha contra el imperialismo, principalmente en las grandes colonias y semi-colonias. Con la participación de las organizaciones nacional-revolucionarias de los Balcanes y de la Federación Comunista Balcánica en este Congreso de la Liga Antiimperialista, ésta abarca también a los Balcanes -este importante objetivo del imperialismo internacional- y dará un nuevo empuje a la lucha de los pueblos balcánicos contra el imperialismo, ensanchando el frente común desde la Península Balcánica hasta China y la India, América Latina, Siria y Marruecos, Egipto, Afganistán, Irán, etc. en el así llamado frente mundial antiimperialista.



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