Stéphane Just

 

 

CONTRIBUCIÓN A LA PREPARACIÓN DEL XXXI CONGRESO DEL PCI POR EL COMITÉ POR EL ENDEREZAMIENTO POLÍTICO Y ORGANIZATIVO DEL PCI

 

 


Escrito: 18 de abril de 1986.
Primera publicacion: publicado en Combatre pour le socialisme, número especial, nº 9, 18 de abril de 1986. Primera edición en castellano, por exmilitantes del POSI, el 1 de noviembre de 1986
Fuente digital de esta edicion: Grupo Germinal
Transcripcion/html:Rodrigo Cisterna, Marzo de 2014.


 

 

 

INTRODUCCIÓN

PARA SALVAR AL PCI HACE FALTA:

UNA DISCUSIÓN HONESTA Y REALMENTE DEMOCRÁTICA

 

Divergencias repentinas y fundamentales

Los últimos acontecimientos que se han producido en el interior del PCI han estallado, aparentemente, como una tormenta en medio de un cielo sereno. Hace apenas cuatro meses el 30 Congreso se cerraba con resoluciones votadas por unanimidad. Todo el partido entero debía intensificar su intervención en la campaña electoral impulsando el "MPPT" sobre la "línea de la democracia", "construir el MPPT para construir el PCI". La dirección fue refundida en un CC de 13 miembros a fin de que fuera más homogéneo, que se convirtiera en una verdadera dirección seleccionada, capaz de elaborar una política y de impulsar su aplicación por el PCI, un pleno que permitiera una representación casi permanente de la organización y que constituyera un organismo del que seleccionar al CC. En su totalidad, el Congreso ratificó la cesión del órgano central del PCI Informations Ouvrières al MPPT. De la campaña electoral debía resultar constituido el MPPT y la construcción del PCI, sin hablar del Movimiento Estudiantil de Acción por el Socialismo (MEAS).

Ahora bien, sin que nada hiciera prever divergencias en el BP y el CC; ocho días después de las elecciones, en el CC del 22 de marzo, una parte del CC vota contra la resolución (no publicada) que presenta Lambert. En este CC una resolución común preveía que dos textos serían publicados en el primer boletín interno preparatorio del 31 Congreso, el cual debía celebrarse el 7 y 8 de junio. El 9 de abril, se publica este primer boletín. Contiene el informe político preparatorio del 31 Congreso votado por cuatro miembros del BP, habiendo votado en contra el quinto, Kostas, una explicación del voto de Lambert. Sin abocarnos de inmediato a un análisis de las posiciones de unos y de otros, es preciso constatar que son divergencias fundamentales sobre lo que es el gobierno actual, divergencias sobre el PS, divergencias sobre la línea política a seguir, divergencias implícitas: ¿hay que seguir la línea del MPPT o hay que retomar la táctica preconizada por León Trotsky en 1934, "el entrismo" en el PS? A priori sorprenden estas divergencias súbitas en una dirección "unánime" desde hace años. ¿Cómo ha podido ocurrir esto?

Este sólo hecho cuestiona ya la vida política y el funcionamiento de la dirección del PCI en su conjunto. Que tales divergencias puedan surgir súbitamente (al menos aparentemente) y bajo tales condiciones, sólo prueba que la dirección está bloqueada y que ha encerrado al PCI dentro de una camisa de fuerza. Sólo acontecimientos de la importancia de las elecciones a la Asamblea Nacional del 16 de marzo y sus consecuencias han hecho saltar este bloque y han desgarrado esta camisa de fuerza. El PCI no sufre una simple gripe, ni una neumonía, el régimen y la política que se le ha impuesto han provocado un verdadero cáncer. La existencia del PCI está amenazada.

 

Revelaciones oportunas

Esto no es todo. La dirección, por medio de una nueva maquinación, intenta ahogar de nuevo la discusión.

Bruscamente los militantes se enteran, al principio por el teléfono "árabe" y enseguida por un BI especial (el BI nº 2 fechado el 16 de abril) de los graves acontecimiento que sucedieron el domingo 13 de abril y el lunes día 14. La resolución adoptada por el BP del martes 15 de abril explica:

"Sábado 12 de abril.- La camarada Regnier remite al Buró Político una declaración rindiendo cuenta de una discusión con el camarada Giacco a la salida de la reunión de célula del 10 de abril."

Feliz y oportuna declaración (otro diría denuncia). Va a permitir al Buró Político poner en marcha todo un engranaje. Bajo la "escena del secreto" Giacco le habría confiado toda una serie de cosas que cuestionan a Lambert, de lo que rinde cuenta en detalle el BI nº 2. Él le ha mostrado un acta del CC. Inmediatamente se convoca el BP. Éste decide reunir el domingo 13 de abril a las 18 horas un organismo bizarro "los miembros parisinos del pleno". Kostas lee una carta que ha redactado por la tarde, testimoniando la discusión del BP de la noche del sábado, en la que se ha hecho valer la utilización de su nombre y divergencias por "provocadores que quieren desestabilizar el PCI". En el BP del sábado, no parece que la cuestión haya sido la de las revelaciones de la camarada Regnier. Según la resolución del BP, que publica la carta de Kostas, éste acabó así:

"No acepto que sean utilizadas mis posiciones políticas contra el partido, contra los militantes obreros con los que combatimos por construir el MPPT.

Tengo divergencias sobre la apreciación de la situación y las tareas del PCI. Todos los que buscan cubrirse con mis posiciones para otra cosa que no sea el debate democrático en el PCI, intentan golpear al partido e introducir desde el exterior procedimientos miserables. Para ellos se trata de impedir a los militantes del PCI debatir democráticamente en sus instancias regulares.

Ya lo he dicho, no lo conseguirán."

Kostas, domingo, 13 de abril de 1986

"Los términos son claros. Cortando limpiamente "con estas calumnias y procedimientos miserables" (son palabras de Kostas) se trata de preservar la libre discusión en el partido. Por unanimidad, los miembro del pleno presentes en París (Lambert, Sorel, Sérac, Lacaze, Morgues, Kostas, Dan, Sacco, Baptiste, Louarnik, Merlin, Eric, Crin, Martignac, Maguth, Laval, Tablón, Bloch, Crimso, Véronique, Chevalier, Listel, Manso, Elisabeth, Kerten, Danos, Stein) así como los miembros de la Comisión de Control (Saigon, Camus, Cintra) aprueban la carta del camarada Kostas y deciden su publicación en el Boletín Interno de discusión del XXXI Congreso."

A continuación, dando crédito al acta que levanta el BP.

"Lunes, 14 de abril, 10,30 horas, se reúne el secretariado de organización del BP. Con el acuerdo de todos los camaradas se constituye una comisión de tres camaradas, Kostas, Lionel, Seljouk."

En la carta que Kostas dirige al BP por la tarde dice:

"A lo largo de la tarde, después del pleno del Comité Central y en la sesión del Secretariado Político que le ha seguido, numerosos hechos han suscitado mi atención:

1.- La avalancha de informaciones sobre camaradas juzgados peligrosos de los que, por otra parte, es conocido que me son próximos.

2.- El análisis de una red cuando resulta que no se había escuchado todavía a nadie.

3.- La decisión de romper con militantes sin pasar por la Comisión de Control a pesar de la reprobación de esta última, presente en el Secretariado Político. Como miembro del Secretariado Político he intentado escuchar otros pareceres, lo que se había dicho y hecho que fuera reprensible.

Los camaradas tienen adjuntadas las declaraciones recogidas por el camarada Marc y su informe.

Me he dado cuenta, con estupefacción, que las intenciones achacadas a los camaradas eran falsas (cosa que cada cual habría podido hacer).

Y la misma mañana de estas revelaciones se me propone participar en una comisión encargada de encuestar y centralizar todos los problemas del partido, cosa que yo he rechazado. Todo le mundo entiende: la maquinaria está en marcha."

Kostas sabe de qué habla. Conoce por experiencia propia los "métodos" de Lambert y lo que significa la presencia de Lionel en tal comisión. Se le exige que se libre a la caza de brujas contra los militantes que están de acuerdo con él. La maquinación está urdida según el método, ya clásico, que Lambert utiliza.

 

Dos reacciones profundamente diferentes

El Comité por el enderezamiento político y organizativo del PCI se constituyó a causa de una maquinación provocadora igualmente montada por la dirección del PCI (por eso se añade organizativo a enderezamiento político). En los boletines anteriores de preparación del 28 Congreso numerosos artículos habían cuestionado, defendiendo una misma línea, la orientación que la dirección del PCI le imprimía a éste. Poco antes del Congreso Melusine fue acusado de haber "falsificado", citándolas, las intervenciones de Joelle Bony en el Consejo Municipal de Venissieux. Según la dirección del PCI debería de haber citado íntegramente y no en extractos. El 28 Congreso la excluyó y decretó que todos los militantes del PCI que no ratificaran la resolución que excluía a Melusine "se colocaban ellos mismos fuera del partido".

Los militantes que estaban de acuerdo políticamente con Melusine (e igualmente otros muchos) no podían cubrir esta maquinación, así como es imposible para Kostas, hoy en día, participar en la caza de brujas contra sus propios amigos políticos. Por principios y, también, porque hacerlo sería liquidarse a sí mismo políticamente. La maquinación contra Melusine y sus camaradas ha conseguido su objetivo: una depuración política del PCI.

No obstante, hay una diferencia fundamental entre el comportamiento de los militantes que se han reagrupado en el marco del Comité por el enderezamiento político y organizativo del PCI y Kostas y los militantes que se reagrupan a su alrededor. Los primeros luchan por el enderezamiento del PCI del que han sido excluidos, Kostas y sus amigos han dimitido del PCI. Kostas concluye así su carta de dimisión.

"En el pleno, Lambert ha dicho solemnemente "cuando se está en desacuerdo de la A a la Z uno se va." Prefiero la réplica del camarada Gerard Bloch que indicaba la posibilidad del debate de tendencia y la imperiosa necesidad, cuando no puede aceptarse más, de levantarse para decir NO. Lo que hago dimitiendo.

En Paris lunes 14 de abril a las 18 horas.

PD. He discutido largamente esta tarde con algunos camaradas del pleno que compartían, cuando menos, mi análisis del momento presente, han decidido solidarizarse conmigo.

Cada cual se conoce y no aceptaré ninguna presión sea de quien sea. Por lo demás, continuaré mi combate sobre mis principios, el debate del PCI está cerrado ya para mi. Y no veo porqué otros, aquí o allá, deben pagar los platos rotos de mi ruptura, continuaremos, vamos a reconstruir y no tenemos porqué comenzar con felonías.

Los abajo firmantes dejan el PCI: Marc Rozanblat, Pierre Dardot, Philippe Dariulat, Michel Yvernat, Benjamín Stora, Jean Grosset."

 

Los tartufos

En otros términos, Kostas se inclina ante las órdenes de Lambert. Inmediatamente los tartufos del BP, después de la caza de brujas (y sin duda ante nuevas cazas de brujas) se arropan con el plumaje de la "democracia". Llaman a Kostas y a los otros camaradas dimisionarios a participar en las Asambleas Generales que convocan. Les aseguran que disfrutarán del mismo tiempo de palabra que los ponentes. Prueba suprema de "democracia": "la publicación del texto de tendencia entregado por los camaradas Manso y Guillaume en el boletín interno." Según Kostas y sus amigos, centenares de militantes ya han dejado el partido. Después de este golpe sobre el PCI, Lambert, que en la reunión de los "miembros parisinos del pleno" invitó a irse a los que tenían divergencias, juega al unitario y a la democracia. El Comité por el enderezamiento político y organizativo del PCI, desea que ningún militante deje el PCI. Que los que lo han hecho vayan a defender sus posiciones en todas las instancias del PCI. La discusión debe seguir realmente. Hay que imponerla. Por su parte, el Comité está presto a participar en el marco del PCI.

 

*    *    *

 

 

CONTRIBUCIÓN

Del Comité por el Enderezamiento Político y Organizativo del PCI

a la preparación del XXXI Congreso del PCI

 

Las causas y los responsables

Los acontecimientos que se han producido en la dirección y en el interior del PCI desde el 16 de marzo, sean cuales sean las apreciaciones que se puedan hacer sobre las posiciones de Kostas y de los que están de acuerdo con él, son de una gravedad excepcional para el PCI. Ya no se trata de que dentro de la dirección puedan surgir repentinas divergencias fundamentales entre la mayoría de ésta y el que durante años ha sido dirigente de la UNEF, después de la UNEF-ID y de toda la actividad del PCI en el seno de los estudiantes si no de la totalidad del trabajo universitario. Más aún: estas divergencias han llevado rápidamente a éste a la dimisión. Están de acuerdo con él la mayor parte de los militantes que, durante años, han dirigido a su lado estas tareas. Han abandonado al mismo tiempo que él y por los mismos motivos. Igualmente también lo hacen los estudiantes miembros del PCI. En pocas palabras: se hunde el resultado de la actividad del PCI, desde hace más de veinte años, entre los estudiantes si no en toda la universidad. Una de las posiciones más importantes, si no la más importante, que el PCI detentaba, la UNEF-ID, se le escapa de un solo golpe. Sin contar la dimisión de Grosset, una de las piezas maestras de la actividad del PCI en el seno de los maestros y profesores. Es enorme. El PCI ha recibido un golpe terrible. Ahora bien, todo lo que la dirección del PCI hace para responder y explicar a los militantes son maniobras y combinaciones tortuosas. Es increíble.

La dirección del PCI, y en particular Lambert, tienen totalmente la responsabilidad de este fracaso. Suponiendo que Kostas, y todos los que le siguen tengan posiciones totalmente erróneas, que se hayan adaptado notablemente al medio y, sobretodo, que hayan trabado lazos políticos cada vez más estrechos con el PS en el marco de la UNEF-ID y de la MNEF, y que, como consecuencia, el PS tenga sobre ellos la misma fuerza de atracción que el polo magnético sobre las agujas imantadas, todo ello tiene su origen en el política que la dirección del PCI sigue desde hace años y que les ha hecho seguir, política que se acompaña con concepciones aparatiles en las relaciones políticas,. Esta crisis es el producto directo de la política de adaptación y maniobra sin principios de la dirección del PCI: adaptación bajo la forma de una política de guardaflanco de izquierda de los gobiernos de "unidad de izquierda" y del que le ha sucedido. En la Universidad ésta ha tomado, particularmente, la forma de adaptación a la ley Savary: la participación en las elecciones a los consejos de administración, en la gestión de las universidades, concretan esta adaptación. A lo que es preciso añadir las relaciones de aparato a aparato entre el de la UNEF-ID y el de la MNEF, el aparato de FO, si llega el caso el de la FEN e, igualmente, las relaciones con el aparato de estado.

 

Las promesas

Esto es lo que debería hacerse notar, entre otras muchas cosas, en el balance político que Seljouk pretende extraer del informe político escrito por él sobre la actividad del PCI en estos últimos cinco años, informe que fue votado por cuatro de los cinco miembros del BP. Este informe político, titulado preparatorio del 31 Congreso, no es, en realidad, más que una apología mediocre de la orientación que la dirección actual ha impreso al partido.

No hace ninguna alusión a los objetivos políticos que se fijaba el PCI, en cuanto a su propia construcción, en el momento de su proclamación en 1981 y qué ha pasado con ellos, y mucho menos a las decenas de planes, a saber cual de todos más maravilloso, elaborados año tras año, trimestre tras trimestre. Sin embrago, para una organización trotskystas que se reclama del Programa de Transición, de la IV Internacional y de su continuidad, ¿lo esencial no es la solución de la crisis de dirección revolucionaria, es decir, la construcción del partido obrero revolucionario en Francia, la reconstrucción de la IV Internacional en el mundo? En mayo de 1980 el 24 Congreso de la OCI, que se convertiría en el 26 Congreso de diciembre de 1981 en el PCI, se fijó la meta de convertirse en "el partido de los diez mil" en el curso del año político de 1980-1981. Este objetivo sería fijado y vuelto a fijar en cada nuevo congreso, en cada nuevo plan de desarrollo elaborado por el CC. El 26 Congreso definía la tarea central del PCI reconstituido: llegar a ser el Partido Obrero Revolucionario, con influencia de masas y ejerciendo un papel nacional que la clase obrera necesita. Estimaba que ello era posible y necesario en razón de las relaciones políticas establecidas por la victoria de la clase obrera sobre los partidos burgueses en mayo-junio de 1981 y de la fuerza política adquirida ya por la OCI.

El informe político preparatorio del 28 Congreso (del 20 al 23 de abril de 1984) se titulaba: Informe sobre el partido de los 10. 000. Kostas fue el redactor. Allí podía leerse:

"El PCI se ha fijado el objetivo del partido de los 10.000. El PCI puede conseguirlo no sólo en razón de la "situación objetiva" sino porque existe, en tanto que tal, el PCI."

En este 28 Congreso, ante el estancamiento del PCI, se consagró un vuelco radical en la orientación del PCI: la "construcción de secciones por una partido de los trabajadores"; la primera "convención" de estas "secciones" tuvo lugar el 29 de abril. El 28 Congreso había previsto "proponer" en esta "convención" la presentación de una lista "Por un partido de los trabajadores" "lista obrera y campesina de unidad apoyada por el PCI", en las elecciones europeas; la "elección de un comité nacional" "por un partido de los trabajadores"; un "llamamiento a construir en todos los países comités de apoyo y secciones por un partido de los trabajadores". La línea política debería ser "la línea de la democracia". La "convención" adoptó, como un solo hombre, las "propuestas" del 28 Congreso del PCI, claro. Des esta nueva estrategia se esperaba el oro y el moro.

"Decidimos comprometernos en la batalla de conseguir 20.000 adherentes a estas secciones-comités de apoyo a la lista "Por un Partido de los Trabajadores" de aquí al 15 de mayo y 40.000 de aquí al 17 de junio. El Congreso considera que los objetivos por departamento de llamamientos a votar (que deberán ser definidos por los comités y secciones) no pueden corresponder, en total, a un objetivo inferior a 200.000"

Tales era las promesas. ¿Cuáles fueron los resultado?

 

Los resultados

El 6 de junio de 1984, en el mitin de las "secciones" de la región parisina de "Por un Partido de los Trabajadores", Seljouk afirmaba:

"Camaradas, somos gente seria. No tenemos costumbre de leer en el poso de la taza de café. Hasta dónde irá el proceso comenzado: aún es pronto para decirlo. Pero lo que sí puede decirse es el objetivo que nos hemos fijado. Nosotros, militantes del PCI, deseamos apasionadamente ir lo más lejos posible en el camino emprendido. Somos ya más de 15.000 adherentes a las secciones Por un Partido de los Trabajadores."

En el Comité Central provisional del 30 de septiembre, Josette Logereau declaraba: "14.572 cartas en julio". El mismo Seljouk proclamaba, en la asamblea de reanudación de actividades de los militantes del PCI de la región parisina: "15.000 adherentes significan 15.000 cartas y 15.000 timbres..." Pero Josette Logereau daba cuenta en el BN de diciembre de 1984 de 7.779 adherentes a las secciones Por un Partido de los Trabajadores. Añadía "para el mes de noviembre 4.552 timbres pagados". Yannick Guillou anunciaba en su informe al CN provisional de enero de 1985: "las secciones para un Partido de los Trabajadores [reúnen] en la actualidad cerca de 5.000 militantes". Después las cifras de "adherentes" no han sido publicadas. En la II Convención Nacional (4 y 5 de mayo de 1985) un comunicado anunciaba: "283 delegados provenientes de 74 departamentos... 218 observadores e invitados, 353 secciones censadas en 84 departamentos". En principio, en esta Convención:

"La representación de las secciones [está asegurada] sobre la base de la media de timbres pagados al Comité Nacional provisional sobre los meses de enero, febrero y abril de 1985: un delegado por cada 10 timbres y un delegado por cada fracción de 20 timbres."

El número de "adherentes" no ha sido publicado ni en esa Convención ni después. En una entrevista en Tribuna Internacional, nº 31, de diciembre de 1985, Marc Gauquelin decía:

"El Congreso del MPPT (el congreso constituyente) reunirá a 600 o 700 delegados (y) marcará la implantación del movimiento en los departamentos, igual que importantes progresos en su estructuración."

Según la Resolución adoptada por unanimidad en el Congreso Constituyente del MPPT del 30 de noviembre y 1 de diciembre de 1985 en Clichy, han participado en el congreso : "379 delegados representando a 269 secciones y 55 comités departamentales". Sin embargo, en su contribución a la discusión preparatoria del 30 Congreso del PCI, aparecida en el BI nº 1 con fecha del 13 de noviembre de 1985, Seljouk estimaba que:

"... con un trabajo metódico de organización de los secretariados y de las redes de recolectores de timbres, con la puesta en marcha de cartas de enlace entre adherentes, con la coaptación de gran número de camaradas en las tareas militantes y de organización de la campaña, nos podemos fijar el objetivo de franquear 10.000 timbres reglados antes de las elecciones."

Ahora bien, la "resolución general" adoptada por el pleno de los días 1 y 2 de marzo fijaba el objetivo de: "80.000 timbres pagados para el mes de marzo". Es decir que se estaba lejos de las cuentas cuando se producía la agitación para la campaña, cuando la movilización de los militantes del PCI estaba en el punto más elevado. Por otro lado, se trataba de timbres "pagados" y de ninguna manera de "militantes" asistiendo más o menos regularmente a las reuniones de "secciones". Aún era menester que "ahora [el 1 de marzo]... los timbres de febrero sean efectivamente recolectados entre los adherentes [sic] y enviados a la tesorería nacional". Más que de un movimiento se trataría más bien de una red de simpatizantes. No es lo mismo. La resolución recuerda que:

"La realización de estos objetivos pasa primero por el arreglo de las disparidades entre los departamentos vinculándose, allí donde el número de timbres es inferior o equivalente al número de militantes del PCI, a la aplicación de las decisiones del congreso que conciernen a la adhesión de cada militante del PCI a una sección del MPPT."

Desde entonces, el número de los que pagan un timbre, fuera de los militantes del PCI, se reduce como una piel de zapa. ¿Cuántos son en este momento actual? ¿Mil, dos mil? Todo lo más. Aún es preciso ir a venderles el timbre a domicilio y es fácil que algunos tomen un timbre un mes y al otro no, después uno o no un mes más tarde.

¿Y el PCI? Hasta el 29 Congreso el número de cotizaciones (que no es igual al número de militantes reales) era publicado periódicamente. La resolución política de este Congreso hacía públicas las siguientes cifras:

"En enero de 1980 teníamos 3.840. El primero de enero de 1981 teníamos 4.760, después de la fusión con la LCI (septiembre de 1980). Superamos los 5.000 (5.555) en el primero de enero de 1982, pero desde entonces damos vueltas alrededor de esa cifra, sobrepasando los 6.000 (6.176) el uno de enero de 1983 para volver el uno de enero de 1984 a 5.891, cifra que recuperamos en noviembre de 1984: 5.813."

La resolución indica más:

"A partir de septiembre de 1984 asistimos a una progresión global de +421 el 15 de diciembre (+41 cotizaciones de septiembre a octubre, +127 en noviembre, +253 en diciembre)."

Luego el número de cotizaciones del PCI estaría situado en diciembre de 1984 en: 5.813 + 253 = 6.066. Desde el 29 Congreso no se ha publicado ninguna cifra ni respecto al PCI ni al MPPT. Pero en junio de 1985 el número de cotizaciones había caído a 5.200, cifra que retoma Lambert en el curso de las reuniones de la dirección a fines de septiembre de 1985. Es decir, una disminución de: 6.066 - 5.200 = 866 cotizantes (14,27%). Y hay que tener en cuenta que Lambert amaña.

Las resoluciones del 30 Congreso prueban que el derrumbe continúa:

"El debilitamiento que se ha manifestado, estos últimos meses, en el dispositivo organizativo del PCI es la expresión de una fluctuación política del Comité Central. Es la expresión de una tendencia a la disolución del PCI."

Y aún más:

"Nada podría justificar que la construcción del MPPT se acompañase de un estancamiento a la baja del PCI" (Resolución de Organización)

Respecto a la "resolución política general" del pleno del 1 y 2 de marzo, no suministra ningún balance de cotizaciones pagadas al PCI. Plantea la cuestión:

"¿Podemos suministrar las medias de cada célula para reclutar, por lo menos, un nuevo militante para el PCI de aquí al 16 de marzo?"

 

Resultados electorales: un análisis serio

Los resultados en las elecciones a la Asamblea nacional del 16 de marzo son catastróficos. Significan un fracaso político del "MPPT" y de la política de la dirección del PCI: 0,68% de los votos.

La dirección del PCI (y del MPPT) se esfuerza desesperadamente en ocultar a la vista de los militantes este fracaso. Después de atribuir al boicot de los medios de comunicación y del gobierno la responsabilidad de los resultados electorales del "MPPT", se libra a una lamentable exégesis de estos resultados. Le ha tocado a Schapira, doctor en resultados electorales, practicar la autopsia y consignar las conclusiones en un informe al CN del "MPPT" reproducido en IO nº 1255. Schapira se refiere a los:

"Departamentos donde ganamos más desde las elecciones europeas (Rhone, Savoir, Deux-Sevre, Finistère, Charente-Maritime, Drôme, Alpes Maritimes)."

... para intentar ocultar la verdad. La tabla adjunta restablece la realidad:

Municipales de 1983 - Resultados de las 'listes ouvrières et d'unité apoyadas por el PCI Europeas de 1984 - Lista MPPT apoyada por el PCI Asamblea Nacional marzo 1986 - Listas MPPT 16 de marzo 1986 Listas de LO o LCR
RHÔNE
Lyon VII 673 votos, 3,5%
Lyon VIII 716 votos, 3%
Vénissieux 1096
votos, 6,03 %
1878 votos
Lyon total 417 votos
67 votos
7272 votos, 1,14%
Lyon total 1681
votos, 1,11%
459 votos, 2,24%

NOTA: En las elecciones municipales de 1983 sobre sólo 2 'arrondissements' (Lyon cuenta con 9), el total de votos alcanzó 1.389. En 1986, el total de votos sobre 9 'arrondissements' de Lyon no alcanzó más que 1.681. En cuanto a los % éstos ilustran también la debacle. Parecido en Vénissieux. En fin, es necesario señalar que el cabeza de lista del Thône era una 'locomotora': un consejero municipal del PS pasado a "Socialismo maintenu".

 

Municipales 83 Europeas 84 Asamblea Nacional
marzo 1986
Asamblea Nacional
marzo 1986
GIRONDE
Lormot
457 votos, 7% 50 votos 120 votos
PAS DE CALAIS
Arras
Calais


202 votos
342 votos


281 votos, 1,34%
389 votos, 1,1%
No presente lista LO ni LCR
SAVOIE 752 votos 1720 votos, 0,91% No presente lista LO ni LCR
DEUX
SEVRES
Niort


915 votos
1594 votos 3209 votos, 1,72%

425 votos, 1,52%
No presente lista LO ni LCR
CHARENTE
MARITIME
1812 VOTOS 3369 votos, 1,24% No presente lista LO ni LCR
DROME
ALPES
MARITIMES
1566 votos 2649 votos, 0,5% No presente lista LO ni LCR
Le Havre 1287 votos 477 votos, 0,63%
Les Mureaux 505 votos, 5,9% 77 votos 99 votos, 1,08 %
Montreuil 1006 votos, 3,4% 155 votos, 0,45%

NOTA: En casi la totalidad de los casos donde las listas del MPPT ganan un cierto número de votos en relación a las elecciones europeas es donde, en las elecciones del 16 de marzo de 1986, no se presentaban listas de LO o de LCR (en las elecciones europeas había una lista LO). Se trata de la suma, a menudo muy parcial, de votantes tradicionales de LO o de LCR a las listas del MPPT. Al contrario, hay hundimiento en relación a las elecciones municipales de 1983 en los municipios donde las listas "obreras de unidad apoyadas por el PCI" habían obtenido resultados significativos. Tomado caso a caso, ciudad a ciudad, los resultados del MPPT demuestran que este pretendido movimiento es políticamente inexistente. La "teoría" oficial explica que allí donde el MPPT está organizado los resultados son positivos. Sólo puede extraerse una conclusión: el MPPT no existe ni como organización ni políticamente, lo que es lógico.

 

De cucharada de alquitrán en cucharada de alquitrán en el barril de miel

Jamás lo repetiremos bastante. Es una tragedia. Las condiciones objetivas y la fuerza política adquirida ya por la OCI convertida en PCI, permitían, respondiendo a las necesidades y aspiraciones de la clase obrera y la juventud, construir el PCI, en tanto que partido obrero revolucionario de masas y desempeñando un papel nacional. En lugar de eso, los planes fantásticos y fantasmagóricos de desarrollo no han sido más que, primero la cobertura de una política oportunista y, luego, revisionista y liquidadora, como han sido las funambulescas apreciaciones sobre "la crisis de la V República y sus instituciones" que debía, automáticamente, abocar a la "crisis revolucionaria". La resolución de la Conferencia Nacional del PCI de mayo de 1983 estimaba incluso que: "entramos en las turbulencias de la crisis revolucionaria" (resolución política). Una fórmula podría caracterizar la vía política que ha impreso su dirección al PCI: de cucharada de alquitrán en cucharada de alquitrán vertidas en el barril de miel hasta que éste se convierte en barril de alquitrán.

La primera parte del informe de Seljouk aboga por la política que la dirección del PCI ha seguido desde 1981. Seljouk procede a numerosas citas de texto publicados desde 1981. Cuidadosamente seleccionados. Por ejemplo: la declaración del CC de septiembre de 1981 era el embrión de un programa de acción. Es omitida. Igualmente se omite que el 26 Congreso, que decidió que la OCI volviese a ser PCI, dio mandato al CC y al BP para elaborar un programa de acción sobre la líneas de la lucha por un gobierno obrero y campesino. Las citas hechas por Seljouk muestran que, entre 1981 y alrededor de abril de 1982, de vez en cuando, sin que ello fuera una línea de acción, de agitación y de movilización, fue evocada la necesidad de un gobierno de la mayoría PS-PCF en la Asamblea Nacional: que

"... la mayoría PS-PCF en la Asamblea Nacional [tome] íntegramente el poder en sus manos contra los capitalistas y constituya un gobierno PS-PCF sin ministros representantes o defensores de los intereses de la burguesía. No hay otra salida posible." (Carta a François Miterrand, Lionel Jospin y Georges Marchais, 15 de abril de 1982)

Esta reivindicación se adelanta no en nombre del Frente Único Obrero, por un gobierno obrero, sino en nombre de la "democracia". Y, sobretodo: ningún programa de expropiación del capital, de control obrero sobre la producción para la elaboración de un plan que responda a los intereses y necesidades de la población trabajadora, la organización del proletariado para constituir un nuevo estado, de desmantelamiento del estado burgués, etc. Todo se formula en nombre de la "democracia". Además, se trata de "suplicas" a los dirigentes del PS y del PCF. ¿Pero a través de qué medios y cómo puede imponer el proletariado un gobierno de esta naturaleza? Ni palabra. "Las reivindicaciones" presentadas como "plataforma" de los candidatos de las listas "obreras de unidad" en las elecciones municipales de marzo de 1983 constituyen a penas un "programa mínimo". Y aún así, es negociable. Si los cabeza de lista del PS-PCF asumen tales o cuales reivindicaciones entonces pueden ser redactados llamamientos que inviten a votar por sus listas. Mientras, la línea es, neta y claramente, "restaurar la democracia [...] instaurar una real democracia."

El salto cualitativo se produce a fines de 1983. Renuncia a construir el PCI como partido obrero revolucionario bajo el pretexto de constituir "secciones para un nuevo partido obrero" que llevará a las "secciones por un partido de los trabajadores" sin programa, en la campaña a las elecciones europeas y por fin al "MPPT" y a la campaña de las elecciones a la Asamblea Nacional. No puede omitirse la famosa pancarta del mitin del 4 de diciembre de 1983 en París sobre "las reformas necesarias". A partir del 29 Congreso, se abandona cualquier reivindicación, incluso bajo la forma de súplica, emplazando a la mayoría del PS-PCF a constituir un gobierno elegido y responsable ante la mayoría del PS-PCF en la Asamblea Nacional. ¿La "justificación"? "La clase obrera no tiene representación política".

Seljouk, a su manera, testifica que el eje político de la dirección del PCI nunca ha sido la cuestión del gobierno, del poder.

"Bajo cualquier circunstancia, combate para ayudar a la movilización de las masas por la ruptura con la burguesía en la línea de frente único que debe tomar diversas formas concretas según la situación política, los acontecimientos y el estado de ánimo de las masas."

Con el fin de camuflar una posición capituladora, Seljouk utiliza las palabras del trotskysmo: "ruptura con la burguesía", "frente único". Pero:

1.- O bien por omisión o no mencionándolo nunca, confirma que el eje de la dirección del PCI no ha sido jamás combatir por un gobierno obrero, por el poder de la clase obrera;

2.- Puesto que según el 29 Congreso "la clase obrera no tiene ya representación política", ¿quién debe "romper con la burguesía"? Y, con quién y quién debe realizar el "Frente Único"?

 

Siempre la misma historia

Esta política ha llevado al PCI al impás. La crisis actual resulta directamente de los catastróficos resultados en las elecciones que marcan el fracaso del "MPPT". Se ha cocinado a fuego lento, podríamos decir, a lo largo de los años que han seguido a 1981 y durante los cuales la dirección ha impedido al PCI realizar su función política: construir el partido obrero revolucionario a partir de la aplicación política de un programa de acción que abra la vía a la marcha hacia el socialismo. Es sintomático que sea, hoy en día, el autor del informe político preparatorio del 28 Congreso, congreso durante el que los militantes reagrupados en el "Comité por el enderezamiento político y organizativo del PCI" fueron excluidos, que este mismo autor sea quien preconiza de hecho una política de entrismo en el PS y una orientación que, bajo el pretexto del Frente único, tiene todos los resabios de la "unión de la izquierda", "el Frente Único contra la derecha". Ha extraído, a su manera, las consecuencias del fracaso de la orientación sobre la "línea de la democracia", substituta de la línea de la revolución proletaria y del "MPPT", substituto del partido obrero revolucionario, adentrándose más lejos, cada vez más lejos, en la política liquidadora, todo lo cual no impide, que, independientemente de los objetivos que persigue, en su "explicación de voto" Kostas plantee verdaderos problemas aunque dé respuestas falsas. Pero empieza sacrificándose al "ritual" e introduciendo así una negra confusión:

"El corazón del estado está en crisis en una situación en la que la clase obrera ha sufrido una derrota relativa, en una relación de fuerzas que continúa marcada por el 10 de mayo de 1981."

Esta afirmación resume las de Seljouk y Lambert según las cuales las elecciones del 16 de marzo no han modificado las relaciones entre las clases, las relaciones políticas que surgieron del 1981. Al contrario, ellos y Kostas afirman que la crisis del régimen bonapartista se ha agravado y que la "crisis revolucionaria" está cada vez más al orden del día.

Todas las demostraciones de Seljouk y de Lambert están fundamentadas en la afirmación de un gobierno Miterrand-Chirac, sucediendo a los gobiernos Miterrand-Mauroy-Fitterman, Miterrand-Fabius (sistemáticamente, y no es por azar, se olvidan de Crepeau). Su tarea política se resumiría en aplicar la política de los gobiernos precedentes. Al mismo tiempo, intentan establecer la igualdad: Miterrand = PS. Lambert llega hasta el límite:

"Si tomamos en serio el marxismo, es decir que la política exterior es la continuidad de la política interior del gobierno, vemos que Miterrand, por razón de las instituciones, no ha abandonado ninguna de sus prerrogativas gubernamentales."

Escribe. La definición que da Kostas: "Dicotomía en el bonapartismo entre Miterrand y Chirac" defiende el flanco. Pero la realidad es absolutamente inversa: no hay gobierno Miterrand-Chirac, ni "dicotomía en el bonapartismo". Estas afirmaciones se apoyan en una apariencia formal y en un análisis del gobierno Chirac que, a pesar de afirma que la V República es un bonapartismo bastardo, olvida esto y toma como punto de partida a la "mayoría parlamentaria".

Cierto, la "mayoría parlamentaria" tiene importancia en un régimen de bonapartismo bastardo. Pero.

 

No hay que olvidar: la V República es de tipo bonapartista

Después de las elecciones del 16 de marzo de 1986, los diputados se han inscrito de la siguiente forma en la Asamblea Nacional: PCF, 35; PS, 212; RPR, 155; UDF, 131, FN, 35. Hay 4 socialistas que se presentaron en listas disidentes del PS y 5 de "derecha diversa" que no se han inscrito en ningún grupo. La aritmética parlamentaria indica que el gobierno Chirac, con composición UDF-RPR, sólo dispone de mayoría absoluta si los 5 de "derecha diversa" lo sostienen.

Además, determinados diputados de la UDF, amigos políticos de Giscard D'Estaing o de Barre, podrían practicar un apoyo eclipsado. La "mayoría" que sostiene al gobierno Chirac no es una mayoría segura. En consecuencia el gobierno Chirac puede parecer un gobierno inestable. Los antagonismo entre los dos grupos que componen esta "mayoría" y los que existen en el interior de estos grupos, con motivo de la carrera, ya abierta, a la presidencia de la República no dejaran de plantear problemas a la burguesía en general y la gobierno Chirac en particular. Visto exclusivamente bajo el ángulo parlamentario, la existencia del Front National agrava aún más las dificultades. La vuelta al escrutinio de distrito mayoritario a dos vueltas es uno de los objetivos inmediatos del gobierno Chirac, del RPR y de la UDF. El FN se opone a ello formalmente. Lo mismo que el PS y el PCF. Sus grupos, en caso de elecciones en breve plazo, serían laminados. A pesar de ello, sería falso considerar los resultados y las consecuencias políticas de las elecciones del 16 de marzo sólo desde el punto de vista de la aritmética parlamentaria.

La V República no es, como lo fueron la III y IV repúblicas, una república parlamentaria. El gobierno no tiene la necesidad de disponer de una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Es suficiente que el Presidente de la República haya designado primer ministro y que haya ratificado la composición del gobierno que forma el primer ministro para que este gobierno sea constituido y ejerza el poder. El jefe del gobierno no compromete su responsabilidad ante la Asamblea Nacional más que si lo considera útil o necesario. Sólo en el caso de obtener la mayoría relativa debe dimitir.

Los diputados pueden proponer una "moción de censura". Sólo se toma en consideración a ésta si obtiene la décima parte de las firmas de los diputados, lo que actualmente significa 58 diputados.

Además del PS, sólo el RPR y la UDF tienen capacidad para tomar tal medida. El gobierno está obligado a dimitir, por fin, si la moción de censura obtiene la mayoría absoluta en la votación, los que no están por la labor pueden contentarse con no votar. Por otra parte, el gobierno dispone del artículo 49-tercero. Éste le permite obtener, mediante el acoso constante, las leyes que estime necesarias. Este artículo estipula que, una vez el gobierno se ha responsabilizado de un proyecto de ley, éste es adoptado automáticamente si en el plazo de 24 horas no se ha presentado una moción de censura y, en este caso, si ésta no consigue la mayoría absoluta. El gobierno puede utilizar el artículo 49-primero para adoptar una "ley de habilitación" que le permita legislar por ordenanzas sobre determinadas cuestiones. No hay que olvidar que, institucionalmente, la constitución de la V República es de tipo bonapartista. Da a Chirac los medios para gobernar al menos a corto y medio plazo.

Las relaciones entre las clases y las relaciones políticas que las elecciones del 16 de marzo han establecido y concretado, no pueden ser apreciadas sin hacer referencia a la evolución y resultados electorales. Los porcentajes en votos entre lo que los medios de comunicación llaman "izquierda" y "derecha" se han invertido en relación con el 1981. en 1981 la "izquierda" obtuvo alrededor del 56% de los votos emitidos y la "derecha" el 44%. En 1986, la "izquierda" sólo obtuvo el 44% de los votos emitidos y la "derecha" obtiene alrededor del 56%. Por otra parte, el porcentaje de participación ha aumentado: 79,29% en 1986 y 70, 86% en 1981. Estos resultados significan una victoria política conseguida en el terreno electoral por la burguesía y un reflujo político de la clase obrera. La evolución de las abstenciones muestra que la pequeña burguesía, que se abstuvo masivamente en 1981, esta vez ha votado masivamente. La clase obrera, por el contrario, habiendo votado masivamente en 1981, ha votado mucho menos en 1986, sobretodo allí donde el PCF estaba tradicionalmente muy implantado electoralmente. Además, más de un millón setecientas mil papeletas han sido declaradas nulas a causa de rayas, modificaciones o escrituras en ellas.

Una de las características extremadamente importantes y significativas de estas elecciones ha sido el desplazamiento a derecha, hacia el FN, organización de carácter fascista, de los votos de la pequeña burguesía y del electorado burgués en general. La representación proporcional por departamentos ha favorecido este desplazamiento. Pero no es la causa, el origen. Es importante constatar que en algunos sectores obreros en los que el paro ha causado estragos, un cierto número de electores obreros, aunque pocos, han votado FN. Se trata de un desplazamiento a derecha del eje del electorado burgués.

 

Los lazos cruzados entre UDF-RPR-FN

También el eje del gobierno Chirac se sitúa más a la derecha. Entre el FN, RPR y la UDF, la reforma electoral es una fuente de antagonismo. Pero, por ahora, la cooperación es muy activa y las elecciones a las presidencias y "ejecutivos" de los consejos regionales lo ha demostrado. Esto es únicamente la parte visible del iceberg. Le Monde Diplomatique de abril de 1986 publica dos encuestas sobre "el club del reloj" y la "agrupación de estudios e investigaciones para la civilización europea" (GRECE). Estas encuestas muestran "las postas, pasarelas y lugares de encuentro" de los hombres políticos del RPR, UDF y del FN:

"Pasarelas y postas: el Centro Nacional de los Independientes y Campesinos (CNIP), verdadero cedazo político por el que transitan los extremistas pendientes de incorporarse a las formaciones de derecha tradicionales y los de RPR-UDF atraídos por el FN...

Lugares de encuentro y pasillos de tránsito, las decenas de asociaciones, círculos, alianzas, clubes, comités, uniones, donde se encuentran derecha y extrema derecha: círculo Renacimiento, Alianza por la Nueva Cultura, Unión de Intelectuales Independientes, Comités de Acción Republicana, Liga de los Contribuyentes.."

La composición del gobierno de Chirac es significativa. Por la UDF han sido seleccionados, principalmente, los miembros del equipo del PR que rodea a François Leotard. Le Monde Diplomatique indica

"MM Alain Madelin (segundo de Leotard en el PR) diputado de Ile de Vilaine, delegado general del partido, Gerard Longuet, diputado de la Meuse, tesorero del PR, los dos veteranos del movimiento Occidente y Jacques Douffiagues, alcalde Orleáns, miembro del centro directo del PR, antiguo veterano de los comités Tixier-Vignancourt, forman el núcleo duro del círculo de M. François Leotard en el que van colocando progresivamente en los puestos claves a responsables procedentes, como ellos, de la extrema derecha activista, con el riesgo de provocar una escisión en el seno del partido. En lo sucesivo, los cuatro se encuentran en el gobierno de M Chirac."

Le Monde Diplomatique sigue: "Al RPR que se ha dedicado durante largo tiempo a recuperar a los activistas de Occidente, Orden Nuevo, GUD (Grupo de Unión y Defensa), del Partido de las Fuerzas Nuevas, a los que les han sido confiados puestos de responsabilidad y que se encuentran en el equipo de M Charles Pascua, nuevo ministro del interior y del alcalde de París convertido en primer ministro."

 

Chirac: el verdadero Bonaparte

Le Monde Diplomatique describe a continuación numerosas relaciones cruzadas entre dirigentes del PR, de la UDF, del RPR y de nuevos elegidos del Front National. Las relaciones políticas del gobierno Chirac no se limitan a la "mayoría" (RPR-UDF, diversas derechas) de las Asamblea Nacional. En primer lugar, y sobretodo, se apoya sobre el conjunto del aparato del estado burgués: ejército, policía, justicia, alta administración. Los gobiernos Miterrand-Mauroy-Fiterman-Crepeau y Miterrand-Fabius-Crepeau era tolerados por el aparato de estado porque eran, momentáneamente, indispensables para contener y hacer retroceder a los trabajadores y jóvenes. Mientras, por medio de las elecciones municipales, cantonales y regionales, la burguesía tejió una red extremadamente densa de posiciones políticas arrancadas al PS y al PCF. Su representación política controla 70 consejos generales, la mitad de los consejos municipales de las ciudades de más de 30.000 habitantes y 20 consejos regionales sobre 22. En fin, actualmente la representación política de la burguesía se apoya sobre una mayoría del 56% de los sufragios emitidos. La aritmética parlamentaria no rinde cuenta de esta realidad. El gobierno Chirac no es, simplemente, la representación de una "mayoría" parlamentaria UDF-RPR, "derechas diversas". Detrás de él está el conjunto de estas relaciones. Gobierno bonapartista, no es cuestionado por la existencia del Front National. El FN lo flanquea por su derecha. El gobierno Chirac es el centro de gravedad de la representación política de la burguesía. La existencia del Front National, con el 9,8% de los sufragios emitidos, desplaza el eje de la representación política de la burguesía hacia la derecha. La fuerza política que constituye el FN apuntala el gobierno Chirac, no lo debilita.

La constitución de la V República ordena que el presidente sea el depositario del poder, la encarnación del estado. La V República queda en pie. Mientras, la realidad política prevalece sobre la constitución y las instituciones de la V República. Las pliega y adapta a las contingencias inmediatas. Actualmente el poder político no está repartido. Chirac y su gobierno disponen del poder político real. Miterrand se ha inclinado. Ha aceptado designar al jefe de gobierno que la coalición RPR-UDF exigía: Chirac. Ha consentido que el gobierno Chirac legisle por ordenanzas, las cuales podrán cuestionar las nacionalizaciones, aplicarán el programa económico y social de RPR-UDF, reintroducirán el escrutinio mayoritario a dos vueltas. Ha aceptado la devaluación del franco cuyo sentido político evidente es condenar la gestión económica del gobierno anterior. Chirac irá a Tokio donde Miterrand sólo será un figurante. En su mensaje al Parlamento, Miterrand no apuntó ni una mínima sombra de resistencia a la política del gobierno Chirac. Chirac encarna al estado burgués. Actualmente él es el verdadero "Bonaparte".

Por el momento, ya que se agarra a la presidencia de la República sin tener los medios para "ejercer los poderes de su función" teniendo en cuenta las relaciones políticas resultantes del 16 de marzo, Miterrand es fagocitado. De un momento a otro puede decidir emprender el combate contra Chirac y la nueva mayoría, por ejemplo, rechazando firmar tal o cual ordenanza. El hecho de que ha hecho saber que no firmará las ordenanzas que le parezcan que atentan contra las "conquistas sociales" o que él considere que lo hacen, indica que piensa en ello. Pero en ese caso tendrá que disolver la Asamblea Nacional en condiciones muy desfavorables para él. De hecho se sitúa como el fiador del buen funcionamiento del estado y sus instituciones. Pero, en tanto que presidente, extrae su "legitimidad" del sufragio universal que acaba de desautorizarlo. Aparecerá como obstáculo a la voluntad mayoritaria libremente expresada el 16 de marzo. También podrá dimitir y provocar, así, elecciones a presidente de la República presentándose de nuevo como candidato. Los datos del problema se ven enunciado en un orden diferente. Siguen siendo los mismo. En las actuales condiciones políticas será vencido.

La burguesía y Chirac no tienen interés en que Miterrand continúe como presidente de la República, guardando sólo los emblemas, más que en tanto que esto les permite perfeccionar su dispositivo para expulsarlo de la presidencia de la República sacando todas las ventajas: la pieza esencial de ese dispositivo es el restablecimiento del escrutinio por circunscripción uninominal a dos vueltas. Chirac y la burguesía estiman que, en los próximos meses, no van a ser molestados por un pujante movimiento de la clase obrera. La "fagocitación" de Miterrand les permite añadir un factor suplementario a la crisis ineluctable del PS. El PS, en tanto que partido, hace todo lo que le es posible, en el marco en el que se sitúa (oposición "parlamentaria") para enmendar a Miterrand y enmendarse él mismo (por ejemplo: debate sobre las habilitaciones, moción de censura). Los Rocard, Chevenement, Quiles no buscan por ello menos pasarelas entre ellos, la nueva mayoría y el gobierno Chirac.

 

A propósito de la contradicción "absoluta" y de constitución

Durante años la dirección del PCI ha repetido: "los gobiernos Miterrand-Mouroy-Fiterman y Miterrand-Fabius son gobiernos que la burguesía no reconoce como propios." Sistemáticamente omite citar a Crepau. Más; ha puesto un signo igual entre estos dos gobiernos de la "unión de izquierda" y el gobierno Miterrand-Fabius-Crepeau ha sido el gobierno que ha materializado la ruptura de la "unión de la izquierda". En julio de 1984 la burguesía exigió esta ruptura. Consideraba al gobierno Miterrand-Fabius-Crepeau como el gobierno que había de asegurar la transición hasta el momento de la vuelta al poder de sus propios partidos.

Volviendo a la fórmula que se acaba de citar, ésta no tiene sentido más que si significa que la burguesía toleraba estos gobiernos y se servía de ellos en razón de las relaciones políticas que resultaron de las elecciones a la presidencia y a la Asamblea Nacional de 1981. Las aceptó provisionalmente como una desagradable necesidad. Los órganos del aparato de estado burgués de ninguna manera los reconocían como a su dirección.

Las relaciones entre el gobierno Chirac, la burguesía y los órganos del aparato de estado burgués son radicalmente diferentes. Es "su" gobierno. Es un gobierno legítimo. El aparato de estado la reconoce como a "su" dirección. Ejército, policía, alta administración, justicia... todos están a sus servicio tanto como el aparato de estado y sus órganos pueden estar al servicio de un gobierno, basta ya de guardar celosamente su autonomía y de que sea el gobierno quien esté al servicio del aparato de estado.

Contra lo evidente, Lambert y Seljouk martillean: "el gobierno actual es un gobierno Miterrand-Chirac". Si no se admite esta afirmación toda su "demostración" se cae por los suelos. Intentando esconder las cartas, Lambert utiliza fórmulas y pequeñas palabras equívocas: desarrollar

"... la idea de una oposición absoluta entre Miterrand y Chirac sería no sólo un error imperdonable sino, al abandonar la teoría marxista del estado, ocultar, pretendiendo lo contrario, la naturaleza bonapartista de la forma del estado."

Desde luego no hay de ninguna manera oposición absoluta entre Miterrand y Chirac, porque entonces, si la hubiese, no sólo Miterrand no sería presidente de la República sino que, además, estaría de parte de la revolución proletaria. El género de razonamiento que Lambert pretende hacernos admitir es formal. Es típicamente "izquierdista". Miterrand está a favor de la defensa del orden burgués, del estado burgués, dentro del marco del régimen político actual, es decir la V República y sus instituciones. Pero en 1981 no había oposición absoluta entre Giscard d'Estaing y Miterrand. ¿Había que establecer un signo igual entre los dos? No hay oposición absoluta entre Bergeron y Chirac. Bergeron no sólo hace todo lo posible por ser un interlocutor válido del gobierno Chirac sino que pretende serlo privilegiadamente. No hay oposición absoluta entre los partidos burgueses, entre el PS y el PCF. Unos y otros están a favor de la defensa de la sociedad, el estado burgués y sus actuales instituciones. Lambert y Seljouk califican a estos partidos de "partidos institucionales" a los que habrá que añadir el FN. Sin embargo, hay una diferencia fundamental, de naturaleza, entre el PS, el PCF y la UDF, el RPR y el FN. La existencia del RPR y de la UDF depende del mantenimiento de la V República y de sus instituciones. Ellos son los "partidos institucionales". Pero el PS y el PCF no desaparecerían si la V República y sus instituciones se hundiesen, dislocasen o fuesen barridas. Incluso en caso en que desapareciesen el estado burgués y sus instituciones. El estado burgués no se identifica, pura y simplemente, con la V República y su constitución. El PS y el PCF son partidos obrero-burgueses que no se identifican con el bonapartismo. No son "partidos institucionales".

La constitución y las instituciones no son intangibles. Están subordinadas a las relaciones políticas y obligadas a adaptarse a ellas en cierta medida. No está de sobra recodar que la constitución de la III República se prestó a muchas variaciones políticas sin ser formalmente modificada. Trotsky escribió:

"Muerta de miedo, la mayoría de diputados, tras el 6 de febrero, ha llamado al poder a Doumergue, el salvador, el árbitro. Su gobierno se eleva por encima del Parlamento. No se apoya en la mayoría "democráticamente" elegida sino sobre el aparato burocrático,, la policía y el ejército. Precisamente por ello es por lo que Doumergue no puede consentir ninguna libertad por parte de los funcionarios y, en general, por parte de los servidores del estado. Necesita un aparato burocrático dócil y disciplinado en la cúpula del cual él pueda mantenerse sin peligro de caer. La mayoría parlamentaria está obligada a inclinare ante Doumergue en su pavor ante los fascistas y el "frente común". Se escribe mucho actualmente sobre la próxima "reforma" de la constitución, sobre el derecho de disolución de la Cámara de Diputados, etc. Todas estas cuestiones no tienen más que un interés jurídico. En el plano político la cuestión ya se ha resulto. La reforma se ha cumplido sin necesidad de viaje a Versalles." (Ou va la France?, SELIO, p 9)

El 6 de marzo, el presidente de la República ha resultado desautorizado por el sufragio universal del que extrae su "legitimidad". La "legitimidad se ha pasado al bando de los partidos burgueses y del gobierno salido del escrutinio del 16 de marzo. Chirac encarna, representa, al estado burgués. Su gobierno es la dirección reconocida del aparato de estado y de sus órganos. Miterrand no tiene ningún apoyo en el aparato de estado burgués. No hay "dos poderes". Miterrand no es más que una simple supervivencia. Será necesario "regularizar jurídicamente" esta situación debida a las nuevas relaciones políticas. Por ello Miterrand deberá abandonar. Tendrán que celebrarse nuevas elecciones a la presidencia de la República. La realidad y el "derecho" deberán ser armonizados. Chirac debe convertirse en presidente de la República. Se prepara, de forma notable, reestableciendo el escrutinio mayoritario de circunscripción a dos vueltas. Una vez convertido en presidente de la República podrá disolver la Asamblea Nacional y proceder a nuevas elecciones que le aseguren un resultado de mayoría más amplia para los partidos burgueses en la Asamblea Nacional. La nueva ley electoral deberá, además, permitirle maquinar la participación en la "mayoría" de representantes por la derecha, del FN, por la "izquierda" de determinadas corrientes provenientes del PS. Es decir: dislocar el PS y preparar la posibilidad de un vasto reagrupamiento del tipo de RPF (o cualquier cosa por el estilo). El conflicto entre Chirac y Miterrand ya está abierto aunque se mantenga más o menos oculto. ¿Quién decidirá hacerlo aflorar a la luz pública, en qué momento, sobre qué? Es una cuestión de táctica y de oportunidad política.

 

La política del gobierno Chirac no es idéntica a la de sus predecesores

En su frenesí por hacer pasar el blanco por negro y a la inversa, Lambert llega a escribir:

"... los dos gobiernos [en el poder de 1981 a 1986] no sólo han preparado a sabiendas la vuelta al poder de la derecha sino que le han legado todos los elementos del "programa capitalista" de liquidación de las posiciones obreras arrancadas por un siglo de lucha de clases".

Llega hasta "olvidar" a Chirac. El gobierno actual se convierte, pura y simplemente, en el "gobierno Miterrand que se propone realizar este programa". Sumando todo lo cual, la llegada del gobierno Chirac sería el triunfo de Miterrand.

No hay duda que contener y hacer retroceder a las masas como ha hecho el gobierno de la "unión de la izquierda" y el que le ha sucedido, han preparado objetivamente la vuelta al poder de los partidos burgueses. Aún más, la función política del gobierno Miterrand-Fabius-Crepeau ha sido preparar esta vuelta. Sin embargo, la vuelta al poder de los partidos burgueses, la expulsión del poder del PS, es una derrota política sufrida por Miterrand y el PS. Han cortado la rama a la que estaban cogidos. Como todo el mundo sabe, muy a menudo el Frente Popular es el precursor de la dictadura abierta, de golpes de estado militares, del fascismo. El último que "preparó" las condiciones para un golpe de estado fue Allende. Concluir de ello que Allende-Pinochet es un mismo combate es, como mínimo, dudoso. En Francia esto no tiene el aspecto dramático que ha tomado en Chile pero existe una cierta relación. Por el momento, formalmente, Miterrand aún es tolerado en la presidencia de la República, durante el tiempo preciso para preparar su expulsión.

Chirac pretende, seguro, utilizar lo que los gobiernos en el poder desde 1981 han dispuesto contra las masas. Su política no se identifica con la política de estos gobiernos. Va más allá. Hasta ahora todo muy clásico. Un gobierno de Frente Popular o dirigido por un partido obrero-burgués puede comenzar a cuestionar "las posiciones obreras arrancadas por un siglo de lucha de clases". Pero no puede destruir estas posiciones. Sin ellas la burguesía no tendría necesidad de otros gobiernos autoritarios, dictatoriales, e, incluso, fascistas. Lambert no está lejos de la "teoría" del "social-fascismo".

La socialdemocracia alemana aplastó las posiciones que acababa de conquistar el proletariado alemán en el curso de la revolución alemana de 1918. Hizo asesinar por los "cuerpos francos", sobre los que en ese momento se apoyaba, a Rosa Luxemburgo y Karl Liebneckt. Destruyó los comités obreros. Contribuyó a la organización de la Reichwehe. Pactó con ella y reprimió a sangre y fuego la revolución alemana de 1918-1919. Si esto no "destruir las posiciones obreras" las palabras no significan nada. Esta fue la tarea del gobierno Ebert-Scheiderman-Noske y de la socialdemocracia alemana. Los socialdemócratas están en el origen de la constitución de Weimar cuyo carácter bonapartista es evidente. Esta constitución atribuía poderes considerables a los presidentes de la República. Broué escribe:

"De este modo, las palizas de los cuerpos francos, la represión de marzo [1919] en Berlín, más tarde la instauración de la dictadura hitleriana, se realizaron en el marco de la constitución que sus defensores presentaban en la época como "la más democrática del mundo". (La Révolution en Allemagne 1917-1923, página 286)

Sin embargo, la socialdemocracia alemana (SD) sólo podía sobrevivir mientras existiese el movimiento obrero alemán del que es un componente orgánico.

Sólo la reacción burguesa bajo su forma más brutal, el fascismo, podía destruir las posiciones que la clase obrera alemana había conquistado después de un siglo.

La comparación entre el gobierno Kerensky de coalición con los capitalistas y el gobierno Chirac es muy fantasiosa. Kerensky era la pieza maestra del segundo gobierno que dirigía, gobierno que, no lo olvidemos, hacía frente a la revolución proletaria y a los soviets; revolución que, aunque refluía después de las jornadas de julio, permanecía viva y dominando las relaciones políticas. Esta no es la situación de Francia. Miterrand es una supervivencia y el PS acaba de ser expulsado, como partido, del poder. En Rusia, en julio de 1917, fue el mismo Kerensky quien dimitió para imponer a los mencheviques y socialistas revolucionarios la constitución de su segundo gobierno. León Trotsky escribe:

"En la primera coalición, formada el 6 de mayo, los socialistas estaban en minoría; pero, de hecho, eran los amos de la situación; en el gabinete ministerial del 24 de julio los socialistas eran mayoría pero, sin embargo, sólo eran la sombra de los liberales." (Révolution russe, página 557)

 

Los problemas que plantea Kostas

Kostas tiene toda la razón cuando escribe:

"A pesar de toda su buena voluntad de cara a las exigencias de la burguesía [Miterrand] está marcado de forma indeleble por su elección en 1981 contra Giscard, representante de la burguesía."

También tiene razón al afirmar:

"Desarrollar la ofensiva contra la cohabitación bajo la forma de ordenanzas es, inevitablemente, dirigirse al PS para que rompa con la burguesía."

Tiene esa misma razón cuando señala:

"La contradicción entre los paladines de un partido de oposición bajo las condiciones arriba referidas y los que como Quiles, quieren guardar "la cultura del gobierno" o Chevenement que busca transformar el PS en partido demócrata, demuestra que ha comenzado una lucha en el PS de la que no puede determinarse el resultado."

Y por fin:

"Este movimiento electoral hacia el PS, más que hacia el PCF, aunque éste último no haya desaparecido, anticipa el movimiento de las masas que se ven llevadas hacia las organizaciones tradicionales."

Estos elementos de análisis, producidos por Kostas, son insoportables para Lambert y Seljouk. Les es preciso mantener a toda costa el estúpido "descubrimiento teórico" según el cual "la clase obrera ya no tiene representación política". Millones de trabajadores que se habían abstenido en 1982-1983-1984-1985 esta vez han votado PS. Han utilizado esta posibilidad de expresar su oposición a la vuelta al poder de los partidos burgueses. En el curso de las elecciones precedentes habían expresado su rechazo al gobierno de "unión de izquierdas", del gobierno que le sucedió y de su política. No se han convertido a esta política al votar PS en las elecciones a la Asamblea Nacional. Otros millones de trabajadores se han abstenido de nuevo mientras que otros cientos de miles han rasgado sus papeletas de voto.

A propósito de esto, conviene recordar lo que Combattre pour le Socialisme, en nombre del Comité por enderezamiento político y organizativo del PCI, preconizaba en su número anterior a las elecciones, fechado el 15 de febrero:

"Contra la vuelta al poder de la UDF y el RPR, partidos burgueses, contra las organizaciones y partidos burgueses, el Front National pero, también, hasta los radicales de izquierda:

Votad por tal o cual partido u organización que se reclame de la clase obrera y que sea de vuestra elección. Pero es comprensible que un número considerable de electores de la población obrera y joven no quieran ir a votar después de cinco años de gobierno de la "unión de izquierda" y del gobierno Miterrand-Fabius-Crepeau, cubiertos por los diputados del PS-PCF y teniendo en cuenta la ausencia de un partido obrero revolucionario. De todas maneras, es importante que se produzcan: los menos votos posibles para las organizaciones y partidos burgueses."

 

Acta: el MPPT no existe

Es absurdo oponer los trabajadores que han votado PS e, incluso, PCF a los que han mantenido su rechazo a votar o que han roto sus papeletas. El movimiento de la clase obrera es complejo. En ausencia de otras soluciones, millones y millones de trabajadores, para enfrentar los ataques del gobierno Chirac y la burguesía, se volverán hacia las organizaciones tradicionales, sindicatos y partidos o, más aún, se esforzarán en utilizarlos. Al mismo tiempo, la experiencia reciente y candente de estos últimos cinco años está presente. El movimiento de los trabajadores hacia sus organizaciones tradicionales se conjuga con una rica experiencia política. Lo que permite combinar el combate por el Frente Único Obrero con la actividad de construcción del partido obrero revolucionario.

La orientación de Lambert y Seljouk se opone a ambas cosas. El "MPPT" pretende construirse igual que se construyeron los partidos obreros del último siglo: sobre un terreno virgen. Incluso en estas condiciones, estos partidos se construyeron sobre un programa. El "MPPT" no lo tiene. Se limita a "la línea de la democracia". Excluye, a priori, cualquier otra representación de la clase obrera. El resultado ha sido que, incluso los que no han votado al PS o al PCF o que han roto su papeleta, no han votado "MPPT". Menos aún se le han unido. Kostas constata implícitamente que el MPPT no existe. Lambert y Seljouk no lo soportan:

"El mayor elemento político que desemboca en el 16 de marzo es esta abstención obrera y popular masiva que rechaza la política del PS y PCF pero que no se dirige hacia la derecha ni hacia la extrema derecha... y que no se reconoce en el MPPT."

Seljouk descerraja un tiro a los millones y millones de trabajadores que han votado al PS y también al PCF. Respecto a los otros ¿por qué no han votado "MPPT"? Igual que los que han votado al PS o al PCF, tienen necesidad de una política, un programa que sólo el PCI puede definir y poner marcha: el combate por la ruptura con la burguesía, el Frente Único Obrero, el gobierno obrero y su programa. En pocas palabras: comprometerse en la vía que lleva al socialismo, única solución positiva a la crisis de la sociedad burguesa. El "MPPT" no responde en nada a sus necesidades, a sus preocupaciones.

El "MPPT" no existe como organización. Sólo existe como "concepto" destructor y liquidador del PCI. Seljouk tiene esta frase: "Si la elección de marzo de 1986 marca un giro en la situación política es porque ella es la primera que puede cuestionar los gobiernos salidos del 1981". ¿Pero en provecho de qué gobierno? En provecho de la constitución de un gobierno Chirac y no de un gobierno obrero. Las elecciones han confirmado la ausencia de una perspectiva política gubernamental abierta a la clase obrera. Esto es lo que confirma las abstenciones y las papeletas nulas así como una gran parte de los votos PS y PCF. Seljouk afirma: "El debilitamiento del PCF va en el sentido del reagrupamiento político sobre un nuevo eje". No necesariamente. Ver España. Y, además, ¿sobre qué eje? Seljouk no responde.

 

Trotsky contra Seljouk

Esforzándose en bloquear toda posibilidad de combate por el frente único, esforzándose en cerrar toda perspectiva a la clase obrera, Seljouk utiliza de nuevo la fórmula "los partidos institucionales" ("la banda de los cinco"). Kostas adelanta la consigna del "Frente Único contra la derecha". Seljouk replica citando a L. Trotsky, sin señalar que lo que dice Trotsky condena el "antibonapartismo" y a los "antibonapartistas". Trotsky libra una guerra sin cuartel contra los conceptos "antifascismo" y "antifascistas". Lo que Seljouk cita de Trotsky prueba que él se hubiera puesto contra la política que el PCI sigue desde 1981:

"La lucha del proletariado y campesinado pobre contra el fascismo no puede ser defensiva en el sentido social, sino que debe ser ofensiva [...] La peor forma y la más reaccionaria del utopismo [es] luchar contra el fascismo [contra el bonapartismo] sin destruir la economía capitalista".

Es decir, sin combatir por el GOC y su programa

Sin embargo, Seljouk ha expurgado, roto y trucado el pasaje de L. Trotsky. Por esto es por lo que una vez más olvida dar las referencias. He aquí las referencias y el texto integro de Trotsky:

"Azaña no es antifascista más que en la medida en que el fascismo impide a los intelectuales burgueses seguir sus carreras parlamentarias u otras. Azaña demostrará siempre que está del lado del fascismo. Toda su política durante los siete años de revolución lo demuestran.

Por otra parte, la consigna "contra el fascismo, por la democracia" [contra el bonapartismo por la democracia, SJ], no reuniría a millones y decenas de millones si no fuese porque, durante la guerra, no había y sigue sin haber, democracia en el bando de los republicanos. Tanto con Franco como con Azaña, no había más que dictadura militar, censura, movilización forzosa, hambre... La abstracta consigna "por la democracia" les basta a los periodistas liberales [¿hay que clasificar dentro de ellos a los de IO?] pero no a los obreros y campesinos oprimidos. Ellos no tienen otra cosa que defender más que su pobreza y su esclavitud..." (La revolución española vol 2, 1936-1940, León Trotsky, Edición, prólogo y notas de Pierre Broué, Editorial Fontanella, Barcelona, 1977, p 266)

Tanto más cierto es en Francia en 1981-1986 y actualmente, cuando las libertades elementales existen en la V República.

 

¿A dónde va Kostas?

La posición revisionista y liquidadora de Lambert y Seljouk les impide clarificar lo que hay de profundamente revisionista y liquidador en la de Kostas. Kostas constata implícitamente la bancarrota del "MPPT". Pero él no habla de ello. Estaba de acuerdo con la línea "MPPT". Su función liquidadora del PCI no le molestaba ni le molesta. Al contrario. Estima que es preciso ir más lejos en la vía del revisionismo liquidador: entrando en el PS aunque él no lo diga explícitamente. Escribe: "Cuando en 1934-35 había un movimiento político hacia el PS, este movimiento no significaba una adhesión de las masas a la política de León Blum."

Hasta aquí es justo. Pero añade también que la política de Trotsky era la de combatir: "las ilusiones de las masas en el interior mismo del movimiento." Hablando claro, no hemos logrado construir el "MPPT", demos un paso adelante, combatamos "las ilusiones de las masas en el mismo interior del movimiento", es decir, entremos en el PS.

Kostas no cuestiona el abandono del programa, la renuncia a aplicar el programa de la revolución proletaria, la renuncia a construir el partido obrero revolucionario, el hecho que el PCI es sacrificado a un movimiento que es un camelo, el "MPPT". La crisis del PCF, la ineluctable del PS, van a pasar delante de las narices de los trotskystas. No deben nada a la actividad política del PCI. No ha sido enrolada en el PCI una capa importante de trabajadores, cuando era posible. Todo ello porque la dirección del PCI ha abandonado el programa y, por tanto, la posibilidad de construir un partido obrero revolucionario. Kostas no hace ninguna alusión. No le interesa. Aún más, propone ir más lejos: disolver el PCI en el interior del PS.

La comparación entre 1986 y 1934-35 es puramente formal. La experiencia política de las masas, incluso las que han votado por el PS, es infinitamente más rica en 1986 que en 1934-35.. El PS ocupa el lugar de la SFIO pero no es la SFIO. Las condiciones objetivas continúan siendo favorables, a pesar del reflujo de la clase obrera, para la construcción del Partido Obrero Revolucionario. El PCI ya ha sufrido mucho. No está destruido. "Sólo" hace falta que vuelva a su programa y a una política correcta.

Kostas lanza la consigna: "Frente único contra la derecha". Consigna ultraoportunista. Ha abandonado el terreno de la clase. "La derecha" no es una definición de clase. Quien utiliza la fórmula "Frente único contra la derecha" evoca necesariamente a la "izquierda". La lucha política se convierte, así, en la lucha de la "izquierda" contra la "derecha". Kostas intenta revivir la "unión de la izquierda". Ahora bien, se trata de combatir por el Frente Único de las organizaciones obreras, sindicatos y partidos, y de realizarlo contra las ordenanzas, la participación y el gobierno Chirac. Una matización. Esta no es la orientación de Kostas. Él está a favor de la participación. En la universidad, con el completo acuerdo de Lambert y de la dirección del PCI, ha puesto en marcha la participación de la UNEF-ID en las elecciones a los consejos universitarios, en los consejos, en la gestión de las universidades.

 

Sobretodo no abrir la perspectiva gubernamental

Lambert utiliza cualquier recurso para oponerse a toda verdadera política de Frente Único. "Se trata del gobierno de Miterrand-Chirac" le sirve de otra manera: "la consigna 'Frente único contra la derecha'" aparece como "ultimatista", porque supone una situación en la que, contra las ordenanzas Miterrand-Chirac, tendríamos que lanzar la consigna: "¡Abajo el gobierno Miterrand-Chirac!" ya que es Miterrand quien firma las ordenanzas propuestas por Chirac. ¿Estamos ante tal situación? ¡Ciertamente no!" Así, estaríamos en vísperas de la dislocación de la V República y de sus instituciones, de la "crisis revolucionaria", etc. Ahora bien, hará falta que nos limitemos a "combatir contra consecuencias de las ordenanzas" (por lo menos en la actual etapa) lo que permitirá "indicar (indicar sólo) la necesidad de acabar con las instituciones antidemocráticas de la V República". No.

Si nos encontramos en vísperas de la "crisis revolucionaria" es preciso decir que se trata de acabar con el gobierno (lo que no significa lanzar inmediatamente la consigna "¡Abajo el gobierno!"). Es preciso decir qué otro gobierno acabará con la V República y sus instituciones, para establecer qué poder, qué instituciones. Pero juntar (o peor: hacer preceder) el nombre de Miterrand al de Chirac lo bloque todo. Es la mejor manera de que se impongan las ordenanzas. No hay Frente Único posible. Se quiera o no, toda verdadera lucha contra las ordenanzas es una lucha contra el gobierno que las promulga. La necesidad del Frente Único de las organizaciones sindicales en el marco de la democracia obrera, contra las ordenanzas, es evidente. Es comprensible de manera inmediata por toda la clase obrera. En la medida en que el PS y el PCF se pronuncian formalmente contra ellas, en la Asamblea Nacional, es preciso abrir la perspectiva de la realización del Frente Único de las organizaciones políticas obreras para llevar adelante el mismo combate. Se diseñan, así ya, las líneas de otro gobierno. La consigna de gobierno del Frente Único Obrero pierde su carácter "algebraico" y se concreta más. Pero afirmar, contra lo evidente, que el gobierno actual es "un gobierno Miterrand-Chirac", querer establecer la igualdad Miterrand = PS, cierra, en el momento actual, toda perspectiva política a la clase obrera. La consigna de Frente Único contra el gobierno Chirac no es, inmediatamente, más que propagandística. Sin embargo, empieza a abrir una perspectiva a la clase obrera. No es cuestión, evidentemente, de lanzar inmediatamente la de "¡Abajo el gobierno Chirac!".

 

Seljouk no conoce la aritmética de las organizaciones obreras

Lambert y Seljouk no definen ninguna orientación que le permita al PCI combatir. Se limitan a lanzar la fórmula hueca: "unidad de los trabajadores y organizaciones obreras" contra las ordenanzas. Seljouk afirma que es: "una fórmula algebraica". Por lo que se sabe, en Francia existen organizaciones sindicales: CGT, FO, FEN. De cara a la ofensiva económica y social del gobierno Chirac y de la burguesía, enfrentadas a la participación, estas organizaciones sindicales están en primera línea de las relaciones entre las clases. En el informe de Seljouk y en la contribución de Lambert no se hace ni mención de la política de las direcciones sindicales, del combate necesario para que estas direcciones boicoteen los organismos de participación, para que realicen el Frente Único bajo el control democrático de los trabajadores, contra las ordenanzas. Kostas tampoco hace mención de ello. ¿Por qué? En lo que concierne a Seljouk y Lambert es evidente. El aparato de FO está contra la unidad de las centrales sindicales; está a favor de la presencia en los organismos de participación; busca convertirse en el interlocutor privilegiado del gobierno Chirac. Lo que explica porqué Lambert y Seljouk dicen no al Frente Único de las organizaciones obreras sindicales y políticas contra el gobierno de Chirac.

Kostas tampoco menciona de ninguna manera las organizaciones sindicales. Guarda silencio respecto a su política. No suelta prenda sobre la necesidad de combatir para que ellas realicen el Frente Único en el marco de la democracia obrera y que sus direcciones boicoteen y llamen al boicot a los organismo de participación. En efecto, bajo su dirección, la UNEF-ID ha empezado a "participar" en la universidad participando en las elecciones a los consejos universitarios, los consejos universitarios y en la gestión de las universidades.

Ciertamente desde la "oposición" el PS y el PCF no tienen la intención de llevar adelante un verdadero combate contra las ordenanzas y el gobierno Chirac. Se comportarán como la "leal oposición" protegiendo objetiva y subjetivamente al gobierno Chirac por su izquierda y facilitando, al mismo tiempo, la aplicación de su política. Pero ¿hacen algo diferente los dirigentes de las organizaciones sindicales? Al participar, éstos ayudan activamente en la aplicación de la política del gobierno Chirac. Esta no es una razón para no definir una política de Frente Único Obrero, de ruptura con la burguesía y combate por el Frente Único. Sin embargo, el FU sólo puede resultar del combate y la iniciativa de las masas. La línea del Frente Único debe ayudar a las masas a tomar la iniciativa. La agitación por el FU debe ser una palanca que ayude a la movilización y organización de las masas y no una "súplica" a los dirigentes.

 

Una frágil victoria

Machacar: "las relaciones políticas establecidas en 1981 no han sido modificadas" es negar lo evidente. Es sobretodo hacer imposible la formulación de una orientación política que se corresponda con la nueva etapa del desarrollo de la lucha de clases empezada en marzo de 1986. Evidentemente la burguesía tiene la iniciativa política. La clase obrera no está en condiciones de movilizarse en función de una perspectiva concreta en lo que concierne al problema del gobierno, del poder, cuando la solución a la crisis económica y social, a la satisfacción de sus reivindicaciones de vida y de existencia, de sus conquistas, exige más que nunca acabar con el modo de producción capitalista en crisis y, por tanto, que tome el poder un gobierno obrero y campesino.

Además, las relaciones entre las clases en Francia se insertan en las relaciones mundiales entre las clases en las que la pujanza, fuerza del proletariado y masas explotadas y oprimidas se manifiesta a cada momento y ponen al orden del día la revolución proletaria contra el imperialismo, las burguesías, las burocracias parasitarias. La crisis económica y financiera puede agravarse brutalmente y provocar un hundimiento económico del capitalismo francés las consecuencias políticas del cual no son previsibles. La burguesía francesa es senil. Los recursos y experiencia política del proletariado francés son inmensos. En fin, 1986 no es 1958. Ahora bien, todo el mundo sabe que De Gaulle fracasó y tuvo que dimitir.

 

El PCI debe volver a ser el PCI

El PCI tiene los medios para ayudar a la clase obrera y a la juventud para enfrentarse a la ofensiva política, económica y social que el gobierno Chirac desarrolla y va a acentuar. Pero no cumplirá esta tarea orientando su política de la forma en que IO nº 1.258 lo hace según su titular: "Ordenanzas.- No hubieran sido posibles si... si los sucesivos gobiernos desde mayo de 1981 a marzo de 1986 no hubiesen tomado las medidas de austeridad, desregulación y despidos, la derecha no hubiera podido hacerse con el poder, las ordenanzas de cohabitación Chirac-Miterrand no hubiesen nacido."

Proceder así es decir que no hay nada que hacer, que es preciso sufrir, cerrar toda salida a la clase obrera, contribuir a que pasen las ordenanzas y toda la política del gobierno Chirac, continuar la destrucción del PCI.

Es preciso titular el IO y orientar el PCI sobre:

"Frente Único en primer lugar, y sobretodo, de las organizaciones sindicales de CGT, FO, FEN. Dirigentes, romped con la burguesía: decretad el boicot de todos los organismos de participación.

Frente Único del PS y del PCF contra las ordenanzas

Frente Único del PS y del PCF y de todas las organizaciones obreras contra el gobierno Chirac."

Es preciso que IO sea de nuevo el órgano central del PCI.

Entonces se podrá desplegar a plenitud la acción política por la construcción de un partido obrero revolucionario, bajo el impulso del PCI, por la reconstrucción de la IV Internacional.

 

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La crisis abierta actualmente en el PCI es una trágica advertencia. Estamos a tiempo, justo a tiempo, de salvar al PCI de su destrucción como organización trotskysta. Es el momento de incorporarse al combate que realiza desde hace dos años el Comité por el enderezamiento político y organizativo del PCI.

18 de abril de 1986