Leon Trotsky

LOS MAESTROS RUSOS DE LOS CHECOSLOVACOS

 


Escrito: 14 de agosto de 1918
Publicado por primera vez: Izv.V.Ts.I.K., N º 178, 20 de agosto de 1918
Fuente de esta edicion: Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, 5 de nov 2014.
Html: Rodrigo Cisterna, 2014


 

Nuestro servicio de Inteligencia recientemente intercepto cierta correspondencia de los agentes diplomáticos franceses, enviados desde Samara a Petrogrado. Esta correspondencia característico muy llamativo en realidad los amos de la situación allá y sus relaciones entre sí. Los agentes franceses hablan con desprecio sin disimular de los guardias blancos rusos y de los checos como instrumentos de sus planes. Sin ellos, sin que estos representantes elegidos de la bolsa de valores de París, el régimen de Samara no puede, por supuesto, apoyarlos. Ellos, los franceses, lo son todo, y desde Samara su dominio se extendió por todo el país. Su influencia está garantizada, en todas las ramas de la vida pública. Todo y todos estarán sujetos a ellos.

Este es el tono de estas cartas. Como es habitual, en el campo de los vencedores burgueses, en las intrigas de Samara muchas intestinas maquinaciones, calumnias, etc. se están desarrollando. El cónsul francés esta con el puñal trayendo con el plenipotenciario del ejército francés, Jeannot. [El nombre del índice de la edición original en ruso identifica erróneamente este Jeannot con el general Janin, jefe de la misión militar francesa en Siberia, 1918-1920. De hecho, él era un suboficial que "asume" el grado de coronel y participó en las actividades que lo llevaron a que fuera enviado de regreso a Francia en desgracia. Con el fin de negar los suministros a Alemania, los representantes de Francia en Rusia llevaron a cabo un extenso programa de compra el cual proporcionan las oportunidades para que los elementos deshonestos en sus propias filas y de especuladores locales vinculados con ellos. Ver J.F.N. Bradley, La Legión Tchechoslovaque en Rusia, 1914-1920 (París 1965) y Pierre Pascal, Diario de Rusia (París, 1975).] Consideramos que será muy instructivo citar una traducción exacta de la carta del cónsul francés en Samara que figura en nuestros archivos como documento n º 4.

"Monsieur Jean", el cónsul le escribe a su corresponsal en Petrogrado (Embajador Noulens), "El Monsieur Jean niega el informe enviado en que le ha sido nombrado, y dice que su función es exclusivamente la de representante plenipotenciario del gobierno francés para los asuntos militares. En la medida en que me quede sin documentos oficiales, tengo que jugar el papel de observador de todas estos fantasías. No puedo suponer que hay algún fundamento para ello. La consecuencia es que mis excelentes relaciones con el Estado Mayor [es decir, El Estado Mayor de los SR de Dutov] han sufrido desde el retorno señor Jeannot por lo cual, en nombre de sus necesidades militares que me ha privado del automóvil que había sido colocado a mi disposición, y anunció que el cónsul debe ocuparse sólo de asuntos consulares. Por otro lado, lo sé, de fuentes confiables sin duda, las actividades militares que el señor Jeannot ha consistido en la adquisición de 200.000 Puds de estaño en Omsk, y en otras partes de negocio - por ejemplo, con caviar - en diversas regiones de este país. Sus poderes oficiales sólo sirven para facilitar la especulación por parte de los especuladores que rodean al señor Jean. Él recibe donaciones por valor de cientos de miles de rublos de los financistas y de los comerciantes, y gasta este dinero libremente sobre la remuneración de su personal en general y sobre los pagos a los reclutadores de los presos, que ya le han explotado ampliamente. ¿Puede durar esto? ¡Naturalmente, si ustedes lo permiten! Sólo quiero estar informado, y ustedes podrán apreciar que en esta situación aislada la cuestión de la autoridad lo domina todo. Debería, en realidad, ya sea para ser el jefe de la misión, o bien ser arrestado. No creo que el señor Jean vaya a tenerme detenido, pero él puede anunciar que no sabe nada acerca de mis plenos poderes, y luego de repente se me encuentra solo como un ciudadano francés común."

Así escribe el cónsul. Su secretario general, en una larga carta a un tal Jeanne, relata que Samara es el centro principal de todas las operaciones que están en lo sucesivo por comenzar. "El comerciante más rico ha puesto a disposición del cónsul su casa de residencia, que es un palacio real (que cuesta alrededor de un millón). Debo estar movilizado en el consulado. Aquí, en Samara que están esperando la llegada de los aliados."

Posteriormente, resulta, para nuestra sorpresa, que el señor jefe de secretaria, que se está preparando manejar los asuntos de Rusia, es un maestro de danza clasica en una escuela de niñas. Se lamenta de que la guerra y la revolución hayan aniquilado el buen gusto por la danza clasica, y sus lecciones de baile se hayan convertido en menos numerosas. Pero no esta abatido. "Como las operaciones militares se desarrollan, mi trabajo se incrementará en la misión militar francesa que, sin duda, será establecido en Samara." "En Petrogrado," el diplomático maestro de la danza clasica continúa, "la vida ahora debe ser absolutamente insoportable. Aquí lo tenemos todo."

Más tarde, el autor de la carta invita a Jeanne, que también es un maestro de la danza clasica, que viaje a Samara, prometiendo su trabajo rentable. "A la escuela secundaria que se va a establecer aquí, y si estuviera aquí lo haría, por supuesto, disfrutar de las ventajas con respecto a los rusos. Nuestro país y nuestros representantes pondrán progresar diariamente en el alcance de su influencia"... "Mi posición me da, por supuesto, muchas ventajas..." "Asisto, por necesidad, a todos los banquetes y a las fiestas, y a tener cenas con el propio Dutov." Y Dos hojas de Etcetera.

Estos son los nuevos amos de la situación, las mismas personas que van a "liberar" a Rusia. Un maestro de danza clasica francesa, poniendo los pies sobre la mesa, le dice a su Jeanne que, a partir de ahora, los franceses podrán disfrutar en Rusia todas las ventajas sobre los rusos. Monsieur Jean, en nombre de sus tareas militares, compra de metales preciosos y hasta de caviar y hace que cientos de miles de especulaciones turbias. Esta multitud de parásitos se están preparando para mandonear y gobernar a nuestro país revolucionario. ¡Es de esperar que muy pronto la escoba de la revolución barra lejos a los bribones franco, checo, los Guardias Blancas, con todos sus maestros de danzas clasicas y Jeannotistas, de todos los rincones de la Rusia de los Trabajadores y de los Campesinos! ●

14 de agosto de 1918

Izv.V.Ts.I.K., N º 178, 20 de agosto de 1918