Escrito:
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, nov. de 2014,
HTML: Rodrigo Cisterna,
2014.
Recientes mensajes por radio han traído la noticia de que la burguesía de la Entente ha asegurado, a cambio de las Islas Aaland [Las Islas Aaland fueron tomados de Suecia junto con Finlandia por Rusia en 1809. Cuando Finlandia se independizó, los isleños expresaron su deseo de reunirse con Suecia. Finalmente, las islas fueron asignadas por la Sociedad de Naciones a Finlandia, a condición de que se delimitase y permitió a los habitantes la autonomía.] un tratado por parte de la burguesía finlandesa tomando parte en la campaña contra el bandido Petrogrado. En cuanto a esta cuestión, que es de interés excepcional no sólo a Petrogrado sino al país entero, el puede decir lo que sigue mas abajo:
(1) El informe en sí no está confirmada e incluso es improbable. Yudenich está siendo rezagado rápidamente de Petrogrado, y el Ejército Rojo ha recibido la orden de acabar con él a cualquier precio. La situación excelente en los otros frentes hace posible que el alto mando asigne suficientes fuerzas para la derrota de Yudenich. Parece muy poco probable, en este momento, que la burguesía finlandesa se arriesgaría a apostar su suerte en la carta dudosa representada por Yudenich.
(2) Si, no obstante, lo que parece poco probable que debían ser cierto, y la burguesía finlandesa fuera a echar por tierra realmente a Petrogrado, este intento le costaría extremadamente caro. El comando local ha recibido todas las instrucciones necesarias tanto para la fortificación adicional del Istmo de Carelia y de la concentración requerida de la mano de obra. El gobierno soviético, fiel a su línea fundamental, basada en principios de conducta, no tomará medidas y no hara declaraciones que podrían considerarse como un desafío ni una provocación a Finlandia. Pero por esta misma razón, en la conciencia firme de la justicia de su causa, el Gobierno soviético responderá a un ataque de Finlandia con una contraofensiva resuelta, haciendo responsable del atentado contra Petrogrado no sólo la burguesía finlandesa en su conjunto, sino cada finlandés burgués individual.
En fin, consideramos que es necesario que repitamos una vez más que existen todas las razones para suponer que la burguesía finlandesa no tendrá que dar una lección severa. ●