Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo de Guerra Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo para Asuntos Militares y Navales a la Armada Roja, el 24 de octubre de 1919, No.160, Petrogrado

Escrito: 24 de octubre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, Marzo de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna, 2015.


***

La flota del Báltico, que fue restaurada por los esfuerzos conjuntos de nuestros mejores trabajadores navales, han sufrido un duro golpe. Tres destructores se han perdido, después de haber chocado con minas en una compañía nocturna audaz [ El 21 de octubre, cuando el ejército del general Yudenich, resistiendo tenazmente, estaba tratando de proteger el flanco izquierdo de las unidades en retirada, el movimiento de los barcos enemigos se observó en Koporya Bay. Teniendo en cuenta que un desembarco enemigo era posible, el mando de la flota del Báltico ordenó una operación de noche para poner un campo de minas en la bahía. Los cuatro destructores que emprendió esta tarea - Mani, Gavnil, Konstantin y Svoboda - chocaron con minas, y tres de ellos fueron destruidos y hundidos. El cuarto, Azard, regresó sano y salvo a Kronstadt.] Muchas buenas vidas se han perdido. A pesar del dolor que entonces traspasó el corazón cuando escuchamos por primera vez la noticia de este golpe, cada uno de nosotros pudo llorar, con legítimo orgullo: ¡el espíritu de la Marina Roja vive!

La compañía en la que los destructores se dedicaban involucro un riesgo excepcional. Todos los marinos que figuran en los destructores tenían claro cuán grande era el peligro. Y, sin embargo, se fueron con alegría y con confianza a la batalla como si fuera a una fiesta: ¡El espíritu de la flota del Báltico vive!

El peligro es inevitable nuestro compañero de viaje en la dureza de la guerra. Mientras haya guerra, siempre habrá peligro, y mientras los hombres van a bravamente a su encuentro.

Los hombres van adelante con valentía a su encuentro.

Los nuevos buques ya han llegado para reemplazar a los que hemos perdido. Luchadores jóvenes, valientes están tomando el lugar de los héroes caídos. ¡La Armada Roja está viva, sus espíritus viven!

Pero el recuerdo de los caídos, vivirá para siempre en nuestros corazones. Desde el comandante de la división hasta el más joven de los marineros, que nos dio un ejemplo de valentía y solidaridad en la lucha y en la muerte misma. Incluso la comunicación por radio de la Guardia Blanco se vio obligado a reconocer el valor de la tripulación y la lealtad de los comandantes a la bandera soviética.

Que el recuerdo de este golpe sufrido por el destino de la guerra soldé de forma más estrecha a la familia de marineros rojos del Mar Báltico. Que sus olas borren los últimos vestigios de la disensión. Que la bandera de la flota del Báltico convertido en la bandera de la unidad fraternal y servicio a la libertad y la independencia de la clase obrera de Rusia. ¡Gloria a los caídos! ¡Viva la Flota del Báltico, y que su espíritu sea acerado por sus esfuerzos! ●