Escrito: 29 de julio de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, febrero de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna,
2015.
El IX° Ejército del Frente Sur tiene muchos logros militares en su haber. Habiendo sido formado para la considerable medida de destacamentos guerrilleros, que se pusieron en línea el pasado otoño y adquirió una organización regular. Hubieron casos de insubordinación y de mala conducta por parte de los comandantes individuales.
El tribunal castigó a los desorganizadores severamente. La disciplina del personal de mando se convirtió en un modelo para los hombres del Ejército Rojo. Si la disciplina de los comandantes se ha debilitado en forma alguna durante el retiro, debe ser restaurado y elevado al nivel adecuado.
El IX Ejército ha sufrido más que otros. Se cayó de nuevo en circunstancias estas de fuertes golpes de un enemigo muy poderoso. La disolución de los ejércitos guerrilleros soviéticos de Caucasia del Norte liberó a las fuerzas de Denikin en el norte de Caucasia e hicieron posible su transferencia al Don y el Donets del Norte. Esa fue la razón por la derrota del Frente Sur y del IX Ejército en particular.
Denikin ya ha agotado todas sus reservas. Él ya no goza de superioridad numérica. Nuestros ejércitos del frente Sur han sido educados en la fuerza con reemplazos renovados y han recibido refuerzos sustanciales. El servicio de suministro se ha puesto a la altura. El frente sur se ha dotado de todo lo que necesita. La tarea ahora es sólo para asignar los suministros que han sido puestos a disposición, según corresponda, entre las unidades. Es deber de los comandantes y comisarios de ver con mucha atención sobre el movimiento rápido y enérgico de los suministros y su distribución exacta entre las unidades y los soldados del Ejército Rojo. Durante los próximos días, hay que asegurarse de que cada soldado sea alimentado, vestido, calzado y armado.
El país entero está preocupado por el frente sur. Los comandantes, comisarios, y después de ellos, los soldados del Ejército Rojo, deben darse cuenta de que ahora estamos ya considerablemente más fuertes que Denikin en el frente Sur. Nuestras fuerzas están creciendo con una velocidad excepcional. Los escalafones militares y bienes a través de los trenes se están moviendo hacia el sur en una corriente ininterrumpida. Ahora tenemos que organizar todo esto y llegar a ser inspirado por la idea de una ofensiva decisiva.
El IX ejército estaba, con otros, en retroceso desde hace mucho tiempo. Este hecho tiene, en cierta medida, dice en la moral no sólo de las filas, sino también de los comandantes y comisarios. Se han dado casos aislados de traición y deserción al enemigo por los comandantes responsables. Los traidores individuales y los tontos se encontraron quienes imaginaron que Denikin fuera capaz de detener el gran proceso mundial de la revolución de obreros y campesinos, al igual que, anteriormente, la sección más retrasada de los ex agentes cree en la omnipotencia de Skoropadsky. La traición de los miopes arribistas no puede, por supuesto, inducir al poder soviético a cambiar su política con respecto a los antiguos oficiales, la inmensa mayoría de los cuales son con honor y valentía sirviendo a la clase obrera y a los campesinos obreros en las filas del Ejército Rojo.
La tarea de los comandantes y comisarios del IX Ejército está ahora preparando el ejército para una ofensiva decisiva durante las próximas semanas. En cada unidad de los comandantes y trabajadores políticos deben ser revisados sucesivamente. Ellos deben estar imbuidos con redoblada energía y conciencia en su trabajo. Hay que explicar a todos los hombres del Ejército Rojo que ahora somos más fuertes, tanto numéricamente y también mejor armado que nuestro enemigo. En las unidades se mantienen en reserva, en los batallones de reclutamiento, la formación debe llevarse a cabo a la mayor intensidad, y en este entrenamiento de amplio uso se debe hacer desde la experiencia de los recientes enfrentamientos con las fuerzas de Denikin, especialmente su caballería.
Los ejércitos del frente sur se les ordenan ir al ataque y destruir nuestro último enemigo a gran escala. La República Soviética espera que el IX Ejército cumpla con su deber, junto con el resto. Los comandantes, comisarios, y todos los trabajadores responsables en general en el IX Ejército a partir de ahora deben hacer su lema: "! Otras dos o tres semanas de preparativos continuos e intensivos para la ofensiva, y luego una carga rápida, irresistible hacia el sur, hasta que las fuerzas de Denikin han sido completamente aniquilado! ¡Con esta consigna, saludo al glorioso IX Ejército! ●