Leon Trotsky

LA SITUACION GENERAL A COMIENZOS DE 1920

NUESTRO TRABAJO EN LA CONSTRUCCION DEL EJÉRCITO Y NUESTROS FRENTES


Pronunciado:Informe al Séptimo Congreso de los Soviets de diputados obreros, campesinos, soldados del Ejército Rojo y cosacos de toda Rusia 7 de diciembre de 1919.
Publicado por Primera Vez: El informe al Séptimo Congreso de los Soviets de toda Rusia fue publicado como un panfleto separado, con el título Nuestro trabajo en la construcción del Ejército Rojo y nuestros frentes, por el Departamento de Publicaciones de la Administración Política del Consejo Militar Revolucionario de la República, Moscú, 1919 [NdeER].
Fuente de esta edicion: extractos tomado del CEIP.org, en la compilación Escritos Militares de Leon Trotsky, editada en 2006.
Traduccion: Rodrigo Cisterna febrero de 2016, y el equipo del CEIP.org.
Trascripcion/HTML: Rodrigo Cisterna, 2016.


LOS FUNDAMENTOS POR LA CONSTRUCCION DEL EJERCITO ROJO

Camaradas, el ejercito rojo fue el primero en obtener una base con procedimiento legislativo, legitimado por el decreto del 22 de abril del Comité Ejecutivo Central del año pasado, que después recibió una aprobación especifica en la forma de una resolución del 5° Congreso de los Soviet de Toda Rusia del 10 de julio del año pasado. [Estos decretos fueron publicamos en ¿Cómo se armó la Revolución? - Tomo I] Estos decretos y resoluciones hecho los cimientos de las líneas fundamentales de acuerdo con la que el poder soviético, el Comisariado de Guerra en particular han construido las fuerzas armadas de la Republica Soviética. Estas resoluciones señaladas hechas de manera casera y rusticas están eliminadas totalmente en esa esfera que le es menos dócil. Que le fue implicado a esto la necesidad de construir un ejército sobre principios científicos, precisos y uniformes. Lo que estamos diciendo es más claro y distintamente. Una de las conclusiones que resulto fue que debemos ganarnos a los antiguos oficiales del ejército zarista dentro de esta obra constructiva, porque fueron aquellos hombres quienes saben más sobre cuestiones militares que conocían en aquel entonces - o siguen conociendo - a los delegados del proletariado. Al mismo tiempo, aquellos fundamentos fueron los que echaron los cimientos para definir la naturaleza de toda nuestra obra en la construcción del Ejército Rojo. Este no es un ejército de "todo el pueblo" oo de "una nación entera", ni un ejército "democrático" (entre comas invertidas), ni un ejército de la Asamblea Constituyente, sino el ejercito del proletariado quienes están combatiendo para reconstruir la vida social en su conjunto consecuentemente, introducimos el criterio de clase dentro del ejército. Excluimos del ejército - con protestas en contra las cuales muchos de ustedes recordaran - los elementos explotadores, parásitos, burgueses y kulaks.

El Ejército debe reflejar el régimen que estamos construyendo en todas las esferas de la vida social y política. Este régimen es caracterizado por la dominación política del proletariado, dependiendo de la amplitud de las masas de campesinos pobres y los campesinos trabajadores. El papel dominante del proletariado en el ejército fue consolidado en la forma de la institución de los comisarios, quienes fueron objeto personal de entre los representantes más probados, confiables y sacrificados propiamente del proletariado.

En la esfera de la organización material del ejército, domino fantástico el guerrillerismo para nosotros ganar la guerra económica atraso hacia una de las bases distintivas: en primer lugar, revivió la industria de la guerra a la medida necesaria, obteniendo la materia prima de todas las propiedades requeridas por el propósito de la guerra, y estableciendo un procedimiento apropiado para distribuir esta propiedad y supervisando la manera en que fue derrochada. Estas fueron las provisiones que sentaron el 5° Congreso de los Soviets. Sirvieron como instrucciones que guiaron todos nuestros trabajos en la construcción del ejército. Tras el 5° Congreso de los Soviet quisimos más que nunca resultar más grande construyendo nuestras fuerzas armadas en una de bases regulares.

Primero que todo, obtuvimos como las bases para nuestro ejército un movilización completa del pueblo trabajador. No fuimos garante de esto de inmediato. Somos capaces de llevar a cabo una movilización, así como no dejamos la cuestión de la defensa militar de los países a la espontaneidad arbitraria del voluntariado, hemos de tener un aparato adecuado para llevar a cabo una movilización, en la forma de las instituciones militares locales. En la primera fase, un Consejo Militar Supremo [Véase nota al respecto en el Volumen I, ¿Cómo se armó la revolución?, escrito militares de L.T.] fue formado, como el Comisariato del Pueblo para Asuntos Militares; su significancia en la historia de nuestro trabajo militar fue llevado a cabo de lado a lado, con vigor y consistencia, la organización de los distrito militares y de los Comisariatos militares en las provincia, Uyezd, y aun al nivel Volost [Volost: significa comarca, NdT para el MIA.org]. Solo después de este aparato que hubo de crearse fuimos capaces de proceder a tomar un censo de la población y actualmente hicimos una delineación en nuestras unidades. El trabajo que fue realizado en esta esfera fue ejecutado en circunstancias estas de la presión constante y colosal de la guerra. A diferencia de los otros países, que han disfrutado después de sus guerras un largo periodo de la asi llamada paz armada, durante la cual se equipó y construyo sus ejércitos. Y hemos construido nuestro ejército de obreros y campesinos - el primero en el mundo- en circunstancias estas de la presión directa de las demandas de la guerra, con el cuchillo de los bandidos del imperialismo mundial en nuestras gargantas. Creamos un aparato, y, le damos uso a este aparato, construimos un ejército y, en la marcha del trabajo desempeñado por este ejército, lo corregimos y probamos al aparato.

Nuestro país ha sido dividido actualmente, por el propósito de la administración militar, en ocho distritos militares. Estos distritos incluyen 46 comisariatos provinciales y 344 Uyezd. Su número se está incrementando más aun rápidamente. Las solicitudes están llegando desde el frente sureño por experimentados comisarios militares para las provincias ucranianas: los candidatos son necesarios, primero y principalmente, para Jarkov, Poltava y Kiev. [Aunque el ejército rojo en la guerra civil por ultimo totalizo cinco millones, y nunca hubo más que un millón y medio de rifles, y el máximo de numero de combatientes y nunca excedió de 600,000, con 700 revólveres y 2,800 ametralladoras, (Sir Jonh Maynard, el Campesino Ruso y otros estudios, 1942, p.116) ]

LAS PRIMERAS MOVILIZACIONES

La primera movilización fue una prueba muy seria de nuestro aparato y, en cierto sentido, de nuestro sistema soviético entero. No lo hicimos ligeramente tomar nuestra decisión llevando a cabo la primera movilización en Moscú, que en el último verano del año pasado, abarco 10,000 obreros. Pero el nuevo, régimen soviético creo un aparato que podría ser capaz de registrar, considerando y encontrando al hombre responsable para el servicio militar, y podría poseer autoridad suficiente en los ojos de aquellos convocados, estos movilizados, para ellos en la actualidad en sí mismos y uniéndose a sus unidades, no fue una tarea fácil, camaradas. La primera movilización, de los obreros urbanos de Moscú, la sección más altamente educada, en el sentido político, fue, por supuesto, lo leve de todo. Quiero sacar con buen resultado, y fuimos capaces gradualmente de aplicar la experiencia de este modo ganando a una escala a lo ancho del territorio. En el curso de nuestro último informe -el periodo- desde nuestro último, 6° Congreso de Soviets bajo el presente congreso, hemos movilizado a muchísimos hombres. No tenemos derecho, por supuesto, de dar figuras aquí, pero no es un secreto para cualquiera de nosotros que hemos movilizados diez millares en un simple mes, y algunos de aquellos diez millares han reunido a cientos de miles, y aquellos cientos de miles han llegado a ser millones durante los dos años de nuestra guerra civil. [Para Diciembre de 1919 la iniciativa en el sur, el más importante frente estaba completamente en las manos del Ejército Rojo. Para a mediados de Diciembre habíamos cortado las vías férreas que enlazaban a la ciudad de Kiev y Járkov, en la última ciudad, la cercaron en las sitios amenazados, han caído en nuestras manos. El 16 de Diciembre la ciudad de Kiev cayó por el asalto de las unidades del 12° Ejército, continuo el 30 de diciembre en Yekaterinoslav. Las unidades amontonadas de Denikin fueron rápidamente retiradas, algunas de Crimea, las otras a Caucasia en relación a esto el frente sureño contribuyendo a un pedido para enviar experimentados comisarios militares para las provincias ucranianas.] Estas figuras tienen una doble significancia. Millones de obreros y campesinos que han sido desgarrados de sus vidas laboriosas e instalados en las condiciones anormales, duras de un ejército de combate. Al mismo tiempo, sin embargo, el de que las jóvenes autoridades de las clases revolucionarias se hayan probado capaz de poner a millones de ciudadanos de los países bajo armas prueba que esta autoridad es rígida y fuerte en el apoyo de las masas trabajadoras. Nuestro ejército está compuesto de obreros y campesinos. Los obreros cuentan con el 15 hasta un 18 por ciento. Pero en nuestro ejército de obreros y campesinos son los trabajadores quienes tienen la posición de liderazgo, como lo hacen en cada parte del territorio soviético en todas las esferas de la vida y el trabajo. Esta les es dada por su gran consciencia, sus grandes unidades, sus altos grado de temperamento revolucionario.

LOS EJERCITOS DE NUESTROS ENEMIGOS

Como saben, camaradas, nuestros oponentes, Denikin y Kolchak, quienes son nuestro principal enemigo, comenzaron con unidades de guerrillas. Por supuesto, que ellos, procedieron de otro aspecto. Mientras estábamos enviando a las unidades de las Guardias Rojas de Petrogrado y los obreros de Moscú a todos los otros países extendiendo la esfera de la revolución proletaria, Denikin y Kolchak estaban formando los batallones de choques compuesto de oficiales, estudiantes y oficiales cadetes. Continuando con nuestro ejemplo, ellos lo que quieren mas entonces es movilizar a la masa del campesinado (y aun, extenderse algo a los obreros). Les había parecido en la primer movilización no podría ser posible, tras la división del viejo ejercito zarista y la disolución de los viejos lazos psicólogos, el vicio de ese elemento de disciplina que fue por todos conocidos. Cuando percibieron que nosotros -un partido, que miraron, como se levantaba fuera de alguna clase de profundo desorden anárquico- nos habíamos probado capaz de movilizar a cientos de miles, millones de hombres, aquellos, también, resolvieron intentar semejante movilización - para sus propios fines, por supuesto. Ellos llevaron a cabo un experimento extensivo en el oriente, y en el comienzo esto produjo que tuvieran resultados satisfactorio casi aparente para ello.

Esto fue en primer lugar puesto a prueba por parte de Kolchak, quienes viven con grandes victorias con sus ejércitos reclutando hombres. El juicio subsecuente para dar fuego y espada resulto muy diferente para nuestro ejército y para Kolchak. Mientras que las fuerzas de Dutov, Kolchak y Denikin consistían en unidades de guerrilla compuesta de oficiales altamente entrenados y elementos de oficiales - cadetes, desarrollaron un poder impresionante casi relativo de sus miembros, porque, reitero, estos fueron elementos que poseían una gran experiencia, un gran nivel de destreza militar. Cuando las duras masas de nuestros regimientos, brigadas, divisiones y ejércitos, formadas completamente por el alistamiento, les obligo a emprender el alistamiento del campesinado, para ser capaces de contraponer a las masas ante las masas, las leyes de las luchas de clases entraron a jugar. Y la movilización llego en su caso a ser un factor de desorganización, activando el colapso interno de las fuerzas militares. Todo esto fue necesario para revelar esto, trayendo luz y mas luz en la practica, fue para ir a golpear desde nuestro lugar.

Y, sin embargo, nos puede ser agradable reconocer la dureza militar directa del ejército rojo, y lo que es más importante para nosotros aun es comprender las bases sociales, de clase de nuestras victorias. Tenemos un ejército regular y tienen un ejército regular contrarrevolucionario: tenemos un alistamiento en masa y tienen un alistamiento en masa contra el régimen soviético, pero en nuestro caso consiste mayormente de campesinos, y lo mismo es cierto en su caso. En nuestra parte, el liderazgo está en manos del proletariado, y, entre ellos, el del mas consciente, el revolucionario, el de los comunistas: por su parte, a los contrarrevolucionarios los lideran los oficiales, estudiantes, los representantes conscientes de los intereses burgueses. En nuestra parte el progreso de la lucha ha acarreado la unidad y el temple, pero en el lado contrarrevolucionario ha llevado deserción en sus filas y colapso. Esa es donde está la base de todas las mentiras.

EL PARTIDO COMUNISTA Y EL EJERCITO ROJO

Digo que el ejército - ahí está la idea fundamental en el informe que les estoy haciendo - es una copia, impresa, un reflejo de nuestra estructura social en su conjunto. Se basa en el régimen político del proletariado, contando con el campesinado. El papel principal en el proletariado es desempeñado por parte del Partido Comunista, encabezando el partido del Soviet. Y es por eso que, sin embargo estoy haciendo este informe en mi capacidad como Comisario de Guerra y no como un representante del Partido Comunista (ruso), no puedo eludir al hablar del papel desempeñado de los comunistas en las filas de nuestro ejército. Los puestos responsables del comisario es empuñado, en la mayoría abrumadora de los casos, por un miembro el Partido Comunista (r). en cada regimiento, en cada batallón, en cada compañía encontraran una célula comunista. Nuestras regulaciones, nuestros estatutos proclamados, en esta relación, que los comunistas en el ejército, no tienen derechos, solo deberes. Podría, por supuesto ser extremadamente optimista afirmar que cada comunista en el ejército hace de su deber irreprochable. No estamos tratando aquí con un grupo selecto, pequeño, sino con un muy, muy grande número de miembros del Partido Comunista. No voy a dar un número preciso, pero puedo decir que la tendencia dentro seis cifras, eso es no menos que 100000 hombres que lo abarcan. De hecho actualmente, las cifras son muy superiores, y - permítanme hacer referencia a la confirmación de nuestros especialistas militares, al personal de comandante, un cuerpo que se expande considerablemente compuesto de hombre a partidarios - considero que estoy justificado en decir aquí, una vez más, que sin impregnar, sin valor ejemplar y de sacrificio propio del mejor representante del proletariado, el ejército rojo puede caer en pedazos. Más de una vez los comandantes del frente y de los ejércitos, y los comandantes en jefes mismos, cuando algún sector de un frente estaba en un estado insatisfactorio, fueron aplicados al Consejo de Guerra Revolucionario, tanto en los canales apropiados directos o a través de él, para que un número apropiado de comunistas sean enviados allí. Por supuesto, camaradas, apreciamos muy harto el hecho de que los otros partidos, también, quienes se consideran que están en oposición, y que han sido de este modo en los tiempos recientes. Son bienvenidos como hermanos. Pero debo inmediatamente, mientras no deseamos en lo mínimo proporcionar una parte del terreno para las polémicas, menciono aquí un hecho que es, en mi opinión, de significado total e instructivo. Cuando lleve a cabo una inspección en la ciudad de Járkov se me había presentado el comandante del personal de un regimiento, sobre una región de quienes estaban los mencheviques. Estaba interesado en que sucedería con ello casi subsecuente. Ellos se mostraron combatientes excelentes y dedicados quienes se probaron ser igual con las situaciones difíciles en que el Ejército ucraniano fue más tarde puesto. Pero debo añadir esto, que cuando algún tirón sucedió en el regimiento, cuando algún descontento, algún gruñido se levantó - y en Ucrania tales ocurrencias fácilmente se acaudillaron hasta en serias complicaciones - aquellos comandantes mencheviques podrían ir los comisarios de un regimiento y preguntar a un agitador comunista, con la literatura comunista, se les envié a ellos tan rápido como sea posible. Ellos fueron buenos soldados y quieren la victoria, y saben que no pueden ayudar a sus regimientos si las declaraciones de Martov estaban por ser distribuidos en esto. [Martov hace un gran discurso político en el 7° Congreso de los Soviet, y lee la declaración en beneficio del Comité Central de los Mencheviques en que el Gobierno Soviético fue responsabilizado por el no cumplimiento de la constitución y aun muchos otros "crimines serios"]

Camaradas, en esta lucha difícil, sobre la que los poetas escribirán algún día grandes ideas, hemos de sufrir grandes pérdidas, de soldados, comandantes y comisarios… ¡pero hemos perdido un sin número de comunistas! Para un comunista no hay, y no hay, alguna cuestión de ser tomado prisionero: cuando un comunista es capturado su destino esta sellado. Esto fue, cierto, un caso cuando uno de los destacados obreros en el distritos de Moscú, Baryshnikov, un espléndido camarada combatiente, no pudo manejarlo se intentó suicidó cuando cayó en manos de la caballería de Mamotov. Baryshnikov fue ahorcado. Aquellos quienes se separaron de su guarnición usual, al gran detrimento del trabajo local, y se enviaron allí no con las filas de los soldados conscriptos sino como líderes espirituales, como hombres que van al combate a enseñar a otros a combatir, a combatir y morir, aquellos hombres ya saben todos de que no hay posibilidad de ser tomado prisionero. Como muchos guerreros, comandantes y comisarios valiosos han puesto su último tiempo completamente de su propia existencia cuando nada fue dejado por ellos sino la captura indecorosa! Durante los dos años he estado en los frentes, y he observado una nueva psicología que se está adquiriendo con un buen temperamento! Escuchamos una vez con interés de la casta japonesa de Samurái, quienes nunca vacilan en morir por el bien de los intereses colectivos, nacionales, los intereses de la comunidad en su conjunto. Debo decir que en nuestros comisarios, nuestros líderes combatientes comunistas, han ganado un nuevo régimen comunista de Samurái, quienes - sin el beneficio de las castas privilegiadas - son capaces de morir y de enseñar a otros a morir, por la causa del proletariado.

EL TRABAJO POLITICO EN EL EJERCITO ROJO

La unión en conjunto de los comisarios, los obreros avanzados, miembros de las células comunistas, y las masas restantes de los miembros de las unidades militares está afectando en primer lugar al trabajo político entero tales como el ejército nunca antes había experimentado en la misma escala. Este trabajo político se ha desarrollado muy extensivamente en los años recientes, gracias al gran influjo del personal, las publicaciones, y recursos. Es harto mencionar que en enero de corriente año (1919. NdT) no hemos hecho una simple escuela de literatura en el ejército, mientras que ahora tenemos 3,800 de tales escuelas. Antes del 1 de enero teníamos 32 clubes pero ahora tenemos 1315. Antes del 1 de enero no había una simple unidad móvil de biblioteca, ahora tenemos 2392. Estamos gastando cientos de millones de rublo en un año - en los términos, reconocidamente, de nuestra moneda depreciada actualmente - sobre el trabajo cultural y educativo en el ejército. Este trabajo se reenviara a los pueblos y las fabricas personas quienes quedaran dos o tres cabezas en alto que cuando dejaron aquellos pueblos y fabricas uniéndose al ejército.

EL PERSONAL DE MANDO

El problema del personal de mando se nos presenta con dificultad inmensa. Esto constituye un gran problema para el poder del estado en todas las épocas críticas, en todos los periodos revolucionarios cruciales, esto fue todavía duro para nosotros, con nuestro sistema estatal que es absolutamente nuevo en el contenido y en el tipo de clase. Recordamos, que el 22 de abril del año pasado, cuando estaba dando el informe al Comité Ejecutivo Central defendiendo el rumbo para la formación del Ejército Rojo, un informe en que insisto sobre la necesidad de enlistar a los especialistas militares en el ejército y en la necesidad de establecer la institución de comisarios - podría preguntar a los representantes de la oposición acordarse de este hecho, no por motivo de las polémicas sino que seamos capaces de aprender algo mutuamente si deseamos realmente trabajar sobre las bases del régimen soviético - podríamos preguntarles recordando que decíamos en esa ocasión. Recuerdo muy bien, sin tener que investigar los minutos anteriores. Estuvimos diciendo que no estábamos yendo a crear un ejército, que fue un proyecto absurdo, que estábamos yendo a señalar a los comisarios igual que un empalme de arcángel, en un u otro sitio de cada comandante contrarrevolucionario. Más de un año y medio ha pasado después de ese periodo. Conocen como ha sido difícil este periodo, tanto en cuanto a las cuestiones militares en general y, en particular, en cuanto a la construcción interna del ejército. No han sido pocos los traidores, ni unos pocos casos ex oficiales cruzándose al otro lado del campo enemigo.

Vamos a tomar la historia del ejército más brillante del mundo que se haya conocido, el ejército de la Gran Revolución Francesa. Esta fue formada de modo de un "arnalgain" en que decían en aquellos días, de los viejos batallones reales de la línea con los nuevos batallones de voluntarios. De los 15000 oficiales del Ejército Real, en el polo opuesto la mitad deserto al campo de la contrarrevolución y al del enemigo extranjero, mientras que la otra mitad se mantuvo al servicio de la Francia revolucionaria paralelamente con los nuevos comandantes. Tomemos la guerra civil en los EEUU en los 1860s ahí la misma división en el personal de mando tomo lugar, en una nueva forma. Las altas jerarquías militares fueron resquebrajadas, la mayoría fue al sur, al de los esclavistas, y asegurando la superioridad de los sureños durante los primeros meses y años de la guerra, hasta el ejército revolucionario del norte se había creado por sí mismo los cuadros necesarios de comandantes, y, a través de ellos, del ejército. Tuvieron su flujo y reflujo en este proceso en nuestro caso, también: una selección compleja, tanto en lo natural y en lo artificial, tomando lugar, en que muchos factores jugaron un papel, pero, el primero y principal, es el actual curso de las operaciones militares, nuestras fallas y logros, nuestra situación internacional. La colaboración entre nuestros comisarios y los comandantes ha tenido una muy grande influencia en los eventos. Me permitirán enfatizar aquí una vez más que una tremenda impresión fue hecha en muchos ex - generales, coroneles, por el hecho de que la dura mano de los obreros de Moscú y Petrogrado han demostrado que poseen diez veces tanto en la comprensión de las cuestiones de la política y el desarrollo mundial como el culto especialista militar mismo!

Los ex oficiales han comprendido gradualmente el trato de los colaboradores del comisario con respecto a esto. Ellos han visto, día tras día, como los comisarios, los representantes del régimen partidario, delegados del centro ejecutando tareas responsables, dedicándose con todo el corazón a su trabajo, sin preguntar por algún privilegio, y están en la vanguardia dondequiera que los grandes peligros amenacen. Esta influencia moral no podría tener vicios al captar la mejor sección de los comandantes a la clase que posee miles y diez miles de tales obreros sirviendo a sus necesidades.

Consecuentemente, nuestro ejército no ha solo vertido mecánicamente en si diez mil de ex oficiales regulares -- y en realidad una cuestión de diez miles-en absoluto, nuestro ejército ha absorbido orgánicamente muchos miles de ellos, psicológicamente les integro, redistribuyéndolos y subjetivándolos al nuevo espíritu que reina en nuestro ejército -- no desde el miedo sino desde la consciencia.

LOS CURSOS DE MANDO

Junto con esto, camaradas, establecimos, sobre las bases de su resolución, un número muy sustancial de cursos para el personal de mando para la mayoría de los militantes obreros y los campesinos conscientes, sacándolos tanto del viejo ejército y desde nuestro Ejército Rojo. No mencionare ninguna cifra, por cuestiones totalmente comprensibles, pero simplemente dirán que hay en cuanto a eso decenas de diversos cursos. El número de cursos se ha duplicado en el año abarcado por este informe, y el número de estudiantes que concurren se ha triplicado, de modo que el ejército está siendo abastecido con creces a un largo crecimiento, hasta donde las posiciones mínimas de mando se relacionan, con hombres que han llegado directamente desde las fábricas y de los pueblos. Los que pasaron brevemente por los cursos de mando: entonces, después del periodo de prueba militar necesario, sirven en las mejores unidades de combate, los más sagaces de ellos colocándose enteramente en las escuelas militares medio y llegando a ser del personal de cadetes militares, los comandantes de los regimientos y brigadas, y casi al final, los mejores preparados de ellos concurrirán a nuestra Academia del Personal de Generales Rojos y a nuestra Academia de Ingenieros y Artilleros.

LOS MANDOS PROLETARIOS

Finalmente, camaradas, tenemos un cierto número de comandantes responsables de quienes no han estado enteramente tanto en las viejas escuelas o en nuestros nuevos cursos y academias. Hay muchos casos de comunistas quienes hemos enviado al frente para permitir familiarizarse con las cuestiones militares y han traído consciencia política a los soldados del ejército Rojo. Gracias a sus cualidades políticas, han tenido que pasar rápidamente por completo la aprobación necesaria para garantizar al extremo las tareas responsables de mando. El camarada Frunze, el representante del frente de Turquestán, ha hablado aquí. A menos de que este yerrado, su única experiencia militar previa consistió en dispararle a un gendarme quien había disparado a algunos obreros. [Frunze había sido Convicto en 1910 por un intento de homicidio a un policía. Él fue preso hasta 1914, y exiliado a Siberia. El obtuvo la postergación del alistamiento totalmente siendo un estudiante, y nunca sirvió de esta manera al ejército zarista.] Soy incapaz de informarles estimulándolos o no el golpeo al policía. Él fue enviado al frente después haber trabajado en un comisariato de un distrito militar. En la actualidad comando a los ejércitos de un frente y, en la opinión de un Alto Comandante, lo hizo con éxito. El 8° Ejercito, uno de los mejores, es comandado por el Camarada Sokolnikov, a quienes lo conocimos, en su periodo como un miembro del Comité Central del Partido, como un excelente periodista y orador, sino que es un ciudadano soviético impoluto. Ahora comando un ejército y, de nuevo en la opinión de un Alto Mando, lo comando bien. Entre nuestros mejores brillantes comandantes esta una ex insignia joven, o tal vez el segundo Lituano, el camarada Tukhachevsky, quien ha conducido a un número de operaciones brillantes y de decisivas acciones en contra de Kolchak. En el nivel divisional encontramos aún más heterogeneidad. Allí descubrimos numerosos ex oficiales especializados que están ahora, usando la vieja tecnología, las divisiones comandadas por generales. Algunos de nuestros pequeños ejércitos han sido comandados por un ex estudiante no combatiente de especialistas militares de quien previa a la ocupación fue harto pacifista, él fue un peluquero. En esta esfera, camaradas, no hemos fijado modelo, ni "principio" de ninguna especie, buscamos los comandantes buenos, leales dondequiera que podamos encontrarlos, si en algún lugar las divisiones se apoyaron contiguo a los sectores que está comandando por ex generales, un metalúrgico y algún ex especialista militar, y si completaron todo con uno del otro en mostrar vigor y destreza, eso no hace daño a la revolución obrera y campesina. Las traiciones han ocurrido, es seguro, en tiempos recientes. Más casi reciente hubo un mayor acto de traición en Petrogrado, donde la conspiración fue encabezada por el coronel del personal general, un Lundkvista. [La conspiración que fue encabezada por parte de Lundkvista, el jefe del personal del 7° Ejército, fue relacionada con las operaciones de Yudenich contra Petrogrado. La tarea básica que los conspiradores se juntaron fue para la rendición de Petrogrado a la Guardia Blanca. Rodzyanko [la referencia es para A. P. Rodzyanko, que no se confunda con su hermano P. P (autor de Las Banderas Harapientas), quienes sirven con Kolchak] la ofensiva de Mayo de 1919 llego tan pronto, y los conspiradores, desprevenidos, no fueron capaces de organizar una revuelta al interior de la capital roja. A mediados de junio de 1919 la importancia estratégica de la fortaleza Krasnaya Gorka fue capturada por pequeñas fuerzas de los rebeldes de las Guardias Blancas; en pocos días tras un combate insignificante, esta fortificación fue recapturada por un destacamento de marineros rojos. Las masas llevaron a cabo en dar a conocer en Petrogrado una extensa cantidad de armas, y a través del trabajo enérgico de los órganos de la Cheka un complot fue expuesto, del que uno de los lideres fue el Jefe del Personal del 7° del Ejército Soviético el Coronel Lundkvist. Él ha provisto de cuarteles generales a las Guardias Blancas con información detallada con respecto a la distribución de las unidades rojas y a todas nuestras ordenes operacionales. La exposición de este complot previno serias complicaciones para Petrogrado.] Pero, camaradas, además los traicioneros y los traidores, aparte los agentes del imperialismo extranjero, los Lundkvistas, los regulares oficiales sirviendo en el ejército Rojo han producido sus héroes y mártires, en las personas del General Stankevich, el General Nikolayev y otros de quienes los nombres no se han descripto tanto en nuestras memorias o en el periódico. El General Estabke Nikolayev, quien fue ahorcado por Balankhovich, fue solemnemente enterrado en Petrogrado. Enterramos al general Stankevich no hace mucho tiempo atras aquí, bajo la murallas del Kremlin, en la Plaza Roja. Él fue un hombre de 62 años de edad. Fue el 2° comandante del 13 Ejército y fue tomado prisionero durante la retirada. El enemigo lo invito a ir de su lado pero se rehusó. Con un hierro rojo se han quemado en sus pechos esa estrella roja que nos pertenece en que muchos camaradas han visto aquí en Moscú. El viejo general puso la nariz alrededor de su cuello, el empujón al lado del verdugo, y murió dignamente por la causa de la revolución de los obreros y campesinos.

Los casos de traición casi inevitable levantan, por supuesto, suspicacia y supervisión atenta, que a veces tenía un efecto doloroso en aquellos camaradas y colegas que en nuestro trabajo militar había llegado a nosotros como un ex oficial de las esferas del viejo ejercito zarista. Muchos de nosotros hemos tenido un número de ocasiones observando el tipo difícil de situación. Pero pienso que un periodo ha iniciado ahora en que nosotros cada vez mas dejaremos el problema detrás nuestro. El ejército rojo y el régimen soviético ha mostrado su rigidez, y que la sección de los comandantes quienes vacilaban y titubeaban, pareciendo mirar donde las mentiras del poder, a fin de a ser resguardar bajo esto, ganándose lo miserable y lo mezquino. Los procesos que están tomando lugar entre los altos comandantes del ejército rojo, los procesos del desarrollo no del a-partidismo sino de una ideología soviética, debemos ahora encontrar una manifestación abierta. Allí se debe ahora formar tales opiniones, tales atmosfera soviética entre los ex oficiales regular como se podría aniquilar todos aquellos impostores Tushino y los migrantes. (Véase nota al respecto en el Vol.I), así como el oficial regular puede lograr, una proeza de espíritu y sangre, para cualquiera que aprecia un motivo ulterior, cualquiera que alberga un resentimiento, cualquiera que mire esperanzadamente, hacia el frente sureño, ningún lugar puede permanecer, moral y psicológico, entre los ex oficiales regulares de quienes están ahora honorablemente sirviendo a la Republica de obreros y campesinos y defendiendo su independencia y su futuro, en todos nuestros frentes.

NUEVAS PERSPECTIVAS

En cualquier circunstancia, camaradas, en esta esfera como en muchas otras, tenemos que dejar las grandes dificultades de tras nuestro, y, como resultado, nuevas perspectivas y posibilidades se abren para nosotros. La transformación de la perspectiva de los viejos oficiales regulares, la creación de una masa de cuadros de mando de entre los obreros y campesinos, la apariencia de destacados comandantes igual a Budyonny, un ex oficial profesional del viejo ejercito de quienes los comandantes ahora con éxito formo una muy extensa caballería, esta creación de un unificado cuerpo de comandantes rojos hicieron lo posible para nosotros gradualmente examinar al comando personal. Porque, por supuesto, la combinación de un comandante con uno o dos comisarios, quienes desde la representación de la oposición se burlaban, no es una combinación ideal y permanente en la labor del ejército. Por el contrario, en el trabajo del ejército requiere que los comandantes unidos en su propia autoridad de persona militar, política y moral. Lo que más ganamos es un cuerpo de mando confiable, equilibrado, consciente y devoto, la mayor lo fundamental que se establece introduciendo por completo el mando personal, mientras se mantiene, por supuesto, en toda su importancia, el aparato del trabajo político. Esta es una de las tareas en la esfera de la organización militar que debemos apear de lleno en el próximo futuro.

LOS SERVICIOS DE APROVISIONAMIENTO DEL EJERCITO ROJO

Los problemas de aprovisionamiento se nos presentan con grandes dificultades. Nuestro aparato soviético fue sometido a una prueba muy severa en esta esfera, y se mantuvo en pie en ello. Hubo un periodo donde nuestras fábricas no estaban produciendo ni un simple cartucho, rifle, ametralladora ni armas, un periodo cuando nuestro aparato viejo aparato se descompuso y no nos habíamos aplicado a si mismo casi en serio la creación de uno nuevo. Cuando revivimos nuestra industria de guerra, su producción dio un resultado modesto en extremo en los primeros meses. Y diría, mientras no seamos capaces de alegar cifras absolutas, que la producción del último mes dio los resultados que eran diez o quince veces tan grande que en ese primer mes, cuando por primera vez lo obtuvimos trabajando. Y aquí podemos decir que lo que mencionamos con respecto a la movilización: este hecho tiene dos aspectos. Esto significa que estamos forzando a nuestro país exhausto a trabajar para los objetivos de la guerra. Pero que hemos sido forzados a combatir. Después de haber sido forzado a combatir, debemos estar armados, y queremos estar bien armados. Tenemos que lograr lo resultados necesarios. Nuestro aparato ya se ha probado capaz de restaurar la industria de la guerra. En lo que esto atañe nosotros ahora quedamos con ambos pies más firmes en la tierra. El peligro que podemos sucumbir es la carencia de cartuchos, rifles, ametralladoras, armas, el peligro que nos amenaza desde hace ocho o diez meses atrás, no existió hace mucho, ya se ha esfumado, no hay más. Este mismo hecho, dicho sea de paso, atestiguo que un aparato que se ha probado capaz de colocar a la industria de la guerra sobre sus pies en unos pocos meses será capaz de revivir la industria en general donde hemos de hacer accesible a esta industria los recursos del carbón en el Donbas y del petróleo en Caucasia, como hemos de hacer desde ya hacer accesible a los recursos del algodón de Turquestán. Asi, en este caso, la prueba en que nuestro aparato militar ya paso es una prueba para nuestro régimen en general.

Los servicios de aprovisionamiento militar han sido concentrados ahora, en todas sus etapas, producción, distribución, costos. En los meses severa que han pasado, el Camarada Rykov fue puesto en el cargo del aprovisionamiento absoluto del ejército, y se le dio amplios poderes. Esta circunstancia, -- la concentración de una cuestión de suma importancia en las manos de un hombre, con prácticas de cooperación desde los sindicatos y en otras organizaciones del trabajo - ha producido, como he dicho desde ya, grandes resultados en términos de la producción. En la cuestión que se indica actualmente el equipo disponible que tenemos también lo logramos con grandes triunfos: conocemos casi con exactitud que poseemos y que hemos perdido, sabemos cuántos pares de botas y el número de abrigos que tendremos para los próximos meses. Y debemos confesar que cuando iniciamos nuestro trabajo este no fue simple para nosotros consideramos completamente que poseemos, necesitamos de un inventario de ello, aprendemos a mover de cerca de acuerdo a los requerimiento y a las operaciones de nuestras fuerzas. Nuestras fuerzas están ahora, básicamente, todas con botas. Vestidas y alimentadas, por lo menos en los frentes que están mas cercanos a nosotros. Entre nuestros órganos de aprovisionamiento y el Consejo Económico Supremo, por un lado, y el Comisariato del Pueblo para el Alimento y el Transporte, por el otro las relaciones de cooperación propiamente que san establecido que cada vez mas permitirá trabajar procediendo sin interrupciones.

El aprovisionamiento militar se lleva a cabo, sin embargo, en circunstancias estas de dificultades, porque nuestro país escasea de recursos en su conjunto: los obreros y campesinos están sin calzados, ropa interior ni abrigos. La merma sucede, aquí y allí, de lado a lado se intentó aprovisionar para que el ejército pase en las manos de la población civil, más frecuentemente, a través de la agencia de soldados mismos. Esto puede ser explicado, por supuesto, sino no puede ser tolerado, para que tengamos, primero y principal, vestimenta para el Ejército Rojo. No hable aun sobre la manera en que el equipamiento que se tome de parte del ejército se convertirá del todo con demasiada frecuencia en material que se vende y compra, el objeto de la especulación criminal en varios comercios y al menudeo. Hasta ahora, no hemos logrado los resultados necesarios donde esta cuestión concierne. Ahora tenemos que aplicárnoslo a la lucha contra el maltrato del equipamiento del ejército. Dirijo su atención a este problema prosaico, porque esto es de gran importancia para nosotros: no queremos, si seguir sobre esta proporción, logrando conservar en nuestro ejercito ropa y zapato. Seguiremos dos líneas en nuestra lucha contra el despilfarro descomedido y el peculado penal. Lo primero es asegurar con más precisión la contabilidad no solo de lo explicado mas arriba sino también de lo mas abajo, en las unidades del ejercito mismo, mas conducta fiel de los asuntos financieros del regimiento y de la compañía, precisión individual de los registros públicos del equipo, introduciendo un servicio de biblioteca para los soldados, en que todo se publique para ellos sea precisamente registrado. Otra línea es el carácter documental. Necesitamos movilizar a la opinión publica de los obreros avanzados y de los campesinos conscientes, comenzando con los comités ejecutivos de Volost y los comités de fábrica, contra el mal uso del equipo del ejército, así podemos hacer limpieza a cada uno de esto, en la actualidad, el abrigo y las botas son elementos imprescindibles entre los recursos que necesitamos venciendo a nuestros enemigos. Solo si esto se hace puede nuestro Departamento Central para la Adquisición del Ejercito, que ahora estamos trabajando incomparablemente mejor que hace unos pocos meses atrás, administrando para proveer abrigo y calzado ininterrumpidamente al Ejército Rojo.

Recapitulando lo que tengo que decir sobre esta construcción del Ejército Rojo, podría decir que no tenemos cimientos para cambiar nuestros métodos, la línea de nuestro trabajo en la esfera de construir el ejército rojo. Que necesitamos para que se desarrolle, profundidad y mejorar estos métodos.

LA EDUCACION DEL PERSONAL DE MANDO

En la cuestión de la educación de nuestro personal de mando nos enfrentamos con las tareas del incremento del número de estudiantes concurriendo a los cursos y educándose la instrucción que es dando una clausura a estos cursos para las nuevas condiciones y formas de nuestra guerra. Todavía hay, en nuestras enseñanzas en esta esfera, también muy rutinario eso es, fuera de boga, teorizaciones someras. Sin embargo los obreros y los campesinos quienes forman los cuerpos de estudiantes requieren una mayor práctica, hasta la medula del sistema de instrucción. En este sentido las quejas que llegan desde los frentes hemos encontrados ecos en el centro. Los cambios están siendo hechos y serán llevados a cabo por entero hasta el fin.

EL CUIDADO PARA LAS FAMILIAS DE LOS SOLDADOS DEL EJERCITO ROJO

Camaradas, debemos mejorar nuestro cuidado para las familias de los soldados del Ejército Rojo en las localidades. Esta es una cuestión de gran importancia, que encontramos un reflejo en la moral de los soldados. En el presídium fui recordado sobre esto por parte de unos de los delegados. Este es un problema serio en extremo. Y en las instituciones del soviet local que no están haciendo todo podrían hacer algo por donde esto respecta.

Más cuidado y atención debemos dedicar a los soldados enfermos y heridos del Ejército Rojo. En este empalme factico hemos de llegar a clarificar que es lo inadmisible y vergonzoso en absoluto para el país obrero y campesino. Resulta para nosotros también a menudo, en parte porque de nuestra necesidad en general y particularmente porque de la rudeza del sentir para cualquier clase de infortunio, que un soldado quien ha sido herido y apartado del frente desaparece completamente del campo de batalla, y el personal de los médicos y de enfermeras esta tan lejos por la atención siempre en su tratamiento de los soldados. Digo francamente que la burguesía ha manipulado ha acercado a sus heridos - quienes son en su mayoría, por supuesto, oficiales- con harta abundante atención de lo que proveemos para nuestros soldados heridos y enfermos del Ejército Rojo. Les solicito, cuando regresen a las localidades, coloquen esta cuestión abrasadora en el orden del día para la discusión para las instituciones del soviet local. Debemos movilizar la iniciativa soviética, publica de los obreros y campesinos, tanto hombres y mujeres, llegaremos a la ayuda de la cobertura médica oficialmente del ejército. La experiencia de Petrogrado y Moscú muestra que los resultados substanciales se pueden lograr con relación a esto.

EL TRANSPORTE DEL EJÉRCITO

Con respecto al transporte, mencione que tenemos que establecer las relaciones organizacionales apropiadas con el Departamento del Transporte. El Comisariato del Pueblo para el Transporte y sus delegados, aparte de decidir el Consejo de los Comisarios del Pueblo, haber estado traídos en el Consejo de Guerra Revolucionario de la Republica. Sin embargo, la cooperación en la cabeza de todo no es suficiente. Nuestras vías férreas tienen, en las condiciones estas de la guerra civil, dedicada a dilatar sus fuerzas y de sus recursos al trabajo del transporte militar. Esta estrecha cooperación, que ha sido hecho a nuestra decisión de una resolución del Consejo de Comisarios del Pueblo, debe ser puesto a efecto en las localidades además, especialmente en cada parte de la extensa zona del frente y de las zonas adyacentes. Muchos representantes del ejército y de los frentes que están presentes aquí, y se me permite dirigirme su atención a la cuestión de primer orden de importancia.

Todo ahora depende del transporte. Digo francamente que hay más de una división en el frente oriental que no podemos en este momento, después de la derrota de Kolchak, se transfirió al sur para terminarlo. ¿Dónde yace la dificultad? En la esfera del transporte. Anhelamos, por supuesto, superar esta dificultad. En los galpones para almacenar granos de las tiendas locales del Departamento de Comida hay una extensa cantidad de alimento. ¿Dónde está la dificultad? En la esfera del transporte. Y la principal dificultad donde el transporte se relaciona es el gasoil. Dos problemas para el para el ejército resulta de esta situación. En primer lugar, la necesidad de pagar la atención cercana, con harto control y vigilancia, el desgaste que se le hace a la unidad móvil en los frentes. Hoy, la retención de un simple camión aun, no hablo de una locomotora, demasía en necesidad, la retención innecesaria de un camión para una hora aun, y ustedes, camaradas es uno de los mayores crimines en contra de los intereses de los obreros y campesinos., y ustedes, camaradas, delegados de todos los frentes y ejércitos, deben, cuando vuelvan a sus localidades, hacer que todos los obreros en el Departamento de Guerra sea informado de esto, y establezca una condición de los asuntos, el traerá al libro sobre la gran carga grave de violación de las necesidades fundamentales de las masas obreras con respecto a la comida y a otras provisiones.

Al mismo tiempo, nadie de este modo es capaz como el Departamento de Guerra, con sus fuerzas extensivas y sus recursos, ayudando a los ferrocarriles con gasoil, especialmente en las zonas adyacente al frente, donde tenemos un enorme número de excelentes obreros soviéticos. Si Moscú esta escaso de gasoil, esto no es gracias al "burocratismo", como la oposición dice, pero porque Moscú ha dado tres cuartas de sus mejores obreros a todos nuestros frentes. Pero en estos frentes los mejores obreros, traen las fuerzas y recursos del Departamento de Guerra, pueden asegurar, primero y primordialmente, que los ferrocarriles de los frentes y de las proximidades de las zonas del frente reciben las cantidades necesarias de leña. Esta ya se hace, y debe seguirse siendo hecho con vigor multiplicado.

LA VENIDERA DESMOBILIZACION

Estas son nuestras conclusiones prácticas, camaradas. En cuanto a la perspectiva, la cuestión se levanta frente a nosotros del lejano destino de nuestro Ejército Rojo. Cuando ha terminado la lucha y construimos la paz, nos enfrentaremos con la cuestión de la desmovilización. Esta cuestión puede parecer en la actualidad ser también hipotético y hasta ser digno de atención de los altos órganos legislativos del territorio soviético. Y se me restringirá a unas pocas observaciones necesarias. La cuestión de la desmovilización es una muy compleja y una responsabilidad, llamando para una gran redistribución de la preparación. Hemos empezado esto, y la puntualidad de la movilidad será agradecida por todos, en vista del viraje indudable en nuestra situación internacional que hemos notado en este congreso.

EL SISTEMA DE MILICIA

Pero si platicamos de construir la paz en los próximos pocos meses, esta misma paz no puede estar perdurando una paz perpetua. Mientras que los estados de clase se mantienen, mientras los centros poderosos del imperialismo perduran, en oriente, en América y en Europa, la posibilidad no se excluye de que la paz que esperamos se establezca en el próximo futuro probara de que estamos simplemente más empujados a la tregua para nosotros, hasta el próximo ataque de los buitres imperialistas de Oriente u Occidente. Después de que esta posibilidad no se excluye, nuestro asunto no debe ser para desarmar sino con el cambio de la organización del estado de las fuerzas armadas. Necesitamos que sean de vueltos los obreros a las fábricas y a los campesinos a los poblados, restaurando la industria, reviviendo la agricultura. Consecuentemente, debemos traer a los soldados cercano a los obreros, al regimiento cerca de la fábrica, al pueblo y al Volost. Consecuentemente, debemos ensayar introduciendo el sistema de milicia para las fuerzas armadas de la Republica Soviética. Hoy, el inconveniente al sistema de milicia se está asentando más y más, aun entre la sección más conservadora de nuestros especialistas militares. Actualmente, la guerra mundial instruye algo sobre esta cuestión aun algo de los más pedantes rígidos. Cada uno de los estados militares de primera clase que entro a la guerra mundial con un ejército que aparecía pequeño cuando se lo comparo con las fuerzas armadas que se movilizaron rápidamente en la batalla en la guerra mundial en el momento de su apogeo. Aquí hay unas pocas cifras. En el apogeo de la guerra, Rusia tuvo 1,320, 000 soldados, pero durante la guerra esta cifra se incrementó a 6.860,000. Francia tenía unos 630.000, que se incrementó a 4. 500.000. Alemania tenía así como 770.000, que se incrementó a 5.490,000. El Imperio Austro - húngaro tenía unos 390.000, que se incrementó a 3.500.000. Los Estados Unidos tenía unos 252, 000, pero resulto que las cifras se elevaron a unos 1.790,000.

En otras palabras, las cifras de soldados quienes combaten durante la guerra imperialista fueron cinco, siete o nueve veces grandes que el número de quienes se han compuesto los ejércitos regulares de tiempos pacíficos. Esto significa que poseemos cuadros de las tropas regulares, y entonces, en el curso de la guerra, cada cual improviso una milicia de hecho, un extenso ejército regular, que, sin embargo, se basó sobre la muy estrecha fundación del ejército regular. Un ejército nacional llega a ser mejor, o peor, pero, en cualquier caso, los ejércitos que combaten entre si no estaban en estos ejércitos los teóricos militares ni el personal en general de todos los países no han de tener en mente. No hay solución del problema por medio de un simple rayo azul. Estaban obligados a tener los recursos para sus riquezas básicas de sus países, en la tierra o bajo de ella, cuesta abajo al abismo profundo, por ende, se improvisó.

Los partidos socialistas de la Segunda Internacional se pusieron de pie para la creación de una milicia en tiempos de paz. Jaures impulso esta idea, con su característica brillante, en formas de panfletos que son colocados ante el parlamento francés, en su libro "El nuevo ejército". Claro, con su utopía democrática, Jaures supuso que la transición del nuevo ejército podría tomar lugar gradual, casi imperceptible, a través de reformas parciales, justo cuando la transición al socialismo fue, como él lo veía, se realizó por medios de la democratización por etapas. Este fue un profundo error. La historia ha demostrado a la humanidad un camino diferente, un camino de los mayores conflictos sangrientos feroces, de la matanza imperialista mundial y por lo tanto de la guerra civil. Pero la idea de la milicia, es decir, de la transformación del ejército en una nación armada, creando un ejército cercano a la tierra y a los factores, formando distritos territoriales para los regimientos, brigadas y divisiones, cada uno con sus propios cuadros de mando y cada uno garantizando el entrenamiento militar de los obreros y campesinos locales, así como todos los obreros y campesinos de los grupos etarios adecuando más allá de un distrito particular, y es consecuentemente que se incluya de ante mano en un regimiento particular y puede a la vez ser convocado y puesto bajo armas - la idea que confrontamos tan solo es la perspectiva para nuestro ejército se quede en un tiempo de paz. Debemos conmutar nuestro sistema de entrenamiento militar universal sobre este camino, y este significara una enorme cantidad de trabajo. [Después al finalizar el año 1919 el aparato local para el entrenamiento militar universal adquiere una forma organizacional que como si fuera una milicia. Los departamentos y secciones para el entrenamiento militar universal que fue unido a los comisariatos militares estaban organizados en un regimiento territorial y distritos batallón como áreas de las compañías. Después que, la labor activa comenzó la introducción a los preparativos de la convocatoria.]

LA SITUACIÓN EN LOS FRENTES

Eso, camaradas, es todo lo que puedo contarles sobre la construcción del Ejército Rojo. Ahora pasemos a las cuestiones de las acciones del Ejército Rojo en nuestros frentes. Se les han provisto mapas de nuestros frentes, tra- zados por nuestro personal de campo bajo la dirección de su jefe, P.P. Lebedev. En estos mapas encontrarán la línea de nuestros frentes, tal cual estaban al 27 de noviembre. Tal vez examinen estos mapas después, a su gusto, para no tropezarse durante la reunión. Las ideas fundamentales que plantearé ante ustedes serán lo bastante inteligibles como para que no nece- siten acudir a los mapas.

Durante todo este tiempo, camaradas, no importa cuánto pueda haber cambiado nuestra situación militar, en un punto se ha mantenido igual: hemos estado, estamos, rodeados por todos lados. Tenemos un frente sep- tentrional, uno occidental, uno meridional y otro oriental, con este último dividido en dos secciones -el frente oriental propiamente dicho, y el frente del Turkestán. Y sólo nuestros éxitos en el frente oriental nos han permitido una cierta apertura hacia las profundidades del continente asiático. Sin embargo, hasta ahora, este proceso no ha producido todos los resultados que habíamos esperado. Los producirá pero, en lo que hace a la actualidad, aún estamos rodeados por todos los flancos.

Ocupamos la posición central en relación a todos nuestros frentes. Esto nos da una inmensa ventaja militar y nos permite transferir reservas desde un frente que es menos importante o más estable, hacia otro que sea más importante o menos estable. Esta ventaja, no obstante, impone cargas muy pesadas sobre nuestros medios de transporte, y eso, a su vez, se refleja en toda la condición económica del país. Este estado de cosas solamente puede acabarse con una victoria decisiva nuestra en el Sur.

EL FRENTE SEPTENTRIONAL

Empecemos con la revisión de nuestros frentes, camaradas, con el fren- te menos móvil, menos dramático, el frente septentrional. Se formó luego de que Arcángel fuera tomada por los británicos, a través de un desembar- co, y principalmente, por medio de una incursión aérea. Y si recordamos aquel período, cuando nuestros primeros regimientos -¡qué endebles imi- taciones de regimientos eran esos!- huyeron de Arcángel sin dar batalla cuando el escuadrón aéreo de los bandidos británicos apareció sobre ellos, y si comparamos con aquellas tropas al ejército que tenemos ahora, el que luchó en las puertas de Petrogrado, y que defendió Petrogrado, podemos decir que hemos hecho un progreso considerable desde aquellos días. Después de la caída de Arcángel, el frente septentrional fue un frente que se movió muy poco, debido a que nunca fue de importancia decisiva para nosotros. Las operaciones sobre dicho frente fueron conducidas sobre un área muy restringida -es decir, sobre un área inmensa, territorialmente, pero donde las acciones militares directas tuvieron lugar sobre desfiladeros, sobre líneas de ferrocarril o sobre ríos. Hubo tres direcciones principales sobre dicho frente: Murmansk, el ferrocarril de Arcángel y el norte del río Dvina. Por medio de nuestros comunicados ustedes saben que no han ocu- rrido grandes eventos militares allí. Pero aprovecharé esta oportunidad aquí para reconocer el trabajo excepcionalmente heroico llevado a cabo por nuestros soldados, comandantes y comisarios del frente septentrional. Las condiciones climáticas son muy severas allí. El invierno trae un frío terri- ble y nieve profunda. Frecuentemente tenían que arrastrar sus armas sobre trineos, enterrados en la nieve hasta el pecho. En el otoño y la primavera, así como en el verano, el barro allí es profundo, y las condiciones son malas para la salud de los soldados. Nuestras fuerzas rojas, que usualmente están acostumbradas a avanzar, o a desmoralizarse si hay una pausa prolongada, han formado, en la atmósfera severa del Norte, unidades que, a pesar de la inmovilidad del frente, se distinguen por su magnífica obstinación. Y el frente septentrional nos ha provisto de numerosos buenos regimientos para el resto de nuestros frentes: particularmente contribuyó con varios regimientos para la defensa de Petrogrado, nos dio un gran número de excelentes comandantes y trabajadores. Es suficiente mencionar al coman- dante actual del frente occidental, el camarada Gittis, y el camarada Samoilo, quien ahora comanda el VI Ejército.

La tarea del ejército del norte es simple y llana: despejar el norte de nuestro país. No puede haber duda de que se acerca la hora, y no muy leja- na, cuando el Alto Comando le dé al VI Ejército una escoba lo suficiente- mente grande como para barrer a las bandas de los guardias blancos de las costas del mar Blanco y del Murman.

Hasta que llegue esa hora, nos mantendremos firmemente convencidos de que el VI Ejército del norte no le permitirá a los guardias blancos mover- se hacia el Sur, hacia Petrogrado, hacia Vologda, para interrumpir el ferro- carril del norte. En el ejército del norte tenemos, en condiciones duras y desfavorables, un centinela honorable y confiable de la República soviética.

EL FRENTE ORIENTAL

Nuestro frente oriental ha sido muy importante, en ciertos momentos, el frente decisivo de la República soviética. Permítanme antes que nada ponerlos al tanto de algunas cifras que son instructivas en lo concerniente a los resultados de nuestras luchas. Estas cifras aclararán el alcance de nues- tras victorias en el frente oriental.

Echando una mirada general, como resultado de nuestra lucha durante el último reporte anual, nuestras fuerzas han recuperado para la República soviética 1.194.000 verstas cuadradas, con una población de 15.880.000; estas cifras no incluyen el área o la población del Turkestán, para el cual no pueden darse siquiera datos aproximados por el momento. De este número, el frente oriental sólo ha recuperado para la República soviética hacia el 27 de noviembre 1.300.000 [sic] verstas cuadradas, con una población de 13.213.000, la parte del león de todas las conquistas del Ejército Rojo. Estas cifras ya son anticuadas, ya que en los últimos días nuestro ejército ha logrado avances significativos. Ustedes saben que la conducción de las operaciones ha estado principalmente en las manos del actual Comandante en Jefe S.S. Kamenev, quien se encuentra aquí, en el Séptimo Congreso de los Soviets, en una de las gradas.

Fue allí, en el frente oriental, que comenzamos a crear nuestros prime- ros ejércitos regulares, frente a Kazán y Simbirsk, en agosto del último año. Tuvimos allí nuestro primer gran éxito, que culminó en la toma de Oremburg, Uralsk y Ufa. Nuestros éxitos continuaron, con breves inte- rrupciones, hasta el comienzo de marzo de este año, cuando Kolchak trajo reservas recién formadas de entre las profundidades de Siberia, y nos gol- peó con una pesada masa de hombres, obligando a nuestras tropas a retro- ceder. Todos recuerdan esas semanas críticas entre marzo y abril, cuando las tropas de Kolchak se acercaron al trayecto medio del Volga, donde estaban a sólo 70 u 80 verstas de Kazán y a 30 verstas desde el Volga a Spassk. Los mercados bursátiles del mundo ya hablan de Kolchak como del gobernan- te coronado de un país esclavizado. Fue entonces cuando se realizó el pri- mer gran esfuerzo por el poder soviético, por las organizaciones del parti- do y de los trabajadores. En un corto plazo, se movilizaron, formaron, armaron y entrenaron unidades frescas, y miles de comunistas fluyeron hacia los ejércitos del frente oriental. Nuestro trabajo constructivo general en la esfera militar adquirió un nuevo ritmo, se alcanzó un grado especial de tensión. Se crearon administraciones de formación en el frente, que complementaron el trabajo que estaba desarrollando el Estado Mayor de toda Rusia bajo la dirección de N.I. Rattel. La intensidad de nuestro tra- bajo en la esfera de la educación política del ejército se duplicó y triplicó. Bajo una dirección operativa experimentada, esto ya produjo resultados a fines de abril. Al comenzar abril nos lanzamos a la ofensiva en Buzuluk, Bugulma y Belebey, una ofensiva que se siguió desarrollando sin descanso durante mayo, junio, julio y agosto. Cruzamos los Urales, cruzamos el Tobol, hicimos retroceder al enemigo más allá del Ishim. A comienzos de septiembre Kolchak hizo su esfuerzo final, movilizando sus últimas reservas para enfrentarnos. Nosotros retrocedimos doscientas verstas detrás del Tobol y nos atrincheramos allí. Nuestras fuerzas se reorganizaron, recibie- ron los refuerzos, y una vez más salimos a la ofensiva, esta vez asestándole a Kolchak el golpe mortal. Los hechos y todos los informes que hemos reci- bido desde allí dan testimonio de esto. El informe más reciente, dado por I.N. Smirnov , uno de nuestros trabajadores más sobresalientes en nues- tros ejércitos siberianos, y presidente del Comité Revolucionario de Siberia, declara: "la provincia de Altai ha sido tomada por insurgentes. Hemos des- pachado un comité revolucionario hacia allí. Las provincias de Tomsk y Yenisei están en revuelta. Las guerrillas están acabando con Kolchak. El ejército y el Comité Revolucionario siberiano deben afrontar primordial- mente tareas organizativas. La consigna para este invierno debe ser el tra- bajo creativo ". [ Luego del intento fracasado de Kolchak de lanzar una contraofensiva sobre el río Tobol, las unidades rojas del frente oriental comenzaron, el 25 de octubre de 1919, una persecución vital y vigo- rosa del ejército del "Gobernante Supremo". Petropavolvsk fue tomada el 2 de noviembre, y Omsk el 14 de noviembre, con la captura de varios prisioneros y botines de saqueos. Luego de la toma de Omsk, Kolchak, con su ejército desorganizado luego de interminables retiradas, se apresuró a retro- ceder hacia Krasnoyarsk. El 24 de diciembre se tomó Tomsk, luego de una corta batalla. El 7 de enero, Krasnoyarsk, rodeado por todos los flancos, capituló ante nosotros, y los remanentes de tres de los ejércitos del enemigo se rindieron allí ante nosotros. La ofensiva subsiguiente se desarrolló incluso de manera más impetuosa que la precedente. Hacia enero de 1920, luego de la captura de Irkutsk, toda Siberia se reunificó con la Rusia Soviética (ver Mapa Nº 4, Suplemento al mapa de la Situación mili- tar general de la República soviética, 15 de marzo de 1920, que muestra la posición en el Este, Turkestán, Siberia y Vladivostok) [NdeER].] Así pues, en considerable medida, Siberia está pasando ahora de las manos del ejército a las manos de las instituciones soviéticas, del partido y las organizaciones sindicales, para llevar adelante la tarea constructiva sovié- tica en la esfera cultural.

EL FRENTE DEL TURKESTÁN

Nuestros éxitos en el Oriente han necesitado la separación de un frente del Turkestán del frente oriental. Después de que tomamos y defendimos Oremburg, y, en esa área, derrotamos al ejército del sur de Kolchak, de manera que tomamos 45.000 prisioneros, la puerta al Turkestán estaba abierta; o, más correctamente, se acercaba el momento en que la puerta al Turkestán se abriera. La unión final de las tropas del frente del Turkestán, esto es, de nuestro frente que mira hacia el Turkestán, con las tropas estacionadas en el Turkestán propiamente dicho tuvo lugar, si no me equi- voco, a mediados de septiembre, en el área de la estación Emba en el ferro- carril Oremburg-Tashkent, que hoy está operando en todo su trayecto. Fue puesto a punto técnicamente, y los primeros trenes cargados con algodón lo han recorrido, mientras formaciones con unidades del ejército han sido enviadas hacia el interior de Turkestán. La dificultad reside, allí como en todas partes, en el suministro de combustible, pero el comandante del frente del Turkestán tiene esperanzas y expectativas de que estos problemas serán resueltos por medio de recursos locales.

El frente del Turkestán nos ha abierto posibilidades ilimitadas Nuestro éxito en el Oriente, reunificando el Turkestán con la República soviética, ha acrecentado el prestigio del poder soviético por todo el conti- nente empobrecido y esclavizado de Asia. El primer emisario que recibimos de Asia fue la misión especial de Afganistán. El Turkestán es hoy objeto de gran atención por parte de todos los elementos concientes de Asia. Y allí, en el Turkestán, los elementos avanzados de Asia -Afganistán, Persia, India, China, Corea- que han soportado, y soportan aún, la opresión colonial y semicolonial en sus países, encontrarán nuevas ideas y nuevos medios para su liberación nacional y social.

Todo esto, sin embargo, se encuentra todavía en el futuro. Nuestra tarea más inmediata en el Turkestán, en el terreno militar, es ligarla completa- mente a la República soviética a través de la unidad organizativa y del ejército -en primer lugar, subordinando todas las unidades guerrilleras que tienen allí a nuestro régimen común. Sobre esto, sin embargo, hablaré en una conexión general, luego de que haya terminado mi informe sobre los frentes.

EL FRENTE OCCIDENTAL

El destino de nuestro frente occidental ha estado más directamente liga- do al destino de la República soviética que cualquier otro. Este frente, que nos quedó como herencia de la vieja guerra imperialista, cambió para nues- tra desventaja luego de la conclusión de las primeras negociaciones de Brest-Litovsk. Cuando el militarismo alemán se derrumbó, iniciamos la ofensiva, a través de nuestras unidades estonias, letonas y lituano-bielorru- sas, y esta ofensiva alcanzó su punto máximo en marzo. Partes considera- bles de Estonia, Letonia, Lituania y Bielorrusia cayeron bajo el dominio de la clase obrera. Allí formaron sus propios ejércitos, pero en ese momento la Entente pudo armar y dirigir contra nosotros a tiempo a los elementos bur- gueses-kulaks, junto con los elementos campesinos ideológica y material- mente bajo su control, de estos países que habían sido separados en la zona occidental del viejo imperio zarista. En abril, estos ejércitos de guardias blancos lanzaron la ofensiva contra nosotros. Esto ocurrió en simultáneo con la ofensiva de Kolchak en el Este y nuestras duras batallas en el Sur. No pudimos resistir con suficiente éxito la ofensiva de los ejércitos blancos de Polonia, Letonia, Lituania y Estonia. Consecuentemente, el poder de los trabajadores retrocedió gradualmente en el Oeste, entregando una posición tras otra, incluyendo importantes centros como Vilna y Riga. Sólo a comienzos de septiembre se frenó esta retirada, por la línea del Dvina Occidental, desde Polotsk al Dvina, y luego por la línea desde el Berezina hasta el Pripet. Allí es donde estamos parados en la actualidad. En este frente occidental, que ha permanecido inmóvil desde septiem- bre, desde Pskov hacia el Sur, el sector del Norte se nos ha presentado con un cuadro dramático de ofensiva y conflicto feroz. Lo que estaba en juego era Petrogrado y su destino. La burguesía mundial se reparte las prendas de Petrogrado a la suerte [ "Y ellos lo crucificaron y se repartieron sus vestidos a suerte: debe cumplirse lo que había hablado el profeta, 'Ellos rasgaron mis prendas, y se repartieron mis vestiduras a su suerte'" (Mateo 27:35)] 96 . Petrogrado fue defendida dos veces por el valien- te VII Ejército, en conjunto con el XV Ejército del frente occidental, con el apoyo heroico del proletariado de Petrogrado, al cual le confirieron la Orden de la Bandera Roja. Se pelearon feroces batallas allí en las cuales los combatientes avanzados de la clase trabajadora, generosamente aportaron su heroísmo, su sacrificio y sus vidas, bajo las durísimas condiciones de los fríos días de comienzos de nuestro invierno: ¡el campo de batalla frente a Petrogrado fue un verdadero campo de batalla, y muchos de los más vale- rosos y mejores elementos hoy yacen allí para siempre!

Nuestros ejércitos defendieron a Petrogrado. Pero llegó un momento en que la ciudad estaba ante un peligro enorme, el momento en que la cues- tión de Finlandia se volvió muy aguda. ¿Cómo procedimos? Podría leerles ahora algunas órdenes secretas, o extractos de órdenes relacionadas con este tema, que ya no son más secretas, debido a que los eventos a los que se refieren son parte del pasado. De estas órdenes mencionaré la enviada al VII Ejército sobre la frontera careliana. En el discurso del representante del grupo menchevique aquí escuchamos una advertencia amistosa: no ata- quemos a los pequeños estados de nuestra frontera occidental, dejémoslos decidir sus destinos por medio de sus fuerzas internas. A esto respondo que nunca jamás hemos tenido la intención, ni antes ni ahora, de provocar, ya sea directa o indirectamente, a ninguno de los estados que han sido descri- tos aquí correctamente como vasallos de la Entente -a pesar del hecho de que más de una vez nos han provocado. Al mismo tiempo, camaradas, cuando estábamos combatiendo por Petrogrado en las colinas de Pulkovo, los guardias blancos fineses abrieron fuego sobre nuestras unidades no sólo con ametralladoras sino con artillería, y sus aviones arrojaron dinamita sobre nuestro territorio. Desde el punto de vista de la ley internacional, esto era lo suficiente obvio como para justificar nuestra declaración abierta de guerra o un ataque directo. Luego del primer período de dificultades, en la segunda mitad de octubre, concentramos en Petrogrado y en frente de Petrogrado fuerzas suficientes como para contraatacar en dirección del sec- tor de Karelia. ¿Cómo procedimos? Les diré, y puedo confirmarlo en todo momento en base a documentos oficiales, que nuestra orden al comandan- te del VII Ejército, con respecto a Finlandia, decía que, a pesar de la pro- vocación, del fuego y los atropellos particulares cometidos a lo largo de la frontera, el ejército debe desistir de todo acto de nuestra parte que pueda ser interpretado como un deseo o un intento de atacar a Finlandia. Al mismo tiempo, por supuesto, se tomaron medidas para explicar a los obre- ros fineses por qué no deseábamos atacar a Finlandia, para explicar nuestra completa disposición a tolerar a una Finlandia burguesa a sólo dos días de marcha de Petrogrado -siempre que la burguesía finlandesa entendiera cla- ramente que una Finlandia independiente puede sobrevivir a una distancia de algunas docenas de verstas de Petrogrado sólo a condición de que nunca dirigieran sus fuerzas contra nosotros a una escala en que pusieran en juego el destino de Petrogrado [ Hablando en el Primer Congreso de Cosacos Trabajadores de toda Rusia, el 1° de marzo de 1920, Lenin enfatizó cuán importante ha sido la no beligerancia de Finlandia, los Estados Bálticos y Polonia durante el avance de Denikin hacia Moscú. "Si todos estos pequeños estados hubieran toma- do la ofensiva contra nosotros... no hay la menor duda de que hubiéramos sido derrotados" (Collected Works, vol 30. p.389) Un factor importante en la pasividad de los estados limítrofes durante esta cri- sis fue su desconfianza sobre las intenciones de los Blancos hacia ellos -una victoria de Denikin y Kolchak probablemente hubiera significado la restauración de la "Rusia única e indivisible" y la seria fricción que ocurrió entre Yudenich y sus "rehenes" estonios fue una muestra de esto [NdeE].] . Repito: en la segunda mitad de la lucha, éramos lo suficientemente fuertes como para lanzar una contraofensiva, pero le dijimos al personal de comando en dicho sector: "no respondan a ninguna provocación, pero si Finlandia interviene, si cruza la frontera, si trata de atacar a Petrogrado, entonces den una respuesta completa, no se limiten a expulsar al enemigo sino tomen la ofensiva y llévenla hasta el final." Se le ordenó al ejército que hiciera responsable de todo intento de avanzar sobre Petrogrado no sólo a la burguesía finlandesa como un todo sino a cada bur- gués finlandés en particular en Vyborg y Helsingfors -tratarlos a todos como bandidos que han atacado al proletariado de Petrogrado. En la batalla por Petrogrado nuestra flota báltica se cubrió de gloria como correctamente dijo aquí el camarada Baranov, quien es marino y miembro del Consejo Militar Revolucionario, no sólo hizo lo que pudo y lo que era su deber hacer en el mar, en su elemento natural, sino que en los momentos críticos puso en tierra a miles de marinos a quienes envia- mos a los lugares más peligrosos.

Si sumamos nuestras operaciones en el frente occidental, vemos que, a pesar de nuestra retirada hacia la línea que les mencioné, haciendo un balance hemos extendido el territorio de la República soviética en 40.800 verstas cuadradas, con una población de alrededor de dos millones. Un par de acotaciones adicionales sobre la aventura de Yudenich. Su ejército derrotado ha cruzado, como ustedes saben, a Estonia. Nuestras fuerzas están aproximadamente en la línea del Narova, que consideramos como la frontera entre Rusia Soviética y Estonia, hasta que se hagan los cambios necesarios en un tratado de paz. Aquí me permitiré volver por un momento a lo que el representante de los mencheviques dijo desde esta tri- buna, cuando nos aconsejó (lo que se corresponde completamente con nuestra línea) no atacar Estonia y Finlandia. Llamo su atención al hecho de que el gobierno estonio, que nos atacó junto a Yudenich y lanzó la guerra en nuestro territorio sin ningún tipo de excusa, que este gobierno incluye a los mencheviques de Estonia.

Nuestra lucha contra Yudenich tiene algún interés instructivo para Finlandia, Estonia, Lituania, Letonia y Polonia. Hemos dicho francamente que, desde le punto de vista estratégico, el frente occidental es de impor- tancia secundaria para nosotros y por lo tanto no es el más fuerte de nues- tros frentes. Pero hemos mostrado, al considerar a la aventura de Yudenich, que en un momento en que el peligro hacia los centros vitales de nuestro país nos amenaza desde este frente, nuestro comando y nuestro aparato de transporte es lo suficientemente fuerte y flexible como para dirigir hacia allí el número preciso de divisiones de combate, al lugar preciso en el tiempo preciso. Más allá de lo tentador que pudiera haber parecido uno u otro sector de nuestro frente para nuestros enemigos, el recuerdo de nuestras operaciones contra Yudenich permanecerá como una gran cicatriz en sus conciencias. Siempre recordarán y tendrán en mente que nosotros siempre encontraremos, tanto en el centro del país así como en otros frentes, un número suficiente de reservas para dar un contragolpe a todo enemigo que ataque a Moscú, Petrogrado o Tula, no importa desde que dirección nos amenace -por el Narova, por el Dvina Occidental o por el Berezina.

EL FRENTE MERIDIONAL

Hoy el frente más importante es, y lo seguirá siendo hasta que sus tareas hayan sido cumplidas, el frente meridional. Aquí, en el Sur, está nuestra Vendée -sobre el Don y el Kuban. La guerra en el Sur es la guerra civil que más se ha prolongado. Fue iniciada por las fuerzas cosacas antes de que los checoslovacos crearan un punto de apoyo para la "Asamblea Constituyente" y para Kolchak en el Este. Aquí, en el Sur, en la primera campaña de este año, que comenzó en enero, aplicamos un golpe severo, casi mortal, a las fuerzas del Don de Krasnov. Nuestro éxito en el frente meridional continuó durante enero, febrero, marzo y abril, hasta mediados de mayo. A mediados de mayo nos dieron un golpe muy pesado en el plexo, y empezamos a retroceder. Este golpe no nos fue inflingido sola- mente por el ejército del Don: el ejército voluntario de Denikin se le unió, con fuerzas de Caucasia Septentrional, de Kuban y de Ucrania. Sólo la combinación de los ejércitos voluntarios, caucásico y del Don, le dio a la contrarrevolución del Sur superioridad sobre nuestras fuerzas, las cuales durante los primeros cuatro meses de este año habían asestado un golpe duro, mortal a las fuerzas de Krasnov, y avanzó 40 verstas en Novocherkassk.

EL FRENTE UCRANIANO

El frente meridional está ligado naturalmente con el frente ucraniano. Sin embargo, en sus orígenes, el frente ucraniano no estaba tan conectado con nuestro frente meridional como con nuestro frente occidental. El fren- te ucraniano fue un legado del imperialismo alemán. El colapso del milita- rismo alemán significó que nuestro frente ucraniano se volviera dinámico. Avanzamos hacia el Sur desde Kursk. Nuestro éxito aquí fue sorprendente. Fuerzas insignificantes, junto con guerrillas, bajo el mando general del camarada Antonov-Ovseenko, limpiaron toda Ucrania en un corto tiempo.

En mayo conquistamos Crimea, en junio la costa del mar Negro.

Este período en que liberamos el sur de Ucrania, coincidió con el momento cuando las fuerzas de Denikin y Krasnov se amalgamaron. Nuestras derrotas en el frente meridional, en las direcciones del Donetz y de Tsaritsin, predeterminaron nuestras derrotas subsiguientes en el frente ucraniano. El enemigo era el mismo en ambos lugares. La extraordinaria rapidez con que ocurrieron nuestras derrotas en Ucrania se debió a la misma causa que la rapidez de nuestras victorias: la extrema inestabilidad de la situación en Ucrania. Los numerosos cambios de régimen en Ucrania habían quebrado las relaciones sociales y la psicología del pueblo, y por un largo período transformó a amplios círculos del campesinado en material humano que es extremadamente difícil de encuadrar en un todo social cris- talizado. Esto es cierto también en lo que concierne al sector no conciente de la clase obrera ucraniana. Una buena docena de diferentes regímenes se sucedieron unos a otros en un par de años, y bajo estos regímenes sólo el kulak ucraniano se mantuvo firmemente sobre sus pies, no perdiendo opor- tunidad alguna de sacar provecho. Los regímenes suben y caen, pero el kulak ucraniano se mantiene como el amo del campo. Este kulak ucraniano se ha armado con un rifle, ya que es, hasta ahora, más agresivo y más determina- do que el campesino mediano, por no hablar del campesino pobre. En breve, el elemento de anarquía y de destrucción de todas las bases para la existencia humana en Ucrania es el kulak ucraniano, quien, habiendo visto pasar todos los regímenes que existen en el mundo, se ha vuelto insolente y se ha armado hasta los dientes. Se puede decir con certeza que ningún régi- men sobrevivirá y se estabilizará en Ucrania hasta que el kulak ucraniano haya sido desarmado. Esta es la nueva tarea para las fuerzas rojas que están entrando en Ucrania. El frente ucraniano está ahora totalmente fusionado con nuestro frente meridional, ya que el enemigo es el mismo en ambos lugares. El enemigo es Denikin, a quien el kulak ucraniano ha ayudado a conquistar Ucrania. Nuestro comando está en la actualidad, en Ucrania como en todas partes, haciendo avanzar a las unidades regulares de nuestro Ejército. Tal vez no vaya a haber una marcha triunfal fácil de la revuelta, debido a que se le ha ordenado a nuestras tropas ucranianas que no ocupa- ran una sola ciudad ni un solo uyezd [unidad administrativa correspondien- te a un distrito rural] salvo que existan fuerzas suficientes como para que ese uyezd pueda ponerse en forma permanente bajo la autoridad soviética ucra- niana local, y no se transforme en la propiedad de bandas irresponsables separadas. Avanzaremos de manera planificada. Digo "nosotros" ya que en virtud del acuerdo hecho entre el Comité Ejecutivo Central ucraniano y el Comité Ejecutivo Central de toda Rusia en junio de este año, nuestro ejér- cito se ha unido con el de la República Ucraniana, con un comando único, y este acuerdo continuará en vigor hasta que las autoridades soviéticas ucranianas nos digan: esta relación debe cortarse. [ El 1 de junio de 1919 se llegó a un acuerdo entre el Comité Ejecutivo Central de toda Rusia y representantes de las Repúblicas Soviéticas de Ucrania, Lituania y Letonia de unificar las organiza- ciones militares de las repúblicas hermanas y crear un mando militar unificado ] Estamos convencidos que esto nunca ocurrirá. Estamos avanzando sistemática, decidida y consis- tentemente en Ucrania, y el destino de Ucrania se decidirá al mismo tiempo que el del área del Donetz y la región del Don, luego del cual se decidirá el destino de la Caucasia Septentrional.

Nuestro avance está procediendo ahora con un grado de éxito, con el cual podemos estar muy satisfechos. Por supuesto, aún no hemos recupe- rado áreas tan extensivas en el Sur como en el Este, donde nuestras fuerzas han avanzado, en la mayor longitud de sus direcciones, a una distancia de 1.750 verstas en línea recta. En el Sur hasta ahora hemos avanzado 250 vers- tas en línea recta calculando desde el punto donde se encontraba el frente cuando Denikin se hallaba al norte de Orel. La última fase de nuestra ofen- siva se desarrolló en la segunda mitad de octubre. En todos lados avanza- mos después de un combate muy encarnizado. En el sector sudoriental del frente meridional tuvimos éxito en el primer período. Luego ocurrió una dificultad, que sin embargo, el Alto Comando tiene buenas razones para considerar temporaria. Ahora estamos avanzando mayormente en el centro y en el flanco derecho, pero esto es algo determinado por la distribución temporaria de nuestras fuerzas y las del enemigo, por las combinaciones estratégicas del frente. En general, gozamos de superioridad de fuerzas en este frente, la iniciativa se encuentra en nuestras manos, tenemos reservas, tenemos suministros, tenemos un comando firme -en resumen, la victoria completa sobre Denikin y la contrarrevolución en el Sur está asegurada. Camaradas, ya que estamos avanzando bastante rápido en todos los fren- tes, el cuadro que les he mostrado ya está un tanto desactualizado. Este cuadro es del 27 de noviembre y hoy es 6 de diciembre. Durante el período intermedio hemos tomado las siguientes poblaciones: Oster, Kozelets, Lebedin, Ajtyrka, Priluki, Lojvitsa, Gadyach, Grayvoron, Pavlovsk, Novy Oskol, Jotmyzhsk. Y han llegado noticias, aunque esto no ha sido confir- mado oficialmente, que hemos tomado Bogodujov, de manera que ahora estamos a unas 40 verstas de Poltava, y la misma distancia de Jarkov. En el intervalo mientras preparaba el cuadro que les di hoy, las siguientes pobla- ciones han sido tomadas en el frente sudoriental: Kalach, Staraya y Novaya Kriusha y la estación Bukanovskaya. En el frente del Turkestán nuestros hom- bres han tomado la posición fortificada de Uil. En el frente oriental hemos tomado Atbasar, Akmolinsk, Semipalatinsk, Pavlodar, Slavgorod y Kainsk.

DENIKIN Y KOLCHAK

Denikin fue sin duda mucho más peligroso para nosotros que Kolchak. Mientras mejor le iba a Kolchak, mientras más al Oeste avanzaba, más grande era la distancia con su base principal, de Japón y Norteamérica, y dependía de las angostas vías del ferrocarril Transiberiano. Sin embargo, en el caso de Denikin, mientras más éxito tenía, más se acercaba a su base principal, a Gran Bretaña, a los puertos del Mar Negro, al frente occiden- tal, donde podía tratar de unirse por tierra con ricas fuentes de suministros de todo tipo, de Gran Bretaña y Francia.

LA CABALLERÍA BLANCA Y LA ROJA

Además, Denikin tuvo y todavía tiene, en cierta medida, un arma impor- tante que es la más difícil de crear, la caballería. Mientras en la pesada gue- rra de posiciones del conflicto imperialista, la caballería, más allá de lo que uno pueda evaluar su contribución, era un tipo de arma subsidiaria, en nuestra guerra "liviana" (liviana en lo que respecta a la rapidez de los avan- ces y retiradas, no en lo que concierne a la cantidad de bajas), nuestra guerra de maniobras de campo, la caballería juega un rol inmenso, a veces decisivo. La caballería no puede improvisarse rápidamente, requiere de caba- llos entrenados y de comandantes idóneos. Los comandantes de caballería eran reclutados principalmente de familias aristocráticas, acomodadas, o de la región del Don o del Kuban, donde los hombres montaban desde que nacían. En todos los países, y en casi todas las épocas, la caballería constituía el arma más conservadora y más privilegiada del servicio. En las guerras civi- les para la clase revolucionaria fue siempre extremadamente difícil crear una caballería. Al ejército de la gran Revolución Francesa no le fue tarea fácil, y menos aún lo es para nosotros. Si tomamos la lista de comandantes que se han pasado del Ejército Rojo a las filas de los Blancos, encontrarán un alto porcentaje de hombres de la caballería entre ellos. Su superioridad en la caballería en el primer período de la lucha le sirvió de mucho a Denikin, y le permitió asestarnos algunos golpes pesados. Pero la República soviética le dijo al proletario que debía montar a caballo, y le ordenó al obrero meta- lúrgico, al obrero textil, al pastelero que se transformaran en soldados de caballería -y ellos cumplieron con este deber hacia la República soviética. Además de los Cosacos Rojos, de quienes el camarada Poluyan, quien es un cosaco rojo del Kuban, habló con justificado orgullo, tenemos una masa de soldados de caballería del proletariado de Moscú, de Petersburgo, de Ivanovo-Voznesensk y de todas partes. El proletario ha obedecido la orden de la República soviética y montó a caballo, y este éxito indudable en la esfera de la creación de una fuerza de caballería muestra que el camino que ustedes prescribieron, el camino de la construcción precisa, metódica, basa- do en aquellos fundamentos del arte de la guerra, que no son accidentales y que no pueden ser cambiados a voluntad, porque reflejan el desarrollo general de la humanidad, técnicamente y en todo tipo de formas, tanto en sus rasgos positivos como negativos -que este camino de trabajo constructi- vo se ha justificado. Es precisamente siguiendo este camino de combinar este entusiasmo revolucionario, con la organización metódica, regular como hemos asegurado la independencia y la inviolabilidad de las fronteras de la República soviética.

SOBRE EL GUERRILLERISMO

Camaradas, hay una tarea a llevar adelante en conexión con esto, una tarea que se nos avecina en aquellas regiones que, por la fortaleza del Ejército Rojo, están siendo atraídas, o están volviendo, hacia la familia de nuestra República soviética federativa. Me refiero a Ucrania, Caucasia del norte, Turkestán y Siberia. En todas estas regiones hay grandes cantidades de obreros y campesinos insurgentes que han combatido allí, rifle en mano contra la contrarrevolución, nativa o foránea, y con quienes estamos ahora entrando en contacto cada vez más. En Ucrania ya hemos hecho contacto directo con los insurgentes ucranianos. En Siberia, gracias a los insurgen- tes, regiones y provincias enteras se están uniendo ahora a la Rusia Soviética. Lo mismo pasará con Caucasia del norte luego de que nuestro frente sudoriental haya asestado el golpe decisivo, como pronto lo hará, al flanco derecho del ejército de Denikin. Habiendo tomado contacto con las guerrillas debemos definir claramente nuestra política hacia ellas. Y en esta materia, camaradas, ya hemos aprendido algo.

Un movimiento guerrillero tiene su propia órbita, su línea definida de desarrollo. A menudo tiene un núcleo inicial compuesto de los más sacrifi- cados obreros y campesinos revolucionarios. Alrededor de ese núcleo crecen otros elementos, en la medida en que la guerrilla logra éxitos. Y, finalmen- te, cuando el éxito se vuelve claro y sin dudas, los aventureros, los bandidos y los que buscan fortuna fácil se vuelcan hacia ella. Consecuentemente, en un movimiento guerrillero hay elementos combinados de heroísmo con ele- mentos de anarquía y bandidaje, sacrificio junto a todo tipo de brutalidad moral. Mientras más se estanca un movimiento guerrillero, mientras más se mantiene como un movimiento guerrillero, más degenera en un movimien- to Chetnik [ Movimiento Chetnik: movimiento guerrillero nacionalista nacido en el siglo XIX en pos de la liberación nacional contra los turcos [NdeC].], algo así como las bandas armadas de los Balcanes, que se matan unos a otros por sobre las espaldas de los campesinos a quienes saquean y crucifican.

Y este peligro nuevamente se nos presenta en Ucrania y, en menor medida, también en Caucasia del Norte, en Siberia y en el Turkestán. Debemos enfocar la cuestión desde el comienzo armados con nuestra experiencia pasada.

Ucrania debe ser y será un país independiente, perteneciente a los obreros y campesinos ucranianos. Pero los grupos individuales de insurgentes no son la personificación ni la encarnación de la voluntad de los obreros y campesi- nos ucranianos. El proletariado y el campesinado ucraniano expresan su voluntad en su propio Estado soviético, su trabajo económico y cultural cre- ativo, y en tanto que este trabajo se desarrolla en la forma de la cultura nacio- nal ucraniana, en la lengua ucraniana, ninguno de nosotros, por supuesto, nunca tratará de obstruir el desarrollo de una Ucrania Soviética libre. Más aún, justamente debido a que el pueblo ucraniano fue un pueblo oprimido, aplastado por los rusificadores imperialistas, es y seguirá siendo por mucho tiempo sensible a cualquier menosprecio, o declaraciones que puedan ser interpretadas como ataques contra la lengua, la cultura o la escuela ucrania- nas. Sería contrario tanto a los principios como a las consideraciones prácti- cas de la política actual, ofender, directa o indirectamente, esta sensibilidad. Además, como dijo certeramente el camarada Rakovsky, es necesario, en cambio, asegurar que la lengua ucraniana se transforme en la lengua en la cual las masas trabajadoras de Ucrania reciban educación comunista. Pero esta cuestión no debe confundirse con la cuestión de la guerrilla. Camaradas ucranianos, la cuestión del movimiento guerrillero no es una cuestión de cul- tura o de lengua nacional, es una cuestión de utilidad militar. Para nosotros no hay diferencias entre las guerrillas de Ucrania, de Siberia y de Caucasia del norte. Y si dejamos que el movimiento guerrillero ucraniano continúe con la esperanza de que de él surgirá un ejército ucraniano, destruiremos la Ucrania Soviética una vez más -y esta vez por un largo período. ¿Cuál es la posición? Los movimientos guerrilleros contienen, como hemos dicho, elementos de valor variado e incluso contradictorio. Una vez que nuestro frente básico los alcanza, las unidades guerrilleras deben ser dejadas en la retaguardia, para realizar una profunda reforma interna. Se deben quitar las malezas de estas unidades, mientras los mejores elementos deben sujetarse al entrenamiento y la disciplina necesaria. Y hemos dado orden directa a nuestros ejércitos que, cuando se encuentren con guerrillas, no permitan que ni un solo destaca- mento ni un solo voluntario entre ellos se una a nuestro ejército directamen- te, sin pasar previamente por las unidades de apoyo de la retaguardia. Si un voluntario genuino, un honesto obrero o campesino, quiere luchar por la causa de la clase obrera, aceptará el sacrificio de pasar un mes en un batallón de apoyo, aprendiendo lo que le enseñamos al Ejército Rojo en materia de ejercicios, táctica y política. Si no tiene voluntad de hacer esto, significa que bajo el disfraz de un voluntario tenemos aquí a un nuevo bandido, uno de aquellos, de los que no hay pocos, que se unen al ejército para poder robar, oprimir y arruinar a los campesinos ucranianos. No puede haber ningún lugar en nuestras filas para ninguno. No tengo duda de que, con la total apro- bación y apoyo de todos los que son honestos y concientes en Ucrania, todos los obreros y campesinos avanzados, llevaremos adelante, por medio de la fuerza militar organizada, una política firme y sin vacilaciones hacia el movi- miento guerrillero. Los voluntarios de Majno constituyen, por supuesto, un peligro para Denikin en tanto Denikin gobierne Ucrania, pero, por otra parte, fueron ellos los que traicionaron a Ucrania a favor de Denikin. Y mañana, luego de la liberación de Ucrania, los majnovistas se volverán un peligro mortal para el Estado de los obreros y los campesinos. Camaradas, el movimiento de Majno no es una expresión de la cultura nacional de Ucrania.

No, es un absceso nacional ucraniano que debe ser extirpado de una vez y para siempre.

CONCLUSIONES

Camaradas, estas son las consideraciones que he podido presentar ante ustedes en lo que concierne a nuestro trabajo de construcción del ejército en la retaguardia y al trabajo de los regimientos rojos en el frente. Todo nos per- mite suponer que el trabajo preparativo prolongado que llevamos adelante previamente nos ha asegurado no que logremos victorias casuales, mera- mente transitorias, sino la garantía de la victoria completa en todos los fren- tes y, en el futuro inmediato, en nuestro frente principal y más peligroso, el frente meridional. Consecuentemente -y esta es la conclusión básica que está justificada- el régimen soviético ha creado un ejército a su propia imagen y semejanza, y este ejército ha aprendido cómo hacer conquistas. Esa, cama- radas, es una conclusión notable a sacar de la evaluación de nuestro trabajo y nuestra actividad constructiva posterior. Cada uno de nosotros sabe que un ejército no es algo externo a una sociedad determinada, sino que refleja todos sus aspectos, tanto los débiles como los fuertes. ¿Por qué el militaris- mo es odioso para la clase obrera? Porque bajo el orden burgués, noble, de clase era algo colocado sobre las cabezas de las masas trabajadoras como la corona de su esclavitud: en la esfera militar la dominación de la nobleza y del capitalista asume una expresión distintiva, obvia, bien delineada y ago- biante. La dependencia económica del campesino o del obrero en manos del amo rico se transforma en el ejército en la subordinación abierta del solda- do proletario o campesino al oficial noble o burgués, una subordinación que no es meramente militar, sino también una subordinación social, de clase. Así como la República francesa engaña a las masas por medio de las formas externas y la estructura de la democracia, también ha desarrollado en el ejér- cito una fraseología democrática, para esclavizar a los trabajadores franceses de manera más segura, a los intereses de la Bolsa francesa. En todo el mundo, no importa qué país se tome, y sin importar las formas de las rela- ciones sociales que existan en ellos, el ejército refleja plenamente estas relaciones y traduce las características fundamentales del régimen estatal y social a su lenguaje distintivo de regulaciones de mando. Entonces, es correcto históricamente que la guerra es una prueba cruel pero también con- fiable de la firmeza de los organismos sociales. Puede haber, por supuesto, casos en que, aún así, un organismo saludable sea aplastado en la guerra, porque una fuerza material superior se dirija contra él. Pero no puede haber un caso, camaradas, no, no puede haber en que un organismo podrido, sin valor, en descomposición, "moribundo", pueda crear un fuerte ejército capaz de llevar adelante una guerra. Esa es la conclusión a la que llegamos. Traigo a colación una vez más tanto los debates del 22 de abril del últi- mo año en el Comité Ejecutivo Central y la declaración de hoy del ponen- te del partido de la oposición. Las traigo a colación y las llevo en mente. Nos dijeron (fue Martov quien dijo esto): "ustedes no crearán un ejército" -eso fue dicho el 22 de abril del último año- "No lo crearán porque la base está podrida". Pero hemos creado un ejército. Hoy Martov nos dice que hemos mostrado nuestra fortaleza tanto en la esfera militar como en la diplomática, que nos hemos desempeñado a la altura de ambas tareas. Les aseguro que estoy hablando sin ningún motivo ulterior, y sin nada de iro- nía, al decir que me sentí complacido cuando Martov, hablando de nues- tro ejército y de nuestra lucha internacional, dijo "nosotros", ya que él de ese modo contribuyó con una cierta fortaleza ideológica y política a nues- tro trabajo, y lo que necesitamos es fortaleza. Pero en su declaración habló de "arbitrariedad, anarquía, colapso, instituciones soviéticas moribundas, una constitución agonizante". Les pregunto a cada uno de ustedes, cómo un régimen como el que Martov describió en su declaración, un régimen de arbitrariedad y anarquía, con instituciones soviéticas moribundas, ¿cómo semejante régimen podría haber creado un ejército, el cual, según admite Martov, se ha probado a la altura de sus tareas? El ejército que se enfrenta no a catorce enemigos, como dijo Churchill [ Churchill, Winston (1874-1965). Político conservador británico. En 1917 se unió al gobierno de coalición de Lloyd George. En 1918 estuvo al frente del Ministerio de la Guerra y del Aire. Entre 1921 y 1922 se desempeñó como Secretario para las Colonias. Cuando estalló la guerra fue designado para la cartera de Marina del gabinete de guerra de Chamberllain. En mayo de 1940 fue nombrado Primer Ministro y ministro de Defensa del gobierno de coalición de conservadores, liberales y laboris- tas. En las elecciones posteriores al fin de la guerra fue derrotado por el candidato laborista [NdeC].] (traté de contar- los, y resulta que están representadas veintiún naciones), sino a un solo ene- migo, la contrarrevolución internacional, la burguesía mundial. En la lucha contra esta fuerza todopoderosa, nuestro Ejército Rojo se ha mostrado a la altura de sus tareas. Esto ha sido reconocido por aquellos opositores que dieciocho meses atrás decían: ustedes no crearán un ejército", y que ahora dicen: "ustedes han creado un ejército, y uno en verdad bueno". ¿Y cómo no podrían decirlo, mientras este ejército está golpeando, sobre una exten- sión de nueve o diez mil verstas, a un enemigo movilizado y armado por el capital mundial? Sí, nosotros hemos creado este ejército -¿y quiénes somos nosotros? Los obreros y los campesinos, aquellos que apoyan el orden sovié- tico. Ellos lo han creado. Por lo tanto, este orden que ha alumbrado a este ejército, y que lo sostiene y lo apoya, es un orden robusto y saludable. Hay debilidades en él, defectos, fallas y baches. Es fácil señalarlos. El mecanis- mo de los soviets y su constitución no están operando de forma ideal, por- que las mejores fuerzas del Soviet de Moscú, del Soviet de Petrogrado y de los Soviets de toda Rusia, están luchando y muriendo en los frentes. Está bien, admitamos que al morir están violando este o aquel párrafo de la Constitución Soviética, pero consolémonos ellos y nosotros con el hecho de que al hacerlo están salvando la República soviética y la revolución. El ejército que crearon es carne de tu carne y alma de tu alma. Esta es nuestra Constitución Soviética, viviente y en armas. Porque nuestros soldados luchan y mueren con el grito: ¡larga vida a la Rusia soviética! ¡Larga vida a la república mundial de la clase obrera! [ En este informe, como en otras ocasiones anteriores, Trotsky utiliza, al hablar de los ex ofi- ciales zaristas que sirven en el Ejército Rojo, el equivalente ruso de la frase famosa de San Pablo en Romanos 13: "...porque no hay autoridad que no esté puesta por Dios; y las que existen, por Dios han sido puestas... Por lo cual es necesario que os sometáis no solamente por temor al castigo, sino más bien por seguir la conciencia." [NdeE].]