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León Trotsky


Carta al Buró Político
del Partido Comunista Ruso




Escrito: 23 de abril de 1931.
Primera edición: En Comunismo, organo teórico de la Oposición Internacional en España, Vol. 1, Núm. 3, 1 de agosto de 1931.
Digitalización: Juan Fajardo, Marxists Internet Archive, mayo de 2000.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, mayo de 2000.




La suerte de la revolución española depende enteramente de la cuestión de saber si, en los próximos meses, un partido comunista y que tenga autoridad puede formarse en España. Con el sistema de esciciones artificiales impuestas desde fuera al movimiento, esto es irrealizable. En 1917 el partido bolchevique agrupó en torno a él a todas las corrientes más proximas. Sin perjuicio de salvaguardar minuciosamente la unidad de sus filas y la disciplina en la acción, el partido daba al propio tiempo la posibilidad de una discusión amplia y fructuosa de los problemas cardinales de la revolución. (Consejo de marzo. Conferencia de abril, periodo de ante octubre) ¿Hay otros caminos y otros métodos para la vanguardia proletaria de España que la permitan elaborar sus opiniones y penetrarse de la convicción inquebrantable de la justeza de sus opiniones, lo unico que puede permitirle llevar a las masas populares al asalto decisivo?

Y a el hecho-lo cito como ejemplo-de que el partido oficial, en la situación actual, se vea obligado a caracterizar a Andrés Nin como contrarrevolucionario, no puede más que originar una confusión monstruosa, ante todo en las propias filas comunistas. En la confusión ideólogica el partido no podrá desarrollarse. La derrota de la revolución española, que será inevitable si la dispersión y la debilidad de los comunistas continúa, conducirá casi simultáneamente a la instauración de un régimen verdaderamente fascista, del estilo del de Mussolini. Es inútil decir las consecuencias que esto tendrá para toda Europa y para la Unión Soviética. Por otra parte, el desarrollo favorable de la revolución española en las condiciones de la crisis mundial que está lejos de sobrepasarse, abrirá posibilidades grandiosas.

Las profundas divergencias en una serie de cuestiones concernientes a la Unión Soviética y al movimiento obrero mundial no deben impedir hacer una tentativa honrada de frente único sobre el campo de la revolución española. ¡No es todavía demasiado tarde! Es necesario acabar inmediatamente con la política de Escisión artificial en España, aconsejando-precisamente aconsejando y no ordenando-a todas las organizaciones comunistas españolas que convoquen en el plazo más breve un congreso de unificación que debe Garantizar a todas las tendenciás, bajo la condición de una disciplina obligatoria en la acción, por lo menos la misma libertad crítica de que gozban en 1917 las difentes corrientes del bolcheviquismo ruso, que tenían una experiencia y un temple incomparablemente superiores a los de los comunistas españoles.

Ese indudable que si el partido comunista oficial comprendiera la desproporción entre su debilidad y la gravedad de las tareás, e hiciera una tentativa seria de unificación de las filas comunistas, encontraría el apoyo completo por parte de los comunistas revolucionarios que están organizados actualmente aparte, por causas que os son conocidas y que en nueve décimas partes son debidas a condiciones exteriores a la revolución española.

Para incluso no crear dificultades exteriores, hago esta proposición, no en la Prensa sino por carta. La marcha de los acontecimientos en España confirmará cada día la necesidad de la unidad de las filas comunistas. La responsabilidad de la escisión será en este caso una responsabilidad histórica formidable.

L. TROTSKY

24 de abril de 1931.



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