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LIBRO SEGUNDO

E L P R O C E S O D E C I R C U L A C I O N

D E L C A P I T A L

SECCION PRIMERA

LAS METAMORFOSIS DEL CAPITAL

Y EL CICLO DE LAS MISMAS
[a] En su edición de "OEuvres" de Marx, Rubel inserta aquí, en lugar de buena parte de los textos escogidos por Engels, una extensa variante que toma de las páginas 1-29 del manuscrito IV. Como hemos señalado en nuestra "Advertencia", el lector la encontrará en el apéndice que figura al final del segundo volumen de este tomo II.
CAPITULO I

EL CICLO DEL CAPITAL DINERARIO

El proceso cíclico[1] del capital se desenvuelve en tres fases, que, como se expuso en el primer tomo, se suceden con arreglo a esta secuencia:
Primera fase: El capitalista aparece como comprador en el mercado de mercancías y en el mercado de trabajo; su dinero se convierte en mercancía o efectúa el acto de circulación D - M.
Segunda fase: Consumo productivo, por parte del capitalista, de las mercancías adquiridas. Actúa como productor capitalista de mercancías; su capital recorre el proceso de producción. El resultado es: mercancía de valor superior al de sus elementos de producción.
Tercera fase: El capitalista retorna como vendedor al mercado, su mercancía se cambia por dinero o efectúa el acto de circulación M-D.
Por lo tanto, la fórmula para el ciclo del capital dinerario es: D - M . . . P . . . M'-D', en la cual los puntos indican que el proceso de circulación está interrumpido, y tanto M' como D' designan una M y un D acrecentados por el plusvalor.
[30]
En el primer libro se examinaron las fases primera y tercera sólo en la medida en que ello era necesario para comprender la segunda: el proceso de producción del capital. Por eso no se consideraron las diversas formas que reviste el capital en sus diversas fases, y que adopta o abandona al repetirse el ciclo. Ellas constituyen ahora nuestro próximo objeto de investigación.
Para comprender las formas en su pureza hay que hacer abstracción en primer lugar de todos los elementos que no tienen nada que ver con el cambio de formas y la constitución de éstas en cuanto tales. Por eso aquí se supone no sólo que las mercancías se venden a su valor, sino también que esto ocurre en circunstancias invariables. También dejamos a un lado, por lo tanto, las variaciones de valor que pueden presentarse durante el proceso cíclico.
I. Primera fase D - M
[2]
[b]
D - M representa la conversión de una suma de dinero en una suma de mercancías; para el comprador, transformación de su dinero en mercancía; para el vendedor, transformación de sus mercancías en dinero. Lo que convierte este proceso de la circulación general de mercancías, al [31] mismo tiempo, en parte funcionalmente determinada del ciclo autónomo de un capital individual no es en primera instancia la forma del proceso, sino su contenido material, el carácter específico de uso que poseen las mercancías que cambian su lugar con el dinero. Dichas mercancías son, por una parte, medios de producción, por otra, fuerza de trabajo, factores materiales y personales de la producción mercantil, factores cuya índole particular debe corresponder, desde luego, al tipo de artículo que se quiere producir. Si llamamos FT a la fuerza de trabajo y MP a los medios de producción, entonces la suma de mercancías que se compra, M, será = FT + MP, o, más brevemente,
FT
M<
MP.
Considerada desde el punto de vista de su contenido, D - M se presenta por lo tanto como
FT
D - M <
MP;
es decir, que D - M se descompone en D - FT y D - MP; la suma de dinero D se escinde en dos partes, de las cuales una compra fuerza de trabajo, la otra, medios de producción. Estas dos series de compras pertenecen a dos mercados totalmente distintos; una al mercado de mercancías propiamente dicho, la otra al mercado de trabajo.
Pero además de esta división cualitativa de la suma de mercancías en la cual D se convierte,
FT
D - M <
MP
representa una relación cuantitativa sumamente característica.
Sabemos que el valor, o en su caso el precio, de la fuerza de trabajo, se le paga a su poseedor --que la ofrece en venta como mercancía-- bajo la forma de salario, es decir, como precio de una cantidad de trabajo que contiene plustrabajo; de manera que cuando por ejemplo el valor diario de la fuerza de trabajo es igual a 3 marcos, al producto de cinco horas de trabajo, esta suma figura en el contrato entre comprador y vendedor cmo el precio o salario, digamos, por diez horas de trabajo. Si se concertó un contrato de este tipo con 50 obreros, por ejemplo, entonces éstos tendrán que entregarle al comprador, en conjunto, 500 horas de trabajo en un día, de las cuales la mitad, 250 horas de trabajo = 25 jornadas laborales de diez horas, consistirán sólo en plustrabajo. Tanto la cantidad como el volumen de los medios de producción que hay que comprar deberán ser suficienies para el empleo de esta cantidad de trabajo.
[32]
Por consigiente
FT
D - M <
MP
expresa no sólo la relación cualitativa, consistente en que determinada suma de dinero, por ejemplo £ 422, se convierta en medios de producción y fuerza de trabajo que se corresponden recíprocamente, sino también una relación cuantitativa entre la parte del dinero que se desembolsa en fuerza de trabajo FT y la que se gasta en medios de producción MP, una relación determinada de antemano por la suma de plustrabajo excedente que determinado número de obreros debe rendir.
Así, por ejemplo, cuando en una hilandería el salario semanal de los 50 obreros asciende a £ 50, hay que gastar £ 372 en medios de producción, si es éste el valor de los medios de producción que el trabajo semanal de 3.000 horas, 1.500 de las cuales son horas de plustrabajo, transforma en hilado.
Aquí resulta completamente indiferente saber hasta qué punto, en diversos ramos de la industria, el empleo de trabajo suplementario requiere un suplemento de valor bajo la forma de medios de producción. Se trata sólo de que, en cualquier circunstancia, la parte del dinero que se gasta en medios de producción --los medios de producción que se compran en D - MP-- sean suficientes, es decir, que calculados de antemano con ese fin, es necesario conseguirlos en proporción adecuada[c]. O bien que la masa de los medios de producción debe alcanzar para absorber la masa de trabajo, para que ésta la transforme en producto. Si no hubiera suficientes medios de producción, entonces no se podría utilizar el excedente de trabajo de que dispone el comprador, su derecho a disponer de ese excedente no conduciría a nada. Si hubiera más medios de producción que trabajo disponible, entonces el trabajo no los saturaría, no se transformarían en producto.
No bien se ha cumplido
FT
D - M <
MP,
el comprador dispone no sólo de los medios de producción y la fuerza de trabajo necesarios para producir un artículo útil. Dispone de una mayor capacidad de movilizar fuerza de trabajo, o de una cantidad de trabajo mayor de la que [33] se necesita para reponer el valor de la fuerza de trabajo y, al mismo tiempo, dispone de los medios de producción requeridos para efectivizar u objetivar esta cantidad de trabajo: dispone, por lo tanto, de los factores para producir artículos cuyo valor es mayor que el de los elementos que los producen, o para producir una masa de mercancías que contiene plusvalor. Por tanto el valor adelantado por él bajo forma dineraria se encuentra ahora bajo una forma natural en la que puede efectivizarse como valor que incuba plusvalor (bajo la figura de mercancías). En otras palabras: se encuentra en el estado o bajo la forma de capital productivo, que tiene la capacidad de actuar como creador de valor y de plusvalor. Llamemos P al capital que se encuentra en esta forma.
Pero el valor de P es = valor de FT + MP, = al D que se convirtió en FT y MP. D es el mismo valor de capital que P, sólo que en un modo distinto de existencia, a saber: el de valor de capital en estado de dinero o en forma dineraria: capital dinerario.
Por eso este proceso de la circulación general de mercancías,
FT
D - M <
MP,
o --según su forma general-- D - M suma de las compras de mercancías, es al mismo tiempo, como fase en el proceso cíclico autónomo del capital, transformación del valor de capital, al que se hace pasar de su forma dineraria a su forma productiva, o, en menos palabras, transformación de capital dinerario en capital productivo. Por eso, en la figura del ciclo examinada aquí en primer lugar, el dinero aparece como el primer portador del valor de capital, y por consiguiente, el capital dinerario como la forma en la que se adelanta el capital.
En cuanto capital dinerario se encuentra en un estado en el que puede cumplir funciones de dinero, las funciones --como en el presente caso-- de medio general de compra y medio general de pago. (Esto último en la medida en que la fuerza de trabajo se compra primero, pero sólo se la paga después que ha actuado. Cuando no existen medios de producción prontos en el mercado, sino que hay que encargarlos, el dinero funciona también en D - MP como medio de pago.) Esta capacidad no surge del hecho de que el capital dinerario sea capital, sino de que es dinero.
Por otra parte, el valor de capital, en estado dinerario, sólo puede cumplir funciones de dinero, y ninguna otra. Lo [34] que convierte estas funciones de dinero en funciones de capital es su papel determinado en el movimiento del capital, y de ahí también la conexión entre la fase en que ellas aparecen y las otras fases del ciclo del capital. Por ejemplo, en el caso que tenemos ante nosotros, se convierte dinero en mercancías cuya combinación constituye la forma específica del capital productivo, forma que por lo tanto encierra ya de manera latente, potencialmente, el resultado del proceso capitalista de producción.
Una parte del dinero que cumple la función de capital dinerario en FT
D - M <
MP
pasa, al cumplir esta misma circulación, a una función en la que desaparece su carácter de capital y se mantiene su carácter de dinero. La circulación del capital dinerario D se descompone en D - M y D - FT, compra de medios de producción y compra de fuerza de trabajo. Examinemos este último proceso en sí mismo. D - FT es compra de fuerza de trabajo por parte del capitalista; es venta de fuerza de trabajo --aquí podemos decir venta de trabajo, porque presuponemos la forma de salario-- por parte del obrero, del poseedor de la fuerza de trabajo. Lo que para el comprador es D - M ( = D - FT), para el vendedor (el obrero) es aquí, como en toda compra, FT - D (= M - D), venta de su fuerza de trabajo. Esta es la primera fase de la circulación o la primera metamorfosis de la mercancía (libro I, cap. III, 2 a); por parte del vendedor de trabajo es transformación de su mercancía en la forma dineraria de ésta. El obrero gasta poco a poco el dinero así obtenido en una cantidad de mercancías que satisfacen sus necesidades, en artículos de consumo. La circulación global de su mercancía se presenta por consiguiente como FT - D - M, es decir, en primer lugar, como FT - D ( = M - D) y en segundo lugar D - M, o sea en la forma general de la circulación mercantil simple M - D - M, en la que el dinero figura como mero medio evanescente de circulación, como mero mediador de la conversión de una mercancía en otra.
D - FT es el factor característico en la transformación del capital dinerario en capital productivo, porque es la condición esencial para que el valor adelantado en forma dineraria se transforme realmente en capital, en valor que produce plusvalor. D - MP es necesario sólo para realizar el volumen de trabajo comprado por medio de D - FT.
[35] Por eso en el libro I, sección II, "Transformación del dinero en capital", expusimos D - FT desde este punto de vista. Aquí hay que considerar el asunto desde otro punto de vista, con especial referencia al capital dinerario como forma en que se manifiesta el capital.
En general se considera a D-FT. como rasgo característico del modo capitalista de producción. Pero de ninguna manera por la razón indicada, o sea, por ser la compra de fuerza de trabajo un contrato de compra en el que se estipula el suministro de una cantidad de trabajo mayor de la que es necesaria para reponer el precio de la fuerza de trabajo o sea el salario (es decir el suministro de plustrabajo, condición fundamental para la capitalización del valor adelantado, o, lo que es lo mismo, para la producción de plusvalor), sino más bien por su forma, porque bajo la forma del salario se compra trabajo con dinero, y esto pasa por ser un rasgo distintivo de la economía dineraria.
Aquí, nuevamente, lo que se considera característico no es lo irracional de la forma. Esta irracionalidad pasa más bien inadvertida. Lo irracional consiste en que el trabajo, como elemento que crea valor, no puede poseer, él mismo, ningún valor que se exprese en su precio, en su equivalencia con determinada cantidad de dinero, y por ende que tampoco determinada cantidad de trabajo puede poseer dicho valor. Pero nosotros sabemos que el salario es sólo una forma disfrazada, una forma bajo la cual, por ejemplo, el precio diario de la fuerza de trabajo se presenta como el precio del trabajo desplegado por esa fuerza de trabajo durante un día, de manera, por ejemplo, que el valor producido por esa fuerza de trabajo durante 6 horas de labor se expresa como el valor de 12 horas de función o trabajo de dicha fuerza.
Se considera a D - FT como lo característico, como el rasgo distintivo de la llamada economía dineraria, porque aquí el trabajo aparece como mercancía de su poseedor, y el dinero, por consiguiente, como comprador; o sea, debido a la relación dineraria (es decir, compra y venta de actividad humana). Ahora bien, el dinero aparece ya muy temprano como comprador de los llamados servicios, sin que D se transforme en capital dinerario o se trastueque la índole general de la eonomía.
Al dinero le resulta completamente indiferente en qué tipo de mercancía se lo transforma. Es la forma general [36] de equivalente de todas las mercancías, que ya en sus precios muestran que representan idealmente determinada suma de dinero, que esperan que se las transforme en dinero y que sólo mediante su cambio de ubicación con el dinero reciben la forma bajo la cual pueden convertirse en valores de uso para sus poseedores. Por lo tanto, una vez que la fuerza de trabajo se encuentra en el mercado como mercancía de su poseedor, como mercancía cuya venta ocurre bajo la forma de pago por el trabajo, bajo la figura de salario, entonces su compra y venta no representa nada más sorprendente que la compra y venta de cualquier otra mercancía. Lo característico no es que se pueda comprar la mercancía fuerza de trabajo, sino que la fuerza de trabajo aparezca como mercancía.
Por medio de
FT
D - M <
MP,
de la transformación de capital dinerario en capital productivo, el capitalista provoca la combinación de los factores objetivos y personales de la producción, en la medida en que estos factores consisten en mercancías. Si el dinero se transforma, por primera vez, en capital productivo, o si funciona por primera vez para su poseedor como capitai dinerario, dicho poseedor debe entonces comprar los medios de producción, locales de trabajo, máquinas, etc., antes de adquirir la fuerza de trabajo; pues tan pronto como esta última pase a estar bajo su férula, deberán existir los medios de producción para que pueda utilizala como fuerza de trabajo.
Así se presentan las cosas del lado del capitalista.
Del lado del obrero: la activación productiva de su fuerza de trabajo sólo se hace posible a partir del momento en que, a raíz de su venta, se la pone en contacto con los medios de producción. Por lo tanto, antes de la venta, existe separada de los medios de producción, de las condiciones objetivas que se requieren para su activación. En este estado de separación no se la puede emplear directarmente para producir valores de uso destinados a su poseedor, ni para producir mercancías de cuya venta éste pudiera vivir. Pero tan pronto como, al ser vendida, entra en contacto con los medios de producción, constituye, al igual que éstos, parte constitutiva del capital productivo de su comprador.
Por eso, aunque en el acto D - FT el poseedor de dinero y el de fuerza de trabajo sólo se comporten recíprocamente [37] como comprador y vendedor, se enfrenten como poseedor de dinero y poseedor de mercancías, y en consecuencia se encuentren, bajo este aspecto, en una mera relación dineraria, sin embargo, desde un principio el comprador se presenta al mismo tiempo como poseedor de los medios de producción, que constituyen las condiciones objetivas para que el poseedor de la fuerza de trabajo la gaste en forma productiva. En otras palabras: estos medios de producción se contraponen al poseedor de fuerza de trabajo como propiedad ajena. Por otra parte el vendedor de trabajo se contrapone a su comprador como fuerza de trabajo ajena, que tiene que pasar a depender de éste, que tiene que ser incorporada a su capital para que éste actúe efectivamente como capital productivo. Por eso la relación de clase entre capitalista y asalariado ya existe, ya está presupuesta en el momento en que ambos se enfrentan en el acto D - FT (del lado del obrero, FT - D ). Es compra y venta, relación dineraria, pero una compra y una venta en las que se presuponen el comprador como capitalista y el vendedor como asalariado, y esta relación está dada por el hecho de que las condiciones para que se efectivice la fuerza de trabajo --medios de subsistencia y medios de producción- están separadas, como propiedad ajena, del poseedor de la fuerza de trabajo.
Aquí no nos ocupamos de cómo surge esa separación. Existe, tan pronto como se cumple D - FT. Lo que nos interesa aquí es: si D - FT aparece como función del capital dinerario, o si el dinro aparece aquí como forma de existencia del capital, ello no ocurre de ningún modo meramente porque el dinero aparezca aquí como medio de pago por una actividad humana que tiene un efecto útil, por un servicio; por tanto, esto no se debe de ninguna manera a la función del dinero como medio de pago. Sólo se puede gastar el dinero en esta forma, porque la fuerza de trabajo se encuentra en estado de separación respecto a sus medios de producción (incluidos los medios de subsistencia como medios de producción de la propia fuerza de trabajo), y porque esta separación sólo se supera vendiendo la fuerza de trabajo al poseedor de los medios de producción; debido, por ende, a que también el despliegue de fuerza de trabajo, despliegue cuyos límites no coinciden de ningún modo con los de la masa de trabajo necesaria para reproducir su propio precio, pertenece también al comprador.
[38] La relación de capital durante el proceso de producción sólo sale a luz porque existe en sí en el acto de circulación, en las distintas condiciones económicas fundamentales en las que se enfrentan comprador y vendedor, en su relación de clase. Esta relación no está dada con la naturaleza del dinero; antes bien es la existencia de esta relación lo que puede transformar una mera función de dinero en una función de capital.
Al analizar el capital dinerario (por el momento sólo nos ocupamos de él dentro de la función determinada en la que se nos presenta aquí) se producen por lo común dos errores que corren paralelos o se entremezclan. En primer lugar: las funciones que el valor de capital cumple como capital dinerario, y que precisamente puede cumplir porque se encuentra bajo la forma dineraria, se deducen erróneamente de su carácter de capital, mientras que en realidad sólo se deben al estado de dinero en que se encuentra el valor de capital, a esta forma de manifestación suya en cuanto dinero. Y en segundo lugar, a la inversa: el contenido específico de la función dineraria, que la convierte al propio tiempo en una función de capital, sededuce de la naturaleza del dinero (confundiendo, de esta suerte, dinero con capital), mientras que en realidad ella presupone condiciones sociales --como aquí, en el cumplimiento de D - FT-- que no están dadas de ningún modo en la mera circulación de mercancías y en la correspondiente circulación de dinero.
La compra y venta de esclavos también es, formalmente, compra y venta de mercancías. Pero el dinero no puede cumplir esta función si no existe la esclavitud. Si existe, entonces si se puede desembolsar dinero en la adquisición de esclavos. A la inversa, el dinero en manos del comprador no alcanza de ninguna manera para hacer posible la esclavitud.
Que la venta de la propia fuerza de trabajo (bajo la forma de venta del propio trabajo o de salario) se presente no como manifestación aislada, sino como el supuesto socialmente decisivo de la producción de mercancías, que por tanto el capital dinerario a escala social cumpla la función
FT
D - M <
MP
examinada aquí, esto supone procesos históricos a través de los cuales se disolvió la combinación originaria entre los medios de producción y la [39] fuerza de trabajo, procesos merced a los cuales se enfrentan la masa del pueblo, los obreros, como no-propietarios y los no-obreros como propietarios de estos medios de producción. Para lo cual no importa nada si la combinación, antes de disolverse, revestía la forma de que el trabajador mismo, en cuanto medio de producción, formaba parte de los otros medios de producción, o si era propietario de éstos.
Por eso, el hecho que aquí está en la base del acto
FT
D - M <
MP
es la distribución; no la distribución en el sentido habitual, como distribución de los medios de consumo, sino la distribución de los elementos de la producción misma, de los cuales los factores objetivos están concentrados de un lado y la fuerza de trabajo, aislada de ellos, del otro.
Por consiguiente los medios de producción, la parte objetiva del capital productivo, deben enfrentarse ya al obrero como tales, como capital, antes que el acto D - FT pueda convertirse en un acto social general.
Hemos visto antes[d] que la producción capitalista, una vez establecida, no sólo reproduce en su desarrollo esta separación, sino que la amplía en escala cada vez mayor, hasta que ella se convierte en el estado social dominante de manera general. Pero el asunto presenta además otro aspecto. Para que el capital pueda formarse y apoderarse de la producción, se presupone que el comercio ha alcanzado cierto estadio de desarrollo, y por ende que también lo ha alcanzado la circulación de mercancías y con ella la producción de las mismas, pues los artículos no pueden entrar en la circulación como mercancías mientras no se los produzca para la venta, es decir, como mercancías. Pero la producción de mercancías sólo aparece como carácter normal, dominante, de la producción cuando lo hace sobre la base de la producción capitalista.
Los terratenientes rusos, que a consecuencia de la llamada emancipación de los campesinos deben efectuar ahora la explotación agrícola con trabajadores asalariados, sin siervos forzados a trabajar, se quejan de dos cosas: en primer lugar, de falta de capital dinerario. Dicen así, por [40] jemplo: antes de vender la cosecha hay que pagar a gran cantidad de asalariados, y entonces falta la primera condición, dinero en efcctivo. Para producir de manera capitalista hay que tener siempre capital disponible en forma de dinero, precisamente para pagar salarios. Pero los terratenientes pueden consolarse. Con el tiempo maduran las uvas, y el capitalista industrial dispone no sólo de su propio dinero, sino también de l'argent des autres [del dinero de los otros].
Pero más significativa es la segunda queja, o sea: que aunque se tenga dinero, no se encuentra fuerza de trabajo disponible para comprarla en cantidad suficiente y en el momento en que se lo desee, ya que a consecuencia de la propiedad común del suelo en la comunidad aldeana, el bracero ruso no está aún totalmente separado de sus medios de producción, y por lo tanto no es todavía un "asalariado libre" en el sentido cabal del término. Pero la existencia de asalariados libres a escala social es condición imprescindible para que D - M, la transformación de dinero en mercancía, se pueda representar como transformación de capital dinerario en capital productivo.
Por eso se comprende de suyo que la fórmula para el ciclo del capital dinerario, D - M . . . P . . . M' - D', sólo es la forma sobrentendida del ciclo del capital sobre la base de una producción capitalista ya desarrollada, porque presupone la existencia, en escala social, de la clase de los asalariados. Como hemos visto, la producción capitalista no sólo produce mercancías y plusvalor, reproduce también, y en volumen siempre creciente, la clase de los asalariados y transforma en asalariados a la enorme mayoría de los productores directos. Por eso D - M . . . P . . . M'- D' presupone ya al capital bajo la forma de capital productivo, y por tanto la forma del ciclo del capital productivo, porque el primer supuesto de su funcionamiento es la existencia permanente de la clase de los asalariados.
II. Segunda fase. Función del capital productivo

El ciclo del capital considerado aquí comienza con el acto de circulación D- M, con la transformación de dinero en mercancía, con la compra. Por lo tanto hay que completar la circulación con la metamórfosis opuesta, M - D, [41] transformación de mercancía en dinero, venta. Pero el resultado inmediato de
FT
D - M <
MP
es la interrupción en la circulación del valor de capital adelantado bajo la forma dineraria. Al transformarse de capital dinerario en capital productivo, el valor de capital ha recibido una formna en especie bajo la cual no puede seguir circulando, sino que debe ingresar al consumo, esto es, al consumo productivo. El uso de la fuerza de trabajo --el trabajo-- sólo puede realizarse en el proceso de trabajo. El capitalista no puede volver a vender al obrero como mercancía, pues éste no es su esclavo, y aquél no ha comprado otra cosa que el uso y consumo de su fuerza de trabajo por un lapso determinado. Por otra parte sólo puede usar y consumir la fuerza de trabajo haciéndola usar y consumir los medios de producción como creadores de mercancías. El resultado de la primera fase es por tanto el ingreso en la segunda, en la fase productiva del capital.
El movimiento se representa como
FT
D - M < . . . P,
MP
donde los puntos indican que la circulación del capital está interrumpida, pero que su proceso cíclico continúa, saliendo de la esfera de la circulación de mercancías e ingresando en la de la producción. Por eso la primera fase, la transformación de capital dinerario en capital productivo, aparece sólo como antecesora, como fase introductoria a la segunda, a la fase de la función del capital productivo.
FT
D - M <
MP
presupone que el individuo que cumple este acto no sólo dispone de valores en cualquier forma apropiada para el uso, sino que los posee en forma dineraria, que es poseedor de dinero. Pero el acto consiste precisamente en desprenderse del dinero, y el propietario de dinero sólo puede seguir siéndolo en la medida en que el propio acto de desprenderse del dinero implique el retorno de éste a sus manos. Pero el dinero sólo puede refluir a él mediante la venta de mercancías. Por tanto, el acto lo presupone como productor de mercancías.
D - FT. El asalariado vive únicamente de la venta de su fuerza de trabajo. El mantenimiento de ésta --la autoconservación del asalariado-- hace necesario el consumo cotidiano. Por lo tanto su pago debe repetirse de manera constante a intervalos relativamente breves, para que él pueda repetir las compras necesarias para su autoconservación, [42] el acto FT- D - M, es decir M - D - M. En consecuencia, el capitalista debe enfrentarlo siempre como capitalista en dinero y su capital como capital dinerario.
Pero por otra parte, para que la masa de los productores directos, de los asalariados, pueda cumplir el acto FT - D - M, los medios de subsistencia necesarios deben presentársele siempre en forma tal que se los pueda comprar, es decir, en forma de mercancías. Este estado ya requiere, pues, un alto grado de circulación de productos como mercancías, y por consiguiente también del volumen de la producción mercantil. Tan pronto como la producción por medio del trabajo asalariado se generaliza, la producción mercantil debe ser la forma general de la producción. Partiendo del supuesto de que ésta es la forma general, ella condiciona, por su parte, una división siempre creciente del trabajo social, es decir, una especialización siempre mayor del producto que un capitalista determinado produce como mercancía, una separación cada vez mayor de procesos de producción complementarios que se vuelven autónomos. Por eso D - MP se desarrolla en el mismo grado que D - FT; es decir que la producción de los medios de producción se separa, en la misma medida, de la producción de la mercancía para la cual ellos constituyen los medios de producción y éstos se le presentan a cada productor de mercancías como mercancías que él no produce, sino que compra para su proceso determinado de producción. Surgen de ramos de la producción completamente separados del suyo y explotados de manera autónoma, y entran como mercancías en su ramo de producción, es decir que tiene que comprarlas. Las condiciones materiales de la producción mercantil se le contraponen, en proporción cada vez mayor, como productos de otros productores de mercancías, como mercancías. En la misma medida el capitalista tiene que aparecer como capitalista dinerario, o se amplía la escala en que su capital debe funcionar como capital dinerario.
Por otra parte, las mismas circunstancias que producen la condición fundamental de la producción capitalista --la existencia de una clase de asalariados-- requieren que todá la producción de mercancías pase a ser producción capitalista de mercancías. A medida que ésta se desarrolla, opera descomponiendo y disolviendo todas las formas más antiguas de producción, que, orientadas preferentemente [43] al consumo personal directo, sólo transforman en mercancía el excedente de lo producido. Ella convierte la venta del producto en el interés principal, en un primer momento sin atacar, aparentemente, el propio modo de producción, como ocurrió, por ejemplo, con el primer efecto del comercio capitalista mundial sobre pueblos como los chinos, indios, árabes, etc. Pero en un segundo momento, cuando ha echado raíces, destruye todas las formas de la producción mercantil que o bien se fundan en el trabajo del propio productor, o bien meramente en la venta, como mercancía, del producto sobrante. Generaliza primero la producción de mercancías y luego la transforma progresiva e integramente en producción capitalista de mercancías.[3]
Sean cuales fueren las formas sociales de la producción, sus factores son siempre los trabajadores y los medios de producción. Pero unos y otros sólo lo son potencialmente si están separados. Para que se produzca, en general, deben combinarse. La forma especial en la que se lleva a cabo esta combinación distingue las diferentes épocas económicas de la estructura social. En el presente caso la separación del trabajador libre con respecto a sus medios de producción es el punto de partida dado, y ya hemos visto cómo y bajo qué condiciones ambos se combinan en las manos del capitalista: a saber, como modo de existencia productivo de su capital. El proceso real al que ingresan conjuntamente los creadores (personales y materiales) de mercancías así reunidos, el proceso de producción, se transforma por eso, él mismo, en una función del capital, en proceso capitalista de producción, cuya naturaleza se expuso detalladamente en el libro primero de esta obra. Toda empresa de producción mercantil se convierte al mismo tiempo en empresa que explota la fuerza de trabajo; pero sólo la producción mercantil capitalista se transforma en modo de explotación que inicia una época, en un modo que en su desarrollo. histórico ulterior, mediante la organización del proceso de trabajo y el perfeccionamiento gigantesco de la técnica, revoluciona toda la estructura económica de la sociedad y supera, de manera incomparable, todas las épocas anteriores.
[44] En cuanto formas de existencia del valor de capital adelantado, los medios de producción y la fuerza de trabajo se diferencian como capital constante y variable, por los distintos papeles que desempeñan durante el proceso de producción en la creación de valor, y por lo tanto también en la de plusvalor. Como partes constitutivas distintas del capital productivo se diferencian además porque los primeros, que son posesión del capitalista, siguen siendo su capital aun fuera del proceso de producción, mientras que la fuerza de trabajo no se convierte en forma de existencia de un capital individual sino en el marco de dicho proceso. Si bien la fuerza de trabajo sólo es mercancía en manos de su vendedor, del asalariado, en cambio sóo se vuelve capital en manos de su comprador, del capitalista, en quien recae su uso temporario. Incluso los medios de producción sólo se convierten en figuras objetivas del capital productivo, o en capital productivo, a partir del momento en que pueden incorporar fuerza de trabajo, como forma de existencia personal del capital productivo. Por consiguiente, así como la fuerza de trabajo humana no es por naturaleza capital, tampoco lo son los medios de producción. Reciben este carácter social específico sólo bajo condiciones determinadas que se han desarrollado históricamente, del mismo modo en que sólo bajo condiciones de este tipo se les imprime a los metales preciosos el caráctcr de dinero, o incluso al dinero el de capital dinerario.
Al actuar, el capital productivo consume sus propias partes constitutivas para convertirlas en una masa de productos de valor mayor. Como la fuerza de trabajo sólo opera como uno de los órganos de dicho capital, el valor de producto que excede al de sus elementos constitutivos, creado por ella con su plustrabajo, es también fruto del capital. El plustrabajo de la fuerza de trabajo es el trabajo gratis del capital y por eso constituye para el capitalista plusvalor, un valor que no le cuesta ningún equivalente. Por lo tanto el producto es no sólo mercancía, sino mercancía fecundada con plusvalor. El valor de ésta es = P + PV, o igual al valor del capital productivo P que se consumió en la fabricación de la misma más el del plusvalor PV producido por él. Supongamos que esta mercancía consista en 10.000 libras de hilado en cuya fabricación se gastaron medios de producción por valor de £ 372 y fuerza de trabajo por valor de £ 50. Durante [45] el proceso de hilar, los hilanderos transfirieron al hilado el valor de los medios de producción consumidos por su trabajo, valor que ascendía a £ 372, al mismo tiempo que, en proporción al trabajo que desplegaban, fabricaban un valor nuevo de, digamos, £ 128. Por lo tanto las 10.000 libras de hilado son portadoras de un valor de £ 500.
III. Tercera fase. M' - D' [e]
La mercancía se convierte en capital mercantil como forma de existencia funcional del valor de capital ya valorizado, surgida directamente del propio proceso de producción. Si la producción de mercancías se practicara de manera capitalista en todo el ámbito de la sociedad, entonces toda mercancía, por el mero hecho de serlo, sería elemento de un capital mercantil, tanto si consistiera en arrabio como en encaje de Bruselas, ácido sulfúrico o cigarros. El problema de qué clases, dentro del ejercito de las mercancías, están destinadas por su naturaleza a ascender al grado de capital, y cuáles otras a cumplir el servicio como mercancías rasas, es uno de los dulces tormentos de la economía escolástica, que ella misma se ha creado.
En su forma[f] mercantil el capitil tiene que cumplir función de mercancía. Los artículos que lo constituyen, producidos desde un principio para el mercado, deben ser vendidos, transformados en dinero. es decir, deben efectuar el movimiento M - D.
Supongamos que la mercancía del capitalista consista en 10.000 libras de hilado de algodón. Si en el proceso de hilar se consumieron medios de producción por valor de £ 372 y se creó un valor nuevo de £ 125, entonces el hilado tendrá un valor de £ 500, expresa éste en su precio, que es igual. Este precio se realiza mediante la venta M - D. ¿Qué convierte este sencillo proceso de toda circulación merantil, simultáneamente, en una función de capital? No es ninguna variación que ocurra dentro del hilado, ni con respecto a su carácter de uso --pues la mercancía pasa a manos del comprador como objeto para el uso-- ni con respecto a su valor --pues éste no sufre [46] ninguna variación de magnitud, sino sólo una modificación formal-. Ese valor existía primero en el hilado, ahora existe en el dinero. Así aparece una diferencia esencial entre la primera fase D - M [g] a y la última, M - D. Allí el dinero adelantado funciona como capital dinerario, porque, por medio de la circulación, se lo convierte en mercancías que tienen valor de uso específico. Aquí la mercancía sólo puede funcionar como capital, en tanto este carácter lo trae ya consigo del proceso de producción, antes de que comience su circulación. Durante el proceso de hilar los hilanderos crearon valor de hilado por una suma de £ 128. Una parte de esta suma, digamos £ 50, constituye para el capitalista meramente un equivalente de su desembolso en fuerza de trabajo, y £ 78 --con un grado de explotación de la fuerza de trabajo de un 156 % constituyen plusvalor. El valor de las 10.000 libras de hilado, por tanto, contiene en primer lugar el valor del capital productivo P consumido, cuya parte constante es = £ 372, la variable = £ 50, su suma = £ 422, = 8.440 libras de hilado. Pero el valor del capital productivo P es = M, al valor de los elementos que lo componen y que en la fase D - M se contraponían al capitalista como mercancías en las manos de sus vendedores. Pero en segundo lugar el valor del hilado contiene un plusvalor de £ 78 = 1.560 libras de hilado. M, como expresión del valor de las 10.000 libras de hilado, es, por ende, = M + M, M más un incremento de M ( = £ 78), incremento al que llamaremos m, porque existe en la misma forma mercantil en que ahora existe el valor originario M. El valor de las 10.000 libras de hilado = £ 500 es, por consiguiente = M + m = M'. Lo que convierte a M, en tanto ésta expresa el valor de las 10.000 libras de hilado, en M' no es su magnitud absoluta de valor ( £ 500), pues dicha magnitud está determinada por la cantidad de trabajo objetivada en ella, como en todas las otras M en cuanto expresiones de valor de cualquier otra cantidad de mercancías. Es su magnitud relativa de valor, su magnitud de valor comparada con el valor del capital P que se consumió en su producción. Este valor está contenido en ella, más el plusvalor que proporciona [47] el capiial productivo. Su valor es mayor, excede al valor de capiial en ese plusvalor m. Las 10.000 libras de hilado son portadoras del valor de capital valorizado, enriquecido con un plusvalor, y lo son en cuanto producto del proceso capitalisia de producción. M' expresa una relación de valor, la relación entre el valor del producio en mercancías y el del capital gastado en su producción; es decir que expresa la composición de su valor, formado por valor de capital y plusvalor. Las 10.000 libras de hilado son capital mercantil, M', sólo como forma trasmutada del capital productivo P, es decir en un coniexto que en primera instancia sólo existe en el ciclo de este capital individual, o para el capitalista que produjo hilado con su capital. Es, por decirlo así, una relación interna, y no externa, la que convierte las 10.000 libras de hilado, como portadoras de valor, en capital mercantil, no llevan su impronta capitalista en la magnitud absoluta de su valor, sino en su magnitud relativa, en su magnitud de valor comparada con la que poseía el capital productivo contenido en ellas antes de transformarse en mercancía.[h] Por eso, si las 10.000 libras de hilado se venden a su valor de £ 500, entonces este acto de circulación, considerado en sí mismo, es = M - D, mera transformación de un valor invariable que pasa de la forma mercantil a la forma dineraria. Pero como fase particular en el ciclo de un capital individual el mismo acto es realización del valor de capital de £ 422 que la mercancía lleva en sí + el plusvalor de £ 78 portado por ella, es decir M'- D' transformación del capital mercantil de su forma mercantil a la forma dineraria[4].
Ahora bien, la función de M' es la de todo producto mercantil: transformarse en dinero, venderse, recorrer la fase de circulación M - D. Mientras el capital ahora valorizado permanece en la forma de capital mercantil, está inmovilizado en el mercado, el proceso de producción se halla paralizado. El capital no actúa ni como creador de producto ni como creador de valor. Según el distinto grado [48] de velocidad con el cual el capital se desprenda de su forma mercantil y adopte su forma dineraria, o según la rapidez de la venta, el mismo valor de capital servirá en grado muy desigual como creador de producto y de valor, y la escala de la reproducción se ampliará o se acortará. En el primer libro se mostró que el grado de rendimiento de un capital dado está condicionado por potencias del proceso de producción que hasta cierto punto son independientes de la propia magnitud de valor de dicho capital.[i] Aquí se ve que el proceso de circulación pone en movimiento nuevas potencias del rendimiento, expansión y contracción del capital, independientes de la magnitud de valor del mismo.
Además, la masa de mercancías M', como portadora del capital valorizado, debe recorrer en toda su extensión la metamorfosis M' - D'. La cantidad de lo vendido se convierte aquí en determinación esencial. La mercancía individual figura únicamente como parte constitutiva de la masa global. El valor de £ 500 existe en las 10.000 libras de hilado. Si el capitalista sólo logra vender 7.440 libras a su valor de £ 372, sólo repondrá entonces el valor de su capital constante, el valor de los medios de producción gastados, si logra vender 8.440 libras, no repondrá, en tal caso, más que la magnitud de valor del capital global adelantado. Tiene que vender más para realizar plusvalor, y tiene que vender las 10.000 libras de hilado en su totalidad para realizar todo el plusvalor de £ 78 ( = 1.560 libras de hilado). Por tanto, al recibir £ 500 en dinero sólo recibe un valor equivalente al de la mercancía vendida; su transacción, dentro de la circulación, es simple M - D. Si les hubiera pagado a sus obreros £ 64 en lugar de £ 50 en concepto de salarios, entonces su plusvalor sería sólo de £ 64 en lugar de 78, y el grado de explotación sólo del 100 % en lugar del 156%; pero el valor de su hilado no variaría de un caso a otro, sólo la proporción entre sus distintas partes sería diferente; el acto de circulación M - D sería, como siempre, venta de 10.000 libras de hilado a su valor, £ 500.
M' = M + m ( = £ 422 + £ 78). M es igual al valor de P, o al del capital productivo, y éste es igual al valor de D adelantado en D - M, en la compra de los elementos [49] para la producción, en nuestro ejemplo = £ 422.
Si la masa de mercancías se vende a su valor, entonces M = £ 422 y m = £ 78, al valor del plusproducto de 1.560 libras de hilado. Si llamamos d a m expresado en dinero, entonces M' - D' = (M + m) - (D + d) y el ciclo D - M . . . P . . . M'- D' en su forma desarrollada es, por lo tanto,
FT
D - M < . . . P . . . (M + m) - (D + d).
MP
En la primera fase el capitalista retira del mercado de mercancías propiamente dicho y del mercado de trabajo, artículos para el uso; en la tercera fase devuelve mercancías, pero sólo a uno de los mercados, al de mercancías propiamente dicho. Pero si él, con su mercancía, vuelve a retirar del mercado más valor del que originariamente volcó en él, esto ocurre sólo porque vuelca al mercado un valor, en mercancías, mayor que el que originariamente retiró. Volcó al mercado el valor D y retiró el valor M; vuelca ahora M + m y retira el valor equivalente D + d. E nuestro ejemplo D era igual al valor de 8.440 libras de hilado, pero el capitalista vuelca al mercado 10.000 libras, es decir que le da un valor mayor del que le quitó.
Por otra parte, sólo volcó al mercado este valor acrecentado porque mediante la explotación de la fuerza de trabajo produjo plusvalor (como parte alicuota del producto, expresada en plusproducto) en el proceso de producción. Sólo en cuanto producto de este proceso la masa de mercancías es capital mercantil, portadora del valor de capital valorizado. Al cumplirse M'- D' se realizan tanto el valor de capital adelantado como el plusvalor. La realización de ambos coincide en la serie de ventas --o en la venta, hecha de una sola vez-- de toda la masa de mercancías, serie de ventas o venta expresadas por M'- D'. Pero el mismo proceso de circulación M'- D' es diferente para el valor de capital y para el plusvalor, en tanto expresa, para cada uno de ellos, una fase díferente de su circulación, una parte diferente de la serie de metamorfosis que tienen que recorrer dentro de la circulación. El plusvalor, m, nació dentro del proceso de producción. Por eso, entra por vez primera al mercado de mercancías, y lo hace precisamente bajo la forma mercantil; ésta es su primera forma de circulación, y por consiguiente también el acto m - d es su primer acto de circulación o su primera metamorfosis, [50] que debe completarse aún mediante el acto de circulación opuesto, o la metamorfosis inversa, d - m.[5] [k]
Otra cosa ocurre con la circulación que describe el valor de capital M en el mismo acto de circulación M' - D', que constituye para él el acto de circulación M - D, en el cual M = P, o sea, igual al D adelantado originariamente. Comenzó su primer acto de circulación como D, como capital dinerario, y vuelve a la misma forma por medio del acto M - D; por lo tanto, ha recorrido las dos fases contrapuestas de la circulación, 1) D - M y 2) M - D, y vuelve a encontrarse en la forma en que puede empezar de nuevo el mismo proceso cíclico. Lo que para el plusvalor es la primera transformación de la forma mercantil a la forma dineraria, para el valor de capital es retorno o reconversión en su forma dineraria primitiva.
Mediante
FT
D - M <
MP
el cavital dinerario se convirtió en una suma equivalente de mercancías, FT y MP. Estas mercancías no vuelven a funcionar como tales, como artículos para la venta. Su valor existe ahora en manos de su comprador, el capitalista, como valor de su capital productivo P. Y en la función de P, en el consumo productivo, se las transforma en un tipo de mercancías materialmente diferente de los medios de producción, en hilado, en el cual su valor no sólo se conserva, sino que se aumenta, de £ 422 a £ 500. Por medio de esta metamorfosis real se sustituyen las mercancías retiradas del mercado en la primera fase D - M por mercancías diferentes --diferentes materialmente y desde el punto de vista de su valor-- que ahora funcionan como mercancías, a las que hay que transformar en dinero y vender. Por eso el proceso de producción sólo aparece como interrupción en el proceso de circulación del valor de capital, proceso del cual, hasta ese momento, sólo se ha recorrido la primera fase, D - M.
[51] El valor de capital recorre la fase segunda y final, M - D, después que M se ha modificado materialmente y en lo que toca a su valor. Pero en lo que respecta al valor de capital, considerado en sí mismo, sólo ha sufrido, en el proceso de producción, una alteración en su forma de uso.
Existía como vlor de £ 422 en FT y MP; ahora existe como valor de £ 422 en 8.440 libras de hilado. Si sólo consideramos, pues, las dos fases del proceso de circulación que cumple el valor de capital -separándolo mentalmente de su plusvalor-, entonces éste recorre 1) D - M y 2) M - D, donde la segunda M tiene una forma de uso modificada pero el mismo valor que la primera; es decir que cumple D - M - D, una forma de circulación que, por el doble cambio de ubicación -en sentido opuesto- de la mercancía (transformación de dinero en mercancía, transformación de mercancía en dinero), produce necesariamente el retorno del valor, adelantado como dinero, a su forma dineraria: su reconversión en dinero.
El mismo acto de circulación M'- D' que para el valor de capital, adelantado en dinero, es la metamorfosis segunda y final, el retorno a la forma dineraria, representa para el plusvalor -portado conjuntamente por el capital mercantil y conjuntamente realizado por la conversión de éste a la forma dineraria- primera metamorfosis, transformación de la forma mercantil a la dineraria, M - D, primera fase de circulación.
Por tanto, aquí hay que observar dos cosas. Primero: la reconversión final del valor de capital en su forma dineraria inicial es una función del capital mercantil. Segundo: esta función incluye la primera trasmutación formal del plusvalor, que pasa de su forma mercantil inicial a la forma dineraria. Esta última forma desempeña aquí, por ende, un doble papel; por un lado es la forma a la que retorna un valor originariamente adelantado en dinero, es decir, retorno a la forma de valor que inició el proceso, por otro lado es la primera forma trasmutada de un valor que entra originariamente a la circulación bajo la forma mercantil. Si las mercancías en que consiste el capital mercantil se venden a su valor, como presuponemos aquí, entonces M + m se transforma en un equivalente D + d; el capital mercantil realizado existe ahora en manos del capitalista bajo esta forma D + d (£ 422 + £ 78 = £ 500). El valor de capital y el plusvalor existen ahora como dinero, esto es, en la forma general de equivalente.
Al térmmo del proceso el valor de capital vuelve a encontrarse, pues, bajo la misma forma en que ingresó en aquél, y por tanto puede iniciarlo y recorrerlo de nuevo como capital dinerario. Precisamente porque la forma inicial y final del proceso es la del capital dinerario (D), designamos ciclo del capital dinerario a esta forma del proceso cíclico. Al final, lo que ha variado no es la forma, sino sólo la magnitud del valor adelantado.
D + d no es más que una suma de dinero de magnitud determinada, en nuestro caso, £ 500. Pero como resultado del ciclo del capital, como capital mercantil realizado, esta suma de dinero contiene el valor de capital y el plusvalor, y precisamente ahora éstos ya no están compenetrados como en el hilado; ahora se encuentran yuxtapuestos. Su realización le ha dado a cada uno de los dos forma dineraria autónoma. 211/250 de esa suma son valor de capital (£ 422) y 39/250 de la misma son el plusvalor de £ 78. Esta separación suscitada por la realización del capital mercantil no sólo tiene el contenido formal del que hablaremos enseguida, cobra importancia en el proceso de reproducción del capital, según que d se transforme total o parcialmente, o no se transforme, en D, es decir, según siga o no funcionando como parte constitutiva del valor de capital adelantado. d y D también pueden recorrer circulaciones completamente distintas.
En D' el capital ha retornado a su forma originaria D, a su forma dineraria, pero en una forma en la que se ha efectivizado como capital.
Hay, en primer luar, una diferencia cuantitativa. Era D, £ 422;, ahora es D', £ 500, y esta diferencia se expresa en D . . . D', en los extremos cuantitativamente distintos del ciclo cuyo movimiento mismo se indica sólo por medio de los puntos . . . . D' es > D, D' - D = PV, al plusvalor. Pero como resultado de este ciclo D . . . D' ahora sólo existe D', que es el producto en el que se ha borrado su proceso de formación. D' existe ahora para sí, en forma autónoma, con independencia del movimiento que lo originó. Dicho movimiento ha desaparecido, D' ocupa ahora su lugar.
[53] Pero D' como D + d, es decir, £ 500 como £ 422 de capital adelantado un incremento del mismo de £ 78, representa al mismo tiempo una relación cualitativa, aunque esta misma relación cualitativa sólo existe como relación entre las partes de una suma homogénea, es decir, como relación cuantitativa. D, el capital adelantado, que ahora se encuentra nuevamente bajo su forma originaria (£ 422) existe ahora como capital realizado. No sólo se ha conservado, sino también realizado como capital, al distinguirse, en cuanto tal, de d (£ 78), con el cual se relaciona como con su crécimiento, su fruto, un incremento incubado por él mismo. Se ha realizado como capital porque se ha realizado como valor que ha incubado un valor. D' existe como relación de capital; D no aparece ya como mero dinero, sino que está puesto expresamente como capital dinerario, expresado como valor que se ha valorizado, es decir que también tiene la propiedad de valorizarse, de incubar más valor del que él mismo posee. D está puesto como capital por su relación con otra parte de D', con la cual se relaciona como con algo puesto por él, efecto de él en cuanto causa, como con una consecuencia de la que él es la razón. Así, D' se presenta como suma de valor diferenciada en sí, que establece dentro de sí misma distinciones funcionales (conceptuales), que expresa la relación de capital.
Pero esto sólo se expresa como resultado, sin la mediación del proceso cuyo resultado es.
Las partes del valo, como tales, no se diferencian cualitativamente unas de otras, salvo en la medida en que aparecen como valores de distintos artículos, de cosas concretas, es decir, en distintas formas de uso y por lo tanto como valores de distintos cuerpos de mercancías --una diferencia que no surge de ellas mismas en cuanto meras partes de valor--. Toda la diversidad de las mercancías se borra en el dinero, porque él es, precisamente, la forma de equivalente común a todas ellas. Una suma de dinero de £ 500 está formada exclusivamente por elementos homogéneos de £ 1. Como en la simple existencia de esta suma de dinero se ha borrado la mediación que le dio origen y ha desaparecido toda huella de la diferencia específica que poseen las distintas partes constitutivas del capital en el proceso de producción, la diferencia existe únicamente bajo la forma conceptual de una suma principal [54] (en inglés, principal) = al capital adelantado de £ 422 y de una suma excedentaria de válor de £ 78. Sea, por ejemplo, D' = £ 110, de las cuales 100 = D, suma principal, y 10 = PV, plusvalor. Entre las dos partes que constituyen la suma de £ 110 reina una homogeneidad absoluta, es decir, una indiferenciación conceptual. £ 10 cualesquiera son siempre 1/11 de la suma global de £ 110, ya sean 1/10 de la suma principal adelantada de 100 o el excedente de £ 10 por encima de ella. Por eso, la suma principal y el incremento, el capital y la plus-suma se pueden expresar como fracciones de la suma global; en nuestro ejemplo, 10/11 constituyen la suma principal o el capital, y 1/11 la plus-suma. Es, por consiguiente, expresión no-conceptual de la relación de capital, en la que aquí, al final de su proceso, el capital realizado aparece en su expresión dineraria.
Esto también vale, por cierto, para M' (= M + m).
Pero con la diferencia de que M' (en la que M y m también son solamente partes de valor proporcionales de la misma masa homogénea de mercancías) hace referencia a su origen P, del que es producto directo, mientras que en D', una forma directamente derivada de la circulación, se ha desvanecido la referencia directa a P.
La diferencia no-conceptual entre suma principal e incremento, contenída en D', en tanto expresa el resultado del moviiento D . . . D', desaparece de inmediato tan pronto como D' vuelve a funcionar activamente como capital dinerario, es decir, no se lo fija, en cambio, como expresión dineraria del capital industrial valorizado. El ciclo del capital dinerario nunca puede empezar con D' (aunque D' funcione ahora como D), sino sólo con D; es decir, nunca como expresión de la relación de capital, sino sólo en forma de adelanto del valor de capital. No bien se vuelve a adelantar las £ 500 como capital para que se valoricen de nuevo, ellas son punto de partida en lugar de punto de retorno. Ahora se adelanta un capital de £ 500 en lugar de uno de £ 422, más dinero que antes, más valor de capital, pero la relación entre las dos partes que lo integran ha desaparecido, exactamente del mismo modo en que, en un principio, la suma de £ 500 habría podido funcionar como capital en lugar de la suma de £ 422.
[55] No es una función activa del capital dinerario el presentarse como D', su propia presentación como D' es más bien una función de M'. Ya en la circulación mercantil simple, 1) M1 - D, 2) D - M2, funciona D por primera vez activamente en el segundo acto, D - M,; su presentación como D es sólo el resultado del primer acto, en virtud del cual D aparece por primera vez como forma trasmutada de M1. La relación de capital contenida en D', la relación de una de sus partes, en cuanto valor de capital, con la otra, en cuanto incremento de valor de éste, adquiere sin duda significación funcional en la medida en que, al repetirse constantemente el ciclo D . . . D', se escinde D' en dos circulaciones, circulación de capital y circulación de plusvalor, es decir que las dos partes cumplen funciones diferentes no sólo cuantitativa, sino cualitativamente: D, distintas de las que cumple d. Pero considerada en sí misma, la forma D . . . D' no incluye el consumo del capitalista, sino expresamente sólo la autovalorización y la acumulación, en tanto esta última se expresa ante todo en el crecimiento periódico del capital dinerario que siempre se vuelv a adelantar.
Aunque es una forma no-conceptual del capital, D' = D + d es al mismo tiempo por primera vez el capital dinerario en su forma realizada, es decir, como dinero que ha incubado dinero. Pero aquí hay que hacer una distinción con respecto a la función del capital dinerario en la primera fase
FT
D - M <
MP.
En esta primera fase D circula como dinero. Funciona como capital dinerario sólo porque únicamente en su estado dinerario puede cumplir una función de dinero, convertirse en los elementos de P --en FT y MP-- que lo enfrentan como mercancías. En este acto de circulación sólo funciona como dinero, pero como este acto es la primera fase del valor de capital que se procesa, es al mismo tiempo función del capital dinerario, en virtud de la forma de uso específica de las mercancías FT y MP que se compran. D' en cambio, compuesto por D, el valor de capital, y d, el plusvalor generado por éste, expresa el valor de capital valorizado, el fin y el resultado, la función de todo el proceso cíclico del capital. El hecho de que D' exprese este resultado en forma dineraria, como capital dinerario realizado, no surge de que sea forma dineraria del capital, de que [56] sea capital dinerario, sino a la inversa de que es capital dinerario, capital bajo forma dineraria, de que el capital inauguró el proceso bajo esta forma, de que se lo adelantó bajo la forma de dinero. Como hemos visto, la reconversión en la forma dineraria es una función del capital mercantil M', y no del capital dinerario. Pero en lo tocante a la diferencia de D' con respecto a D, ella (d) sólo es la forma dineraria de m, del incremento de M; D' es = D + d sólo porque M' era = M + m. En M' existen y se expresan pues esta diferencia y la relación entre el valor de capital y el plusvalor incubado por él, antes de que ambos se transformen en D', en una suma de dinero en la que ambas partes del valor se enfrentan de manera autónoma y por lo tanto también se las puede emplear para funciones autónomas y diferentes entre sí.
D'[l] no es más que el resultado de la realización de M'. Ambas, tanto M' como D', son sólo formas distintas, forma mercantil y forma dineraria, del valor de capital valorizado, ambas tienen esto en común, que son valor de capital valorizado. Ambas son capital efectivizado porque aquí el valor de capital como tal existe junto con el plusvalor como fruto distinto de él y logrado por él, aunque esta relación sólo se expresa en la forma no-conceptual de la relación entre dos partes de una suma de dinero o de un valor en mercancías. Pero como expresiones del capital respecto al plusvalor generado por él y a diferencia de dicho plusvalor, es decir, como expresiones de valor valorizado, D' y M' son lo mismo y expresan lo mismo, sólo que bajo formas diferentes, no se diferencian como capital dinerario y capital mercantil, sino como dinero y mercancía. En la medida en que representan valor valorizado, capital activado como capital, expresan sólo el resultado de la función del capital productivo, de la única función en la que el valor de capital incuba valor. Lo que tienen en común es que ambos, capital dinerario y capital mercantil, son modos de existencia del capital.[m] Uno es capital en forma dineraria; el otro, en forma mercantil. Por eso las funciones específicas que los diferencian no pueden ser otra cosa que diferencias entre función de dinero y función de [57] mercancía. El capital mercantil, como producto directo del proceso capitalista de producción, trae a la memoria este su origen y por ende es, en su forma, más racional, menos no-conceptual que el capital dinerario, en el que se ha borrado toda huella de este proceso, así como, en general, en el dinero se borra toda forma de uso particular de la mercancía. Por eso, su forma fantástica sólo desaparece allí donde D' mismo funciona como capital mercantil, allí donde es producto directo de un proceso de producción y no forma trasmutada de este producto, o sea en la producción del propio material dinerario. Para la producción de oro, por ejemplo, la fórmula sería:
FT
D - M < . . . P . . . D' ( D + d ),
MP
donde D' figura como producto mercantiI, porque P suministra más oro del que se había adelantado en el primer D, en el capital dinerario, para los elementos de producción del oro. Por eso aquí desaparece lo irracional de la expresión D . . . D' (D + d) , en la que una parte de una suma de dinero aparece como madre de otra parte de la misma suma de dinero.
IV. El ciclo global
Hemos visto que el proceso de circulación, después de concluida su primera fase,
FT
D - M <
MP,
es interrumpido por P,[n] donde las mercancías FT y MP compradas en el mercado se consumen en cuanto componentes materiales y de valor del capital productivo; el producto de este consumo es una nueva mercancía, M', que ha variado en cuanto a su materia y en lo tocante a su valor. El proceso de círculación interrumpido, D - M, debe completarse por medio de M - D. Pero como portadora de esta fase segunda y final de la circulación aparece M', una mercancía diferente, por su materia y por su valor, de la primera M. Por lo tanto la serie de la circulación se [58] presenta como 1) D - M1; 2) M'2 - D', donde, en la segunda fase, se sustituye la primera mercancía M1 por Otra, M'2, que tiene mayor valor y forma de uso distinta, y esta sustitución se produce durante la interrupción causada por la función de P, durante la producción de M' a partir de los elementos de M, a partir de las formas de existencia del capital productivo P. En cambio la primera forma de manifestación en la que se nos presentó el capital (libro I, cap. IV, 1), D - M - D' (desarrollada: 1) D - M1; 2) M1 - D') muestra la misma mercancía dos veces. Las dos veces es la misma mercancía, en la primera fase el dinero se transforma en ella y en la segunda fase ella se reconvierte en más dinero. A pesar de esta diversidad esencial, las dos circulaciones tienen esto en común: que en su primera fase el dinero se transforma en mercancía y en la segunda la mercancía se transforma en dinero; el dinero gastado en la primera fase refluye, pues, en la segunda. Por un lado tienen en común este reflujo del dinero a su punto de partida, pero por otro lado también les es común el excedente del dinero que refluye por encima del que se adelantó. En este sentido, también D - M . . . M' - D' aparece contenida en la fórmula general D - M - D'.
De aquí resulta además que en las dos metamorfosis pertenecientes a la circulación, en D - M y M' - D' se enfrentan y se sustituyen recíprocamente, una y otra vez, existencias de valor de igual magnitud y simultáneamente disponibles. El cambio de valor prtenece exclusivamente a la metamorfosis P, al proceso de producción, que aparece así como metamorfosis real del capital, frente a las metamorfosis meramente formales de la circulación.
Consideremos ahora el movimiento global D - M . . . P . . . M'- D', o su forma explícita
FT
D - M < . . . P . . . M' (M + m) - D' (D + d).
MP
El capital aparece aquí como un valor que recorre una secuencia de transformaciones conexas y que se condicionan recíprocamente, una serie de metamorfosis que constituyen otras tantas fases o estadios de un proceso global. Dos de estas fases pertenecen a la esfera de la circulación, una a la esfera de la producción. En cada una de estas fases el valor de capital se encuentra en una figura distinta, a la que corresponde una función diferente, especial. Dentro de este movimiento [59] el valor adelantado no sólo se conserva, sino que crece, aumenta su magnitud. Finalmente, en la última fase, retorna a la misma forma bajo la cual apareció al iniciarse el proceso global. Por eso este proceso global es un proceso cíclico.
Las dos formas que adopta el valor de capital dentro de sus fases de circulación son las de capital dinerario y capital mercantil, su forma correspondiente a la fase de producción es la de capital productivo. El capital que en el transcurso de su ciclo global adopta y vuelve a abandonar estas formas, y que en cada una de ellas cumple la función que corresponde a dicha forma, es el capital industrial, industrial aquí en el sentido de que abarca todo ramo de la producción explotado en forma capitalista.
Por tanto, capital dinerario, capital mercantil, capital productivo no designan aquí tipos de capital autónomos, cuyas funciones constituyan el contenido de ramos de negocios igualmente autónomos y separados unos de otros. Aquí designan sólo formas funcionales particulares del capital industrial que las adopta a las tres, una tras otra.
El ciclo del capital sólo se efectúa normalmente mientras sus distintas fases se desenvuelven sucesivamente sin paralizaciones. Si el capital se estanca en la primera fase D - M, entonces el capital dinerario se congela convirtiéndose en tesoro, si se paraliza en la fase de producción, entonces los medios de producción yacen, desprovistos de función, de un lado, mientras del otro la fuerza de trbajo permanece desocupada; si la detención ocurre en la última fase M' - D' entonces las mercancías acumuladas que no se pueden vender obstruyen la fluencia de la circulación.
Por otra parte, está en la naturaleza de las cosas que el propio ciclo requiera la fijación del capital, durante lapsos determinados, en las partes individuales del ciclo. En cada una de sus fases el capital industrial está ligado a una forma determinada, como capital dinerario, capital productivo, capital mercantil. Sólo después de haber cumplido la función que en cada caso corresponde a su forma, recibe la forma con la cual puede ingresar en una nueva fase de transformación. Para poner esto en claro hemos supuesto, en nuestro ejemplo, que el valor de capital de la masa de mercancías generada en la fase de producción es igual a la suma global del valor adelantado originariamente [60] en dinero; en otras palabras, que todo el valor de capital adelantado como dinero pasa, de una vez, de cada fase a la consecutiva. Pero ya hemos visto (libro I, cap. VI)[o] que una parte del capital constante, los medios de trabajo propiamente dichos (por ejemplo las máquinas), siempre presta nuevos servicios durante un número mayor o menor de repeticiones de los mismos procesos de producción, y que por eso también entrega sólo fraccionadamente su valor al producto. Más adelante se verá en qvé medida esta circunstancia modifica el proceso cíclico del capital. Aquí alcanza con señalar lo siguiente: en nuestro ejemplo el valor del capital productivo = £ 422 sólo comprendía el desgaste de los edificios fabriles, maquinaria, etc., calculado promedialmente, es decir, sólo la parte del valor que los medios de trabajo citados, al transformar 10.600 libras de algodón en 10.000 libras de hilado, transferían a este último, al producto de un proceso de hilar semanal de 60 horas. Entre los medios de producción en los que se transforma el capital constante adelantado de £ 372, también figuraban, por ende, los medios de trabajo, edificios, maquinaria, etc., como si sólo se los alquilara en el mercado pagando cuotas semanales. Sin embargo, esto no cambia para nada los términos del problema. Basta multiplicar la cantidad de hilado producida en una semana (10.000 libras) por el número de semanas calculadas sobre la base de cierta serie de años, para transferir al hilado todo el valor de los medios de trabajo comprados y consumidos en ese período. Entonces resulta claro que el capital dinerario adelantado se transforma primero en estos medios, es decir, que tiene que haber salido de la primera fase D - M antes de poder funcionar como capital productivo P. Igualmente claro resulta, en nuestro ejemplo, que la suma de valor de capital incorporada al hilado durante el proceso de producción, £ 422, no puede entrar en la fase de circulación M' - D' como parte constitutiva del valor de las 10.000 libras de hilado antes de que éste se encuentre pronto. No se puede vender el hilado antes de hilarlo.
En la fórmula general se considera el producto de P como una cosa material distinta de los elementos del capital productivo, como un objeto que posee una existencia [61] separada del proceso de producción y que reviste una forma de uso diferente de la que adoptan los elementos que lo producen. Y si el resultado del proceso de producción aparece como cosa esto ocurre siempre, incluso cuando una parte del producto vuelve a entrar, como elemento, en la producción que se reanuda. Así, los cereales sirven como simiente para su propia producción; pero el producto consiste exclusivamente en cereales y por lo tanto tiene una figura distinta de la que revisten los elementos utilizados conjuntamente, fuerza de trabajo, instrumentos, abono. Pero hay ramos de la industria autónomos en los que el producto del proceso de producción no es un producto objetivo nuevo, no es una mercancía, Entre ellos, la única importante desde el punto de vista econóico es la industria de la comunicación, ya sea la industria del trasporte propiamente dicha, para mercancías y personas, ya la que sólo trasmite despachos, cartas, telegramas, etc.
Sobre esto, Alexandr Chuprov [6] dice: "El fabricante puede primero producir artículos y luego buscar consumidores para ellos" {su producto, después que sale del proceso de producción como producto terminado, pasa a la circulación como mercancía separada del mismo}. "La producción y el consumo se presentan así como dos actos separados en el espacio y en el tiempo. En la industria del trasporte, que no crea nuevos productos, sino que sólo traslada a personas y cosas, estos dos actos coinciden, los servicios" {el cambio de lugar} "deben consumirse en el mismo momento en que se los produce. Por eso la zona en la que los ferrocarriles pueden buscar su clientela se extiende, a lo sumo, a 50 verstas" (53 km) "a ambos lados."
El resultado --ya se trasporte gente o mercancías-- es su existencia modificada espacialmente, por ejemplo que el hilado se encuentre ahora en la India en lugar de estar en Inglaterra, donde se lo produjo.
Pero lo que la industria del trasporte vende es el propio cambio de ubicación. El efecto útil producido está inseparablemente unido al proceso de trasporte, es decir, al proceso de producción de la industria del trasporte. Personas y mercancías viajan con el medio de trasporte, y [62] su viaje, su movimiento en el espacio es, precisamente, el proceso de producción efectuado por dicho medio. El efecto útil sólo se puede consumir durante el proceso de producción; no existe como cosa útil distinta de este proceso, que sólo después de su producción funciona como artículo comercial, circula como mercancía. Pero el valor de cambio de este efecto útil está determinado, como el de todas las demás mercancías, por el valor de los elementos de producción consumidos en él (fuerza de trabajo y medios de producción) más el plusvalor que ha creado el plustrabajo de los obreros ocupados en la industria del trasporte.
También con respecto a su consumo este efecto útil se comporta exactamente del mismo modo que otras mercancías. Si se lo consume individuahnente, entonces su valor desaparece con el consumo, si se lo consume productivamente, de manera que él mismo es una fase en la producción de la mercancía trasportada, entonces su valor se transfiere a la mercancía misma como valor agregado. Por tanto, la fórmula para la industria del transporte sería
FT
D - M < . . . P - D',
MP
pues se paga y se consume el propio proceso de producción y no un producto separable de él. Por consiguiente, tiene casi exactamente la misma forma que la fórmula para la producción de los metales preciosos, sólo que aquí D' es forma trasmutada del efecto útil generado durante el proceso de producción, y no forma natural del oro o la plata producidos durante este proceso y expelidos de él.
El capital industrial es el único modo de existencia del capital en el cual no sólo la apropiación de plusvalor, o en su caso de plusproducto, sino al mismo tiempo su creación, es función del capital. Por eso condiciona el carácter capitalista de la producción; su existencia implica la del antagonismo de clase entre capitalistas y asalariados. En la medida en que se apodera de la producción social, se trastuecan la técnica y la organización social del proceso laboral y, con ellas, el tipo económico-histórico de la sociedad. Los otros tipos de capital que aparecieron antes que él, en medio de condiciones de producción sociales pretéritas o en decadencia, no sólo se subordinan a él y se los cambia, en el mecanismo de sus funciones, de acuerdo con él, sino que únicamente se mueven sobre él como base, y por lo tanto viven y mueren, se mantienen y caen [62] con esta su base. El capital dinerario y el capital mercantil, al aparecer con sus funciones como vehículos de ramos especiales de los negocios, junto al capital industrial, sólo son ya modos de existencia --que, por la división social del trabajo, se han vuelto autónoos y se han desarrollado unilateralmente-- de las distintas formas funcionales que el capital industrial ora adopta, ora abandona, dentro de la esfera de la circulación.
El ciclo D . . . D' se enlaza, por un lado, con la circulación general de las mercancías, surge de ella e ingresa en ella, y constituye una parte de ella. Por otro lado, configura un movimiento autónomo peculiar del valor de capital para el capitalista individual, un movimiento que en parte ocurre dentro de la circulación general de mercancías, en parte fuera de la misma, pero que siempre conserva su carácter autónomo. En primer lugar, porque las dos fases suyas que ocurren en la esfera de la circulación, D - M y M' - D', en cuanto fases del movimiento del capital, poseen caracteres funcionalmente determinados, en D - M, M está materialmente determinada como fuerza de trabajo y medios de producción; en M'- D', se realiza el valor de capital + el plusvalor. En segundo lugar, P, el proceso de producción, abarca el consumo productivo. En tercer lugar, el retorno del dinero a su punto de partida convierte el movimiento D . . . D' en un movimiento cíclico que se cierra en sí mismo.
Todo capital individual constituye pues, por un lado, en sus dos etapas de circulación D - M y M' - D', un agente de la circulación general de mercancías, en la cual funciona o está encadenado o bien como dinero o bien como mercancía, y de esta manera constituye él mismo un eslabón en la serie general de metamorfosis del mundo mercantil. Por otro lado describe, dentro de la circulación general, su propio ciclo autónomo, en el cual la esfera de la producción constituye una fase de transición y en el que retorna a su punto de partida bajo la misma forma con la que salió de él. Dentro de su propio ciclo, que incluye su metamorfosis real en el proceso de producción, varía al mismo tiempo su magnitud de valor. Retorna no sólo como valor dinerario, sino como valor dinerario aumentado, acrecentado.
Si consideramos finalmente D - M . . . P . . . M' - D' como forma especial del proceso cíclico del capital junto a las otras formas que investigaremos más adelante, dicha forma se destaca por lo siguiente:
1) Se presenta como ciclo del capital dinerario porque el capital industrial bajo su forma de dinero, como capital dinerario, constituye el punto de arranque y el punto de retorno de su proceso global. La fórmula misma expresa que el dinero no se gasta aquí como dinero, sino que sólo se lo adelanta, es decir que sólo es forma dineraria del capital, capital dinerario. Además expresa que el fin último y determinante del movimiento es el valor de cambio y no el valor de uso. Precisamente porque la figura dineraria del valor es su forma de manifestación autónoma y tangible, la forma de circulación D . . . D', cuyo punto de partida y cuyo punto de llegada es el dinero real, expresa de la manera más contundente el motivo impulsor de la producción capitalista, el hacer dinero. El proceso de producción se presenta sólo como el eslabón intermedio inevitable, como el mal necesario para alcanzar el objetivo: hacer dinero. {Por eso a todas las naciones con modo de producción capitalista las asalta periódicamente el vértigo de querer hacer dinero sin la mediación del proceso de producción.}[p]
2) La fase de producción, la función de P, constituye en este ciclo la interrupción de las dos fases de la circulación[q] D - M . . . M' - D', que a su vez sólo son mediación de la circulación simple D - M - D'. El proceso de producción aparece bajo la forma del propio proceso cíclico, formal y expresamente, como lo que es en el modo capitalista de producción, como mero medio para la valorización del valor adelantado, es decir, el enriquecimiento en cuanto tal como fin en sí mismo de la producción.
3) Como la secuencia de las fases se inicia con D - M, el segundo eslabón de la circulación es M' - D'; por consiguiente, el punto de partida es D, el capital dinerario que ha de valorizarse; el punto final es D', el capital dinerario valorizado D + d, donde D, como capital realizado, figura junto a su vástago d. Esto distingue el ciclo D de [65] los otros dos ciclos P y M', y lo hace de dos maneras. Por un lado, mediante la forma dineraria de ambos extremos, pero el dinero es la forma de existencia tangible autónoma del valor, el valor del producto en su forma de valor autónoma, en la que se ha borrado toda huella del valor de uso que poseen las mercancías. Por otro lado, la forma P . . . P no se convierte necesariamente en P . . . P' (P + p), y en la forma M' . . . M' no se ve absolutamente ninguna diferencia de valor entre ambos extremos. Por lo tanto es característico de la fórmula D . . . D', por un lado, que el valor de capital constituya el punto de partida y el valor de capital valorizado el punto de retorno, de manera que el adelanto del valor de capital aparece como medio y el valor de capital valorizado como finalidad de toda la operación; por otro lado, que esta relación se expresa en forma dineraria, en la forma de valor autónoma, y por eso el capital dinerario se expresa como dinero que incuba dinero. La producción de plusvalor por parte del valor no sólo se expresa como alfa y omega del proceso, sino que aparece expresamente en la reluciente forma del dinero.
4) Como D', el capital dinerario realizado como resultado de M' - D' de la fase complementaria y final de D - M se encuentra absolutamente en la misma frma bajo la cual inició su primer ciclo, puede, así como surge del mismo, volver a iniciar el mismo ciclo como capital dinerario aumentado (acumulado) ; D' = D + d; y por lo menos en la forma D . . . D' no se expresa que al repetirse el ciclo la circulación de d se separe de la de D. Considerado en su figura única, formalmente, el ciclo del capital dinerario no expresa, por lo tanto, más que el proceso de valorización y acumulación. Allí el consumo sólo se expresa como consumo productivo mediante
FT
D - M <
MP;
sólo esta fórmula está incluida en este ciclo del capital individual. D - FT es FT - D ó M - D del lado del obrero; es, por ende, la primera fase de la circulación, la fase que media su consumo individual: FT - D - M (medios de subsistencia). La segunda fase, D - M, no cae ya dentro del ciclo del capital individual; pero éste la introduce, la presupone, porque el obrero, para encontrarse siempre en el mercado como materia explotable a disposición del capitalista, tiene ante todo que vivir, es decir, [66] mantenerse por medio del consumo individual. Pero aquí sólo se presupone este mismo consumo como condición para el consumo productivo de la fuerza de trabajo por parte del capital, es decir también, sólo en la medida en que el obrero se mantiene y se reproduce como fuerza de trabajo por medio de su consumo individual. Pero los MP, las mercancías propiamente dichas que entran en el ciclo, sólo constituyen la materia alimenticia del consumo productivo. El acto FT - D media el consumo individual del obrero, la transformación de los medios de subsistencia en carne y sangre del mismo. Sin duda el capitalista también tiene que existir, es decir, también tiene que vivir y consumir, para actuar como capitalista. Para ello, en realidad, sólo necesitaría consumir como un obrero, y de ahí que en esta forma del proceso de circulación no se presuponga nada más. Ni siquiera esto se expresa formalmente, porque la fórmula termina con D', es decir, con un resultado que inmediatamente puede volver a funcionar como capital dinerario aumentado.
La venta de M' está contenida directamente en M' - D'; pero M' - D', venta, de un lado, es D - M, compra, del otro, y en última instancia la mercancía sólo se compra por su valr de uso, para ingresar (dejando a un lado las ventas intermedias) al proceso de consumo --ya sea éste individual o productivo, según la naturaleza del artículo adquirido--. Pero este consumo no entra en el ciclo del capital individual cuyo producto es M', este producto es expelido del ciclo precisamente como mercancía que hay que vender. M' está destinada expresamente al consumo ajeno. Por eso, en los intérpretes del mercantilismo (que se basa en la fórmula D - M . . . P . . . M' - D') encontramos caudalosos sermones acerca de que el capitalista individual debe consumir sólo como un obrero, así como la nación capitalista ha de ceder a las otras naciones más tontas el consumo de sus mercancías y el proceso de consunio en general, y en cambio hacer del consumo productivo el objeto de su vida. Estas prédicas suelen traer a la memoria, por su forma y contenido, análogas amonestaciones ascéticas de los Padres de la Iglesia.
El proceso cíclico del capital es, pues, unidad de circulación y producción, incluye a ambas. En tanto las dos fases D - M, M' - D', son procesos de circulación, la circulación [67] del capital constituye una parte de la circulación general de las mercancías. Pero como secciones funcionalmente determinadas, fases en el ciclo del capital, que no sólo pertenece a la esfera de la circulación, sino también a la de la producción, el capital cumple su propio ciclo dentro de la circulación general de las mercancías. Tal circulación le sirve, en la primera fase, para adoptar la figura en la cual puede actuar como capital productivo; en la segunda, para deshacerse de la función mercantil,[r] en la que no puede reiterar su ciclo; y al mismo tiempo para abrirle la posibilidad de separar su propio ciclo de capital de la circulación del plusvalor que le ha crecido. Por eso el ciclo del capital dinerario es la forma de manifestación más unilateral, y por lo tanto la más concluyente y característica del ciclo del capital industrial, cuyo objetivo y motivo impulsor --valorización del valor, hacer dinero y acumulación-- se presenta de un modo que salta a la vista (comprar para vender más caro). Como la primera fase es D - M, también se destaca el hecho de que las partes constitutivas del capital productivo proceden del mercado de mercancías, así como en general, el hecho de que el proceso de producción capitalista está condicionado por la circulación, por el comercio. El ciclo del capital dinerario no sólo es producción de mercancías; él mismo sólo se realiza por la circulación, y la presupone. Esto está ya implicito en el hecho de que la forma D, perteneciente a la circulación, aparece como forma primera y pura del valor de capital adelantado, lo que no ocurre en las otras dos formas del ciclo.
El ciclo del capital dinerario sigue siendo siempre la expresión general del capital industrial, en tanto implica siempre la valorización del valor adelantado. En P . . . P la expresión dineraria del capital aparece sólo como precio de los elementos de producción, es decir sólo como valor expresado en dinero de cuenta, y en esta forma se lo registra en la contabilidad.
D . . . D' se convierte en forma particular del ciclo del capital industrial en la medida en que el capital que aparece por primera vez se adelanta inicialmente como dinero y se lo retira bajo la misma forma, ya sea al trasladarlo [68] de un ramo de negocios a otro, ya al retirarse el capital industrial del negocio. Esto implica la función de capital del plusvalor, adelantado primero en forma dineraria, y aparece de la manera más concluyente cuando éste actúa en otro negocio que aquel del cual proviene.
D . . . D' puede ser el primer ciclo de un capital; puede ser el último, puede considerárselo como la forma del capital social global, es la forma dl capital que se invierte por primera vez, ya sea como capital recién acumulado en forma dineraria, ya como capital antiguo que se transforma totalmente en dinero para transferirlo de un ramo de la producción a otra.
Como forma incluida siempre en todos los ciclos, el capital dinerario cumple este ciclo precisamente para la parte del capital que genera plusvalor, para el capital variable. La forma normal de adelantar el salario es el pago en dinero, este proceso debe repetirse siempre a intérvalos relativamente-- breves, porque el obrero vive al día. Por eso el capitalista debe enfrentar al obrero siempre como capitalista en dinero, y su capital debe hacerlo como capital dinerario. Aquí no puede operarse una compensación directa o indirecta, como en la compra de los medios de producción y en la venta de las mercancías productivas (de manera que, en realidad, la masa mayor del capital dinerario figura sólo en forma de mercancías, el dinero sólo en forma de dinero de cuenta y, por fin, el dinero en efectivo sólo para saldar los balances). Por otro lado, una parte del plusvalor que nace del capital variable el capitalista la gasta en su consumo privado, que pertenece al comercio al por menor y, sean cuales fueren los rodeos, se gasta en efectivo, en la forma dineraria del plusvalor. Lo grande o pequeña que sea esta parte del plusvalor no cambia para nada la cosa. El capital variable vuelve a aparecer continuamente como capital dinerario invertido en salario (D -FT) y d como plusvalor que se gasta para cubrir las necesidades privadas del capitalista. Por tanto, D lo hace como valor variable adelantado de capital y d como su incremento, ambos necesariamente fijados en la forma dineraria, para que se los gaste bajo dicha forma.
La fórmula D - M . . . P . . . M' - D', con el resultado D' = D + d, encierra en su forma una ficción, tiene un carácter ilusorio que surge de que el valor adelantado [69] y valorizado existe en su forma de equivalente, el dinero. No se pone el acento en la valorización del valor, sin en la forma dineraria de este proceso, en el hecho de que al final se retira de la circulación más valor, en forma dineraria, que el que originariamente se le había adelantado, es decir, se pone el acento en el aumento de la masa de oro y plata que pertenece al capitalista. El llamado sistema monetarista es solamente expresión de la forma no-conceptual D - M - D', de un movimiento que transcurre exclusivamente en la circulación y que por tanto sólo puede explicar los dos actos: 1) D- M, 2) M - D' diciendo que en el segundo acto M se vende por encima de su valor, y por eso sustrae a la circulación más dinero que el volcado en ella por su compra. En cambio D - M . . . P . . . M' - D', fijada como firma exclusiva, es el fundamento del sistema mercantilista, más desarrollado, donde no sólo la circulación de mercancías, sino también la producción de mercancías, aparece como elemento necesario.
El carácter ilusorio de D - M . . . P . . . M' - D', y la interpretación ilusoria que le corresponde, existen no bien esta forma se fija como única, no como forma fluyente, que se repite de manera continua, no bien se la considera, pues, no como una de las formas del ciclo, sino como su forma exclusiva. Pero ella misma remite a otras formas.
En primer lugar, todo este ciclo presupone el carácter capitalista del propio proceso de producción y, por consiguiente, presupone como base dicho proceso de producción junto con la situación social específica condicionada por él.
FT
D - M = D - M <
MP;
pero D - FT presupone al asalariado, y por ende los medios de producción como parte del capital productivo, por tanto presupone ya el proceso de trabajo y de valorización, el proceso de producción, como función del capital.
En segundo lugar: si se repite D . . . D', entonces el retorno a la forma dineraria se presenta tan evanescente como la forma dineraria en la primera fase. D - M desaparece para hacer lugar a P. Tanto la constante reiteración del adelanto en dinero, como su constante retorno en cuanto dinero, sólo aparecen, ellos mismos, como elementos evanescentes dentro del ciclo.
En tercer lugar:

D - M . . . P . . . M' - D'. D - M . . . P . . . M'- D'. D - M . . . P


... etcétera.
Ya en la segunda repetición del ciclo aparece el ciclo P . . . M'- D'. D - M . . . P, antes de que se termine el segundo ciclo de D, y así se puede considerar a todos los ciclos posteriores bajo la forma P . . . M' - D - M . . . P, de manera que D - M, como primera fase del primer ciclo, sólo constituye la preparación evanescente para el ciclo del capital productivo que se repite sin cesar, como ocurre, en realidad, con el capital industrial invertido por primera vez bajo la forma de capital dinerario.
Por otra parte, antes de que se termine el segundo ciclo de P, se ha descrito el primer ciclo M' - D'. D - M . . . P . . . M' (abreviado M'- M'), el ciclo del capital mercantil. De este modo, la primera forma contiene ya las otras dos, y así la forma dineraria desaparece, en tanto no es mera expresión de valor, sino expresión de valor en la forma de equivalente, en dinero.
Finalmente: si tomamos un capital individual que aparece por primera vez y por primera vez describe el ciclo D - M . . . P . . . M' - D', entonces D - M es la fase de preparación, la antecesora del primer proceso de producción que recorre este capital individual. Por eso no se presupone esta fase D - M, sino que es más bien el proceso de producción el que la pone o la condiciona. Pero esto sólo rige para este capital individual. La forma general del ciclo del capital industrial es el ciclo del capital dinerario, en tanto se presupone el modo de producción capitalista, es decir, dentro de una situación social determinada por la producción capitalista. Por lo tanto se presupone el proceso capitalista de producción como un prius [antecedente, condición previa], si no en el primer ciclo del capital dinerario de un capital industrial invertido por primera vez, sí fuera del mismo, la existencia permanente de este proceso de producción presupone el ciclo, renovado constantemente, de P . . . P. Este supuesto mismo aparece ya dentro de la primera fase
FT
D - M <
MP'
puesto que esto presupone, por un lado, la existencia de la clase asalariada y porque, por otro lado, lo que para el comprador de los medios de producción es primera fase D - M, es M' - D' para su vendedor, y por lo tanto presupone en M' el capital mercantil --y con él la mercancía misma-- como resultado de la producción capitalista, y con ello la función del capital productivo.


[a]

a La división de esta sección en seis capitulos no está prevista en ninguna de las variantes correspondientes al comienzo del libro II. En la primera página del manuscrito II. se encuentra un "surnario" en el que se establecen para el "capitulo I" (más tarde "sección primera") las tres subdivisiones siguientes: "1º?) Las tres fórmulas de la circulación [...]; 2º) EI tiempo de circulación [...]; 3º) Los gastos de circulación [...]". En el manuscrito II él primer capítulo (ahora sección) se titula: "La circulación [Zirkulation] del capital"; en el IV: "La circulación [Umlauf] del capital"; en el V, VI y VII: "El proceso cíclico del capital". El título elegido por Engels para la sección aparece como subtítulo en el manuscrito II y como título, correspondiente al capítulo I, en los manuscritos V, VI y VII. (Cfr. R 509/1.)
[1] 1 {F. E.-- Del manuscrito II.}
[2] 2 {F.E.-- A partir de aquí, manuscrito VII, comenzado el 2 de julio de 1878.}
[b] b El manuscrito II, p. 1, habla de "tres figuras de circulación". En el manuscrito VII, p. 1, figura una referencia a las "tres fases" del proceso de circulación; de ahí los subtítulos intercalados por Engels. ( Cfr. R 510/1.)
[c] c La concordancia irregular de esta frase reproduce original.
[d] d Véase el tomo I, vols. 2 y 3, de nuestra edición, 7ª sección, pp. 691-967.
[3] 3 {F.E.-- Hasta aquí, manuscrito VII. A partir de aquí, manuscrito VI.}
[e] e Subtítulo de Engels.
[f] d En la 1ª 2ª ediciones, "en una"; en el manuscrito de Marx, "en su".
[g] g 1ª y 2ª ediciones, "M - D"; modificado según el original de Engels para la imprenta.
[h] h En la 1ª edición la frase concluye así: "comparada con la que poseía el capital contenido en ellas antes de que se hubiera transformado en mercancía".
[4] 4 Hasta aquí, manuscrito VI; partir de aquí, manuscrito V.
[i] i Véase tomo I de la presente edición, vol. 2, pp. 745-748.
[5] 5 Esto rige sea cual fuere la forma en que separemos valor de capital y plusvalor. En 10.000 libras de hilado hay 1.560 libras = £ 78 de plusvalor, pero en una libra de hilado = 1 chelín hay asimismo 2,496 onzas = 1,872 (k) peniques de plusvalor.
[k] k 1ª y 2ª ediciones: "1,728". En el manuscrito de Marx, Engels habría anotado el guarismo correcto: "1,872". En efecto: (78 x 20 x 12) : 10.000 = 1,872.
[l] l En la 1ª edición "D" en vez de "D'".
[m] m En el manuscriio de Marx figura a continuación esta frase: "La diferencia entre uno y otro consiste en que son modos diferentes de existencia del capital".
[n] n La misma letra P con la que hasta ahora se designó el capital productivo se utitiza aquí, en el original, para representar el proceso de producción (véase, en especial, el párrafo siguiente). Mantenemos en nuestra versión el uso ambivatente de P.
[o] o 1ª edición: "cap. IV".
[6] 6 A. Chuprov, "Zheleznodorózhnoie joziaistvo", Moscú, 1875, pp. 69, 70.
[p] p En la 1ª y 2ª ediciones esta frase no aparece como de Engels. Las llaves las tomamos de "Werke".
[q] q En el manuscrito de Marx se agrega aquí: "y precisamente por ello no se presenta más que como eslabón intermedio en la circulación"...
[r] r En la 1ª edición, "forma mercantil" en vez de "función mercantil".