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CAPITULO V

EL TIEMPO DE CIRCULACION
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El movimiento del capital a través de la esfera de la producción y de las dos fases de la esfera de la circulación se cumple, como se ha visto, en una sucesión temporal. La duración de su permanencia en la esfera de la producción constituye su tiempo de producción; la de su estada en la esfera de la circulación, su tiempo de circulación o de curso. En consecuencia, el tiempo global en el que describe su ciclo es igual a la suma del tiempo de producción y el tiempo de circulación.
Desde luego, el tiempo de producción abarca el período del proceso laboral, pero no es abarcado por éste. En primer lugar hay que recordar que una parte del capital constante existe en forma de medios de trabajo, tales como máquinás, edificios, etc., que, mientras tienen vida, sirven en los mismos procesos laborales, que se repiten incesantemente. La interrupción periódica del proceso laboral, de noche, por ejemplo, interrumpe sin duda la función de estos medios de trabajo, pero no su permanencia en los lugares de producción. Pertenecen a éstos no sólo mientras están [144] funcionando, sino también cuando no lo están. Por otra parte el capitalista debe tener pronto determinado acopio de materia prima y materiales auxiliares para que el proceso de producción se cumpla, durante lapsos más o menos prolongados, en la escala previamente determinada y sin tener que depender de las contingencias del suministro cotidiano de esas materias en el mercado. Este acopio de materias primas, etc., se consume productivamente sólo de manera paulatina. Por eso se produce una diferencia entre su tiempo de producción[2] y su tiempo de función. El tiempo de producción de los medios de producción en general abarca, por lo tanto: 1 ) el tiempo durante el cual funcionan como medios de producción, es decir, sirven en el proceso de producción 2) las pausas durante las cuales el proceso de producción, y por ende también la función de los medios de producción incorporados a él, está interrumpido, 3) el tiempo durante el cual estos medios de producción están listos como condiciones del proceso, es decir que ya representan capital productivo, pero todavía no han entrado en el proceso de producción.
La diferencia examinada hasta ahora es siempre diferencia entre el tiempo de permanencia del capital productivo en la esfera de la producción y su tiempo de permanencia en el proceso de producción. Pero el propio proceso de producción puede provocar interrupciones del proceso laboral y por ende del tiempo de trabajo, intervalos en los cuales se abandona el objeto de trabajo a la acción de procesos físicos, sin agregado ulterior de trabajo humano. En este caso el proceso de producción, y por tanto la función de los medios de producción, continúa aunque esté interrumpido el proceso laboral y en consecuencia la función de los medios de producción como medios de trabajo. Así ocurre, por ejemplo, con el grano que se ha sembrado, con el vino que fermenta en la bodega, con el material de trabajo de muchas manufacturas, como por ejemplo el de las curtiembres, que queda sujeto a procesos químicos. Aquí el tiempo de producción es mayor que el tiempo de trabajo. La diferencia entre ambos consiste en un excedente [145] del tiempo de producción sobre el tiempo de trabajo.
Este excedente siempre se basa en que el capital productivo se encuentra de manera latente en la esfera de la producción, sin actuar en el proceso de producción mismo, o bien en que actúa en el proceso de producción sin encontrarse en el proceso laboral.
La parte del capital productivo latente que está disponible tan sólo como condición del proceso de producción por ejemplo el algodón, el carbón, etc., en la hilandería no actúa ni como creadora de valor ni como creadora de producto. Es capital en barbecho, aunque su estar en barbecho constituya una condición para el flujo ininterrumpido del proceso de producción. a) Los edificios, aparatos, etc., necesarios para servir como depósito del acopio productivo (del capital latente) son condiciones del proceso de producción y por eso constituyen componentes del capital productivo adelantado. Cumplen su función conservando los componentes productivos en la fase preparatoria. Si en esta fase resultan necesarios procesos laborales, ellos encarecen la materia prima, etc., pero son trabajos productivos y crean plusvalor, porque una parte de ese trabajo, como de todo otro trabajo asalariado, no se paga. b) Las interrupciones normales de todo el proceso de producción, es decir, los intervalos en los que el capital productivo no actúa, no producen ni valor ni plusvalor. De ahí el empeño en que los obreros trabajen también de noche. (Libro I, cap. VIII, 4.}[b] c) Los intervalos en el tiempo de trabajo por los que el objeto de trabajo tiene que pasar durante el propio proceso de producción no crean ni valor ni plusvalor; pero hacen prosperar el producto, constituyen una parte de su vida, un proceso que tiene que recorrer. El valor de los aparatos, etc., se transfiere al producto en proporción al tiempo total durante el cual actúan; el trabajo mismo pone el producto en esta fase, y el uso de estos aparatos es condición de la producción al igual que la pérdida de una parte del algodón en forma de polvo, parte que no entra en el producto pero que sin embargo le transfiere su valor. La otra parte del capital latente, como los edificios, máquinas, etc., es decir, los medios de [146] trabajo cuya función sólo se ve interrumpida por las pausas regulares del proceso de producción las interrupciones irregulares debidas a que se limita la producción, crisis, etc., son pérdidas puras agrega valor sin entrar en la creación del producto; el valor global que le agrega al producto está determinado por su duración media; por ser valor de uso pierde valor tanto en el tiempo en el que funciona como en el que no lo hace.
Finalmente, el valor de la parte constante de capital, que continúa en el proceso de producción aunque el proceso laboral esté interrumpido, reaparece en el resultado del proceso de producción. Aquí el trabajo mismo pone a los medios de producción en condiciones bajo las cuales ellos recorren por sí mismos ciertos procesos naturales cuyo resultado es determinado efecto útil o una forma modificada del valor de uso de esos medios. El trabajo transfiere siempre el valor de los medios de producción al producto, en la medida en que los consuma realmente de manera adecuada como medios de producción. A este respecto, nada cambia por el hecho de que el trabajo, para producir este efecto, tenga que actuar de manera continua sobre el objeto de trabajo mediante los medios de trabajo, o de que tan sólo necesite dar el impulso inicial poniendo a los medios de producción enl
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8 {F. E. A partir de aquí, manuscrito IV.}
[a] a En el manuscrito II este título designa la segunda parte del capítulo I, más o menos correspondiente al actual capítulo V de la primera sección. Pero en el manuscrito IV (p. 30), del que Engels extrajo los capítulos V a VII y el comienzo del VIII, Marx intitula esa segunda parte: "Tiempo de producción y tiempo de circulación". Engels utilizó el mismo tiempo, "Tiempo de circulación", para los actuales capítulos V y XIV. (Cfr. R 560/1, 660/1.)
[2] 9 {F. E. Aquí se emplea la expresión tiempo de producción en sentido activo: el tiempo de producción de los medios de producción no es aquí el tiempo en el cual se los produce, sino aquel en el cual participan en el proceso de producción de un producto mercantil.}
[b] b Véase, en la presente edición, t. I, vol. 1, p. 308. Los literales a, b, c figuran en el manuscrito de Marx (IV, p. 31), no en las ediciones preparadas por Engels. (Cfr. R 562/1.)