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Londres, l0 de noviembre de 1877
...«No me enojo» (según dice Heine) [*] y Engels tampoco [1]. No damos un penique por la popularidad. Como prueba de ello, citaré, por ejemplo, el siguiente hecho: por repugnancia a todo culto a la personalidad yo, durante la existencia de la Internacional, nunca permitía que llegasen a la publicidad los numerosos mensajes con el reconocimiento de mis méritos, con que me molestaban desde distintos países; incluso nunca les respondía, si prescindimos de las amonestaciones que les hacía. La primera afiliación, mía y de Engels, a la sociedad secreta de los comunistas **************[*] se realizó sólo bajo la condición de que se eliminaría de los Estatutos todo lo que contribuía a la postración supersticiosa ante la autoridad (Lassalle procedía más tarde de modo exactamente contrario)...
Se publica de acuerdo con
el manuscrito.
Traducido del alemán.
Heine, el ciclo "Intermedio lírico", poesía 18. (N. de la Edit.)
[1] 290 En su carta a Marx del 30 de octubre-6 de noviembre de 1877, Bloss, refiriéndose a la intervención de los partidarios de Dühring en el Congreso de Gotha de 1877, preguntaba si efectivamente Marx y Engels estaban enfadados con los compañeros de partido de Alemania. Al hacer constar que los obreros alemanes leían con más atención que nunca las intervenciones de Marx y Engels en la prensa, Bloss escribía que, merced a la actividad propagandística de los socialdemócratas, Marx y Engels habían llegado a ser personalidades más populares de lo que ellos mismos podían creer.- 507
[***************] La "Liga de los Comunistas" (véase el presente tomo, págs. 184-202). (N. de la Edit.)