Salvador Allende

Este país necesita técnicos. Diálogo con los estudiantes de la Universidad del Estado


Pronunciado: El 30 de agosto de 1972.
Versión digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 4 de febrero de 2016.


Muy queridas compañeras y muy queridos compañeros de la comunidad universitaria de la Universidad Técnica:

Una vez más con Tencha, estamos en esta casa, casa del pueblo, que he visitado muchas veces en mi vida como Senador, como candidato a la Presidencia y también como Presidente.

Qué satisfactorio es para mí saludar a todos los que aquí laboran y trabajan y ver fortalecida la presencia de alumnos de esta Universidad, con un grupo de jóvenes compañeros, futuros universitarios, trabajadores de la nueva etapa de Chile, los alumnos del Liceo N° 7 y del N° 9.

Además tuve la oportunidad grata de saludar a los hijos de los que aquí laboran, que estuvieron un momento con nosotros, en la Guardería y en el Jardín Infantil de esta Universidad.

Si no me hubieran invitado, habría sentido la necesidad de venir, porque pienso que un Presidente -si no es un Presidente tradicional, de un Gobierno que no es tradicional-, así debe hacerlo.

Venir a esta Universidad, sentir el calor humano, la comprensión, el fervor de Uds., no hacia un hombre, sino que hacia lo que él representa, es profundamente estimulante, yo diría necesario, cuando estamos enfrentando horas tan duras, preñadas de amenazas, de siniestras amenazas contra el pueblo y su conciencia y voluntad revolucionaria, y contra el destino socialista de Chile que queremos construir.

Concreción de un largo proceso

Estar una vez más con Uds., viendo lo que es una Universidad integrada, ante la emoción de ser una Universidad comprometida, cuando uno escucha las palabras de Alberto Ríos o de Luis Viveros o de Enrique Kirberg, comprende, palpa, vive lo que es un pensamiento común. Se da cuenta que en el crisol de la lucha y de la esperanza revolucionaria se ha fundido este anhelo, que impulsa la forma, el contenido a la vida de esta Universidad.

Cuando uno sabe las tareas ya realizadas que proyecta la Universidad al campo social; cuando se tiene -como tengo yo-, conciencia absoluta de que esta Universidad rompió hace tiempo y afianzó con la Reforma la idea de que una Universidad no puede ser un claustro alejado de los problemas del pueblo; cuando ha visto a la Universidad Técnica en actitud señera, romper viejos prejuicios, y tratar de romper el camino duro para traer la presencia de los trabajadores a sus aulas, uno siente la voluntad revolucionaria de una comunidad como Uds. y es para mí una lección y un estímulo, queridos compañeros.

Uds. me invitan a que estemos juntos para celebrar este segundo Aniversario de la Victoria Popular.

Al llegar aquí, me expresaron que algunos compañeros estudiantes querían un diálogo y yo estoy dispuesto a eso. Por lo tanto, pongámonos de acuerdo, sobre cómo hacemos este diálogo. Si Uds. quieren, hago un resumen breve de lo que significa el proceso nuestro y la responsabilidad que en él tienen los estudiantes, los técnicos, los profesionales, y después Uds. me preguntan lo que quieran. Empezamos con las preguntas, y yo contesto lo que quieran.

¿Qué hacemos? ¿Preguntas? ¿Les sobran preguntas? Levanten la mano los del resumen. Más o menos. Levanten la mano los de las preguntas. Está más o menos. Vamos a hacer resumen-pregunta. (Risas).

Compañeros el 4 de Septiembre de 1970 no fue un hecho ocasional. La victoria que obtuvimos fue la concreción de un largo proceso de las luchas del pueblo. A lo largo de toda nuestra historia, los trabajadores, los partidos populares, fueron jalonando conquistas y derechos y elevando el poder político de nuestras masas, para hacer comprender a amplios y vastos sectores nacionales. Los llamados países en vías de desarrollo, países productores de materias primas e importadores de artículos manufacturados, países monoexportadores, en la mayoría de los casos, no podrían jamás romper el subdesarrollo que implica dependencia económica y política, si seguíamos caminando con los viejos y trajinados moldes del capitalismo tradicional.

En este continente, América Latina, preñado de grandes posibilidades y riquezas, ninguno de los países ha podido romper la dependencia económica ni ha podido superar los grandes déficit que significa subalimentación, falta de vivienda, falta de trabajo, de educación, imposibilidad de atención médica, menos cultura y recreación.

Cualesquiera que haya sido el Gobierno democrático, pseudo democrático, castrense, dictadura oprobiosa, o disimulada, ningún gobierno en este continente ha sido capaz de asegurarle al hombre, en estas tierras, el derecho a la educación, al trabajo, a la cultura, a la vivienda y a la salud.

Siempre dijimos que no negábamos el interés, el sentido humano y el deseo que hubieran tenido los Presidentes de nuestra Patria y los gobernantes de otros pueblos para elevar las condiciones materiales de vida de las masas populares y también su nivel intelectual. Si no se logró, es porque el régimen, el sistema no lo ha permitido, porque estos países son dependientes en lo económico cuya riqueza fundamental ha estado en manos del capital foráneo -y aún lo están-, excepto Cuba y ahora Chile.

En estas condiciones, sometidos a los vaivenes de una política económica internacional en la cual no intervenimos, aprisionados por el comercio que favorece a las grandes metrópolis del capitalismo, sometidos a las influencias de los monopolios, y sobre todo, a las grandes empresas multinacionales, nuestros pueblos han ido vegetando y quedándose atrás. Cada vez es más ancha la brecha entre los países del capitalismo industrial y los países en vías de desarrollo; cada vez es más amplia la brecha entre los países del Socialismo y los países en vías de desarrollo.

Lo que estoy aseverando aquí, lo oyó hace muy pocos meses el mundo en una tribuna que abrimos nosotros con el esfuerzo del pueblo, cuando edificáramos ese conjunto de placa y torre, donde funcionó la III UNCTAD. Ahí, los países no comprometidos, señalamos la permanente angustia, el drama de estas grandes masas y la tragedia infinita de millones y millones de seres humanos subalimentados, carentes de trabajo, vivienda y de salud. Ahí se señaló con claridad meridiana, cuáles son los enemigos del pueblo y la razón del retraso y de la miseria moral y fisiológica en que se debate gran parte de la humanidad.

Es conveniente entender entonces, que el 4 de Septiembre de 1970, vastos sectores de Chile rompieron con el presente y el pasado y alcanzaron una victoria para instaurar un Gobierno diferente en su forma y contenido, para que los trabajadores formaran parte de este Gobierno, y para que el pueblo masivamente se integrara a la gran tarea patriótica de hacer nuestra revolución. El caso de Chile hay que señalarlo una vez más. Es difícil pensar que algunos no entiendan esta tarea revolucionaria que debemos realizar y que en parte ya hemos cumplido.

Tiene muchas más dificultades el proceso revolucionario realizado por los pueblos que alcanzaron el Socialismo en otras latitudes y Cuba en este continente.

Un camino inédito

De acuerdo con la idiosincrasia, la tradición en la historia de Chile, de acuerdo con la correlación de las fuerzas políticas, de acuerdo con el sentido profesional, democrático y legalista de nuestras Fuerzas Armadas y Carabineros, la realidad de Chile, nos trazaba un camino que otros pueblos no siguieron; un camino inédito que nosotros hemos ido recorriendo con dificultades enormes, porque tratar de hacer esta transformación dentro de las leyes burguesas, en donde los poderes del Estado tienen independencia -como el caso del Poder Judicial, y donde el Congreso tiene una mayoría implacablemente opositora-, es una tarea extraordinariamente difícil.

Sólo se puede alcanzar, sobre la base de una gran conciencia y una gran voluntad revolucionaria. Sólo se puede alcanzar sobre la base de una unidad monolítica y férrea de campesinos, obreros, empleados, técnicos y profesionales. Sólo se puede alcanzar con una lealtad que obliga a decirle la verdad al pueblo, señalarle que un proceso revolucionario, es un proceso de esfuerzo, de sacrificio; que la Revolución no es granjería para nadie. Que un proceso revolucionario implica y significa entregar lo mejor de uno para abrirle a las nuevas generaciones una existencia distinta, a la que han llevado la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.

Con razón, un joven estudiante escribió en los muros de una Universidad, en Francia: “La Revolución se hace primero en uno y después en las cosas”. Gran contenido, significación profunda de esa frase. Implica tener conciencia de lo que es la Revolución, las posibilidades, la realidad en que se actúa, las fuerzas que se tienen y cómo pueden o deben emplearse.

Nuestro proceso revolucionario tiene características muy nuestras, absolutamente chilenas, y quiero decir con honradez, porque siempre he sido honrado frente al pueblo y con mayor razón frente a los estudiantes y a los jóvenes. Este proceso, es un proceso revolucionario.

Chile, no vive una revolución plena. Allí también nacen más dificultades en esta etapa de transición, entre la vieja sociedad capitalista, que queremos reemplazar, por la sociedad socialista, si en otros pueblos que son continentes por el número de su gente, aislados, más seguros, con menos posibilidades de ser combatidos, han demorado años y años para llegar a la etapa de la construcción plena socialista, hay que darse cuenta que en nuestro país, por mucha premura que tengamos, nuestra marcha está limitada por los hechos y los hechos son extraordinariamente porfiados, son “los porfiados hechos” de que hablaba Lenin.

Se requiere, entonces, un gran sentido realista y se necesita comprender cómo y por qué en una etapa revolucionaria como la nuestra, se producen algunos hechos que golpean la conciencia de la gente.

Como ésta es una conversación, y no un discurso, les voy a decir, que al llegar aquí a 50 metros, antes de la entrada de la reja, hay un quiosco, donde venden artículos alimenticios; cuando pasé había unas 8 o 10 compañeras, algunas me saludaron cariñosamente y otras me hicieron un canastito.

¿Qué significa eso? Significa que esas compañeras que no me saludaron tienen dificultades seguramente en conseguir determinados alimentos y culpan al Gobierno Popular, lógicamente al Compañero Presidente; pero se olvidan de lo que vivieron antes y no les llega, no quieren entender y no tienen la solidaridad humana suficiente para darse cuenta de una realidad distinta ¿Por qué escasean algunos alimentos ahora en Chile? ¿Es que hemos producido menos que antes? No, a pesar de todo hubo un aumento en la producción agrícola; pequeño, pero lo hubo. ¿Es que antes Chile produjo para abastecer a los chilenos? No, todos los años importábamos 190, 200 millones de dólares en carne, trigo, grasa, mantequilla y aceite. A pesar de importar 190 o 200 millones de dólares en esos alimentos, el 42% de los chilenos, se alimentaba por debajo de lo normal y eso está expresado en todos los estudios de médicos y técnicos. Importábamos 200 millones de dólares en alimentos, pero el 42’% de la población se alimentaba mal; existía una cesantía crónica cercana en Santiago al 8%, permanente, lo cual significaba que 300 o 400 mil chilenos no tenían trabajo, por lo tanto, en el cálculo más simple, 700 u 800 mil personas -inclusive-, estaban por debajo de ese 42%, que se alimentaba mal.

¿Que hicimos nosotros? Afanosamente abrimos fuentes de trabajo, incorporamos 220 mil chilenos para que se ganaran la vida, para que pudieran consumir, para que le dieran alimento a los suyos. Como en este país los ingresos establecían diferencias extraordinarias, en el primer reajuste, como era lógico, no sólo dimos el ciento por ciento en relación con el alza del costo de la vida sino que elevamos mucho más el ingreso de aquellos que tenían por debajo de dos sueldos vitales. Por cierto hemos sido el único Gobierno que se ha preocupado de los ancianos, de las ancianas, de los pensionados, de las jubiladas.

¿Cuántas veces Santiago presenció el espectáculo denigrante, doloroso, humillante para ancianas y ancianos que tenían que ocupar los jardines del Congreso porque los poderes públicos no legislaban a favor de ellos, que habían pasado una vida de miseria y en los albores de su muerte seguían con hambre y negados por una sociedad injusta?

Hoy no ocurre eso.

Hemos sido los primeros que nos hemos preocupado en tratar de nivelar la asignación familiar y vamos seguramente, a conseguirlo este año, ya que obtuvimos la nivelación para obreros, campesinos, Fuerzas Armadas y empleados públicos, quedando exentos los empleados particulares. Trataremos este año que haya una asignación única. Todo eso significó ¿qué cosa? Entregar una masa de dinero para que sectores postergados pudieran adquirir lo esencial. Lamentablemente, porque el régimen es así, no pudimos tomar las medidas que permitieran cercenar fuertemente -a pesar de aumentar los tributos-, a la clase social que siempre pudo comprar en exceso lo que quería y no lo que necesitaba.

No ha habido nunca una política ganadera

Si a ello se agrega que muchos empresarios no han reinvertido utilidades, y las han obtenido, nos encontramos con un cuadro que significa que en este país hay una gran liquidez, una cantidad enorme de billetes. La gente entonces, lo que hace es comprar mucho más de lo que necesita. Si a ello se agrega una propaganda interesada -que a veces crea una verdadera psicosis-, que hace que mucha gente piense que si hay un producto hoy día, mañana no va a existir y compra una cantidad excesiva de ese producto.

Creo que los revolucionarios tenemos que preocuparnos de algunos productos que necesitan las compañeras, las mujeres, -que nosotros estimamos que es muy bueno que lo usen, porque siendo bellas se ven más bellas- que han acaparado, ante la idea de que no habría ni rouge, ni rímel, ni crema. Se desató una verdadera psicosis, por lo que tuvimos que publicar las cifras del Banco Central, para demostrar que nunca antes se habían entregado más dólares para comprar las materias primas para elaborar estos productos. Un ejemplo baladí.

Lo mismo ha sucedido en todas las cosas. Lo que se produce desaparece. Si una señora necesitaba antes 2 tarros de leche Nido, por ejemplo, ante la amenaza que no puede haber, en el momento en que encuentra compra 6, 10, 15 tarros, porque tiene como hacerlo.

Los sectores de la mediana y alta burguesía, tienen todavía un fuerte poder de compra y lo utilizan. Además, hay toda una campaña desatada. El año pasado comenzó la fiesta de las ollas vacías; hubo un desfile y se terminó. Bueno, si hubiera sido tan real la necesidad que había de alimentos, que faltaban tamos alimentos, no habría cesado el golpetear de las ollas en una noche; y sin embargo pasó. ¿Dónde nace, dónde se genera, dónde se gesta, esta protesta? ¿Es en los barrios populares? ¿Es en los sectores de trabajadores? No, es en el barrio alto, es en los sectores de un standard de vida superior. Porque ellos no pueden concebir que les pueda faltar carne una vez a la semana. No, todos los días deben tenerla.

Sin embargo, gente que lee todos los días los diarios, puede darse cuenta, por ejemplo, que Uruguay, país exportador de carne, ha decretado una veda de 3 meses, y que en Argentina, país productor de carne, cuyos grandes ingresos precisamente residen en la exportación de este artículo, tienen veda. En Argentina, país de los filetes, de los churrascos, la gente come carne 15 días al mes, y 15 días no come. Pero en este país hay señoras y señores que piensan que no es comer si no comen un lomo o un filete. Mientras existen miles de chilenos que a lo largo de 15 o 20 años, nunca supieron lo que era un pedazo de carne para su boca. A ello se agrega que no ha habido nunca una política ganadera. Jamás ha habido una política ganadera seria. Fíjense Uds. que no hay sementales del Estado, dependientes del Ministerio de Agricultura, que no hay una política de inseminación artificial. Fíjense Uds. que se beneficiaban las hembras sólo con el deseo de sacar el dinero rápido. Uno ve el porcentaje que hay en otros países, la relación de habitantes, su masa ganadera y la pequeñez de la visión, de los que gobernaron antes y de los propios agricultores chilenos. Pero las vacas no se reproducen como los conejos, por desgracia, y tendremos que esperar algunos años para tener una masa ganadera. Lo dije un día: Este año vamos a importar 92 millones de dólares en carne. Si aquí hubiera una conciencia revolucionaria plena y una voluntad revolucionaria, nosotros podríamos decir nadie va a comer carne de vacuno este año, y esos 92 millones en lugar de mascarlos, los vamos a gastar para traer novillos y reproductores, de tal manera que algún día podamos comenzar a formar una masa ganadera.

Para eso hay que tener los sustitutos de alimento, en reemplazo de las proteínas, pero tampoco ha habido en Chile un plan avícola.

Este año debíamos haber aumentado extraordinariamente nuestra producción avícola, pero los temporales, las lluvias, la nieve y la falta de alimentos, y el hecho de no ser productores de maíz en la cantidad suficiente, echaron por tierra parte de este plan. Lo mismo que el aumento de la producción porcina.

Hemos tenido que traer, por ejemplo, carne de cerdo de China. ¡Ah! dijeron que estaba infectada (Risas), que Mao no comía esa carne; la revolución cultural había pedido comer esa carne que es deliciosa y no está infectada, ya que apenas la probaron, desapareció. (Risas).

Rechazan ministerio del mar

Impulsamos la pesca. No tenemos barcos suficientes; nunca ha habido una política chilena sobre el mar siendo un país con 4 mil y tantos kilómetros de costa.

Ayer, fíjense, compañeras y compañeros de la comunidad universitaria -espero que no sea cierto-, ayer a la 1 y media de la tarde el Ministro de Tierras y Colonización -que ha tenido a su cargo las discusiones del Congreso que crea el Ministerio del Mar-, después de un año y 8 meses de Gobierno, después de un año y 4 meses de discusión en el Congreso, me ha ido a decir que dos partidos, la Democracia Cristiana y el Partido Nacional a través de dos Senadores de esas colectividades, han dicho que van a votar en contra de las ideas de legislar creando el Ministerio del Mar. Calculen Uds. hasta dónde llegan las acciones y la explotación política.

Negarle, no al Congreso, sino a Chile, un instrumento para aprovechar las riquezas del mar, para racionalizar la explotación de esas riquezas, para avanzar algo más en la pesca artesanal, en la industria de harina de pescado, que tiene materia prima en el norte. Hay países que tienen barcos factorías; se pesca en alta mar; hay países que tienen dos o tres barcos oceanográficos que conocen las posibilidades. La riqueza del mar es tan profunda y tan grande, que en la conciencia del mundo se plantea que más allá de las 200 millas los mares no pueden ser los grandes imperios del mundo capitalista o de las grandes potencias socialistas. Las Naciones Unidas deben hacer que las explotaciones de las riquezas del mar sean para la humanidad.

Cuando se está hablando en esa dimensión cuando el conocimiento técnico permite desviar inclusive las corrientes, cuando se puede pescar entibiando el mar, sobre la base de utilizar la energía atómica nuclear, cuando todo eso ocurre, nosotros estamos pescando a 3 millas de la costa, con pescadores que todavía no tienen previsión social. Hace 15 años, presenté al Senado un Proyecto, siendo Senador, para darle previsión a los pescadores, igual que a los pirquineros. Después de un año y 8 meses de Gobierno, tengo, por desgracia, que decir que los pescadores chilenos no tienen previsión, porque cuando mandé la indicación para hacer incluir un artículo en el Proyecto -que ya llevaba segundo trámite-, fue rechazado en el Congreso Nacional.

Esa es la realidad de Chile. Cuando trajimos como un convenio y con un contrato los barcos soviéticos, dijeron que venían a espiar nuestras costas. Que cómo podíamos permitir que miraran lo que había más abajito del agua, que íbamos a preparar allí redes para que vinieran submarinos atómicos soviéticos y fueran un frente para atacar a la gran potencia imperialista.

Qué no dijeron. Por último, cuando empezó a salir la pescada, dijeron que era mala, que tenían mal olor, y que enfermaban a la gente que la comía.

Con una tesonera y paciente labor -hay que rendir homenaje a las compañeras de las poblaciones; seguramente la señora de los canastos no lo hizo-, hubo compañeras que prepararon en las calles, pescadas de distintas maneras. En España, por ejemplo, la pescada es un plato delicioso que cuesta 10 veces más de lo que cuesta el kilo acá. Nadie sabía preparar bien aquí en Chile la pescada. Las compañeras de las poblaciones hicieron platos en las calles, invitaron a los compañeros y de esta forma impusieron la pescada, que reemplaza en gran parte el consumo de la carne de vacuno. Es un magnífico alimento y vale la tercera, la cuarta, la quinta parte de lo que cuesta la carne.

La revolución se mide por la dignidad

Bueno compañeros, este es un problema que he querido plantearles a Uds. Ahora, por otra parte, nos hemos visto obligados a alzar los precios, porque este país que no ha podido nunca alimentar a los chilenos y producir para el consumo nacional plenamente, estaba contribuyendo con la baja de los precios a que cientos y miles de millones de productos chilenos y de alimentos, se llevaran más allá de las fronteras.

El contrabando, que es un oficio nacional de lo más productivo y lo más amparado que pueden Uds. imaginarse. Hemos tenido que alzar los precios, pero al mismo tiempo hemos presentado un proyecto de reajuste que por primera vez se hace en el mes de septiembre, para que empiece a regir del 1 de octubre, defendiendo como siempre a la gente de menores ingresos.

Lógicamente compañeros, cuando hay un mercado interno más amplio, y cuando la demanda es mayor, a pesar de haber echado a caminar la capacidad ociosa de las industrias, tienen que presentarse dificultades. Aquí reside el problema de fondo. Hay gente que cree que la revolución se mide por un kilo más o un kilo menos de papas o un pedazo más o un pedazo de menos de filete. La revolución se mide para recuperar para Chile el derecho a ser un país libre.

La revolución se mide por el cobre que es nuestro, por el hierro que es nuestro, por el acero que es nuestro, por el carbón que es nuestro, por el salitre que es nuestro, por el petróleo que es nuestro.

La revolución se mide porque le hemos dado dignidad al campesino y el derecho a sentirse ciudadano al obrero. (Aplausos). La revolución se mide por lo que Uds. han hecho, compañeros. Endurecido por los años de lucha, siento aunque no lo demuestre, profundamente, cuando un Compañero Presidente de la FECH, da las cifras, lo que representa el trabajo voluntario el esfuerzo hecho por Uds. Cuando antes, el obrero y el estudiante sintieron la necesidad de ser partícipes de un proceso común y colectivo. Cuando antes, el campesino comprendió que la tierra que puede trabajar no se la debían dar a los suyos sino al país. Cuando antes, comprendió el obrero del cobre que este país sólo podrá levantarse del subdesarrollo cuando seamos capaces de producir mucho más cobre.

Bien decía Enrique Kirberg -al hacer referencia específica de sus ingenieros de mina-, cuando antes un ingeniero chileno, cualquiera que fuera su preparación, alcanzó los niveles superiores, supo de la ingeniería de mina en el nivel superior de estudios geológicos, si ello se realizaba bajo las normas que venían del extranjero. ¿Y quiénes lo hacían? Ingenieros norteamericanos, que eran los dueños de las minas chilenas. Sin embargo, nos hemos encontrado con esa realidad. Por desgracia, hay muchos profesionales y técnicos que no entienden que el proceso revolucionario, es para ellos también una gran tarea nacional. ¡Cómo puede haber arquitectos que no entiendan que nosotros queremos que sean profesionales para construir casas en un país donde faltan 500 mil viviendas! ¡Cómo no vamos a pensar nosotros, que una nueva conciencia viene a indicarle al médico que todavía en este país hay miles y miles de chilenos que no tienen cómo comprar la salud y que la atención médica no llega a la precordillera y a vastos sectores del litoral! ¡Cómo no vamos a decir nosotros que todavía hay cientos de maestros sin trabajo, cuando en Chile hay un número elevado, todavía de analfabetos!

Es duro a veces imaginarse que gente que pasó por la Universidad no sienta que su preparación y capacidad se debe al esfuerzo del pueblo y que si el campesino no sabe leer, con el esfuerzo de él debe aprender y alcanzar también un título universitario.

Poner atajo a la insolencia fascista

En esta etapa se necesita más que nunca de la presencia combatiente de la juventud, no sólo en las calles para afianzar nuestro derecho a desarrollar nuestra revolución en democracia, pluralismo y libertad; no sólo en las calles para ponerle atajo a la insolencia fascista que ha llegado a niveles increíbles, marcando los negocios de los comerciantes que abren cuando se ordena políticamente cerrar, o cuando se tienen diseñadas las casas en que viven funcionarios, dirigentes políticos o Ministros de Estado; o cuando se llega hasta la insolencia de hacer sonar las ollas frente a la casa del Comandante en Jefe del Ejército o de la Marina o de la Aviación, porque las Fuerzas Armadas son respetuosas de la ley y de la Constitución.

Se marca día a día en la calle a hombres y mujeres, que por ser de la Unidad Popular son provocados, porque por allí transita la burguesía; pero no vienen a las poblaciones y todavía está allá envuelta ¿en qué? en la insolencia de que son más. El pueblo tiene que estar alerta.

He dicho y sostengo que haré todo lo que esté de mi parte para impedir que este país caiga en la violencia. Soy de aquellos que me horrorizo cuando oigo decir a alguna gente irresponsablemente, que aquí estamos próximos a una guerra civil. Una guerra civil aunque la ganáramos y -tendríamos que ganarla-, significaría que quedarían marcadas generaciones y generaciones; se destruiría la economía chilena, la convivencia humana y el respeto humano.

Pero luchar contra esa violencia y luchar contra una hipotética guerra civil, no significa claudicar, ni retroceder. Esto tienen que entenderlo muy claramente los que se atreven a hablar osadamente de la violencia o se la niegan y la usan.

Como Presidente del pueblo, como compañero de Uds. gastaré toda mi energía para convertir en realidad el compromiso histórico que tengo con Chile y con el pueblo.

Qué necesario es que conozcan la realidad

Sé que puedo decirle a la Juventud, sobre todo a la juventud de esta Universidad Técnica, y a los queridos compañeros licenciados que están aquí, que este país necesita más que nada técnicos; este país requiere que la gente se prepare. El muchacho universitario debe estudiar más, pero al mismo tiempo, trabajar. Cómo le cambia el sentido a la vida cuando va a una fábrica, cuando deja el aula por algunas horas y se junta con el obrero que nunca pasó por la Universidad. Que distinta es la realidad y qué necesario es que la conozca.

Piensen Uds. la extraordinaria tarea que tiene este país: cambiar la tecnología porque hemos importado tecnología que no se aviene a nuestra realidad. Los países de América Latina gastan 500 o 600 millones de dólares al año para traer tecnología importada y esta no se adecúa a lo que somos, a nuestra idiosincrasia, a nuestra realidad.

Tenemos que crear nuestra propia tecnología, aprovechando por cierto la experiencia, venga de donde venga. Tenemos que ver cómo podemos dar salud al pueblo, si en Chile hay 6 mil médicos y debería haber diez mil o más. En verdad, habiendo 6 mil no hay más de 4500 Que ejercen su profesión y entre ellos estoy yo.

Pues bien, faltan enfermeras, faltan matronas, faltan auxiliares.

La salud que es vital para el pueblo, en un proceso revolucionario tiene que ir creando esta mentalidad para entregar a los profesionales instrucción de la demanda y las necesidades del país y no como se hacía antes, que se estudiaban las carreras, no por vocación, sino sencillamente porque sabían que había más posibilidades de ganar dinero con determinada profesión. Necesitamos en este país esta mentalidad y la presencia de Uds. no sólo en los estudios, en la preparación técnica, en la manifestación, sino también en la elevación de la conciencia política y del nivel de la gente. Estoy seguro que si Uds. compañeros, que leen y meditan lo que leen, que oyen y entienden lo que se les explica, se convierten en los voceros que van a las poblaciones y le explican a la gente, le dicen, por ejemplo, por qué la movilización es deficiente. ¿Qué hemos heredado nosotros? Hemos heredado una empresa nacional del Estado, la ETC, con máquinas desvencijadas, sin repuestos, con 300 o 400 máquinas paralizadas. Se agrega la irresponsabilidad de mucha gente que pasó por allí y que aún están allí, con máquinas en manos de particulares cuya actividad es ganar dinero; por lo tanto luchan y luchan por aumentar las tarifas de movilización. ¡Qué cosa más dramática, que un obrero tenga que levantarse a las 5 o 6 de la mañana para llegar a su trabajo a las 7, a las 8 y que gasta en la esquina una o dos horas al día y una hora en ir y volver a su trabajo; tres o cuatro horas solamente para movilizarse!

Hemos importado mil máquinas carrozadas del Brasil, pero qué difícil traerlas, conseguir el crédito, hacer que se entreguen las máquinas, hacer posible que lleguen. Ahí, compañeros, en Mendoza, han estado paralizadas 240, por los temporales. Sólo ayer, de esas 240 se pudieron entrar 60 y pronto se hará con el resto.

Hemos comprado en Argentina mil chasis, para hacer las carrocerías, en Chile, y nos encontramos con que aquí no había fundiciones, no había garajes para hacer las carrocerías.

Nos encontramos con que aquí no había fundiciones, ni garajes ni el prototipo para hacer la carrocería. En eso se han demorado dos meses, y enseguida, sólo pueden entregar 30 o 40 carrocerías al mes, es decir, nos vamos a demorar, compañeros, por lo menos, óiganlo bien, más de un año en carrozar los mil chasis.

Ahí tenemos el Metro. Nosotros lo hemos empujado. El contrato se hizo en el Gobierno anterior, pero no se había abierto un pedazo de tierra. Modificamos el contrato porque estimamos que no era conveniente integralmente como estaba para Chile y hemos empezado a trabajar.

¡Vayan a ver el Metro, compañeros!

¡Ahí vean cuánta tierra se ha removido! ¡Cómo se ha abierto la posibilidad cierta de que en algún tiempo podamos tener una línea, por lo menos, que una este extremo con el centro de Santiago! ¡Pero cuántos millones hemos tenido que invertir! Hemos tenido que conseguir créditos en Francia; además, allá también se hacen los carros y los implementos para el Metro que no pueden hacerlos las fundiciones chilenas. Es decir, la infraestructura de este país no permite la satisfacción de las necesidades del hombre nuestro.

Eso lo entienden Uds., pero es necesario explicarlo, para que la gente no viva de la impresión de la prensa deformada, de la información malintencionada, artera y siniestra. Porque los que han sido heridos en sus intereses saben que la única manera de defenderlos, es mantener la esperanza de que este Gobierno sea socavado en las bases de sustentación política.

Es distinto cuando la juventud se da cuenta de su tarea, cuando un muchacho de hoy, ciudadano de mañana o la compañera de Uds. está presente en el proceso revolucionario.

¡Cuántas veces he dicho que no hay una revolución sin la presencia de la mujer! ¡Cuánta gente, miles de mujeres chilenas no entienden que para ellas, es precisamente la revolución, lo que va a traerles mayores beneficios!

¿Acaso no ha discriminado a la mujer la sociedad capitalista? ¿Acaso a igual trabajo no ha recibido menos salario? ¿Acaso en la sociedad capitalista la mujer no está postergada frente a la legislación? ¿Acaso la mujer no sabe que en este país enviaremos el proyecto para que haya igualdad de los derechos de los hijos? ¿Acaso no sabe la madre soltera, que es preterida y negada en una sociedad de una moral absurda y estúpida? ¿Acaso no sabe que la mujer no está junto a nosotros, como debía estarlo, por la incapacidad nuestra, de los dirigentes de la izquierda, por el silencio de Uds. compañeros jóvenes, que no les hablan a sus compañeras, a su hermana o a su madre en el lenguaje de la convicción, con el ejemplo revolucionario?

Pero me equivoqué de decir que a pesar de todo ellas mandan. Tencha, me acaba de decir ¿y las preguntas? en vista de lo cual aterrizo rápidamente, si no, me quedo sin postre. Vemos las preguntas; dispongo de 20 minutos.

Preguntas y respuestas

Pregunta: No se entiende no hay micrófono cerca, es una compañera la que habla.

Presidente: Creo que el aplauso justo señala muy claramente que Ud. tiene razón en su protesta y en su denuncia compañera, pero se ha quedado un poco corta todavía. Ayer y la semana pasada también estuvo en huelga la Caja de Empleados Particulares. Quieren que se les pague algo, que de acuerdo con la Superintendencia de Previsión Social no les corresponde.

Cuando decía que hay gente que no entiende la responsabilidad revolucionaria, no estaba pensando en eso; pero ya que Ud. me ha traído ese ejemplo debo decirle, que por desgracia, habiendo mayoría de dirigentes gremiales de la Unidad Popular, se acordó esa huelga injusta e ilegal, que significa no pagar la asignación familiar lo que puede traer muy serias complicaciones, porque la gente la necesita para sus obligaciones mensuales. Esto demuestra la falta de responsabilidad, que se expresa en un sector que debía comprender su tarea y su misión, porque se trata de empleados que no se dan cuenta que ellos están fundamentalmente para servir a los imponentes, que son los que financian la posibilidad de su trabajo.

En el caso de los títulos, hay miles y miles de chilenos que no tienen títulos. Por ejemplo, en el caso de las zonas limítrofes, la gente que llegó hace 20 o 30 años, que trabajó un pedazo de tierra, casi de colono, en Aysen, Magallanes, Chiloé, no tienen títulos. Gente que edificó hace años una mejora, una mediagua, no tienen títulos y gente como Uds. que han adquirido en un organismo semifiscal la casa, todavía no se los dan. Agréguese el caso de la vivienda y esperamos que no se olviden. Faltan 500 mil viviendas, porque nunca, ningún Gobierno, ni este Gobierno, ha podido construir en relación con el aumento vegetativo de la población.

Anoche estuve dos horas y media conversando con el Ministro de la Vivienda, quien me decía que no hay capacidad para equipar más de 55 mil viviendas en Chile; que no tenemos la madera y el cemento necesario para superar las 55 mil viviendas; no hablo de mediaguas que no son casas, hablo de viviendas.

Hemos hecho una exposición de la vivienda que la vamos a ver aquí en la Quinta Normal en los pabellones de la CORFO, para ver qué materiales se usan en otros países. Hablaba con el Ministro de la Vivienda, y me decía, por ejemplo que en la población Lo Hermida, mucha gente allá no quiere viviendas en alto, sino la casa propia y el pedazo de terreno; eso complica extraordinariamente los servicios.

Es muy difícil llevar una ciudad como Santiago, que no puede seguir extendiéndose. Así que su problema compañera es el problema de cientos y miles de personas. Además, hemos heredado una Administración Pública que no podemos eliminar, por dos razones, primero, porque se jugaron muy bien en dictar leyes que establecieran la inamovilidad de los empleados, y segundo porque también es duro echar a la calle a gente, que también necesita trabajar.

Ahora, romper el hábito burocrático, es una cosa muy difícil. En los países socialistas es donde más se ha criticado porque también cayeron en el “papeleo”.

Les puedo decir, por ejemplo, que en el Banco Central, para hacer una operación de importancia, hay que presentar 14 copias, y si se pierde una copia, aunque tenga las 13 restantes no se tramita la solicitud de importación. Es un proceso que no se te avisa al interesado y ahí quedan durante meses los papeles y la gente desesperada esperando la resolución sobre ellos. El problema que Ud. plantea es muy grave, muy serio y esa caja, como le digo, tiene, por desgracia, la característica de que haya empleados que ni siquiera entiendan este proceso revolucionario, y aun teniendo mayoría de la Unidad Popular, se ha declarado en huelga, para reclamar algo que no le corresponde. Entonces el problema se me plantea a mí, por el Ministro respectivo. ¿Qué hago? ¿Les aplico la ley? ¿Los meto a la cárcel? ¿Mando a la fuerza de Carabineros? No puedo hacerlo, tenemos que utilizar, qué cosa ¿el diálogo?, mandar al Ministro, al Subsecretario, a los dirigentes de los partidos. A veces por cierto, los dirigentes de los partidos no quieren cumplir esa tarea que es decirle a su gente que vuelva al trabajo, que no cree dificultades, que no reclame lo que no les corresponde.

Por ello compañeros, en un país que tiene otro grande déficit como les explicaba, un proceso como el nuestro, dentro de la ley, es mucho más difícil. Chile es distinto a otros países; en otros países una situación como la suya se soluciona ¿cómo?, sancionando perentoriamente a los funcionarios. Yo no puedo meter a nadie a la cárcel y no puedo libertar de la cárcel a nadie; este país marcado compañera. Ahora voy a recoger dicha observación y apenas llegue a La Moneda… no, aquí está el Edecán, ha tomado nota de ello, llamaré al Vicepresidente, le tiraré las orejas, dentro de lo que pueda tirarle, oiré su explicación; le pido su nombre y tendrá Ud. una respuesta mañana en la mañana o en la tarde para decirle qué se ha hecho, que se puede hacer, cuándo se va a solucionar y cómo su problema, no puedo hacer más yo compañera (Aplausos). ¿Cómo es su nombre compañera y su dirección? Apolonia Riveras, Secretaria Junta de Vecinos ¿de la población? Villa Portales.

Estudiante: No se entiende (es algo relacionado con el cobre).

Presidente: Ud. me dice trabajadores y en trabajadores incluyo a obreros y empleados, y le digo que la cifra de 5 mil no es exacta y le digo que la cifra de 4 mil, tampoco es exacta, por lo tanto le ruego que me pregunte con datos concretos. Además quiero saber qué es Ud. ¿Profesor? ¿Estudiante? Estudiante ¿de qué? (No se entiende la contestación). Entonces sea más preciso.

Ahora le voy a contestar. Supongamos que han sido 3 mil, en primer lugar había que preguntarse, si acaso el número corresponde a las necesidades; en los años anteriores qué porcentaje de gente se contrataba en el transcurso de un año, no porque se mueran los obreros, sino porque muchos dejan el trabajo; entonces, una pregunta: ¿Mire señor, compañero Allende -seguramente Ud. me va a decir señor Allende- yo le voy a decir a Ud. (Contesta “yo le diré siempre Señor, Distinguido Presidente de Chile”).

No, no, dígame nomás Presidente. Si Ud. me dice a mí como problema matemático, que se incorporaba 2 mil obreros al año, y ahora hay 3 mil, ha aumentado como en un 50%, explíquemelo. Yo le podría decir: pienso que no es para absorber cesantía; pienso que puede ser porque se necesita ¿para qué? para trabajos adicionales ¿sí o no? Con los temporales se vienen abajo gran parte de las torres construidas recientemente en los planes de expansión. Le puedo decir a Uds. por ejemplo, que fracasó el plan de expansión del cobre en El Teniente, entre otras cosas, por falta de agua, entonces es probable que se hayan contratado obreros, cuadrillas especiales, que no son los mineros para hacer trabajos que eran fundamentales y que no se hicieron. Le puedo señalar a Ud. por ejemplo, que nosotros hemos tenido que elevar, construir un nuevo elevador porque los trabajadores se demoran dos horas para llegar y dos horas para salir del pique porque los elevadores que había eran insuficientes.

Es posible que se hayan contratado cuadrillas especiales para esto.

El Gobierno anterior desplazó y con razón a los trabajadores del mineral para que vivan en Rancagua. Nosotros en el problema de la movilización hemos gastado dos millones de dólares, en traer las máquinas necesarias y seguramente hemos tenido que contratar choferes, mecánicos, etc. para esos nuevos servicios. Les puedo decir que creo que han contratado un número determinado de obreros y de empleados de acuerdo con las necesidades; también es posible que se hayan excedido, lo cual no sería justo porque si hay algo que les he dicho, es que las minas de cobre no pueden ser las gallinas de oro de Chile para satisfacer a determinados trabajadores. Esa es la primera, sin aplausos. La segunda.

Estudiante: El pago de la construcción del edificio de UNCTAD se hizo con gran rapidez, los pagos eran oportunos.

He conversado con varias personas que trabajan en el Metropolitano y me dicen que los pagos están permanentemente atrasados y el trabajo en total está atrasado en varios meses. ¿Por qué?

Presidente: Compañero, con esa pregunta, Torretti queda de empresario. Esa debería ser mi respuesta, pero por suerte estuve esta mañana conversando con Eduardo Paredes que era el Director de Obras Públicas y a quien yo trasladé para que se hiciera exclusivamente cargo del Metropolitano. Ha sido muchos años Director de Obras Públicas. Pues bien, nosotros -ya le dije compañero-, recibimos un contrato y empezamos a montar un trabajo que de acuerdo con lo tradicional ha tenido que hacerse a través de compañías particulares.

El primer tramo se desarrolló normalmente. Llamamos a concurso para el segundo tramo; se presentaron 6 empresas particulares, se retiraron 5, quedó una y esa una dijo: o me suben un 10% o un… tuvimos que subirle el 10% y si no, no se construye nada porque todavía no hay una empresa estatal de construcción y recién la estamos organizando. Hemos construido a través, por ejemplo, de CORVI y de CORMU, creando las secciones operativas que antes no existían.

Además, debo decirle que empieza mañana y que no estamos atrasados en 3 meses, sino solamente en 39 días, que no es mucho ni es poco, pero no es mucho.

En cuanto a los pagos, se comprende que cuando un Congreso limita los ingresos del Fisco y no despacha el presupuesto que el Fisco necesita, cuando una mayoría nos obliga ir al Tribunal Constitucional para dictar como debe dictarse la ley de presupuesto, nos encontramos con las manos un poco atadas, lo que por lo demás, ha sido tradicional con la diferencia de que nosotros hemos querido pagarles a los empresarios particulares a tiempo. Le puedo decir a Ud. -y con este termino-, que conozco empresarios particulares que trabajaron en los Gobiernos de Alessandri y Frei, que deben una provincia entera. Conozco al jefe de una empresa, que le está debiendo al Banco del Estado 59 mil millones de pesos.

Conozco tres empresas, una de las cuales está próxima a la quiebra -que hay que respaldarla porque técnicamente es eficiente-, que en promedio, le debe 25 mil millones de pesos al Banco del Estado. Este es un error, en los Gobiernos anteriores y aun en el nuestro, ¿por qué?

Porque a muchos empresarios como dádiva y disponibilidad del dinero del Fisco, les dan un tiquet y con ese tiquet van al Banco y el Banco les presta dinero. Pero resulta que el Banco presta dinero con intereses y se van acumulando los intereses. Viene el nuevo pago, no hay dinero del Fisco, y nuevamente un nuevo crédito. Algunos otros empresarios siendo técnicamente eficientes, se han visto estrangulados por el exceso del interés, porque en pocos países del mundo el interés del dinero es más alto que en Chile.

Estudiante: Compañero Presidente, creemos nosotros -yo soy estudiante de Castellano, militante del MAPU-, creemos que toda la asonada fascista que hoy día estamos sintiendo y viendo se debe a que se han cometido algunos errores, en la política económica de nuestro Gobierno. Lo digo francamente como militante de la Unidad Popular, sin ningún problema, porque creemos que la autocrítica frente a las masas, es saludable y es positiva, ante estos hechos…

Presidente: Está bueno… Teóricamente Ud. compañero está en un error; teóricamente. Le voy a explicar por qué, bien breve, porque todas las revoluciones del mundo han enfrentado la contrarrevolución, porque simplemente se han herido intereses; pero voy a contestar con un ejemplo: Hubo una asonada fascista entre el 3 de septiembre del año 70, entre el 4 de septiembre del 70 y el 3 de noviembre de ese año ¿sí o no? Sí. No había problema de errores, ni de alimentación. La asonada fascista llegó hasta tal extremo, que fue el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército; así que compañeros, es probable que errores nuestros permitan justificar algunas actitudes fascistas, pero esto es distinto. Ahora, los errores los hemos cometido. Vamos a la segunda parte, pero teóricamente Ud. no tiene razón en el fundamento de su pregunta.

Estudiante: Compañero, en el fondo nosotros creemos que es necesario, insistiendo, pensando, la forma de autocrítica, que estoy planteando, que es necesario rectificar algunos errores que se han cometido.

Nosotros pensamos que las alzas que han habido, debieron haber sido conocidas antes de efectuarse, por las masas. Es decir, que el Gobierno debió, antes de llevarlas a cabo, haberlas planteado y haberlas explicado en los sindicatos, en los gremios, en las universidades, a los estudiantes en general, que todas estas alzas se iban a llevar a efecto y la explicación que hoy recibimos a posterior. Habríamos evitado mucha confusión que hubo entre los compañeros trabajadores y en los pobladores en general. Compañero Presidente…

Presidente: Antes de las alzas pronuncié un discurso por cadena a lodo el país, que fue transmitido en parte por la TV, en que decía que se iban a producir alzas y reajustes.

Ahora, compañero, Ud. no le puede decir a un país: vamos a alzar el dólar, de aquí a quince días, porque la especulación que se produce es horrenda. Si Ud. le dice a la gente: de aquí a 5 días más vamos a subir la penicilina o el azúcar, no le queda ni un gramo de penicilina ni un gramo de azúcar; se produce la psicosis que arrasará con todo. Nosotros hemos preferido tirar todo un “paquete” de alzas, sabiendo de antemano que iba a dar un pretexto para atacarnos brutalmente. Alzas las hubo siempre en todos los Gobiernos. Además, confiando en que bastaba que el Presidente, compañero, de Uds. se hubiera dirigido al país para decir que esta es una segunda etapa del desarrollo económico, vamos a hacer esto y además de las alzas vamos a los reajustes. Entonces, lo que falta -y le encuentro razón- es la información sobre la base del trabajo de los mandos medios; eso le corresponde a los partidos políticos y a la juventud. Por eso les decía compañeros, que ser revolucionario implica esto, que Ud. me pregunta y que yo le contesto que tiene que ser explicado por Uds. No basta que hable el compañero Allende.

Yo, compañero, me he ganado la vida hablando; ya deberían jubilarme. (Risas).

Entonces, este es el trabajo de Uds. ahora, la posición suya es justa en cuanto a que ha habido compañeros, una fuerte reacción, pero a ello se agrega la explotación que se hace.

Uds. tienen que decirle a la gente que durante mucho tiempo tendrán que faltar productos en Chile y además, tendrá que cambiar la costumbre de Chile. El chileno tendrá que acostumbrarse a comer otras cosas que no come.

Ahora, les digo por qué no se pudo explicar en detalle. Imagínese, sindicato por sindicato, empresa por empresa, universidad por universidad, Chile va a tener alzas: habrían arrasado con todo, no habría quedado nada de nada. Ya no queda nada acá, con la sola imagen.

Imagínese si lo hubiéramos anunciado, imagínese si anunciáramos el alza del dólar. Mire, compañero, le voy a poner un ejemplo: nosotros quisiéramos cambiar el nombre al E° Compañeros, atiéndanme por favor, por Cóndor, porque con ello castigaríamos a todos los que se han llevado plata fuera de Chile, castigaríamos a mucha gente que tiene la platita guardada bajo el colchón, las obligaríamos a cambiar el billetito. Pero eso no se puede hacer, porque se podría llegar así a la especulación más brutal ¿verdad? Además, tendríamos que tener un Congreso porque tiene que ser por ley-, adicto a nosotros. A 24 horas, no a dos horas de despachada la ley recogeríamos nosotros una punta; es decir, limitaríamos un porcentaje enorme en Chile. Fíjense que recién -y por desgracia es médico-, recién en Arica se descubrió a un médico que iba con su señora a descansar a Tacna y llevaba un doble estanque con 7 mil millones de pesos, 7 millones de escudos. El tráfico de billetes, compañeros se hace en forma brutal y lo que es peor, la justicia dice que no es delito sacar billetes de Chile.

Estudiante: Una de las formas de que nosotros los estudiantes realmente participamos, pese a estos errores o fallas que se han cometido, pienso yo, debido mucho a la burocracia o a la mentalidad un poco tecnócrata de algunos funcionarios de Gobierno, considero que es que la masa estudiantil pueda participar con todos los trabajadores en general, no sólo la masa estudiantil, sino las JAP, las Juntas de Vecinos, los Sindicatos, los Comités de Vigilancia de las Industrias privadas, tengan poder de fiscalización y de sanción a los empresarios y aquellos especuladores que están boicoteando al Gobierno.

Considero, compañero Allende, a la vez que el Gobierno debe buscar la manera para que a los estudiantes se les dé la posibilidad de llegar a ser inspectores ad honorem para fiscalizar los diferentes comercios y especuladores en general. Esta es una petición que no sólo los estudiantes de la Universidad Técnica hacen, sino que en general los estudiantes secundarios y los estudiantes del resto de las Universidades. Eso es todo. Compañero Presidente.

Presidente: Compañero, yo sostengo, que darles poderes de sanción, implica preparar muy bien. Tengo mucha confianza en la juventud, pero es problema bastante serio; además vi la reacción que traería si nosotros mañana le entregáramos discriminadamente a los estudiantes, el poder de sanción para aquellos comerciantes que buscan más.

Creo que lo fundamental está en la organización de los centros de consumo en las poblaciones, en las Juntas de Vecinos, en las JAP; porque allí son las compañeras, fundamentalmente las que deben organizarse; ellas son las que van a comprar. También nosotros tenemos que hacer que el pueblo sepa, sobre todo en algunos artículos, cómo son distribuidos. Por ejemplo en esta Villa Portales, si hay tres carnicerías, debería decirse que esta carnicería recibió un saldo más, la otra menos. Los clientes de esa carnicería abastecida sabrían a cuánta gente se puede satisfacer con un cuarto, con medio animal; así se pueden dar cuenta si el comerciante acapara o vende bajo cuerda para el barrio alto, la carne que debía entregarle a precios oficiales a la gente de su barrio. Si no hay organización del pueblo, no sacamos nada.

Enseguida hay otro factor; lo voy a decir aquí, aunque me duela. Obreros textiles, en algunas industrias han empezado y han conseguido de los interventores el derecho a sacar determinados números de metros de telas, no una vez al mes, sino que semana a semana.

Nosotros hemos constatado, por desgracia, que obreros que sacan telas que no necesitan para su familia, la venden a una cuadra de la industria, fomentando el mercado negro. Lo cual señala que también falta conciencia revolucionaria. Sentido de clase en algunos, en muchos trabajadores. Eso es muy grave, porque hay gente que lo único que ha hecho es dar su votito y cree que con eso tiene derecho a muchas cosas. Cuando la revolución es muy dura, cuando la gente ha arriesgado su vida, cuando ha estado en la cárcel, cuando ha estado en combate, no se hace esto.

La revolución chilena tiene todas estas fallas y la nota es esta: hay miles y miles de metros de telas que debían ser entregados al consumo de la población, que se vende en el mercado negro por falta de conciencia de los propios trabajadores. Hemos terminado con eso, porque el otro día hubo una reunión nacional de los representantes de las empresas estatizadas y fueron los propios dirigentes sindicales y de administración los que señalaron este vicio, ahí acordaron los propios dirigentes terminar con esto, que es una lacra en contra de la revolución.

Estudiante: En primer lugar, el Gobierno estudiantil felicita al Gobierno por haber hecho primar el internacionalismo proletario y haber dejado continuar a los guerrilleros argentinos su viaje hacia Cuba, felicitamos al Gobierno.

Presidente: Compañero fíjese que Ud. podría haberme hecho sentir grato con el aplauso. No, compañeros, no ha sido el internacionalismo proletario; ha sido la tradición de Chile dar asilo, el derecho de asilo es reconocido universalmente y existen disposiciones legales que permiten aplicarlo. Eso me interesa que quede muy claro, porque compañeros, en estos problemas de tipo internacional hay que tener sumo cuidado en lo que se dice y en lo que se hace. Para mí, compañeros, es una obligación clarificar este hecho y me alegro de su pregunta, porque no hay nada más fácil que una interpretación errada, que puede colocar el proceso revolucionario chileno en una situación muy delicada, si acaso se pensara que Chile, con su actitud pretende tomar parte en los problemas internos de otro país. La política de Chile es la de no intervención y de respeto a la de gobiernos que se den, o que tengan los pueblos.

Les preciso un poco, este problema, porque es muy importante que se entienda.

Sé perfectamente bien, porque soy socialista compañero, y sé que Ud. también lo es. Yo a su edad, ya estaba luchando como Ud., me alegro. Como Ud. ha empezado bien, debe prepararse porque la herencia lo puede alcanzar en lo político, pero le digo lo siguiente: No ha sido el internacionalismo proletario, no compañero, ha sido una institución que es tradicional en Chile, que no existe en Europa, que existe en América Latina que es el derecho de asilo. En Europa no existe. Por eso lo preciso exactamente.

Estudiante: Sobre la movilización de masas y el poder. Hace un tiempo en Maipú, se movilizaron varias industrias, en torno a que sean intervenidas. Posteriormente en Barrancas hubo una movilización de obreros y campesinos, en torno a adquirir mayor poder. En otro lado de Barrancas, también hubo una movilización donde las dueñas de casas, donde los Centros de Madres pedían que el Gobierno colocara negocios estatales para suministrar comestibles.

También hubo una movilización, donde fueron grandes sectores de obreros y campesinos a reclamar al Congreso, en la Plaza Montt-Varas. Compañero, mi pregunta en lo concreto es la siguiente: ¿Cuál es la concepción del Gobierno en torno a adquirir mayor poder para los trabajadores? ¿Cuál es la concepción del Gobierno sobre las movilizaciones de masas en torno a que ha de venir a hacer presencia o en torno a hacer presión y presencia de masas? Esa es mi pregunta.

Presidente: Muy bien. (Algo le gritan no se entiende claramente).

Presidente: Esa declaración me hace pensar que tiene aspiración, y yo se la fomento, porque es un caudillo socialista, y por lo tanto tiene un sentido revolucionario, está bien compañero Ud. dijo que era socialista, lo cual me alegro mucho, claro Ud. tiene menos años y ha leído menos que yo, pero le puedo decir que respecto a la movilización de las masas se teoriza mucho y erradamente. Lenin, que me parece a mí que es a quien podemos citar con más propiedad, que nos inspira respeto a todos, precisa muy claramente que las masas son el factor fundamental del avance y la estabilidad de un proceso revolucionario, pero la masa movilizada, orientada y trazada su acción con los dirigentes revolucionarios, los partidos revolucionarios. En el caso de la Unión Soviética, por el partido de la revolución, el espontaneísmo, no pues vamos por parte (interrumpe un estudiante)… Pero compañero yo le estoy diciendo una cosa y estoy diciendo una cosa muy clara, y entiéndame compañero joven porque Ud. es inteligente y tiene que entenderlo: las masas se movilizan, se orientan y se dirigen. No se puede aceptar el espontaneísmo de las masas, para eso están los partidos vanguardias que dirigen la masa, que la orientan y la conducen. Le voy a poner un ejemplo inmediatamente, importante para asumir responsabilidad: Nosotros estamos haciendo un proceso revolucionario dentro de marcos muy claros, y tenemos un programa ¿verdad? (lo interrumpe de nuevo el mismo estudiante).

Presidente: No, no pues compañero, perdóneme, pues. ¡No, no eso sí que no! No, la tolerancia… Compañero, sí a mí me inquieta lo que pasó en Maipú, es porque conozco el problema. Estoy tomando al pie de su planteamiento, para esclarecer mi pensamiento y asumo la responsabilidad de la actitud del Gobierno en Maipú, porque soy el Presidente de este país. Compañeros no hay nada más justo absolutamente justo, que el hambre de tierra de los campesinos; pero no estaría justificado que nosotros le dijéramos a los campesinos, tómense la tierra; no compañeros, primero porque nosotros hemos dicho que vamos a hacer nuestra revolución, le guste o no le guste a algunos; que de acuerdo a la realidad chilena y las posibilidades tenemos que aplicar una ley, que no hemos aplicado. De tal manera que hay muy pocos países del mundo que han expropiado en un año 5 millones y tanto de hectáreas.

Compañeros, y ¿qué pasó en la Unión Soviética cuando tuvo Lenin que echar pie atrás en la nueva política económica? ¿Qué pasa en los países socialistas de Europa -yo he estado en Polonia, en Rumania, en Hungría-? ¿Qué porcentaje de la tierra está en manos privadas? ¿Qué pasa en Cuba, cuál es el porcentaje de tierra que tienen los privados en Cuba?

Más grande es el porcentaje de tierras que tienen aquí en Chile, aun con la ley nuestra.

Entonces si mañana saliera un grupo de compañeros y dijera que tomase todas las tierras, yo les digo no, porque la anarquía y el proceso de esa organización traería no sólo la carencia que tenemos hoy día, sino hambruna total. Nos interesa a nosotros en esta etapa de Chile, crear el área social de la economía. Etapa primera; recuperar el cobre, salitre y hierro; las grandes riquezas fundamentales del país en manos del capital extranjero. Etapa segunda, liquidar los monopolios. No hemos podido hacerlo, porque no tenemos una ley. El Congreso ha presentado una Reforma Constitucional, hoy saldrá un fallo de la Corte Suprema que establece, compañeros, que las acciones compradas por la CORFO, deben ser devueltas, porque se formaría un monopolio por parte de la CORFO, según me informaba el Ministro de Justicia. No conozco en detalles el fallo, pero tienen que entender Uds. que el proceso nuestra tiene todas estas dificultades. A mí no me interesa que se tome una fábrica de helados o de botones. Me interesa en esta etapa, los grandes monopolios, me interesa, compañeros, que esos monopolios tomados por el Estado produzcan más, para lo cual se requiere una conciencia revolucionaria muy seria y muy profunda.

Seré contrario, compañeros, a que se tomen las pequeñas propiedades agrícolas, a que se tomen las propiedades, porque el proceso hay que orientarlo y dirigirlo y ¡caramba! que la experiencia la tenemos de la revolución. Estuve en Cuba no una vez, 10 veces antes de ser Presidente de este país. De Cuba, conozco todo el proceso de la Reforma Agraria. Tuve la oportunidad de asistir a seis horas de una discusión de Fidel Castro con los cafeteros cubanos y cómo les garantizó precios y les garantizó la extensión de su propiedad, porque le interesaba producir. Estoy dispuesto a darles absoluta garantía y seguridad de precios y estimular a los agricultores privados, en esta etapa, porque necesitamos que ellos produzcan compañeros, pero sabemos perfectamente bien que la primera etapa es -y la hemos cumplido-, el latifundio.

Además, compañero, el proceso revolucionario tiene que ser madurado de tal manera de no echarse encima las capas de la pequeña y mediana burguesía que son fundamentales, aunque mucha gente lo quiera desconocer.

Por ello, camarada joven, le puedo decir a Ud. -y asumo la responsabilidad-, creo que no pueden ocuparse ni todas las industrias, ni todas las tierras en este país, como tampoco pueden ocuparse poblaciones, torres o edificios que han sido construidos y levantados con el esfuerzo de empleados y obreros. No camaradas. La revolución se orienta y se construye.

Estudiante (demócrata cristiano): Compañero Presidente, hemos estado escuchando atentamente las palabras suyas, hoy día, en este acto y nos parece que no podemos estar ajenos a esto que es el diálogo que Ud. pretende hacer con el estudiantado de nuestra Universidad.

Quiero exponerle la situación por la cual a nosotros nos inquieta conocer una opinión del Primer Mandatario de la República. Voy a entrar a enumerarle algunos acápites, de manera que Ud. en la forma que estime conveniente, nos pueda responder. Siempre hay errores que se cometen.

Presidente: Preguntas concretas.

Estudiante: Sí Presidente, sí vamos a preguntas concretas, no va a entender lo que quiero preguntar.

Señor Presidente, a nosotros nos preocupa lo que está sucediendo hoy día en el movimiento estudiantil chileno. Nos preocupa sobremanera, lo que está pasando en el Liceo 13, en el Liceo 3 de Niñas, en el 12 de Hombres, del Liceo de Talagante.

Interrumpe el Presidente: No compañero, yo le pedí que me hiciera las preguntas. Uds. lo van a oír con absoluto respeto, yo lo garantizo compañeros. (Aplausos). Siga, compañero.

Estudiante: Decía que a nosotros nos interesaba sobremanera lo que estaba sucediendo a nivel del movimiento estudiantil chileno y nos interesa, porque nuestra pregunta va dirigida, Presidente, a que Ud. nos conteste, cuál es la posición que tiene su Gobierno respecto al extremismo en Chile. Extremismo que en el Liceo 13 de Niñas se vio matizado por el Frente de Estudiantes Revolucionarios. Extremismo que nosotros vemos en las calles cuando sale Patria y Libertad; extremismo que está llevando a este país a un callejón sin salida.

Frente a este extremismo, de gente que definitivamente está atornillando al revés en su Gobierno Presidente, nosotros le decimos responsablemente, que no nos interesa el fracaso de su Gobierno, porque el fracaso de su Gobierno es el fracaso del pueblo de Chile, eso es todo Presidente.

Presidente: Compañero, yo lo trato así, porque Ud. me ha dicho Compañero Presidente. Yo se lo agradezco.

¿Qué pasó en el Liceo 13? Conozco yo le diría, en detalles lo ocurrido, porque se viene arrastrando hace tiempo y además, porque el Ministro de Educación, que es un hombre joven y que fue dirigente estudiantil secundario y universitario, ha tomado con mucha responsabilidad e interés, todo lo que se refiere a los jóvenes estudiantes. En ese Liceo había una antigua y prestigiosa directora -que abandonó el cargo por jubilación-, la señora Munizaga, compañera de Tencha que es profesora, por eso conozco personalmente el problema. Allí se promovió el interés, por parte de un sector del alumnado mayoritario y de parte de un sector de profesores y de un sector de los padres y apoderados para que se nombrara Rectora a la Inspectora General. Se nombró rectora interina a una profesora que tenía los antecedentes.

Esto significó, de parte del alumnado, una huelga, una ocupación del colegio; el Ministro de Educación, compañero Palma, citó a los compañeros dirigentes de la FESES para analizar el problema. Se plantearon 14 puntos de los cuales el compañero Palma resolvió 12; quedó por resolverse la Dirección del Liceo N° 13.

¿Cómo se resuelve? Se resuelve de acuerdo con los derechos de los profesores, llamando a concurso. Se llamó a concurso y por primera vez en la historia de Chile, se hicieron públicos los antecedentes de los oponentes al concurso. Se eligió la profesora que tenía mejores antecedentes.

El Sindicato de Profesores (el SUTE) en que hay 13 demócrata cristianos, en su directiva nacional, aprobó, por unanimidad, el resultado del concurso. ¿Es así? ¡Es así!

Entonces ¿que se plantea? ¿Pueden los alumnos vetar un concurso? ¿Pueden aceptar los profesores, que tienen una carrera, que los alumnos o los padres y apoderados digan: “Esta persona no”, a pesar de haber ganado el concurso? ¿Por qué razón? ¿Qué antecedentes pueden justificar una actitud de esa naturaleza?

El Ministro -a mi juicio, con mucha razón- pudo haber buscado un camino fácil, sugerirle a la Directora que renunciara, pero quedaba en pie un hecho que, a mi juicio, no puede aceptarse y esto es el valor que tienen los principios y el derecho a una carrera.

Si esa profesora llega a ser Directora y después de ejercer su cargo ella estima que el ambiente creado, etc., hace muy difícil el desempleo de sus funciones, será un resorte de ella.

Voy a poner un ejemplo: Designé hace cuestión de diez días, en un cargo de mi confianza, a un militante que no es de mi partido. Fueron compañeros de mi partido, me dijeron: “Allá Ud. si no designa a un hombre que no sea socialista”. Yo los miré, les ofrecí una taza de café, les di un café tinto y después les di un café verbal que nunca más en su vida van a olvidar.

Les dije: “El día en que aquí, un Presidente esté obligado a nombrar en un servicio que dirige un socialista, a un socialista, o que dirige un comunista, a un comunista, o un radical, a un radical, ¡se acabó! Y el día que los socialistas digan aquí no entran los radicales, aquí no entran los comunistas, ¡se acabó este país!”

Yo nombraré en un servicio o en un cargo de mi confianza a quien me dé la gana siendo un hombre idóneo.

Es cierto que, también honestamente les digo que, en igualdad de condiciones siempre nombraré hombres de izquierda. Y, en segundo lugar, que tengo respeto por mi partido. Pero mi partido no es dueño de la Administración Pública ni la Unidad Popular tampoco, ni los estudiantes tampoco imponen su voluntad, camaradas. (Aplausos).

Así que en esa materia ¿qué hizo el Ministro? Lo que no han hecho otros Ministros de Educación. Compañero, le tengo respeto, Ud. es joven y honesto. Me gusta que se haya definido como demócrata cristiano, por eso no le voy a hacer ninguna referencia política; ninguna.

Pero le vaya decir una cosa: El Ministro Aníbal Palma fue al Liceo, dialogó con el Centro de Padres, dialogó con las muchachas, obtuvo un apoyo mayoritario -no por la unanimidad-, mayoritario, del Centro de Padres.

Les dijo: “Vuelvan a sus clases. Este es un concurso”. Como se negaron, volvió a hablar con los padres y les dijo: “Bueno, se van hacer las clases para las alumnas que se matriculen en el Liceo 8, porque no se les puede llevar a un grupo de alumnos a que pierdan su año escolar por un capricho camaradas; eso no se puede aceptar”.

Por eso vino la tentativa de la toma del Liceo 8 ¡eso no puede ser!

Tengo invitado a almorzar al representante de Chile en la Organización de los Estados Americanos, compañero Herrera, que es importante. No es de protocolo. Tengo invitado a almorzar al representante de Chile en las Naciones Unidas, Humberto Díaz Casanueva, y tengo que conversar con ellos problemas internacionales, muy importantes para Chile. Además, no se puede invitar a tomar once a la gente cuando se la tiene invitada a almorzar.

Estudiante: (No se oye la pregunta)

Presidente: Compañero, todo Chile conoce mi posición frente al extremismo. He discutido, no una, diez, cincuenta veces con los dirigentes del MIR, indulté a todos los revolucionarios de ultraizquierda que no estaban comprometidos en delitos que significaran derrame de sangre. Me han criticado mucho.

Es la única referencia que voy a hacer: Caldera, COPEI. Presidente de Venezuela, demócrata cristiano, indultó no a los que estaban implicados en determinados delitos sino a los guerrilleros que habían estado durante años combatiendo y pacificó el país lo intentó y consiguió en gran parte.

Yo planteé lo mismo, compañeros.

En este Gobierno, los extremistas que Ud. califica, no han hecho ningún atentado, ninguno, me refiero al MIR. No han hecho ningún atentado que implique, a mi juicio, sanción penal, y si lo hubieran hecho, habría recurrido a las leyes. He discutido con ellos, en la asamblea más grande que he hecho en la Universidad de Concepción, cosa que no han hecho otros Presidentes de Chile jamás. He discutido con los estudiantes de Concepción cuando era Presidente el compañero Gutiérrez, que era el máximo dirigente del MIR en la provincia y le dije lo mismo que le digo a Uds. aquí: creo que desde el punto de vista nuestro -lo planteé así en la Unidad Popular-, se debe clarificar la posición, frente al MIR; discutir con ellos. Creo que no es tarde para saber si hay o no posibilidad de una acción común en determinados factores. Si no la hay, que el país sepa perfectamente bien, cuál es el camino del MIR y cuál es el camino de la Unidad Popular. Que los militantes de la Unidad Popular entiendan que su obligación es la Unidad Popular; que no hay entendimiento que no sea de la Unidad Popular, con otras fuerzas que no estén ellos. He criticado a la Asamblea Popular de Concepción compañeros, duramente, categóricamente, asumiendo la responsabilidad de mis palabras. Le he enviado una carta pública a los dirigentes de la Unidad Popular, que Chile entero ha leído y Uds. lo habrán leído también, en que preciso con claridad meridiana, mis puntos de vista. Lo he insistido frente a los corresponsales extranjeros en mi última conferencia de prensa.

Creo que nosotros podemos discutir en el terreno ideológico, con la gente del MIR, clarificar posiciones ideológicas frente al pueblo. Mientras ellos se mantengan en este terreno, es lógico que nosotros lo respetemos.

Si ellos actúan directamente, creando situaciones conflictivas se van a encontrar con la conciencia que debe tener la Unidad Popular y también con la autoridad que yo represento.

Este país no es tierra de nadie. Yo no tendría autoridad para perseguir, compañeros, a la gente que Ud. condenaba de Patria y Libertad, y que por desgracia forman parte de las concentraciones donde va el Partido Nacional y la Democracia Cristiana. Yo no tendría la autoridad si acaso no tuviera el mismo criterio. Aquí no voy a permitir para defender a Chile, a su proceso revolucionario, y su convivencia, Que determinados sectores sean de donde sean, impongan su voluntad. Aquí se requiere una responsabilidad, porque el pueblo depositó su confianza en la Unidad Popular. Nosotros no usamos los métodos represivos, usamos el diálogo, la tolerancia, para nuestros adversarios, pero no podemos ser cómplices cuando eso implica poner en peligro la Revolución Chilena y el proceso revolucionario chileno. Los compañeros del MIR tienen derecho a exponer sus ideas, a discutir sus puntos de vista, pero su acción involucra poner en peligro la revolución.

Serán los propios militantes de la Unidad Popular y el Gobierno. los que dirán “no camaradas del MIR eso no se lo aceptamos”.

Compañeros, mucho gusto de saludarlos y hasta luego.