Indice del Archivo

 

Jorge del Prado

 

 

Versión resumida de

En defensa de la unidad de Izquierda Unida

Informe Político a la Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista Peruano

 

 


Pronunciado: Ante la Sesión Plenaria del Comité Central del Partido Comunista Peruano, reunida los dias 5 y 6 de noviembre de 1988.
Publicado por vez primera: Jorge del Prado, En defensa de la unidad de Izquierda Unida: Informe político del Secretario General Jorge del Prado a la Sesión Plenaria del Comité Central del PCP, Lima 5-6 de nov. de 1988. [Lima]: Partido Comunista Peruano, 1988.
Fuente para la presente edición: "Documento No. 24. Informe Político al Comité Central", en Guillermo Herrera Montesinos, Izquierda Unida y el Partido Comunista. Lima: s.n., 2002, págs. 813-819.
Esta edición: Marxists Internet Archive, enero 2015.


 

 

 

«La creación de Izquierda Unida tuvo por objeto canalizar el caudal antiimperialista y revolucionario de nuestro pueblo hacia la conquista del gobierno y el poder. Sus principales acciones tuvieron, sin embargo, un carácter fundamentalmente electoral, sin vinculación sensible con las organizaciones obreras populares y con sus luchas.

La unidad determinó sin embargo, que al conquistar por vía electoral la Alcaldía de Lima y las de otros departamentos y provincias, IU se convirtiera en la segunda fuerza política y en la principal alternativa al gobierno aprista.

Su V Comité Directivo Nacional Ampliado, que reunió un apreciable número de delegados nacionales, superó formalmente las debilidades y la estrechez de miras que hasta entonces predominaba. Ese Ampliado convocó al Primer Congreso Nacional para discutir en su agenda tres cuestiones fundamentales:

a. La línea política general, estratégica y táctica de nuestra alianza.

b. El Programa de Gobierno. Y

c. La construcción de una estructura orgánica, mediante la elaboración de Estatutos destinados a cohesionar más profundamente nuestras fuerzas, a establecer normas y formas de funcionamiento más sólidas y fluidas, y a reconocer a los militantes no partidarizados, derechos iguales que a los militantes de partidos.

Se eligió con tal objeto, una Comisión Organizadora del Congreso y subcomisiones elaboradoras de los proyectos de tesis correspondientes a cada uno de los tres temas de la agenda.

Desde entonces se ha avanzado considerablemente en el camino hacia el Congreso, el cual está proyectado para los primeros días de diciembre, previa la realización de los Congresos Distritales (CODIS) y los Congresos Provinciales (COPROVS). Estos logros son colectivos, pero el papel más importante, sistemático y activo ha recaído en el compañero Henry Pease, destacado intelectual revolucionario de filiación social-cristiana y Presidente de la fracción municipal de IU en Lima.

Entretanto, fue generándose una situación preocupante en el Comité Directivo Nacional y en muchas bases, ocasionada por las contradicciones cada vez más agudas entre algunos partidos y el compañero Barrantes. Este problema hizo crisis con la renuncia del mencionado compañero a la Presidencia de nuestro Frente, situación que ha sido explicada por nosotros en anteriores informes al Comité Central.

A la fecha en IU se siguen expresando las motivaciones de ésta crisis. Algunos de estos partidos, con el apoyo de otros, han radicalizado en extremo sus posiciones frente al c. Barrantes en tanto que éste ha seguido un camino contrario. Las organizaciones no alineadas en una u otra posición, han pasado a ser las sustentadoras efectivas de IU y los principales factores de la reunificación y reactivación de la alianza».

 

Refiriéndose a la Convergencia Socialista el informe señala:

«Conparticipación del PSR y el liderazgo indirecto del c. Barrantes ha surgido la llamada Convergencia Socialista (CS) integrada también por un sector de los militantes No Partidarizados.

Según sus promotores ella no se propone constituirse como una alianza paralela a IU, sino fortalecer a las fuerzas declaradas no marxistas-leninistas, para contrapesar dentro de IU a los llamados partidos fuertes que se reclaman de esa filiación.

Uno y otro grupo (nota: se refiere al llamado bloque revolucionario) se empeñan en alinear con ellos a nuestro Partido, a Acción Política Socialista, al Partido Comunista Revolucionario y a los No Partidarizados de filiación cristiana.

Y aunque los proyectos de tesis para el Congreso fueron aprobados por la mayoría del CDN, ambos sectores cuestionan en mayor o menor medida, desde su propio punto de vista, los textos de los tres proyectos en agenda.

Contrariando lo aprobado por el V Ampliado, de no tratar en el Congreso el tema conflictivo de las candidaturas de IU para las elecciones municipales y generales, Convergencia Socialista ya anunció públicamente su apoyo a la candidatura presidencial del c. Barrantes; en tanto que una de las facciones escindidas del PUM, luego de su II Congreso Nacional, ha insinuado la postulación de otro compañero a fin de contraponerla tanto a la de Barrantes como a la de Diez Canseco, que postularía presumiblemente por el PUM.

Pese a ello el Secretario General del PSR ha manifestado su concordancia con que este tema no sea tratado en la agenda del Primer Congreso Nacional.»

 

Respecto de la posición del Partido frente a las contradicciones existentes en IU, se afirma:

«Si las contradicciones prosperaran podrían determinar incluso que IU se escinda antes del congreso, o en el curso de sus deliberaciones. Semejante perspectiva es preocupante y se hace más grave si tomamos en cuenta no sólo la ofensiva antipopular del gobierno aprista, sino también los redoblados esfuerzos de la derecha política que recompone sus fuerzas en el FREDEMO.

Consideramos por ello que quienes buscan, desde el interior de IU dividir a nuestra alianza, cometen un virtual crimen contra las más caras aspiraciones y posibilidades de la mayoría de los peruanos.

Por ello proponemos a nuestro Comité Central, se ratifique la necesidad programática y princ ipista de mantenernos en la defensa de los acuerdos del VAmpliado, referido a postergar la designación de candidaturas para una fecha posterior al Primer Congreso Nacional de IU.

Apreciando nuestra fuerza de masas y la autoridad que nos confiere nuestra consecuente posición unificadora, esperamos que aún sobre las ambiciones personales y las tendencias hegemonistas se imponga, razonablemente, en el Primer Congreso la posición que propiciamos.

Si ocurriera lo contrario, no votaríamos por ninguna de las candidaturas propuestas estableciendo con claridad que éste es un asunto muy delicado que debe ser puesto a consideración de nuestro Comité Central.»

 

Un necesario deslinde con el electorerismo y el vanguardismo

«Ante la proximidad del Primer Congreso debemos intensificar esfuerzos para lograr que a partir de él, IU adquiera consistencia ideopolítica y programática saliendo de los marcos puramente coyunturales y electorales. En esta etapa, urge, pues contribuir decididamente a que esta línea predomine en el primer evento nacional de nuestra alianza.

El balance de la realización de los Congresos distritales y provinciales, con tal propósito, es positivo. Los militantes de base de todos los partidos integrantes de IU, incluyendo los sectores escindidos del PUM, a los independientes adscritos o no ala Convergencia Socialista, están contribuyendo con suma efectividad a la realización exitosa de los congresos de comités de base, distritales y provinciales, actitud que contrasta con una especie de «guerra» de comunicados entre los dos sectores en pugna.

Dana la impresión, por las firmas que aparecen respaldando los pronunciamientos de uno y otro sector, que se siguen trabajando alianzas con el afán de llegar en mejores condiciones políticas al Primer Congreso Nacional. Eso es más notorio en la conducta actual de aquellas organizaciones que confrontan problemas de escisión.

Algunos de ellos, han tratado, desde los congresos de los comités de base, de hacer prevalecer la orientación política de su partido, sin tener en consideración que IU como tal no es un partido, sino un frente que reúne a varios partidos que sin abandonar sus propias concepciones estratégico-tácticas, coinciden en puntos esenciales con las demás organizaciones integrantes de IU.

En este sentido, hemos realizado un deslinde muy positivo con las dos vertientes ideo-políticas en pugna: frente a las tendencias puramente electorales que consideran como su máximo objetivo llegar al 90 con IU en el gobierno, y frente a las que propugnan la insurgencia popular y la lucha armada en éste momento.

Consideramos que ambas están desfasadas de la realidad y preñadas de estrechez de miras, de un lado, y de voluntarismo y vanguardismo, de otro lado.

Es cierto, que la situación económica, social y política experimentada hoy por nuestro país, crea condiciones propicias para un predominio más violento de los sectores ultra derechistas, parte de los cuales no descartan la conveniencia del gobierno y el poder del país; y también para una mayor explosión social de descontento frente a la política económica, laboral, y social del aprismo. Esta situación, sin embargo, no va aparejada con la consolidación del elemento subjetivo de la revolución peruana.

¿Por qué decimos esto, camaradas? Por qué si en los ocho años de constituida nuestra alianza recién estamos culminando la realización

de su Primer Congreso Nacional; si el fantasma de la división surge todavía con fuerza cerca a los procesos electorales; si varios de los partidos llamados más fuertes dentro de IU confrontan a la fecha problemas de escisión, lo que no sólo los debilita a ellos si no a nuestro frente también; sí en general, todavía estamos lejos de articular efectivamente los organismos de autodefensa de masas, de dar respuesta más claras y contundentes a nuestros enemigos.

¿Podemos, entonces, lanzarnos a la aventura de convocar ahora mismo a la lucha armada? ¿Podemos llamar a la huelga general indefinida y que la mayoría de nuestra población nos siga? ¿Estamos preparados para dirigir un proceso insurreccional que nos lleve a la toma del gobierno y el poder antes de 1990? No, camaradas.

Y decimos no, con honestidad y valentía, sin que ello signifique resignarnos a la situación existente. Lo hacemos para subrayar, nuestras actuales deficiencias, para superar nuestra práctica diaria, para ligar efectivamente IU a las organizaciones de masas, para darle un sustento social, real y efectivo. Nuestro partido, por principio, no es opuesto a que respondamos cada vez más eficazmente la violenta represión que nos imponen nuestros enemigos. Pero, esto implica armarnos también de modo concreto, ideológica, política y orgánicamente, desarrollando un trabajo más intenso de concientización obrera y popular.

En el ámbito latinoamericano, tenemos, a la vista experiencias muy valiosas que debemos recoger. Es el caso, por ejemplo, de los compañeros salvadoreños, que a la par de la implementación de la acción armada, sostienen un profundo trabajo de concientización popular, haciendo comprender a su pueblo que la violencia viene del otro lado, incorporando a los trabajadores, masivamente, a la respuesta contra el gobierno títere de Duarte; pero, sin descuidar la lucha, en el terreno legal ni en el diplomático.

En nuestro país, todavía están abiertos algunos espacios democrático-burgueses en los que debemos hacer la pelea a favor de la revolución. Tenemos que considerar que todavía existe una mayoría de nuestro pueblo que no está completamente desengañada de la perspectiva electoral y que, por lo mismo, ve a IU como una de sus últimas esperanzas a la cual apostar en este terreno. No es marxista-leninista, ni mariateguista entonces, imponer un criterio subjetivo a una realidad concreta (...)

(...) Nuestra posición tiene que ser muy clara y firme no permitiendo que se afinquen en el seno de los trabajos preparatorios del Primer Congreso Nacional de IU las perspectivas únicamente electorales y las tendencias hegemonistasy vanguardistas (...).»