Josip Broz Tito

 

Intervención de clausura en el II Pleno del Comité Central de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia

  

 


Pronunciado: El 19 de noviembre de 1959, al final del segundo dia del II Pleno del CC de la LCY, siguiendo a informes y discusiones sobre cuestiones de organización, políticas, y problemas de política económica..
Versión castellana: Josip Broz Tito, Intervención de clausura en el II Pleno del Comité Central de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia. Belgrado: Servicio de Informaciones Yugoslavia, [1959?].
Esta Edición: Marxists Internet Archive, 2012.


 

  

  

Camaradas:

Al escuchar la,discusión y,los informes presentados ante esta reunión del Comité Central, se obtiene, en mi opinión, una impresión muy justa de que la situación,expuesta en este Pleno refleja realmente la edificación de nuestro país y que ha lsido ahordado, en lo principal, todo el desarrollo registrado durante algunos últimos años.

Antes de abordar algunos problemas que he notado aquí, quisiera decir que no estoy satisfecho de la discusión sobre el primer punto relacionado al informe del camarada Radosavljević. Muy pocos de los 39 discutantes, y generalmente cuantos trabajan en los asuntos de partido, han discutido sobre determinadas faltas que existen en la labor de la Liga de los Comu¬nistas. Se tiene la impresión de que entre los discu¬tantes existen dos categorías:economistas, y comunistas, que son una gran minoría. Yo reprocho a los camaradas que han discutido los problemas económicos por no habr abordado estas faltas en la labor de los comunistas, ya que también ellos, en tanto que comunistas, se enfrentan con ciertas cosas quo entorpecen a que nuestro desarrollo, que ha dado resultados tan enormes, vaya adelante más de prisa.

 

Se plantea la tarea de elevar la cualidad de los miembros de la Liga

Es justo que los comunistas se hayan orientado hoy plenamente hacia nuestros problemas económicos, hacia nuestro desarrollo interior. Pero no pore sto deberían desdeñar el desarrollo de cuantos llevan el peso de nuestra actual edificación socialista, es decir, no deberían desdeñar la educación de los miembros del Partido. Aquí se ha hablado de que nuestra Liga ha crecido mucho después del VII Congreso, o sea, que un gran número de nuevos miembros, casi 250 mil, han sido incorporados a las filas de los comunistas. Realmente es un gran éxito. Yo estoy plenamente de acuerdo con la constación, hecha en el informe del camarada Radosavljević, de que se ha operado un enorme progreso en la aplicación del Programa de la Liga de los Comunistas y que en este sentido se han registrado grandes resultados. Sin embargo, he de decir también aquí que este progreso ha sido facilitado aún más por la celebración del 40 aniversario de nuestra Liga de los Comunistas, o sea, del Partido Comunista de Yugoslavia. Ahora tenemos cerca de un millón de miembros. Más que nunca. Por esto ante nosotros, los comunistas, se plantea ahora la tarea de elevar la cualidad de los miembros de nuestra Liga que tanto ha crecido. Es una tarea enorme y tenemos que realizarla.

Después de la Guerra un gran número de nuevos miembros han sido incorporados a nuestro Partido, es decir a la Liga. No tengo aquí cifras exactas sobre el número de los comunistas que hayan salido de la Guerra, ni cuantos hayan sido incorporados después de la Guerra. Sin embargo, hubo un período en que la educación ideológico-política de nuestros miembros se hallaba en estancamiento, en que, en este sentido, estaba desdeñada una labor major y más intensive, a causa de diferentes motives, tanto de índole subjetiva como objetiva. Pero hoy día no deberíamos desdeñar esta labor, sino que es necesaro dedicarle, precisamente a causa de este enorme número de miembros, una atención lo más grande possible.

Camaradas, ambos informes presentados aquí se hallan estrechamente vinculados. Hablan de los éxitos de la Liga de los Comunistas en la edificación interior y de los errors y de las faltas que existen y deberían eliminarse para la que la Liga de los Comunistas pueda llevar aún más rápidamente el desarrollo de nuestra edificación socialista. No son pocas la debilidades existents. Son grandes. Recientemente he recibido una relación estadística de diferentes errors. Yo no creo que estp sea todo, pero lo que se ha expuesto demasiado. Y se trata de las cosas que se repiten permanentemente. No se trata de fenómenos casuales, sino de algo que se está hacienda cada vez más como una práctica. ¿Quién ahora debe luchar contra esto? Nosotros, los comunista, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia. Pore so aquí debe haberse hablado un poco más de estos fenómenos, sobre todo cuando se trata de tales fenómenos en la economía. Pues, en la economía se están hacienda cosas que indignant a los obreros y a las colectividades de trabajo.

¿Y quién comete tales errors? Las más veces son los comunistas, e incluso los comunistas más viejos y aquellos de nuestros miembros que más tiempo se hallan en el Partido. Yo no quiero hablar de la relación que en este sentido existed entre los intelectuales y obreros, viejos comunistas. Pero es interesante que hasta ahora no hemos notado unas sanciones especiales contra tales fenómenos. Nosotros debemos tener en justa evidencia tales fenómenos y emprender medidas eficaces si queremos evitarlos en nuestro trabajo ulterior. Tenemos que luchar contra ellos y tartar que los haya lo menos posible.

La discussion que se ha desarrollado aquí ha demostrado que ha sido superada la problemática del desarrollo económico. He de decir que he escuchado en la discussion las cosas muy buenas. Produce plena satisfacción al ver que precisamente en este principal sector de nuestra edificación socialista, en el sector de la economía, nuestros comunistas han dominado plenamente la problematica económica. Aquí se ha hablado, entre otras cosas, también de diferentes faltas y dificultades, pero nosotros tenemos que resolverlas no solo parcialmente, en las repúblicas y en los distritos, sino también en relación con el conjunto. Estas dificultades no debemos tratarlas de un modo localista, sino a través del prismático de toda nuestra comunidad. Es así como debemos resolverlas.

El camarada Todorović ha hablado en su informe de dos períodos de nuestro desarrollo. Yo quisiera decir que estoy plenamenta de acuerdo con él por no haber entrado en un análisis detallado del período pasado. Pues, hasta 1952 nosotros teníamos, en realidad, un período de renovación. Al mismo tiempo era este el período de bloqueo contra nuestro país. Esto quiere decir, pues, que los factores de índole objetivo nos impedían a seguir adelante, Y no sólo que nos impedían seguir adelante, sino que incluso nos empujaban hacia atrás. En este tiempo no sólo que había un estancamiento, sino que, en cierto sentido, ibamos hacia atrás. Y sólo después del IV Pleno de la Unión Socialists del Pueblo Trabajador, en 1956, se ha tomado el curso hacia un desarrollo más rápido. En el año 1955, en la Reunión Ampliada del Comité Ejecutivo de la de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia se hicieron los preparatives para ello. Despues se ha ido tomando paulatinamente un curso más audaz y rápido en nuestro desarrollo ecómico. Vosotros sebéis que en esos tiempos nos vimos obligados, debido a las posibilidades materials, a suspender la construcción de muchas de nuestras fábricas que ya estaban construidas a la mitad. Incluso nos vimos obligados a disminuir la producción en las fábricas que trabajan. La causa de todo eso residía en las dificultades de índole objetiva, existían causas objetivas y no subjetivas. No tenía la culpa uno u otro, ni nosotros todos. Pero si había errores subjetivos, estos no fueron errors de uno u otro, sino de todos nosotros todos. Nosotros hemos sido los que deciden, la Liga de los Comunistas y la Unión socialists han fijado la línea de nuestra economía. Esta línea ha sido aplicada por diferentes individuos, pero, naturalmente, no por su propia voluntad, ni sin relación con los miembros del Comité Central, sino con nuestra participacion directa. Entonces, ¿quién debe responder de ello? Nosotros, todos nosotros juntos. Lo mismo pasa hoy. También hoy, al discutir estas cosas y al determinar la línea de este desarrollo ulterior, todos nosotros respondemos de este desarrollo. No un individuo solo, no este u otro comarada, sino todos juntos.

 

La lucha contra los fenómenos negatives

Camaradas, ahora quisiera pasar a tratar algunas cosas concretas que existen también en nuestra Liga. Me refiero a ciertos errores, a ciertos fenómenos que son bastantes numerosos. Como primera cosa quisiera mencionar la indiscipline. Y no se trata, a este respect, solo de simples trabajadores o de personas que no son miembros del Partido, sino en primer lugar, de los miembros de la Liga de los Comunistas y de algunos miembros de los Consejos obreros, de aquellos que se hallan a la cabeza de la productividad. Me refiero a sus errores, a su indiscipline, a su conducta incorrect para con los obreros, o sea, para con los miembros de las colectividades. Contra estas actitudes incorrectas recibimos cada vez más quejas. En contra esto, camaradas, contra lo que tenemos que luchar y yo creo que estáis de acuerdo que hay que plantear más enérgicamente esta cuestión, y que incluso hemos de aplicar sanciones, las de partido, contra tales hombres, contra aquellos camaradas que manifiestan una actitud arbitratia, etc.

Además, existen también casos de maledicencia y de abusos de la crítica. No solo en las filas de los obreros y ciudadanos, sino también entre los comunistas. También hay que luchar contra ello. Los comunistas tienen la posibilidad de exponer sus desacuerdos o su disconformidad en sus reunions de partido, en reunions de sus organizaciones y ante diferentes organismos. Si uno u otro de los comunistas dirigentes hace algo que no debe ser, existe la posibilidad de plantearlo allí donde debe hacerse, en las reunions de las organizaciones del Partido y en otros lugares. Pero hablar de ello en la calle significa no solo socavar la autoridad del hombre en cuestión, sino también de la Liga de los comunistas en los ojos de nuestros ciudadanos y de cuantos no sean miembros del Partido. Frente a tales casos se ha tomado una actitud bastante liberal. Yo opino que no debemos tener una actitud liberal frente a tales casos, simo que, al contrario, estas cosas hay que plantearlas enérgicamente.

Además, camaradas, tenemos informaciones de que nuestros hombres, y precisamente algunos comunistas que ocupan puestos dirgentes en diferentes sectores económicos, hablan a veces ante los extranjeros incluso de los secretos por las cuales en otros países se condena a largas penas. Estas habladurías, esta actitud liberal frente a los extranjeros, no solo que es un fenómeno indigno de los comunistas, sino que al mismo tiempo ocasiona enormes daños a nuestra comunidad socialista. Por ahora no tenemos datos de todo el daño que se nos ha ocasionado con esta revelación de diferentes secretos económicos. Pues, se trata de la revelación de los secretos. Y no es justo pensar que tratándose de la economía, no sea peligroso divulger estas cosas. Hay muchísimas cosas que en otros países la guardan como los ojos, cuidando qu no se divulguen, que no se sepa nada de ellas. Sin embargo, entre nosotros no se ha comprendido suficientemente. Y hoy. Cuando mantenemos contactos con casi todos los países del mundo, ocurre a nuestros hombres que cuando salen a un país o cuando concluyen diferentes contratos, las partes contratantes ya saben de antemano como andamos con una u otra cosa. Pues, algunos de nuestros hombres tienen la costumbre de jactarse, revelando las cosas sin tomar en cuenta lo que se puede decir y lo que no debe conocerse. Esto nos causa grandes perjuicios cuando se proceda a concluir diferentes contratos. No debemos permitirlo y hemos de tomar medidas enérgicas en tales casos. Estos hombres merecen no solo una sanction del Partido, sino también que se les abra el proceso criminal. Frente a tales casos no hemos estado suficientemente alertas ni enérgicos.

Es demasiado liberal la actitude frente a tales casos, y es necesario desplegar la máxima vigilancia. Actualmente estamos realizando los más grandes esfuerzos para que los productos de nuestra industria, a la que hemos desarrollado a un considerable nivel, salgan también fuera de nuestro país, pero he aquí que, en vez de crear las condiciones lo más favorable para ello, nosotros mismos nos estamos creando dificultades. Esto, camaradas, puede acarrear inimaginables perjuicios al desarrollo ulterior de nuestro comercio exterior, pero también a otras cosas.

Así pues, toda una serie de estas faltas, que las ha expuesto el camarada Radosavljević, deben ser comprendidas muy seriamente, ya que no es possible y no basta solo con hablar de estas dificultades económicas objetivas, sino igualmente hay que tartar de que los elementos subjetivos que existen no hagan daño. De ello deben ocuparse los comunistas. Yo dije hace poco que me extrañaba que demasiado pocos camaradas discutieran de estas faltas y que se limitaran solo a la economía. En cierto sentido, esto ya significa perder aquel sentido de responsabilidad que tenemos los comunistas. Un hombre así piensa que para él existe la responsabilidad solo en el sentido en que su sector en la economía vaya o no vaya adelante. Sin embargo, esto no basta, ya que su sector, al igual que lo demás, irá adelante aún más de prisa si estas diferentes cosas, de las que he hablado, y otras que se registran, se liquidan y no se repiten en lo futuro.

El problema de arbitrariedad, como ya lo dije, es un problema muy serio. La gente a veces se envanece, y precisamente los comunistas, creyendo que son ambos absolutes y que nadie les puede impeder en nada. ¿Por qué esto? Porque existe una actitud liberal frente a esas cosas.

Tengo que referirme aquí a un problema que está muy extendido. Es el problema de localismo. A veces la gente se pregunta si en tales casos se trata de un localismo o se está pasando ya un poco al chovinismo nacional. Yo creo que mas bien es un localismo, que es una concepción estrecha de mirar los intereses solo de aquello con lo que se dirige directamente, y no los intereses de toda la comunidad, y es pore so que, lógicamente, de tales casos se va creando poco a poco también un problema politico. Yo creo que nosotros, los comunistas, y ante todo el Comité Central, medulla de nuestra Liga de los Comunistas que tiene un millón de miembros, hemos de tener también a este respect un punto de vista único. Opino que se debe cristalizar este punto de vista único. Aquí nadie tiene posibilidad ni derecho de imponer su opinion a la mayoría. Pues, cuando la mayoría decide y adopte aquí una cosa, esta ha de aplicarse. El que no la aplicase, no puede ser miembro del Comité Central. Puede no estar de acuerdo con esto o aquello, pero ha de llevar a la práctica la decision de la mayoría. Yo creo que este centralismo democratic también hoy rige en la Liga de los Comunistas, como antes regía en el Partido. Sin esto no podemos estar. Por esto hay que tomar muy en serio esta cosa y combater las faltas de esta clase de manera que en lo future las haya lo menos posible.

Nosotros venimos llevando un peso desde los primeros años de posguerra, pues trabajando en la redacción de nuestras leyes cometimos también errores que ahora debemos corregirlos. Por ejemplo, los pasaportes de nuestros hombres, cuando van al extranjero, deben ser yugoslavos. Luego, cuando un hombre va a hospedarse en un hotel y cuando debe llenar un formulario para la milicia sobre su nacionalidad, si es croata, serbio u otro ¿no sería suficiente poner la repulica a la que pertenece en vez de poner su nacionalidad? ¿Por qué en esos u otros documentos debe ponerse también el dato sobre la religion? Yo creo que esto no es necesario y que lo modificaremos. Desde luego, el día que cuando modifiquemos un poco nuestra Constitución, modificaremos también estas cosas. Esto se puede liquidar paulatinamente. He mencionado estas cosas de paso para señalar que también aquellas cosas relacionadas con la nacionalidad de los musulmanes hay que liquidarlas poco a poco. Hay que dejar la gente que sean si quieren, ciudadanos de Yugoslavia sin nacionalidad determinada. Que un hombre sea bosniano, hercegoviniano. Pues fuera de su tierra no les llaman de otra manera que bosnianos, aunque se trate de musulmanes, serbios o croatas.

 

El desarrollo ulterior de nuestro país ha de estar en concordancia con nuestras posibilidades

Quisiera referirme a una otra cosa del sector tratado por el primer informe. Quisiera decir algo del papel ulterior de la Liga de los Comunistas en la edificación. Yo opino, camaradas, que nosotros, si queremos crear planes reales sobre el future desarrollo de nuestro país tenemos que procurer que estén en concordancia con nuestras posibilidades, con nuestras posibilidades materials. Los comunistas deben comprender, en primer lugar, estas posibilidades y no deben pedir que se vaya más allá. Los miembros del Comité Central deben tartar, y transmitirlo a todos los demás comunistas, que la línea establecida aquí y ya expuesta en el informe del camarada Todorović, se appliqué consecuentemente, y no que cada uno, al salir de aquí, siga ateniéndose a su vieja línea.

Respecto a nuestro ulterior desarrollo económico, del que yo también quiero decir algunas palabras, habeis oido el informe del camarada Todorović. En mi opinion, es un informe bueno y conciso, en que se expone el enorme progreso que venimos realizando desde aquel momento en que el bloqueo contra nosotros ya no podía causarnos daños, pues nos habíamos puesto sobre nuestros propios pies. Esto ocurrió hace bastante tiempo, y los últimos años, sobre todo desde 1956, al modificar en cierto grado nuestra política económica, hemos alcanzado tales cosas que hoy se impone la pregunta de cómo hemos podido superar todo esto. Ahora se plantea la pregunta si debe mantenerse este impulse en lo future, si debemos apresurarnos en todas las direcciones, y luego vernos otra vez obligados a deternernos, a suspender lo que no llegaríamos a terminar, creándonos problemas políticos, o ir constantemente adelante manteniéndonos rigurosamente dentro de los límites de nuestras posibilidades materiales. Opino que esta línea es la única justa y que en lo futuro debemos seguir dentro de los límites de nuestras posibilidades materiales, sin extendernos demasiado. Nosotros debemos conserver también el prestigio politico que hemos adquirido no solo en Yugoslavia, sino también muy lejos de nuestro país gracias a los éxitos alcanzados hasta ahora en edificación.

Este año, camaradas, hemos logrado un grandioso éxito también en la agricultura. Yo creo que todos vosotros habéis observado igualmente, que también en la agricultura las actividades han empezado a desarrollarse con tanto apresuramiento que yo temo que también a este respect tendríamos grandes dificultades si permitiesemos que se vaya demasiado en extension. Por ejemplo, en este año hemos obtenido casi siete millones de toneladas de maíz. Sin embargo, todavía no hemos podido comprar ni un millón de toneladas para la exportación. El productor no quiere venderla, pues todos quieren desarrollar la ganadería o especular para procurer de elevar los precios. Pero hay que saber que va ocurrir lo contrario, pues ahora los precios a causa de grandes ofertas de otros países donde ha habido buenas cosechas de maíz. Y no solo los campesinos tienen la culpa de esto, sino también los comunistas de base. Hay algo exagerado en ello y pore so debemos cuidar bien para no precipitarnos demasiado en la agricultura. Ya hemos conseguido cierto equilibrio en la producción, tanto en la industria como en la agricultura y de una manera increiblemente rápida, casi de un salto, pero ahora este equilibrio debe mantenerse, y también en la agricultura, al igual que en la industria, debemos seguir constantemente hacia adelante, en concordancia con nuestras posibilidades. Puede discutirse en torno a qué y dónde dar prioridad, pero la base de la línea del desarrollo no debe ni tocarse ni quebrantar. Debemos tener una clara línea de no ir demasiado en extension y seguir una política tal que cuanto hayamos realizado hasta ahora no se vea comprometido un día. Pues esto no solo que sería un daño para nosotros, sino que este daño rebasaría nuestras fronteras y adquiriría un character internacional. Hoy día todo el mundo habla de los éxitos alcanzados por Yugoslavia en la industrialización y en el desarrollo de la agricultura. Todos los hombres bienintencionados escriben de ello, e incluso los que no lo son reconocen este hecho, tal vez en contra de su voluntad. Por eso no habria mayor tragedia para nosotros que el caso de no seguir teniendo éxitos en esta labor nuestra, el caso de comprometernos por apresuramiento megalómano. Debemos conserver el prestigio que hemos adquirido y demostrar que es justo nuestro camino en la edificación del socialism. No para imponer a nadie este camino nuestro, sino para que la gente pueda venir y ver qué y cómo edificamos y para poder decir libremente a todos que esto lo que tenemos y creamos lo hemos conseguido gracias a esto y aquello. Esto tiene importancia tanto si se trata de la agricultura, como si se trata de la industria.

 

Hemos de llegar a un desarrollo igual de todas nuestras repúblicas

En relación con ello se plante el problema de las inversiones. Y cuando se trata de las inversiones siempre hay que tener presente el monto general de las mismas que no debe rebasarse. En estos límites de nuestros recursos materiales y de inversión hemos de efectuar la distribución. Es natural que haya discusión sobre esta distribución, pero esta discusión debe ser de camaraderie, comunista. Esto no debe ser una disputa. Yo sé que frecuentemente se llega a ello, aunque yo no participo. Sé que a veces también adquiere formas que no son dignas de los comunistas. Por esto hay que evitarlo. Todos deseamos que cada república progrese lo antes possible, todos deseamos ayudar a las regions atrasadas, pero hemos de mirar cómo lo logramos. ¿Es que se debe dar lo más possible para el desarrollo de las regions atrasadas o se debe desarrollar primeramente aquello que puede producir los recursos que se necesitan para ayudar mejor a esas regiones? Pues si ahora, en la fase actual, cuando estamos realizando un poderoso esfuerzo para seguir adelante aún más de prisa, invirtiesemos demasiado en esas regiones, esto no sería bueno. Sería erróneo debidp a que de esta manera no obtendríamos más de prisa nuevos ni mayors recursos para poder ayudar mañana con más facilidad a estas regiones. Estos recursos los conseguiremos más rápidamente ahí donde ya tenemos algo creado. Pero naturalmente, yo no soy contrario a que se ayuden las regiones subdesarrolladas, yo he hablado siempre que a las regiones subdesarrolladas hay que ayudarlas para que puedan andar sobre sus propios pies. Nosotros debemos procurar y nuestra primera ocupación debe consistir en ayudar más a las regiones subdesarrolladas, pero esto debe hacerse en proporción con nuestras posibilidades materiales.

Cuando se trata de la distribución de los recursos, se trata en realidad del hecho de que hay repúblicas que todavía deben recibir dotaciones y que hay otras que están más desarrolladas y que deben prestart los recursos necesarios. Las repúblicas más desarrolladas todavía deben seguir dando a las subdesarrolladas. Sería erróneo que las repúblicas desarrolladas dijesen: ¿Hasta cuando tendremos que ir dando? Esto sería erróneo, camaradas, y vosotros lo debeis combater, pues nosotros hemos de llegar a un desarrollo igual de todas nuestras repúblicas. Hemos de crear los recursos para que las repúblicas, que todavía no están suficientemente desarrolladas, se levanten lo antes possible para que luego puedan ellas dar nuevos recursos a nuestra comunidad. Por otro lado, sería erróneo si en las repúblicas subdesarrolladas hubiese gente que dijera: ¿Y por qué no nos dais, si vuestro nivel de vida es elevado y nuestro es bajo? Esto también sería erróneo. También hemos de procurar que en las repúblicas desarrolladas el nivel de vida siga subiendo gradualmente y que no se vea estancado. Si en estas repúblicas el nivel de vida se viese estancado, mientras en las repúblicas subdesarrolladas subiese, nada podríamos crear. De esta manera habríamos desestimular a la producción y a los productores y no obtendríamos los recursos que se necesitan para un desarrollo más rápido de las repúblicas subdesarrolladas. Ambas cosas son perjudiciales y pore so se necesita hallar un término medio. Hay que saber que nuestro curso, el curso de la Liga de los Comunistas, consiste en que debe seguirse ayudando y facilitando el desarrollo ulterior de las repúblicas subdesarrolladas de acuerdo a las posibilidades materiales concretas, y que, por otro lado –y esto lo deben saber todos los comunistas tanto en las repúblicas desarrolladas, como en las subdesarrolladas- que no podemos ni debemos detener el desarrollo ulterior y desestimular a los productores en la repúblicas desarrolladas, sino también en ellas debemos avanzar gradual pero constantemente. Desde luego, no de tal manera como quisieramos, sino tal como puedamos. A este respect, camaradas, no hay que dejarse engañar por los elementos pequeñoburgueses que lo propagan en las repúblicas desarrolladas y que se ocupan principalmente en minar nuestra edificación socialista común.

 

Cada comunista debe mirar el conjunto

Si tenemos un curso claro y si nos atenemos firmemente a este curso, estoy convencido de que haremos un salto aún más fuerte hacia adelante en un par de próximos años. A este respect, lógicamente, cada comunista debe mirar el conjunto. Está claro que debe mirar también lo que se halla inmediatamente ante sus ojos, lo suyo, pero al mismo tiempo, siendo comunista, debe mirar con objetividad también nuestras posibilidades en general, debe combater las tendencias de aquellos que dicen que, mientras están trabajando, se ven explotados por una o por otra república. Esto hay que combatirlo. Yo tengo que decir abiertamente que no estoy satisfecho de la resistencia que los comunistas han dado a tales tendencias. Al contrario, incluso ha habido casos en que los comunistas han ido en la vanguardia de tales diferentes fenómenos negatives que han surgido de las intenciones pequeño burguesas y otras. Nuestra línea a este respect debe ser clara.

Y cuando se trata en general de los recursos que debemos inverter, aunque nosotros no lo determinamos aquí, pues no es asunto nuestro, hay que tener en cuenta el rendimiento. En parte hay que mirar también el aspect politico. Sin embargo, por motives politicos no podemos proceder ahora a la construcción de grandes empresas. Hay que construer otros objetos menores, hay que procurar de desarrollar aquella industria que más rápidamente pueda acumular, que sea de más rendimiento y para la cual tengamos, en un lugar determinado, las materias primas y otros medios de producción.

Aquí se ha hablado ya de lo que se refiere a la superación ulterior de las dificultades que ya en este año se han puesto de relieve, tal como el problema de transportes, de almacenaje de productos agrícolas y otros. Yo creo que éste igualmente es un problema candente y que no debemos cerrar los ojos ante él, sino abordarlo seriamente. Si queremos elevar la producción a un nivel superior, hemos de crear también las condiciones para que estos productos lleguen al consumidor, hemos de crear las condiciones para que se vendan. Si no lo hacemos, desestimularemos e incluso suscitaremos la resignación de los productores en el campo, pues los hombres no quieran producer si ven que sus productos se pudren. Y como sabemos, tales casos se han producido y este año en considerable proporción. Este problema, pues, tiene una importancia primordial y hemos de dedicarle la máxima atención. Los camaradas que dirigen en la agricultura, deben tener presente que, cuando se trata de los recursos que piensan inverter, tienen al mismo tiempo la tarea de tenerlo en cuenta en primer lugar. Esto quiere decir que deben tener en cuento no solo la cantidad de maíz, del trigo o de la remolacha azucarera que se va a producir. Ya vemos qué pasa ahora con la remolacha azucarera cuando no hay suficientes medios para sacarla, almacenarla o elaborarla en las fábricas. Y es necesario hacer algo ahora en este sentido, y el año proximo, para el cual se ha previsto un plan aún más grande, debemos proceder rápidamente a la busqueda de la solución necesaria para poder superar esta gran falta. Yo no abrigo la illusion de que la vamos a superar en un año, pero consider que la hemos de abordar seriamente y que debemos, junto con el desarrollo y el crecimiento de la producción, ir creando todas las condiciones necesarias para que esta producción fuese luego realizada. De esta manera llegaremos también a un crecimiento más rápido del nivel de vida, mientras los precios tendrán que bajar a medida en que haya más productos, y con ello también mejoraremos aún más la situación política.

Esto es, camaradas, lo que he querido decir aquí, aunque hay también otras cosas de las que podría hablar. Considero que este Pleno tiene enorme significado para nuestro desarrollo ulterior y que todos debemos comprenderlo así. Debemos atenernos a la línea que se ha plantado en este Pleno respect al desarrollo ulterior de nuestra economía y de nuestra edificación socialista en general.