Leon Trotsky

La Guardia Soviética Local


Escrito: 11 de septiembre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, Marzo de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna, 2015.


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El avance profundo efectuado por la caballería de Mamontov hizo necesario levantar a las fuerzas locales de la patria. Se puede decir que nuestro aparato soviético en esta materia de nuevo demuestra la suficiente flexibilidad y capacidad de trabajo concentrado en una tarea urgente: en muchas localidades - cruces de ferrocarril, pueblos Uyezd, y en un grado aún mayor en los centros provinciales -los grupos y destacamentos, no sólo de infantería, sino también de caballería, se han creado literalmente "de la nada". Mientras que en los primeros días de los asaltantes de Mamontov procedieron bastante sin obstáculos, después de su captura de Tambov empezaron a encontrar resistencia en cada paso.

Debe decirse, sin embargo, que esta resistencia no está aún mostrando la firmeza requerida. La Guardia Local Sovietica, la cual surgió con el fin de rechazar a los invasores, está aún lejos completamente de su tarea. Los destacamentos de los comités revolucionarios están demasiado infectados con el espíritu 'local'.

Lo 'Local' falto de límites se expresa sobre todo en el hecho de que los comandantes de los destacamentos no tratan con suficientemente rigidez la cuestion de establecer comunicaciones a la izquierda y la derecha como por detrás de ellos, ademas tienen una actitud extremadamente negligente en cuanto a su deber de informar. Esto hace que sea extremadamente difícil para unificar las fuerzas y sus liderazgos. El comandante de cada destacamento formado especialmente para combatir la caballería de Mamontov debe buscar en su destacamento no desde el punto de vista de la defensa de su unión o su población, sino desde la tarea común de cercar y aniquilar la caballería de Mamontov. Cada separación no es más que un eslabón en una cadena común. Por lo tanto, en primer lugar - la enlazada y adecuada, información precisa.

El apego a la localidad también se expresa en la falta de la iniciativa requerida. Un destacamento del Uyezd espera pacientemente a que la caballería Blanca hasta descender sobre su Uyezd, así como para rechazar en el acto. Esto no va a hacer nada. Los destacamentos soviéticos locales deben dejar sus tratativas para evitar que las caballería enemigas pasen completamente, para conseguirlo, tómenlo por sorpresa, y háganle todo tipo de daño. Si el destacamento soviético es pequeño, no puede, por supuesto, entrar en conflicto con las columnas enemigas relativamente grandes, pero siempre es capaz de exterminar a las patrullas, de atacar la retaguardia del enemigo, sus medios de transporte y los rezagados, de tomar prisioneros, de ahuyentar, la captura o matando, según las circunstancias, los caballos del enemigo cuando está en reposo, y etcétera y etcétera. Cuando dichas compañías se refiere, los destacamentos soviéticos deben, sin esperar órdenes del centro, mostrarles la iniciativa necesaria. Una actitud de espera es inadmisible también porque baja la moral en lugar de endurecer la misma. Un destacamento recién formado que espera pasivamente un ataque enemigo en las fronteras de su propio Uyezd o en las proximidades de su propia ciudad, en la mayoría de los casos se manifestará como la capacidad de combate pobre cuando lo hace realmente satisfacer la caballería enemiga. La prolongada espera inactiva para el enemigo desmoraliza al pueblo, engendra pereza e incluso una tendencia a entrar en pánico. Tan pronto como se forma un destacamento se le debe dar una tarea a realizar. Hasta el destacamento ha sido debidamente subordinado al comando más cercano sectorial, esta tarea debe ser asignada de forma independiente por el comandante del destacamento. La primera tarea que debe estar en la esfera de reconocimiento: la toma de contacto con el enemigo, teniendo algunos prisioneros, y pronto. Después de su incursión con éxito el primer destacamento se transformará: será a la vez sentido un ímpetu ascendente de confianza en sí mismo, aunque sólo sea porque habrán visto como están de asustados los soldados de Mamontov, sintiendo como ellos están completamente rodeados de enemigos.

Debemos vencer a toda costa la inmovilidad y la lentitud de los destacamentos de la Guardia Local Soviética. Para ello el mejor y más militante de los trabajadores locales deben unirse a ellos. ¡Los mejores caballos, los mejores automóviles y medios de transporte en general, deben ir a los destacamentos soviéticos!

¡Más confianza en sí mismo, menos espera pasiva y circunspección, más iniciativa, más ejemplos de coraje, ingenio y audacia! Además, la Guardia Local Soviética pronto adquirirá el carácter guerrero que necesita, y cada destacamento se convertirá en un enlace inspirado en una cadena común. Con esta cadena estrangularemos a Mamontov. ●

El 11 de septiembre de 1919, Tula, "En el camino", No.93