Escrito: 16 de mayo de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, febrero de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna,
2015.
La Provincia de Moscú y de Petrogrado tienen la más importante concentración de la vida política e industrial en nuestro país. Es allí donde los bienes de consumo y medios de producción son manufacturados. Existe también la conciencia del pueblo es elaborada y perfeccionada donde los pensamientos, los sentimientos y las esperanzas del pueblo se les da la forma de demandas específicas, consignas y programas.
Pero aunque la vida está en el centro no es para morirse, el centro debe recibir nutrientes de las tierras fronterizas. Moscú y Petrogrado necesita pan para sus trabajadores. Necesitan carbón y hierro para su producción. Necesitan algodón, que se elaboren los textiles. La materia prima debe fluir desde las zonas fronterizas ricas de nuestro país hacia el centro, y entonces, después de ser procesado allí y transformado en los productos necesarios para la vida, debe ser extendido por todo el país.
La contrarrevolución burguesa y propietaria ha ocupado las tierras fronterizas, se consolidó allí, e interrumpió la circulación económica del país. Ni el carbón ni el grano llegan a nosotros desde el Sur ni del Este del pais. El Centro del pais esta azotado por la hambruna no da al Sur ni el Este de los textiles y la maquinaria que se necesitan.
Una vida firme, económica sólida, para el bien de todo el pueblo trabajador, puede ser restaurado por uno de los medios por sí solos: para alejar a los buitres contrarrevolucionarios, despejando la zona fronteriza, y vinculándolos estrechamente con el centro a través de ferrocarriles que funcionan correctamente.
En primer lugar, necesitamos carbón. Nuestras fábricas, ferrocarriles, buques de vapor y chimeneas domésticas tienen la necesidad mortal de carbón nuestro propio carbón soviético. Tan pronto como restaurar la producción de este material invaluable en la cuenca del Donets, sin el bloqueo anglo-americano tendrán de alguna forma terror por nosotros. Con su propio carbón Soviética y su propio mineral de hierro Soviético, la Rusia soviética construirá sus propias máquinas soviéticas, así como, por medio de ellas, producira el algodón Soviética en los textiles soviéticos.
En la cuenca del Donets está enterrado un gran tesoro, del que depende el bienestar, la prosperidad y la felicidad de todo el país. Este tesoro tiene que ganarse por la fuerza de las armas.
La movilización de los trabajadores del Donets está teniendo lugar ahora. Han sufrido más que nadie de la perturbación de la vida económica y contra las bandas salvajes, azoradas, furiosas de Krasnovistas y Dinikinistas. Y ellos, los trabajadores del Donets, estarán en primera fila en la lucha por el carbón Soviético. Esta lucha no tomará mucho tiempo. En su última ofensiva el enemigo gasto todo lo que quedaba de sus reservas y de su fortaleza. Él ya ha comenzado visiblemente a debilitarse. El 15 de mayo capturamos Luhansk, que habíamos perdido momentáneamente.
¡Ningún instante debe ser desperdiciado! ¡Debemos seguir adelante con el exterminio completo de las bandas Dinikinistas!
¡Proletarios del Donets! ¡Adelante, en la lucha por el carbón Soviético! ●
El 16 de mayo de 1919
En la Estación de Shipilovo.
'En el Camino', No.46