Escrito: 23 de abril de
1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, febrero de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna,
2015.
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Desde hace varios meses el 3° ejército ha retrocedido ante el avance enemigo. [ El 3° ejército, compuesto de las 29 y 30 divisiones y una brigada especial, fueron ubicadas en el flanco extremo izquierdo del frente del Este. En un momento, en las direcciones Ufa y Oremburgo, las unidades de los 1° y 5° Ejércitos había logrado, hasta principios de marzo, algunos éxitos importantes, el 3° Ejército, que al principio estaba cubriendo Perm, y luego Vyatka, siguió cayendo de nuevo. Después de la lucha tenaz el enemigo tomó Perm, y por lo tanto presentan una seria amenaza para nuestro grupo de Ufa. A mediados de abril, el 3° Ejército había llegado a Glazov.] No hay absolutamente ninguna razón para atribuir este refugio estable a una superioridad de fuerzas por parte del enemigo. Con algunas variaciones de esta forma o de otra, las fuerzas contendientes eran aproximadamente iguales. También estaría fuera de lugar hacer referencia a este respecto al cansancio del ejército. El ejercito esta, por supuesto, muy cansado, pero esta es la situacion en todos los frentes, ademas el hambre en la retaguardia también. Nuestro frente es de 8.000 verstas de largo, y hasta que no hayan logrado una victoria decisiva sobre uno de los sectores del frente, no puede haber reservas suficientes disponibles en el país para aliviar los ejércitos ahora en acción. El camino más seguro para descansar es la victoria pronto, y pronto la victoria sólo puede lograrse mediante el esfuerzo máximo.
De esto se sigue que debe ser el mando principal para los líderes comunistas obreros en el ejército: a un lado todos hablan de la superioridad del enemigo en número, para cesar esperando la salvación para venir del centro, y para lograr un cambio inmediato en el ejército mismo - el establecimiento de un régimen firme en él, haciendo el mejor de los soldados, y en primer lugar, las células comunistas, entendiendo que el destino del país depende ahora de la realización del 3° Ejército, logrando un completo giro en la moral y yendo a la ofensiva a toda costa en el esfuerzo y el sacrificio.
Hasta hace poco tiempo el número de comunistas en el ejército fue dado como 12.000. Esto es un malentendido muy serio. Si en el 3° Ejército no había 12.000 sino 2.000, o incluso 1.000 comunistas reales, es decir, sacrificándose de los combatientes experimentados, debemos desde hace mucho tiempo haber aplastado a las bandas de Kolchak en el frente de Perm.
(1) Por tanto, es necesario llevar a cabo una purga de las células comunistas. Debe haber un control práctico sobre cómo los miembros de la célula se comporta en un momento difícil. Debe establecerse como regla que la pertenencia a una célula confiere ningún privilegio o derecho pero se limita a imponer el deber de luchar con más coraje y devoción por los intereses de la tierra soviética.
(2) Debe quedar impresionado una vez más en la mente de cada comisario quien es el responsable, junto con el comandante, por la capacidad de lucha de su unidad. El puesto de comisario de una unidad militar es uno de los puestos más responsables en la república soviética. El comisario debe ser un modelo de valentía personal. En los momentos críticos de la conducta de una unidad completa y salvación de una posición a menudo depende del comisario. La composición del cuerpo de comisarios deberá ser objeto de una divulgación. Debe haber un control real sobre cómo los comisarios de cada unidad se comportaron en los momentos más críticos. Los comisarios cuyas experiencias han cansado en exceso deben ser reemplazados. Los comisarios que han perdido la fe en la victoria o que han llegado a aceptar la vergüenza de retiro constante debe ser enviado de vuelta a la retaguardia.
Los comisarios que han sido totalmente sometidos al estado de ánimo de sus unidades y se han preocupado principalmente de velar por la seguridad de la retirada deben ser juzgados en consejo de guerra. Esos batallones, compañías y los comandos que se han ido por su cuenta o que han comenzado a desintegrarse deben tener comisarios especiales que se les asignan. Los hombres del Ejército Rojo quienes han demostrado dedicación y resolución de la prueba de fuego deben ser promovidos al cargo de comisario o comandante. Todo esto debe realizarse lo más rápidamente posible.
(3) Debe haber un control de la composición del personal de mando. Una purga implacable se necesita de los comandantes en el 3° ejército que se esconden en las esquinas cuando la lucha comienza, pero que son los primeros en empezar a moverse cuando el momento del retiro llega. El cuidado y el vigor se deben demostrar en la promoción de firmes, decididos los hombres del Ejército Rojo a puestos de niveles inferiores de mando.
(4) Un régimen de disciplina estricto y firme se debe establecer en el ejército. En algunas unidades del 3° Ejército todavía hay supervivientes de los hábitos del Guerrillerismo y Atamanismo, la práctica de discutir las órdenes de combate, y con diversos pretextos no pueden llevarlas a cabo. La responsabilidad directa debe ser impuesta a los comisarios y comandantes para el cumplimiento de las órdenes de combate. Algunos comunistas justifican en función de su pertenencia al Partido Comunista de las violaciones arbitraria de la orden militar que cometió. Una regla directamente opuesta debe ser establecida:
Los comunistas deben ser castigados con doble gravedad de la conducta que viola el orden y la unidad de acción.
Ningún servicio en el pasado puede o podrá servir de justificación para cualquier persona que en el futuro se muestra a sí mismo como un miembro indidisciplinado de la familia militar revolucionaria.
(5) En las unidades que están avanzando, son los héroes quienes marcan la pauta. En un ejército que se ha retirado por un largo tiempo, la potencia se recoge gradualmente por los egoístas. Este peligro amenaza al 3° Ejército. Es necesario introducir en las unidades más desmoralizadas, como hombres de las filas del Ejército Rojo, comunistas genuinos y confiables que aporten una mirada fresca a la investigación de la vida interna de una unidad, ayudará a deshacerse de los agentes directos de Kolchak, entregarlos al tribunal, y por lo tanto va a obligar a los egoístas a conservar sus lenguas.
(6) Es necesario establecer como regla invariable que ningún crimen, ni un solo delito contra el deber militar revolucionario se va a dejar en la impunidad. La investigación debe ser breve, de modo que el castigo puede seguir el crimen lo más rápido posible. Los tribunales deben garantizar que, por las sentencias que aprueben, hagan que los obreros rojos menos conscientes del Ejército y los comandantes y los comisarios menos firmes deben darse cuenta de que ahora es una cuestión de vida o muerte para la clase obrera y que no se podra mostrar misericordia a los delincuentes, indecisos, cobardes y a los conspiradores sin caracter.
(7) Por otra parte, los mejores soldados, comisarios y comandantes deben sentir que están rodeados por el cuidado y el amor del ejército y de todo el país. Los comisarios de las unidades deben estar en el mismo centro de la masa de los soldados durante su servicio, en la batalla, en reposo y en su recreación. Esta obligación debe aplicarse a los comandantes también. Un vínculo más estrecho debe establecerse entre las células comunistas, cuando éstas hayan sido purgados y revisadas, y los comandantes y comisarios, en la labor de vigilancia sobre la conducta de los hombres del Ejército Rojo. Los Comisarios de las unidades deben presentar periódicamente, a través de los canales adecuados, los informes sobre los soldados en sus unidades, presentando el más capaz de ellos para la promoción a puestos de mando y recomendar su recompensa, y dar a conocer sus obras en la prensa.
(8) Los Comisarios deben presentar regularmente, y no menos de una vez a la semana, información para el Departamento de Política y correspondencia para el periódico del ejército. Un periódico del ejército no debe ser una mera reproducción de los periódicos soviéticos ni de los comunista. Nunca hay que olvidar por un momento que se trata de un periódico del ejército: debe representar la vida del ejército en todos sus detalles. Cada unidad debe reconocerse allí, como en un espejo: los héroes deben ser exaltados en la conciencia de las masas y los egoístas objeto de desprecio y burla. Tal inspiración concreta de la vida interna del ejército tiene una mayor significación educativa de artículos de agitación de carácter político general. Un hombre del Ejército Rojo que es capaz de seguir los asuntos políticos general, leerá las publicaciones soviéticos generales.
Todas las medidas indicadas se deben poner en práctica en el menor tiempo posible. El período en que las carreteras están inservibles deben ser utilizados para la regeneración interna completa del 3° Ejército. Esta regeneración debe comenzar en los primeros puestos, con los comisarios, los comandantes y las células comunistas. Todos deben agitar, dejar de lado la fatiga y el hábito de retirarse que se ha formado, estad firmes, y concentrar toda su energía y fuerza de voluntad en avanzar, a cualquier costo en esfuerzo. No puede haber ninguna duda de que los reclutados de casi forzado, obligatoriamente haga chocar a los ejércitos de Kolchak se romperán en fragmentos en el primer golpe duro. Pero este golpe ha de ser dado.
El 3° ejército no es más débil numéricamente que el ejército de Kolchak, al cual se opusieron a ella. Por lo tanto, ahora todo depende de la iniciativa, la resolución, la devoción, el heroísmo y el sacrificio por parte de los camaradas comunistas. El Partido, a través de su Comité Central, se dirige esta convocatoria a ellos: "Camaradas comunistas del 3° Ejército, le corresponde salvar el honor revolucionario del 3° Ejército, y, junto con ello, salvar la revolución". En la situación que se ha creado para el 3° Ejército y para el país, los comunistas ahora no puede tener dudas ni vacilaciones, no puede haber para ellos ninguna vuelta atrás, no hay indulgencia en la crítica, sino una sola consigna: ¡Adelante!" ●