Leon Trotsky

UNA VEZ MÁS SOBRE LAS LECCIONES DE UCRANIA

 


Escrito: El 28 de junio de 1919.
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, febrero de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna, 2015.


 

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Los reveses en el frente Donets se han incrementado. No sólo hemos sido expulsados de la cuenca del Donets, sino también de los Uyezd adyacentes de Karkov y las provincias de Yekaterinoslav, y de la misma Karkov, la capital de la Ucrania oriental se ha perdido. Este es un duro golpe. Esto repercutirá en gran medida a lo largo de la Ucrania Soviética y en Rusia. Karkov es una ciudad grande, rica, industrial de la clase obrera. Incluso nuestra pérdida temporal de Karkov da gran ventaja al enemigo y hace mucho daño a la revolución.

Hasta ahora ha sido el caso de que derrotas se han producido entre nosotros ninguna depresión, sino, por el contrario, una intensificación de la energía que ha resultado en un nuevo avance. No puede haber ninguna duda de que va a pasar este periodo también. Es de esta manera que una clase joven, revolucionaria difiere de una antigua descomposición. Para la monarquía zarista, las derrotas militares significaban la ruina: para la clase obrera revolucionaria son estímulos, despiertan su energía.

El giro de Ucrania ha llegado. Por la pérdida de Karkov es, ante todo, un golpe en la Ucrania, y una lección para Ucrania - al igual que el año pasado, la pérdida de Samara, Simbirsk y Kazán fue una dura lección, pero saludable para la Gran Rusia. No sólo los campesinos ucranianos, sino también el proletariado ucraniano no han apreciado hasta hace poco el alcance del peligro militar que amenaza el este, es decir, la más importante, la mitad de Ucrania. Los sentimientos que prevalecieron entre las masas trabajadoras del sur de Ucrania obstaculizan la movilización y la correcta formación de las fuerzas armadas. Estos sentimientos tenían una causa, que debe ser entendida.

A menudo se oye decir: "En Ucrania los kulaks son fuertes, y por eso hay todas estas bandas..." Hay algo de verdad en eso, por supuesto. Los kulaks no juegan un papel pequeño en Ucrania. Pero el curso inmediato de la revolución depende de quién conduce a los campesinos medios - ¿la clase obrera o los kulaks? Por lo tanto, tenemos que explicar por qué es que los kulaks han ganado casi ascendente sobre el campesinado ucraniano. ¿Es este un fenómeno permanente o es sólo temporal?

Ucrania ha experimentado un gran número de regímenes durante los últimos dos años y más. Después del derrocamiento de la monarquía zarista, el régimen de Kerensky fue establecido, teniendo en Ucrania, la forma de la Rada de Kiev. Eso fue derrocado por el poder soviético. Entonces la Rada volvió, con la ayuda de las bayonetas alemanas. El régimen de ocupación alemana fue enmascarado por la pequeña burguesía pseudo-democrática. Entonces los alemanes se deshicieron de la basura democrática e instalaron a su mayordomo noble, Hetman Skoropadsky. De esta manera, la revolución alemana, que tuvo repercusiones inmediatas en Ucrania, derribó el régimen de Skoropadsky. Durante un tiempo los Petlyuristas estaban en el poder. Como era de esperar, el régimen de Petlyura fue respaldado por una invasión anglo-francés, greco-rumano y los árabe-Negro. Entonces, el poder de los soviets derrocó a los Petlyuristas. El campesino ucraniano paso por todo eso. De forma pasiva o activamente, se resistió, durante estos dos años, siete regímenes sucesivos. No es de extrañar si se empezó a parecer a los campesinos que no tenía necesidad de ningún régimen en absoluto: él vivía allí en su Uyezd de Zolotonosha o Mariupol [Zolotonosha está en el centro de Ucrania, Mariupol (Zhdanov) en la zona fronteriza al sureste.], y no iba a seguir viviendo. El poder del Estado, cualquiera que sea la forma que tomó, exigió que el campesino proveyera de grano a las ciudades, y reclutaran a sus hijos. De ahí la oposición de los campesinos a cualquier y todos los poderes del Estado, el cual proporcionó el suelo de tendencias anarquistas. Fueron estos los sentimientos que engendro Grigoriyev y el Grigoriyevismo, Makheno y el Makhenovismo, y una colección de Zelyonys, Struks, Shkilyas y otros bandidos de anarco-Eseristas de Izquierda o del pelaje puramente pogromistas. Por supuesto, tan pronto como el "anti-estatistas" del tipo anarco-bandido se había extendido sus alas un poco, inmediatamente procedió a hacer daño tanto al campesino como se había hecho probablemente en su momento por el zarismo, el cual le saquearon y les oprimía de una manera más sistemática. En el ínterin, sin embargo, parecía que las bandas Makhenovistas proporciono alguna defensa local contra los ataques de los terratenientes. En realidad, este no fue el caso. La toda poderosa cuando se trataba de saquear, los Makhenovistas resultaron impotente contra las unidades regulares. Cuando la caballería de Shkuro ocuparon los Uyezd de Taganrog y Mariupol, el mujiks ucraniano comenzó a entender que la cuestión del poder del Estado no era tan simple. Por supuesto, el poder soviético requiere al campesino para mostrar un cierto dominio de sí mismo y de hacer sacrificios considerables. Pero bajo ninguna autoridad lo demás será diez veces peor para el campesinado que bajo el poder soviético. Esta es la simple verdad de que está siendo golpeado en la conciencia de los pueblos de Ucrania por el martillo de la derrota. Un proceso paralelo que pasa en las cabezas de los trabajadores ucranianos.

Por una serie de razones históricas, los oportunistas, los pequeñoburgueses del socialismo disfrutan en el sur de nuestro país una influencia mucho mayor en los altos círculos de la clase obrera que era el caso en el Norte. Esta circunstancia limita desde el primer momento la magnitud de la revolución proletaria en Ucrania. Después que los alemanes aplastaron los soviéticos de Ucrania, los elementos más revolucionarios de la clase obrera dejaron de Ucrania, y posteriormente luchó en el Kuban, en la región del Terek, en las estepas de Astracán, en el Don, y ante Tsaritsyn, Novokhopersk y Vorónezh. En virtud de los regímenes de la Rada, de Skoropadsky y de Petlyura los mencheviques y los socialistas revolucionarios emergieron como la 'oposición' legal en el nombre de la clase trabajadora, e hicieron todo lo posible para infectar a la conciencia de los trabajadores con el veneno de la mezquindad y el servilismo. Hicieron uso de todas las dificultades que experimenta el poder soviético, cada revés militar - la invasión por parte de los alemanes y también la invasión de la Entente - para privar a las masas trabajadoras de Ucrania de sus esperanzas y expectativas. Dado el gran atraso del proletariado ucraniano, este trabajo de ellos no podía quedar sin efecto. Hasta hace poco los hombres mencheviques y los eseristas jugaron, a su manera, un papel considerable en el movimiento obrero en Ucrania, sobre todo en los sindicatos. En círculos sindicales de Karkov fueron los mencheviques y sus asociados quienes marcaron la pauta. Naturalmente, la bandera del Menchevismo sirve a menudo como cubierta para la mera ignorancia y los instintos egoístas, o la obstinada intolerancia, como la del campesino ucraniano se ha descrito anteriormente: "Nos han dado todo tipo de regímenes. Vamos a salir adelante sin ningún tipo de régimen en absoluto.

O aún más simple: "Siempre hay alguien que nos da órdenes." Durante nuestras derrotas en la cuenca del Donets los mencheviques de Karkov llevaron a cabo una agitación perniciosa con el objetivo de romper la fuerza de voluntad de los obreros. Es decir, reconocieron la necesidad de la movilización, pero no hizo tales estipulaciones que cualquiera que creyera lo que dice debe haberse dicho: "Bien, si eso es como son las cosas, yo no voy a derramar mi sangre." Los dirigentes del movimiento sindical de Karkov comprometió, con el acompañamiento de los discursos mencheviques, en la negociación vergonzosa acerca de cuándo y bajo qué condiciones estarían de acuerdo en contemplar la necesidad de llevar a cabo la preparación de algún tipo de movilización... El golpe de Denikin fue una dura lección en este caso. Denikin ahora enseña al sector atrasado, semi-pequeño- burgués del proletariado ucraniano que no se puede vivir sin un "régimen": si el régimen soviético desaparece, su lugar será automáticamente asumido por el régimen de la Guardia Blanca.

La pérdida de Karkov es una gran pérdida. Pero si se lleva a completar la liquidación entre el proletariado ucraniano de la pequeña burguesía, las ilusiones conciliadoras y los sentimientos egoístas, tendremos que decir que ha sido comprado por nada demasiado caro.

Un giro ya ha, en una medida considerable, tenido lugar. La movilización de los trabajadores de Ucrania sigue adelante con éxito considerable. En muchas partes de la Ucrania de los propios campesinos han exigido que se vayan a movilizarse en las mismas condiciones que los trabajadores, para resistir al yugo de los terratenientes que avanza desde el este. No puede haber ninguna duda de que la movilización de 19 años de edad, la cual ha sido proclamada por el poder soviético ucraniano producirá los resultados esperados.

No menos importante es el giro mental que se ha hecho, que debe tener su efecto, y ya está teniendo este efecto, en todo el aparato soviético en Ucrania. Ha habido mucho caos en que el aparato, de forma continúa desde el período inicial de la revolución. Un giro hacia el orden soviético, la asiduidad, la contabilidad y la disciplina, la cual se ha preparado poco a poco, ahora bajo el impacto de nuestras duras pruebas, llegan sobre todo de una vez. Los campesinos y los obreros de Ucrania ahora entienden que es a menudo más difícil de mantener lo que han ganado que hasta ganar en el primer lugar, y están exigiendo que sus representantes en todas las instituciones soviéticas muestran una estricta asiduidad en el marco del centralismo soviético .

La desintegración de la guerrilla de Ucrania abrió una brecha muy peligrosa en el frente Sur. No puede haber ninguna duda de que, al concentrar sus fuerzas, Ucrania, en las próximas semanas, no sólo bloqueara esta brecha, sino, hombro con hombro con la Gran Rusia soviética, aplastará a los guardias blancas Dinikinistas y les obligaran retroceder la línea del Cáucaso. ●

El 28 de junio de 1919

"En el camino", No.56