Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo de Guerra Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo para Asuntos Militares y Navales, al 7° Ejército, el 3 de noviembre de 1919, N º 165, Petrogrado

Escrito: 3 de noviembre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, Marzo de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna, 2015.


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Nuestro avance, que se detuvo por un tiempo, se ha reanudado. Hemos traído hasta grandes masas de artillería y de recursos técnicos. El número de nuestras tropas son considerablemente superiores a las del enemigo. Tenemos todo lo necesario para una derrota completa de las bandas de Yudenich. Es necesario que todo el aparato del 7° Ejército debiera funcionar impecablemente.

(1) Los responsables de los suministros a las unidades de combate son el control sin descanso que los soldados están calzados, vestidos, alimentados y provistos de munición. No debe haber interrupciones en el avituallamiento y el suministro. Todo lo necesario está disponible. Todo lo que queda es entregar y distribuir correctamente. Los oficiales de las unidades de suministro tendrán la responsabilidad de que esto se haga.

(2) Los comandantes y comisarios deben conducir sus unidades con una mano firme. Las órdenes militares deben obedecer incondicionalmente y sin cuestionamientos. Ni excepciones ni excusas serán permitidas. Los comandantes y comisarios responderán por sus unidades a la República Soviética.

(3) La infantería va a tener muy en cuenta que los coches de artillería y blindados no sustituyen a la infantería, sino simplemente ayudarles.

(4) Los comunistas deben estar presentes en los puestos más peligrosos, dando un ejemplo de coraje y de energía inagotable. Los comunistas que muestran signos de egoísmo, deben ser castigados con severidad doble.

(5) castigo grave es que ha de imponerse a los cobardes y egoístas. Aquellos quienes se retiran sin órdenes, después de haber sido advertido, se fusilara en el acto. Los destacamentos policiales de batalla llevaran desertores ante el tribunal sin demora.

Los tribunales deben actuar en el lugar, por lo que el castigo puede seguir inmediatamente después del crimen.

(6) Los comandantes, comisarios, comunistas y soldados honorables velaran incesantemente que los traidores no interrumpan nuestras filas. Los provocadores y traficantes de pánico se fusilaran en el acto. Todos y cada uno deben estar en su puesto, trabajando sin miedo, sino a conciencia, haciendo el mayor esfuerzo que sea capaz de hacer, y recordando que por la unanimidad de nuestro ataque podamos, esta vez, asegurar la completa aniquilación del Ejército del Noroeste de Yudenich. ●