Leon Trotsky

Orden Por el Presidente del Consejo de Guerra Revolucionario de la República y del Comisario del Pueblo para Asuntos Militares y Navales a los comandantes, comisarios y todos los trabajadores responsables del 7° Ejército, el 4 de noviembre de 1919, No.167, Petrogrado

Escrito: 4 de noviembre de 1919
Fuente digital de esta edicion: en el Mia.org
Traduccion: Rodrigo Cisterna, Marzo de 2015.
HTML: Rodrigo Cisterna, 2015.


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El enemigo está en retirada en toda la línea. El resultado inmediato de esto es la eliminación del peligro que se cernía sobre Petrogrado. Pero la tarea ante el 7° Ejército no consiste en la eliminación de la amenaza inmediata a la gran ciudad de la revolución, sino en aplastar al ejército de Yudenich, destruyéndolo y limpiandolo de la faz de la tierra y por lo tanto realmente salvaguardar Petrogrado. Sería extremadamente peligroso, por lo tanto, a nosotros mismos que la principal tarea se ha completado. No, el enemigo no ha sido aplastado. Él se retira a fin de evitar ese destino. Mientras tanto, él se retira en buen estado, llevándose su matbzel.

El deber del 7° Ejército es perseguir al enemigo sin perder el contacto luchar con él, para asestar golpes contra él, para cortar su escape, para traer el desorden y la confusión en sus filas, a aplastarlo en pedazos - y, eventualmente, para matarle por completo.

El 7° Ejército será capaz de llevar a cabo esta tarea sólo si los trabajadores que conducen hacer todo lo posible para mejorar aún más su organización, la disciplina, la asiduidad y la precisión y fomentarle una voluntad inquebrantable a la victoria.

Un ejército puede romperse con más facilidad de lo que se puede crear. Un pequeño descuido por parte de una persona, la falta de asiduidad en un segundo, un poco de falta de atención en un tercero - y el resultado es el colapso de las unidades y la desorganización de los ejércitos enteros. Lo que se necesita es la vigilancia incansable, la atención intensa, firmeza, la lucha contra todo tipo de negligencia, falta de asiduidad y la indisciplina, el castigo severo de desorganizadores, cobardes, egoístas. No hay ninguna otra manera.

No hay que mirar hacia atrás en lo que hemos logrado, sino por barrio, en las tareas que no han cumplido todavía.

Es necesario perfeccionar el aparato de suministro, asegurando que la alimentación y la munición se sometan rápidamente y sean distribuidas correctamente.

Las labores de inteligencia deben ser elevadas al nivel adecuado, y llevado a cabo con más iniciativa, coraje e ingenio. Las comunicaciones deben ser constantemente mejoradas. Las unidades deben ser enseñadas a observar estrictamente las medidas previstas para la publicación de los centinelas. Economía en el gasto de munición debe ser inculcada, y, en este sentido, las tropas se les deben enseñar al fuego de disciplina.

¡Todas las condiciones están presentes para el 7° Ejército para convertirse en uno de los mejores ejércitos de la República Soviética!

¡Al trabajo, entonces, camaradas! ●