Leon Trotsky

¡Que este sea lo último!

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Nuestro tren está de nuevo atado al frente. Este es un frente duro, donde el destino de la República Soviética debe ser decidido, y con él el destino del pueblo ruso. Un frente duro, una lucha dura!

Muchos de los guerreros de nuestro tren estaban ante las murallas de Kazan en esas graves semanas de 1918 cuando estábamos luchando por el Volga. Esa lucha terminó hace mucho tiempo. El frente oriental ha avanzado mucho más allá del Baikal. Chita está en manos de los trabajadores y campesinos siberianos. El poder soviético se acerca al Océano Pacífico.

Los guerreros de nuestro tren lucharon galantemente ante los muros de Petrogrado, cuando Yudenich amenazó la primera capital de la revolución obrera.

Petrogrado está intacto, y desde entonces ha sido visitado por muchos representantes del proletariado mundial.

Nuestro tren fue más de una vez al frente occidental. Ahora se ha firmado una paz preliminar con Polonia. No cabe duda de que la burguesía polaca no podría renovar la guerra aunque quisiera hacerlo. El ejército polaco no quiere eso, y el pueblo trabajador de Polonia no lo permite.

Muchos de los guerreros de nuestro tren estaban en las estepas de Don cuando Krasnov y, más tarde, Denikin, avanzaron contra la Rusia soviética desde el Sur. Los días de Krasnov y Denikin ya han pasado. Casi todo el Sur está en manos del poder soviético.

Casi todo el Sur, pero no todo. Queda la Crimea, que el Gobierno francés ha convertido en su fortaleza. La guarnición de Guardia Blanca de esta fortaleza francesa está bajo el mando de un general alemán-ruso contratado, Barón Wrangel. Los días decisivos en la vida del frente meridional están cerca. Si aplastamos a Wrangel ganamos la paz por nosotros mismos.

La paz significará para nosotros un trabajo armonioso e intenso. El trabajo significará para nosotros la elevación general de las condiciones de vida, la mejora de la economía, el transporte y los alimentos. El avance económico implicará la mejora de la situación sanitaria, el crecimiento de la labor educativa, el desarrollo de las escuelas, el florecimiento de la ciencia y el arte. Paz significará trabajo y trabajo significará libertad y felicidad.

La familia amistosa de nuestro tren está comenzando en una nueva campaña. ¡Que esta campaña sea la última!

27 de octubre de 1920, Moscú-Járkov, En Route, No.135.