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León Trotsky
Escritos sobre España

Al semanario "El Soviet"

12 de junio de 1931 -
[Edición de Juan Andrade y José Martínez. Ruedo Ibérico, 1971. Digitalización: J. López]


Queridos amigos: Vais a comenzar la edición de un semanario; es un paso serio hacia adelante. Esperemos que después de éste seguirán rápidamente otros.

En España, como en el mundo entero, el comunismo está dividido en tres fracciones: una de derecha, una centrista y una de izquierda. La de derecha representa la combinación del comunismo con la socialdemocracia, el tradeunionismo o el sindicalismo, según las condiciones nacionales. En España, como en otros países, la representación oficial de la Internacional Comunista está en manos de los centristas, es decir de gentes que oscilan entre el marxismo revolucionario y diversos aspectos del oportunismo "comunista". La fuerza del centrismo en la Internacional Comunista se define porque se apoya en el poder estático en la URSS. En las condiciones actuales, el centrismo comunista es no sólo una corriente ideológica, no es sólo una fracción, sino también un aparato estático burocrático poderoso. Llevando a cabo una política de zigzags, embrollada, contradictoria, no solamente con la autoridad sino también con los medios materiales de la Internacional Comunista, el centrismo ha producido, en los años de después de la muerte de Lenin, grandes estragos en la vanguardia mundial del proletariado, y ha conducido ya algunas revoluciones a la catástrofe. En España, el Partido Comunista, por la falta de la burocracia centrista, se mostró al comienzo de la revolución miserable. Imponiendo a las secciones nacionales una política falsa, la burocracia estalinista no permite que se la critique, obstaculizando así la educación de la vanguardia proletaria, y no dando lugar a que se forme un Partido Comunista vigoroso, independiente, seguro de sí. En esto consiste el peligro principal que amenaza a la revolución que se desarrolla tan poderosamente ante nosotros.

La posición de principios de los bolcheviques-leninistas (Oposición de Izquierda) es confirmada por los acontecimientos gigantescos del desarrollo mundial, principalmente por toda la marcha de la revolución española. El partido español oficial, desmentido a cada paso por la marcha de la revolución, corrige sus faltas por pequeños trozos, apoyándose en "nuestra crítica", utilizando "nuestra" línea de principios, porque el centrismo por sí solo es vacío y estéril.

Pero, para la fracción bolchevique-leninista, no es suficiente una posición de principios justa: es preciso aplicarla correctamente a los acontecimientos diarios. La estrategia revolucionaria tiene necesidad de una táctica correspondiente.

La importancia del semanario consiste en que sitúa a la Oposición de Izquierda española frente a todos los acontecimientos corrientes y la obliga a dar sobre ellos una respuesta militante inmediata. Con la creación del semanario, la Oposición española sube un escalón.

Reunir al proletariado, sobre todo en una época de agitación tempestuosa, sólo puede hacerse a base de una posición revolucionaria consecuente. Es vuestra misión histórica, leninista, española. Es necesario duplicar, triplicar, decuplicar vuestros esfuerzos. Es preciso que la voz de los bolcheviques-leninistas repercuta en todas las partes del país, en todas las asambleas de masas. Vuestras tareas son grandiosas. La revolución no espera. ¡Ay de los rezagados ! Con toda mi alma deseo que no os mostréis como rezagados.

(1) Semanario de la Izquierda Comunista, publicado en Barcelona bajo la dirección de Andrés Nin.


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