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APENDICES

I

«La columna de prisioneros se detuvo en la avenida Uhrich y fue formada, de cuatro o cinco en fondo, en la acera, dando vista a la calle. El general marqués de Galliffet y su Estado Mayor bajaron de los caballos y empezaron a pasar revista de izquierda a derecha. El general andaba lentamente, observando las filas; de vez en cuando, se detenía y tocaba a un prisionero en el hombro o le llamaba con un movimiento de cabeza si estaba en las filas de atrás. En la mayoría de los casos, los seleccionados por este procedimiento, sin más trámites, eran colocados en medio de la calle, donde formaron en seguida una pequeña columna aparte... La posibilidad de error era, evidentemente, considerable. Un oficial montado señaló al general Galliffet un hombre y una mujer, como culpables de algún crimen. La mujer salió corriendo de la fila, se puso de rodillas, y, con los brazos abiertos, protestó de su inocencia en términos de gran emoción. El general aguardó unos instantes y luego con rostro impasible, y sin moverse, dijo: «Madame, conozco todos los teatros de París: no se moleste usted en hacer comedias (ce n'est pas la peine de jouer la comédie)»... Aquel día era poco conveniente para nadie ser ostensiblemente más alto, más sucio, más limpio, más viejo o más feo que sus vecinos. Un hombre con la nariz partida llamó mi atención, y en seguida comprendí que debía a este detalle el verse liberado aceleradamente de nuestro valle de lágrimas... De este modo fueron seleccionados más de cien; se destacó un pelotón de ejecución y la columna siguió su marcha dejándoles atrás. A los pocos minutos, comenzó a nuestra espalda un fuego intermitente, que duró más de un cuarto de hora. Estaban ejecutando a aquellos desgraciados, condenados tan sumarísimamente». (Corresponsal del "Daily News" [96] en París, 8 de junio).

A este Galliffet, «el chulo de su mujer, tan famosa por las desvergonzadas exhibiciones de su cuerpo en las orgías del Segundo Imperio», se le conocía durante la guerra con el nombre «Alférez Pistola» francés.

«"El Temps" [97], que es un periódico prudente y poco dado al sensacionalismo, relata la historia escalofriante de gentes a medio fusilar y enterradas todavía con vida. En la plaza de Saint Jacques-la-Bouchière fue enterrado [257] un gran número de personas; algunas de ellas muy superficialmente. Durante el día, el ruido de la calle no permitía oír nada, pero en el silencio de la noche los vecinos de las casas circundantes se despertaron al oír gemidos lejanos, y por la mañana se vio saliendo del suelo una mano crispada. A consecuencia de esto se ordenó que se desenterrasen los cadáveres... Que muchos heridos fueron enterrados con vida es cosa que no me ofrece la menor duda. Hay un caso del que puedo responder personalmente. El 24 de mayo fue fusilado Brunel con su amante en el patio de una casa de la plaza Vendôme, donde estuvieron tirados sus cuerpos hasta la tarde del 27. Cuando por fin vinieron a tirar los cadáveres, vieron que la mujer aún tenía vida y la llevaron a un hospitalillo. Aunque había recibido cuatro balazos, está ya fuera de peligro». (Corresponsal del "Evening Standard" [98] en París, 8 de junio).


NOTAS

[96] 198. "The Daily News" («Noticias diarias»), diario liberal inglés, órgano de la burguesía industrial, se publicó con este título en Londres de 1846 a 1930.- 256, 356

[97] 199. "Le Temps" («El Tiempo»), diario francés de tendencia conservadora, órgano de la gran burguesía, se publicó en París de 1861 a 1943.- 256

[98] 200. "The Evening Standard" («La Bandera de la Tarde»), publicación vespertina del periódico conservador inglés "Standard" (fundado en 1827), aparecía en Londres de 1857 a 1905. Luego se publicó como órgano de prensa aparte.- 257


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