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CAPITULO XLII
LA RENTA DIFERENCIAL II - SEGUNDO CASO:
PRECIO DE PRODUCCION DECRECIENTE [a]
El precio de producción puede descender si las inversiones adicionales de capital se efectúan con una tasa de productividad constante, decreciente o creciente.
I) En caso de productividad constante de la inversión
suplementaria de capital
Esto supone, en consecuencia, que en los distintos tipos de suelo, y en concordancia con su calidad respectiva, el producto aumente en la misma medida que el capital invertido en ellos.
Ello implica, de permanecer constantes las diferencias entre los tipos de suelo, un aumento del plusproducto proporcional al aumento de la inversión de capital.
Por consiguiente, este caso excluye cualquier plusinversión de capital en suelo A que afecte la renta diferencial.
En el suelo A, la tasa de la plusganancia es = O; seguirá siendo = O, por ende, ya que se supone que la fuerza productiva del capital suplementario, y por tanto la tasa de la plusganancia, permanecen constantes.
Pero bajo estos supuestos, el precio regulador de producción sólo puede disminuir, porque en lugar del precio de producción de A, el que se convierte en regulador es el del suelo inmediato superior B, o en general el de [890] cualquier suelo mejor que A; es decir, que se retira capital de A, o también de A y B, si el precio de producción del suelo C se convierte en regulador, es decir si desaparecen de la competencia de los tipos de suelo productores de trigo todas las tierras de inferior calidad.
Bajo los supuestos dados, la condición para ello es que el producto suplementario de las inversiones adicionales de capital satisfaga la demanda, por lo cual la producción del suelo inferior A, etc., se torna superflua para la conformación de la oferta.
Tomemos, por ejemplo, el cuadro II, pero hagámoslo de tal manera que en lugar de 20 quarters sean 18 quarters los que satisfagan la demanda.
A desaparecería, B [b], y con él el precio de producción de 30 chelines por quarter, se convertiría en regulador.
La renta diferencial asumiría, entonces, la forma siguiente:
CUADRO IV
Tipo de Acre Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
B 1 5 1 6 4
C 1 5 1 6 6
D 1 5 1 6 8
Total 3 15 3 18 18
Precio de
Tipo de producción Rendimiento Renta Renta Tasa de
suelo en £ por qr £ En granos En dinero Plusganancia
B 1 1/2 6 0 0 0
C 1 1/2 9 2 3 60 %
D 1 1/2 12 4 6 120 %
Total 27 6 9
Es decir que la renta global, en comparación con el cuadro II, se habría reducido de £ 36 a £ 9, y, expresada en granos, de 12 quarters a 6, mientras que la producción global sólo se habría reducido en 2 quarters de 20 a 18.
La tasa de la plusganancia, calculada sobre el capital, habría caído a un tercio, del 180 al 60% [c].
A la reducción del precio de producción corresponde aquí, pues, la reducción de la renta en grano y en dinero.
En comparación con el cuadro I, sólo se produce una disminución de la renta en dinero; la renta en granos es, en ambos casos, de 6 quarters, sólo que en un caso éstos son = £ 18, y en el otro = £ 9.
En cuanto al suelo C [d], [891] la renta en granos ha permanecido constante con respecto al cuadro I.
De hecho, a causa de la circunstancia de que la producción adicional, lograda mediante un capital adicional que actuaba de la misma forma, desalojó del mercado el producto de A, eliminando de esa manera el suelo A de los agentes de producción en competencia, formó una nueva renta diferencial I, en la cual el suelo B, mejor, desempeña el mismo papel que anteriormente desempeñaba el tipo de suelo peor A.
De ese modo desaparece, por una parte, la renta de B; por otro lado, y conforme a lo previamente supuesto, nada se ha alterado en las diferencias entre B, C y D en virtud de la inversión de capital adicional.
Desaparece la parte del producto que se transforma en renta.
Si el resultado anterior la satisfacción de la demanda con exclusión de A se hubiese producido, por ejemplo, invirtiendo más del doble de capital en C o en D, o en ambos, las cosas se conformarían de otra manera.
Por ejemplo, si la tercera inversión de capital se efectuase en C:
Cuadro IV a
Tipo de Acre Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
B 1 5 1 6 4
C 1 7 1/2 1 1/2 9 9
D 1 5 1 6 8
Total 3 17 1/2 3 1/2 21 21
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Renta Tasa de
suelo producción £ En granos En dinero Plusganancia
B 1 1/2 6 0 0 0
C 1 1/2 13 1/2 3 4 1/2 60 %
D 1 1/2 12 4 6 120 %
Total 31 1/2 7 10 1/2
En comparación con el cuadro IV, aquí el producto en C aumentó de 6 a 9 quarters, el plusproducto de 2 a 3 quarters, y la renta dineraria de £ 3 a £ 4 1/2.
En cambio, ésta ha disminuido en comparación con el cuadro II [e], en el cual la renta en dinero era de £ 12, y con el cuadro I, en el cual era de £ 6.
La renta global en grano = 7 quarters disminuyó con respecto al cuadro II (12 quarters) , y aumentó con relación al cuadro I (6 quarters); en dinero (£ 10 1/2) disminuyó con respecto a ambos (£ 18 y £ 36, respectivamente).
Si la tercera inversión de capital de £ 2 1/2 se hubiese empleado en el suelo B, ello hubiese modificado por cierto la masa de la producción, pero dejando intacta la renta, ya que se supone que las sucesivas inversiones de capital no producen diferencias en el mismo tipo de suelo, y el suelo B no arroja renta alguna.
Supongamos, en cambio, que la tercera inversión de capital se haya producido en D en lugar de haber ocurrido en C, y tendremos:
Cuadro IV b
Tipo de Acre Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
B 1 5 1 6 4
C 1 5 1 6 6
D 1 7 1/2 1 1/2 9 12
Total 3 17 1/2 3 1/2 21 22
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Tasa de
suelo producción £ Qrs.
£ Plusganancia
B 1 1/2 6 0 0 0
C 1 1/2 9 2 3 60 %
D 1 1/2 18 6 9 120 %
Total 33 8 12
Aquí, el producto global es de 22 quarters, más del doble que en el cuadro I, aunque el capital adelantado es sólo de £ 17 1/2 en lugar de £ 10, es decir que no llega a ser el doble.
Además, el producto global es mayor en 2 quarters que el del cuadro II, aunque en este último el capital adelantado es mayor, esto es, de £ 20.
En el suelo D, en comparación con el cuadro I, la renta en granos aumentó de 3 quarters [f] a 6, mientras que la renta en dinero permaneció constante con £ 9.
En comparación con el cuadro II, la renta en granos de D ha permanecido constante, con 6 quarters, pero la renta dineraria ha disminuido de £ 18 a £ 9.
Considerando las rentas globales, la renta en granos de IVb es = 8 quarters, mayor que la de I = 6 quarters, y que la de IVa = 7 quarters; en cambio es menor que la de II = 12 quarters.
La renta dineraria de IVb = £ 12 es mayor que la de IVa = £ 10 1/2, y menor que la del cuadro I = £ 18 y la de II = £ 36.
[893] Para que al desaparecer la renta de B, bajo las condiciones del cuadro IVb, la renta global sea igual a la del cuadro I, aún debemos tener £ 6 de plusganancia, es decir 4 quarters a £ 1 1/2, que es el nuevo precio de producción.
Tendremos entonces nuevamente una renta global de £ 18, como en el cuadro I.
La magnitud del capital suplementario requerido para ello será diferente según que lo invirtamos en C o D, o que lo distribuyamos entre ambos.
En C, £ 5 de capital rinden 2 quarters de plusproducto, es decir que £ 10 de capital adicional rendirán 4 quarters de plusproducto adicional.
En D bastaría una adición de £ 5 para producir los 4 quarters de renta adicional en granos, bajo el supuesto básico en este caso, según el cual la productividad de las inversiones adicionales de capital permanece constante.
En concordancia con ello resultarían los cuadros siguientes:
CUADRO IV c
Tipo de Acre Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
B 1 5 1 6 4
C 1 15 3 18 18
D 1 7 1/2 1 1/2 9 12
Total 3 27 1/2 5 1/2 33 34
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Tasa de
suelo producción £ Qrs.
£ Plusganancia
B 1 1/2 6 0 0 0
C 1 1/2 27 6 9 60 %
D 1 1/2 18 6 9 120 %
Total 51 12 18
CUADRO IV d
Tipo de Acre Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
B 1 5 1 6 4
C 1 5 1 6 6
D 1 12 1/2 2 1/2 15 20
Total 3 22 1/2 4 1/2 27 30
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Tasa de
suelo producción £ Qrs.
£ Plusganancia
B 1 1/2 6 0 0 0
C 1 1/2 9 2 3 60 %
D 1 1/2 30 10 15 120 %
Total 45 12 18
La renta global en dinero sería exactamente la mitad de la que era en el cuadro II, en el cual los capitales [894] suplementarios se invirtieron con precios de producción constantes.
Lo más importante es comparar los cuadros anteriores con el cuadro I.
Hallamos que en una disminución del precio de producción a la mitad, de 60 chelines por quarter a 30, la renta global ha permanecido constante, = £ 18, y que concordantemente la renta en granos se ha duplicado, o sea ha pasado de 6 a 12 quarters.
En B, la renta ha desaparecido; en C, la renta en dinero ha aumentado en una mitad en IVc, pero ha disminuido en una mitad en IVd; en D, ha permanecido constante = £ 9 en IVc, y ha aumentado de £ 9 a £ 15 en IVd.
La producción aumentó de 10 quarters a 34 en IVc y a 30 quarters en IVd; la ganancia de £ 2 a £ 5 1/2 en IVc y 4 1/2 en IVd.
La inversión global de capital aumentó en un caso de £ 10 a £ 27 1/2, y en el otro de £ 10 a £ 22 1/2, es decir que, en ambos casos, en más del doble.
La tasa de renta, la renta calculada sobre el capital adelantado, es la misma en todos los casos y para todos los tipos de suelo en todos los cuadros, IV a IVd, cosa que ya se hallaba implícita en el hecho de que la tasa de productividad de las diversas inversiones sucesivas de capital se suponía constante en todos los tipos de suelo.
Sin embargo, en comparación con el cuadro I, disminuyó para el término medio de todos los tipos de suelo, así como para cada uno en particular de los mismos.
En I era = £ 180 % término medio, en IVc es
18 18
= x 100 = 65 5/11 % y en IVd es = x 100 = 80 %.
27 1/2 22 1/2
La renta dineraria media por acre ha aumentado.
Su término medio era anteriormente, en I, de £ 4 1/2 por acre en los 4 acres, y ahora, en IVc y d, es de £ 6 por acre en los 3 acres.
Su término medio en el suelo que devenga renta era antes de £ 6, y es ahora de £ 9 por acre.
El valor dinerario de la renta por acre aumentó, en consecuencia, y representa ahora el doble de producto en granos ahora menos de la mitad del producto de 34 y 30 quarters, respectivamente [g] mientras que en el cuadro I los 6 [895] quarters constituyen las 3/5 partes del producto global de 10 quarters.
Por lo tanto, pese a que la renta, considerada como parte alícuota del producto global, ha disminuido, y que otro tanto ha ocurrido si se la calcula según el capital desembolsado, su valor dinerario calculado por acre, ha aumentado, y su valor en productos, más aun.
Si consideramos el suelo D en el cuadro IVd, en él los costos de producción [h] son = £ 15, de las cuales el capital desembolsado es = £ 12 1/2.
La renta en dinero es = £ 15.
En el cuadro I, en el mismo suelo D los costos de producción eran = £ 3, el capital desembolsado = £ 2 1/2, la renta dineraria = £ 9, siendo por consiguiente esta última el triple de los costos de producción, y casi el cuádruplo del capital.
En el cuadro IVd, la renta en dinero para D es de £ 15, exactamente igual a los costos de producción y sólo 1/5 mayor que el capital.
Sin embargo, la renta dineraria por acre es 2/3 mayor, de £ 15 en lugar de £ 9.
En I la renta en granos es de 3 quarters = 3/4 del producto global de 4 quarters; en IVd es, con 10 quarters, la mitad de todo el producto (20 quarters) del acre de D.
Esto demuestra cómo el valor dinerario y el valor en granos de la renta por acre pueden aumentar, a pesar de constituir una parte alícuota más exigua del rendimiento total, y que ha disminuido en proporción al capital adelantado.
El valor del producto global en I es = £ 30, la renta es = £ 18, más de la mitad del primero.
El valor del producto global de IVd es = £ 45, de las cuales £ 18 menos de la mitad son de renta.
La razón por la cual, a pesar de la baja de precio de £ 1 1/2 por quarter, es decir en un 50 %, y pese a la reducción de la tierra en competencia de 4 acres a 3, la renta dineraria global permanece constante y la renta en granos se duplica, mientras que aumentan las rentas en granos y en dinero calculadas por acre, estriba en que se producen más quarters de plusproducto.
El precio del cereal disminuye en un 50 %, mientras que el plusproducto aumenta en un 100 %.
Pero para alcanzar este resultado, la producción global bajo nuestras condiciones debe aumentar al triple, y la inversión de capital en las tierras mejores a más del doble.
La relación en la cual debe aumentar esta última depende, en primera instancia, [896] de la distribución de las inversiones suplementarias de capital entre los tipos mejores y óptimos de suelo, siempre presuponiendo que la productividad del capital aumente en forma proporcional a su magnitud en cada uno de los tipos de tierra.
Si la baja del precio de producción fuese menor, se requeriría menos capital suplementario para producir la misma renta dineraria.
Si la oferta necesaria para desplazar a A del cultivo y ello depende no sólo del producto por acre de A, sino también de la parte proporcional que le corresponde a A respecto a toda la superficie cultivada , si la oferta necesaria para ello, decíamos, fuese mayor, y en consecuencia también la masa de capital suplementario requerida en un suelo mejor que A, bajo condiciones en lo demás constantes, las rentas en dinero y en granos habrían aumentado más aun, a pesar de no producirse ya ninguna de las dos en el suelo B.
Si el capital eliminado de A hubiese sido = £ 5, los dos cuadros que deberían compararse para este caso serían los cuadros II y IVd.
El producto global habría aumentado de 20 a 30 quarters.
La renta dineraria sólo sería igual a la mitad, de £ 18 en lugar de £ 36; la renta en granos sería la misma, = 12 quarters.
Si en D pudiera producirse un producto global de 44 quarters = £ 66 con un capital = £ 27 1/2 correspondiente a la antigua proporción establecida para D, de 4 quarters por £ 2 1/2 de capital , la renta global volvería al nivel de II, y el cuadro sería el siguiente:
Tipo de Capital Producto Renta Renta
suelo £ Qrs En granos En dinero
B 5 4 0 0
C 5 6 2 3
D 27 1/2 44 22 33
Total 371/2 54 24 36
La producción global seria de 54 quarters, contra 20 quarters en el cuadro II, y la renta dineraria sería la misma, = £ 36.
Pero el capital global sería de £ 37 1/2, mientras que en el cuadro II era = 20.
El capital global adelantado casi se habría duplicado, mientras que la producción casi se habría triplicado; la renta en granos se habría duplicado, mientras que la renta dineraria habría permanecido constante.
Por consiguiente, si baja el precio [897] como consecuencia de la inversión de capital dinerario adicional, manteniéndose constante la productividad, en los tipos mejores de suelo, que devengan renta, es decir en todos los tipos de suelo situados por encima de A, el capital global tiene la tendencia de no aumentar en la misma proporción que la producción y la renta en granos; de modo que por aumento de la renta en granos puede compensarse nuevamente el faltante de renta dineraria que se origina en virtud de la baja del precio.
La misma ley se manifiesta asimismo en el hecho de que el capital adelantado debe ser mayor en la misma proporción en que se lo emplea más en C que en D, en el suelo que devenga menos renta que en el que proporciona más.
Es, simplemente, la siguiente:
para que la renta dineraria permanezca constante o aumente, debe producirse una cantidad adicional determinada de plusproducto, y esto requiere tanto menos capital cuanto mayor sea la fertilidad de las tierras que arrojan plusproducto.
Si la diferencia entre B y C y entre C y D fuese mayor aun, se requeriría incluso menos capital suplementario.
La proporción determinada depende 1) de la proporción en la cual baja el precio, es decir de la diferencia entre B, el suelo que ahora no devenga renta, y A, que no la proporcionaba antes, 2) de la proporción de las diferencias entre los mejores tipos de tierra de B en adelante, 3) de la masa del capital suplementario recién invertido, y 4) de su distribución entre las diferentes calidades de suelo.
De hecho, se ve que la ley no expresa otra cosa que lo que ya desarrolláramos en el primer caso:
que cuando el precio de producción está dado, cualquiera que sea su magnitud, la renta puede aumentar a causa de una inversión suplementaria de capital.
Pues como consecuencia de la expulsión de A se halla dada ahora una nueva renta diferencial I con B como el suelo peor y £ 1 1/2 por quarter como nuevo precio de producción.
Esto vale tanto para los cuadros IV como para el cuadro II.
Es la misma ley, sólo que se toma como punto de partida el suelo B en lugar del suelo A, y el precio de producción de £ 1 1/2 en lugar del de £ 3.
Ésta es aquí la única importancia de esta cuestión:
en la medida en que se necesitaba determinada cantidad de capital suplementario para sustraerle al suelo el capital de A y conformar el suministro sin él, se revela que esto [898] puede estar acompañado de una renta por acre constante creciente o decreciente, si no en todas las tierras, por lo menos para algunas y para el término medio de las tierra cultivadas.
Hemos visto que la renta en grano y la renta en dinero no se conduce de igual manera.
Sin embargo se debe sólo a una tradición, en general, el que la renta en granos desempeñe aún un papel en la economía.
Exactamente de la misma manera podría demostrarse, por ejemplo, que, con su ganancia de £ 5, un fabricante puede comprar mucho más de su propio hilado que antes con un ganancia de £ 10.
Pero de cualquier manera, esto demuestra que los señores terratenientes, si son al mismo tiempo propietarios o socios de manufacturas, refinadores de azúcar, destiladores de licores, etc., aún pueden ganar cantidades muy considerables, como productores de sus propiasmaterias primas, en caso de una baja de la renta dineraria [1].
II) En caso de tasa declinante de productividad
de los capitales adicionales
Esto no introduce nada nuevo, en tanto que tampoco aquí el precio de producción puede hacer otra cosa que bajar, como en el caso que acabamos de considerar, si a causa de las inversiones suplementarias de capital en tipos de suelo mejores que A, el producto de A se torna superfluo y por consiguiente se retira el capital de A, o se emplea A para la obtención de otro producto.
Este caso ha sido expuesto anteriormente en forma exhaustiva.
Se ha [899] demostrado que en el mismo la renta en grano o en dinero por acre puede aumentar, disminuir o permanecer constante.
Para mayor comodidad del cotejo reproducimos aquí, primero el
CUADRO I
Tipos de suelo A B C D Total
Acres 1 1 1 1 4
Capital £ 21/2 21/2 21/2 21/2 10
Ganancia £ 1/2 1/2 1/2 1/2
Costo de pro-
ducción por qr
en £ 3 11/2 1 3/4
Producto Qrs. 1 2 3 4 10
Renta en granos 0 1 2 3 6
Renta en dinero 0 3 6 9 18
Tasa de plus-
ganancia 0 120% 240% 360% 180% Promedio
Supongamos ahora que el número de 16 quarters, producido por B, C y D, con una tasa declinante de productividad, baste para dejar a A fuera de cultivo, y el cuadro III se convertirá en el siguiente:
CUADRO V
Tipos de Inversión de Ganancia Producto
suelo Acres capital £ £ Qrs
B 1 21/2 + 21/2 1 2 + 11/2 = 31/2
C 1 21/2 + 21/2 1 3 + 2 = 5
D 1 21/2 + 21/2 1 4 + 31/2 = 71/2
Total 3 15 16
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Renta Tasa de
suelo producción £ En granos En dinero plusganancia
B 1 5/7 6 0 0 0
C 1 5/7 8 4/7 1 1/2 2 4/7 51 3/7% [i]
D 1 5/7 12 6/7 4 6 6/7 137 1/7% [j]
Total 27 3/7 5 1/2 9 3/7 94 2/7% [k]
Promedio
Aquí, con una tasa decreciente de productividad de los capitales suplementarios y con una disminución diferente en los diferentes tipos de suelo, el precio de producción regulador ha disminuido de £ 3 a £ 1 5/7.
La inversión de capital ha aumentado en una mitad, de £ 10 a £ 15.
La renta dineraria se ha reducido casi en una mitad, de £ 18 a £ 9 3/7, pero la renta en grano sólo se redujo en 1/12, de 6 quarters a 5 1/2.
El producto global ha [900] aumentado de 10 a 16, o en un 60% [l].
La renta en grano es algo más de un tercio del producto global.
El capital adelantado es a la renta dineraria como 15 : 9 3/7, mientras que la relación anterior era de 10 : 18.
III) En caso de tasa creciente de productividad
de los capitales adicionales
Este caso se diferencia de la variante I expuesta al comienzo de este capítulo, en la cual el precio de producción disminuye con tasa de productividad constante, solamente por la circunstancia de que, si se necesita un producto adicional dado para expulsar al suelo A, ello ocurre con mayor celeridad en este caso.
Tanto si aumenta como si disminuye la productividad de las inversiones adicionales de capital, esto puede obrar de manera disímil, según que las inversiones se hallen distribuidas entre los diversos tipos de suelo.
En la medida en que este diferente efecto compense o acentúe las diferencias, la renta diferencial de los mejores tipos de suelo, y por ende también la renta global, aumentará o disminuirá, tal como ya ocurriera en el caso de la renta diferencial I.
Por lo demás, todo depende de la magnitud de la superficie del terreno y del capital que se desalojan con A, así como del adelanto relativo de capital que, en caso de productividad creciente, se requiere para suministrar el producto suplementario destinado a cubrir la demanda.
El único punto que vale la pena investigar aquí, y que, en realidad, nos retrotrae a la investigación de cómo se transforma esta ganancia diferencial en renta diferencial, es el que sigue:
En el primer caso, en el cual el precio de producción permanece constante, el capital suplementario invertido acaso en el suelo A es indiferente para la renta diferencial en cuanto tal, ya que el suelo A sigue sin devengar renta, el precio de su producto permanece constante y prosigue regulando el mercado.
En el segundo caso, variante I, en el cual disminuye el precio de producción con una tasa de productividad constante, el suelo A queda necesariamente excluido, y [901] más aun en la variante II (precio declinante de producción con tasa declinante de productividad), ya que de otro modo el capital suplementario en el suelo A debería elevar el precio de producción.
Pero aquí, en la variante III del segundo caso, en la cual el precio de producción disminuye poque aumenta la productividad del capital suplementario, este capital adicional puede ser invertido, llegado el caso, tanto en el suelo A como en los mejores tipos de suelo.
Supondremos que un capital suplementario de £ 2 1/2, invertido en A, produce 1 1/5 quarter en lugar de 1 quarter.
CUADRO VI
Tipos de Acres Capital Ganancia Costo de Producto
suelo £ £ producción Qrs
A 1 21/2+21/2=5 1 6 1+11/5=21/5
B 1 21/2+21/2=5 1 6 2+22/5=42/5
C 1 21/2+21/2=5 1 6 3+33/5=63/5
D 1 21/2+21/2=5 1 6 4+44/5=84/5
4 20 4 24 22
Tipo de Precio de Rendimiento Renta Tasa de
suelo producción £ Qrs.
£ Plusganancia
6 0 0 0
A 2 8/11 12 2 1/5 6 120 %
B 2 8/11 18 4 2/5 12 240 %
C 2 8/11 24 6 3/5 18 360 %
D 2 8/11 60 13 1/5 36 240 %
Este cuadro, además de comparárselo con el cuadro fundamental I, también debe ser comparado con el cuadro II [m], en el cual una inversión doble de capital está ligada a una productividad constante, proporcional a la inversión de capital.
Según el supuesto, el precio de producción regulador disminuye.
Si permaneciese constante, = £ 3, el suelo peor A, que anteriormente no devengaba renta con una inversión de capital de sólo £ 2 1/2, ahora arrojaría renta sin que se incorporasen tierras peores al cultivo; y ello se debería al hecho de que la productividad en el mismo habría aumentado, pero sólo para una parte del capital, y no para el capital originario.
Las primeras £ 3 de costos de producción producen 1 quarter; las segundas producen 1 1/5 quarter; pero todo el producto de 2 1/5 quarters se [902] vende ahora a su precio medio.
Puesto que la tasa de productividad aumenta con la inversión suplementaria de capital, ésta implica una mejora.
La misma puede consistir en emplear más capital en general por acre (más abono, más trabajo mecánico, etc.), o también en que sólo con este capital suplementario se torne posible concretar una inversión cualitativamente diferente, y más productiva, de capital.
En ambos casos se habrá logrado, con un desembolso de £ 5 de capital por acre, un producto de 2 1/5 quarters, mientras que con la inversión de capital de la mitad, de £ 2 1/2, sólo se obtiene un producto de 1 quarter.
Al producto del suelo A abstracción hecha de condiciones transitorias de mercado sólo se lo podría seguir vendiendo a un precio de producción más elevado, en lugar de vendérselo al nuevo precio medio, mientras una considerable superficie de la clase de suelo A prosiguiese cultivándose con un capital de sólo £ 2 1/2 por acre.
Pero en cuanto se generalizasen las nuevas condiciones de £ 5 de capital por acre, y con ello el cultivo mejorado, el precio de producción regulador tendría que descender a £ 2 8/11.
La diferencia entre ambas porciones de capital desaparecería, y entonces, de hecho, un acre de A cultivado solamente con £ 2 1/2 sería anormal, no estaría cultivado en concordancia con las nueas condiciones de producción.
Ya no habría una diferencia entre el rendimiento de diversas porciones de capital en un mismo acre, sino entre inversión global de capital suficiente e insuficiente por acre.
De ello se desprende, primero, que un capital insuficiente en manos de gran número de arrendatarios (debe tratarse de un número grande, ya que uno reducido sólo se vería forzado a vender por debajo de su precio de producción) tiene exactamente el mismo efecto que la propia diferenciación de los tipos de suelo en sucesión descendente.
Un tipo de cultivo peor en un suelo peor aumenta la renta en el suelo mejor, inclusive, en un suelo de índole igualmente inferior pero mejor cultivado puede crear una renta que, de otro modo, éste no arrojaría.
Segundo, se ve cómo la renta diferencial, en la medida en que surge de la sucesiva inversión de capital en la misma superficie global, en realidad desemboca en un término medio en el cual los efectos de las diferentes inversiones de capital ya no resultan reconocibles ni discernibles, y por ello no generan renta en el suelo peor, sino 1) convierten en nuevo precio regulador el precio medio del rendimiento global, por ejemplo de un acre de A, y 2) se presentan como cambios en la cantidad global de capital requerida por acre, bajo las nuevas condiciones, para un cultivo suficiente del suelo, y en la cual se hallan indiscerniblemente fundidos tanto las diferentes inversiones sucesivas de capital como sus respectivos efectos.
Exactamente lo mismo acontece luego con las distintas rentas diferenciales de los mejores tipos de suelo.
En todos los casos las mismas resultan determinadas por la diferencia del producto medio del tipo de suelo de que se trata, en comparación con el producto del suelo peor, en el caso de la inversión aumentada de capital, ahora convertida en normal.
No hay suelo que dé producto alguno sin inversión de capital.
En consecuencia, incluso en el caso de la renta diferencial simple la renta diferencial I cuando se dice que I acre de A, del suelo que regula el precio de producción, proporciona determinada cantidad de producto a determinado precio, y que los tipos de suelo mejores B, C y D dan determinada cantidad de producto diferencial y por consiguiente, con el precio regulador, determinada cantidad de renta en dinero, siempre se supone que se emplea un capital determinado, considerado normal bajo las condiciones de producción dadas.
Exactamente de la misma manera que en la industria se requiere determinado mínimo de capital para cada ramo de la actividad, a fin de poder elaborar las mercancías a su precio de producción.
Si como consecuencia de la sucesiva inversión de capital en ese mismo suelo, ligada a mejoras, se modifica ese mínimo, ello ocurre de modo paulatino.
Mientras cierto número de acres de A, por ejemplo no hayan recibido ese capital de explotación suplementario, se genera renta en los acres mejor cultivados de A en virtud del precio de producción que ha permanecido constante, y se eleva la renta de todos los tipos de suelo mejores, B, C y D.
Sin embargo, apenas el nuevo tipo de explotación se haya impuesto al punto de convertirse en el tipo de explotación normal, el precio de producción disminuye, la renta de las mejores tierras vuelve a disminuir, y la parte del suelo A que no posea ahora el capital medio de explotación deberá vender por debajo de su precio de producción indvidual, es decir, por debajo de la ganancia media.
[904] Esto también ocurre en el caso de precio decreciente de producción, incluso si disminuye la productividad del capital suplementario, apenas los tipos mejores de suelo suministren el producto global necesario como consecuencia del aumento en la inversión de capital, y no bien se sustraiga de A, por ejemplo, el capital de explotación, es decir que A ya no compita en la producción de ese producto determinado, verbigracia de trigo.
Ahora se considera como normal la cantidad de capital que actualmente se emplea, término medio, en el nuevo suelo regulador, B, de calidad mejor; y si se habla de la diferente fertilidad de las tierras, se supone que esa nueva cantidad normal de capital se emplea por acre.
Por otro lado está claro que esta inversión media de capital, a modo de ejemplo £ 8 por acre en Inglaterra antes de 1848, y £ 12 después de esa fecha, constituye la pauta al celebrarse los contratos de arrendamiento.
Para el arrendatario que gaste más, la plusganancia no se transformará en renta durante la vigencia del contrato.
El que esto ocurra después de la expiración del mismo dependerá de la competencia entre los arrendatarios que estén en condiciones de efectuar el mismo adelanto extraordinario.
No se trata aquí de mejoras permanentes del suelo que siguen asegurando el incremento del producto en caso de un desembolso de capital igual o incluso decreciente.
Tales mejoras, a pesar de ser producto del capital, obran en forma exactamente igual que la calidad diferencial natural del suelo.
Vemos entonces que en la renta diferencial II entra en consideración un factor que no se desarrolla como tal en la renta diferencial I, ya que ésta puede subsistir independientemente de cualquier cambio en la inversión normal de capital por acre.
Por una parte, es la confusión de los resultados de diversas inversiones en el suelo regulador A, cuyo producto aparece ahora simplemente como producto medio normal por acre.
Por otro lado es el cambio en el mínimo nomal o en la magnitud media del desembolso de capital por acre, de modo que ese cambio se presenta como un atributo del suelo.
Por último, es la diferencia en el modo de conversión de la plusganancia en la forma de la renta.
Además, el cuadro VI, en comparación con los cuadros I y II, demuestra que la renta en grano ha aumentado en [905] más del doble con relación a I, y en 1 1/5 quarters respecto de II, mientras que la renta dineraria se ha duplicado con respecto a I y no se ha alterado con relación a II.
Habría aumentado considerablemente (manteniéndose constantes las demás premisas) si el suplemento de capital hubiese recaído más en los mejores tipos de suelo o si, por otro lado, los efectos de la adición de capital sobre A hubiesen sido menores, es decir que el precio medio, regulador, del quarter de A hubiese sido mayor.
Si la elevación de la fertilidad por adición de capital obrase de diferente manera sobre los distintos tipos de suelo, ello produciría una modificación de sus rentas diferenciales.
De cualquier modo está demostrado que en caso de precio decreciente de producción a causa de una tasa creciente de productividad de la inversión suplementaria de capital es decir, en tanto esta productividad aumenta en mayor proporción que el adelanto de capital la renta por acre, por ejemplo en caso de una doble inversión de capital, puede no sólo duplicarse, sino aún más que duplicarse.
Pero también puede disminuir si a causa de una productividad de aumento más rápido, el precio de producción descendiese mucho más en el suelo A.
Supongamos que las inversiones adicionales de capital, por ejemplo en B y C, no eleven la productividad en la misma proporción que en A, de modo que para B y C disminuirían las diferencias proporcionales y el aumento del producto no compensaría el descenso del precio; entonces, en contra del caso del cuadro II, la renta aumentaría en D y disminuiría en B y C.
Cuadro VIa
Tipos de Acres Capital Ganancia Producto por acre
suelo £ £ Qrs
A 1 21/2+21/2=5 1 1 + 3 = 4
B 1 21/2+21/2=5 1 2 + 2 1/2 = 41/2
C 1 21/2+21/2=5 1 3 + 5 = 8
D 1 21/2+21/2=5 1 4 + 12 = 16
Total 4 20 321/2
Tipos de Precio de Rendimiento Renta Renta
suelo producción £ en granos en dinero
A 1 1/2 6 0 0
B 1 1/2 6 3/4 1/2 3/4
C 1 1/2 12 4 6
D 1 1/2 24 12 18
Total 16 1/2 24 3/4
[906] Por último, la renta dineraria aumentaría si, con el mismo incremento proporcional de la fertilidad, se invirtiese en las mejores tierras más capital adicional que en A, o si las inversiones adicionales de capital operasen sobre las mejores tierras con una tasa creciente de productividad.
En ambos casos aumentarían las diferencias.
La renta dineraria disminuye si la mejora producida a consecuencia de inversiones suplementarias de capital reduce las diferencias en forma total o parcial, obrando más sobre A que sobre B y C.
Disminuye tanto más cuanto menor sea la elevación de la productividad de las mejores tierras.
De la proporción en la desigualdad de los efectos dependerá el que a renta en granos aumente, disminuya o permanezca estacionaria.
La renta dineraria aumenta, y otro tanto ocurre con la renta en granos, si en caso de diferencia proporcional constante en la fertilidad suplementaria de los diversos tipos de suelo se agrega más capital al suelo que devenga renta que al suelo A, que no la da, y si se adiciona más al suelo de renta elevada que al de renta baja, o bien si la fertilidad, con un capital suplementario igual, aumenta más en el suelo mejor y óptimo que en A, y ello en la proporción en que ese aumento de la fertilidad sea más elevado en los tipos de suelo superiores que en los inferiores.
Pero bajo todas las circunstancias la renta aumenta relativamente si la productividad elevada es consecuencia de un suplemento de capital y no la consecuencia de una fertilidad simplemente elevada con una inversión constante de capital.
Ese es el punto de vista absoluto, que demuestra que en este caso, como en todos los anteriores, la renta y la renta elevada por acre (como en la renta diferencial I en toda la superficie cultivada, el nivel de la renta global media) es consecuencia de una inversión aumentada de capital en el suelo, sin que importe si esa inversión actúa con una tasa de productividad constante y precios constantes o decrecientes, o con una tasa declinante de productividad con precios constantes o decrecientes, o bien con una tasa creciente de productividad y precios declinantes.
Pues nuestra hipótesis de precio constante con tasa de productividad constante, creciente o decreciente del capital suplementante, creciente y decreciente se resuelve en tasa constante de productividad del capital suplementario con precio constario y precio decreciente con tasa de productividad [907] constante o decreciente, tasa decreciente de productividad con precio constante o decreciente, tasa creciente de productividad con precio constante y decreciente.
Pese a que en todos estos casos la renta puede permanecer estacionaria y disminuir, decrecería más aun si el empleo adicional del capital no fuese condición del aumento de la fertilidad, bajo cicunstancias en lo demás iguales.
El suplemento de capital es, entonces, siempre la causa del alto nivel relativo de la renta, a pesar de que la misma haya disminuido en términos absolutos.
[a]
a En el manuscrito de Marx se lee aquí, simplemente:
"b) Precio de producción decreciente".
[b] b En la primera edición, "D".
[c] c En la 1ª edición:
"habría caído a la mitad, del 180 al 90%".
[d] d En la 1ª edición:
"C y D".
[e] e En la 1ª edición, "con el cuadro I".
[f] f En la 1ª edición:
"2 quarters".
[g] g En la 1ª edición:
"33 y 27 quarters, respectivamente".
[h] h En la 1ª edición:
"costos de producción desembolsados".
[1] {F.
E.
A causa de un ubicuo error de cálculo fue necesario volver a calcular los cuadros anteriores IVa a IVd.
Ello no afecta por cierto, los puntos de vista teóricos desarrollados a partir de los cuadros, pero en parte introdujo guarismos realmente descomunales en lo que respecta a la producción por acre.
En el fondo, éstos no son escandalosos.
En todos los mapas topográficos y alimétricos se elige una escala considerablemente mayor para las verticales que para las horizontales.
Sin embargo, quien se siente herido en su corazón agrario, está en libertad de multiplicar el número de los acres por cualquier cifra que le plazca.
En el cuadro I también es posible sustituir los 1, 2, 3, 4 quarters por acre por 10, 12, 14, 16 bushels (8 = 1 quarters), con lo cual los guarismos derivados de ellos en las otras tablas permanecerán dentro de los límites de la verosimilitud; de descubrirá que el resultado, la relación entre el incremento de la renta y el incremento del capital, será idéntico.
Eso es lo que ha ocurrido en los cuadros agregados por el editor en el capítulo subsiguiente.}
[i] i En la 1ª edición, "51 2/5%".
[j] j En la 1ª edición, "137 1/5%".
[k] k En la 1ª edición, "94 3/10%".
Aquí y en los cuadros siguientes, Engels calcula el promedio solamente de los tipos de suelo que generan renta; promedio B-D = 62 6/7 %.
[l] l En la 1ª edición, "en un 160%".
[m] m Véase en el presente volumen, p.
882.